DESCENTRALIZACIÓN, GESTIÓN
PÚBLICA Y DESARROLLO LOCAL DESDE UNA PERSPECTIVA COMPARADA. EVOLUCIÓN Y
PARTICULARIDADES EN EL CASO DE PANAMÁ. Yon Millán
Albistegi
CIMAP
yonmillan@yahoo.es
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MARCO NORMATIVO Y PERSPECTIVA POLÍTICA DEL
PROCESO DE DESCENTRALIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN EN PANAMÁ
Desde el punto de vista político la
descentralización es el proceso mediante el cual se transfiere desde el
Organismo Ejecutivo a las municipalidades, y al resto de los niveles
gubernamentales organizadas legalmente, con participación de las
municipalidades, el poder de decisión, la titularidad de la competencia, las
funciones, los recursos de financiamiento para la aplicación de las
políticas públicas nacionales, a través de la implementación de políticas
municipales y locales.
La descentralización es un proceso de carácter político, que demanda la
distribución territorial del poder público entre entidades políticas dotadas
de autonomía y de gobiernos propios elegidos libremente. Por lo tanto, es un
producto de la democratización y un instrumento político idóneo para la
planificación democrática del desarrollo, la reducción de la pobreza y la
modernización del Estado.
En consecuencia, conforme el marco constitucional y legal vigente, el
Organismos Ejecutivo promoverá, en primer lugar, la transferencia de
funciones, recursos y toma de decisiones hacia los gobiernos municipales,
conservando el gobierno central las funciones normativas y reguladoras;
seguirá siendo responsable de la gestión estratégica de la política de
desarrollo, la reforma y modernización de la administración pública, el
establecimiento de normas de calidad para la prestación de servicios
públicos y la supervisión de su cumplimiento.
El proceso de descentralización se materializará en sus primeros resultados
en términos de la modernización de los niveles nacional y municipal de
administración de gobierno, por la vía de una descentralización tecnocrática
- administrativa. A mediano plazo se notará el impacto en la democratización
del Estado y de la sociedad, a través de redistribución del poder y nuevas
relaciones intergubernamentales entre la Administración Nacional y las
municipales, mediante una concertada gestión descentralizada del territorio,
en donde la participación ciudadana es consustancial, y determinante.
La gestión descentralizada del territorio hace evidente la necesidad de
redefinir las competencias de la administración pública que permitirá, en el
contexto del proceso de descentralización, y la transferencia de
competencias al nivel municipal de gobierno, bajo criterios de eficiencia y
eficacia en el uso de los recursos públicos.
La integración de las políticas sociales y políticas económicas, de manera
que en lugar de enfrentarse y diluirse se complementen y se refuercen
mutuamente es un elemento crucial de la estrategia de desarrollo humano
sostenible. Esta circunstancia se enmarca en los nuevos modelos de
desarrollo que armonizan la eficiencia económica con la equidad social. El
enfoque integrado de la política económica y la social se sustenta en que la
primera cumple también objetivos sociales por sus efectos en la creación de
empleos y distribución del ingreso, mientras que la política social tiene
incidencias económicas mediante la inversión en capital humano, el que
contribuye a aumentar la producción y a elevar la productividad, ampliando
la capacidad competitiva de la economía.
En este contexto es importante considerar las particularidades de políticas
económicas de Panamá, dada la existencia de un sector dinámico,
internacionalizado y altamente rentable, ofrece múltiples y muy atractivas
oportunidades al resto de la sociedad. La existencia de este dinámico sector
moderno, en especial las oportunidades de comercio económico internacional
del Canal de Panamá, plantea también un conjunto extraordinario de
oportunidades para integrar al desarrollo a segmentos crecientes de la
población nacional.
El fundamento de la política social se sustenta en la promoción del
desarrollo humano sostenible, y por tanto incidir en la reducción de la
pobreza, la integración de los grupos excluidos del desarrollo y una
distribución más equitativa de la riqueza.
Los lineamientos de la política social en Panamá se sustentan en la
reducción de la pobreza de dos años porcentuales por año, de manera que para
el año 2004 la proporción de la población pobre haya bajado del 37% al 27% .
En este período se abren una serie de objetivos marco en los que se engloban
medidas tendentes a reducir en desempleo, cuestión en la que el ámbito
municipal se convierte en el marco idóneo para la definición de las
estrategias que den respuesta a los problemas del desempleo.
La micro, pequeña y mediana empresa se convierten en sujetos activos del
proceso de dinamización del sector productivo para fomentar la
comercialización de aquellos productos resultantes de los mercados locales.
La proximidad del ámbito de actuación garantiza en parte la mejora de la
distribución y aprovechamiento de la tierra y la legalización de la
propiedad. En este sentido hay que hacer hincapié en la importancia de
fomentar la participación de la sociedad y las comunidades en la definición,
priorización y la gestión de los programas sociales.
La política social constituye, un elemento central de cualquier estrategia
de desarrollo económico que pretenda ubicar al país de manera favorable, y
sostenible en las tendencias que prevalecen en la economía mundial.
La globalización presenta el riesgo de dejar al margen a aquellas sociedades
que no sean capaces de participar activamente en la era del conocimiento, lo
que supone niveles crecientes de productividad y flexibilidad ante el
cambio, niveles cada vez más complejos de educación y formación. La política
económica se convierte en un elemento central de la política social en la
misma medida que ésta se constituye, a su vez, en un aspecto vital de la
política económica.
La puesta en práctica de políticas de descentralización debe estar
acompañada con la creación de nuevos espacios para una mayor participación
de la sociedad. Así la descentralización del apartado del Estado, debe
liberar el potencial democrático representado por los movimientos locales y
regionales que operan al nivel de sociedad civil a fin de servir como
suplemento de oportunidades para la participación popular, incluyendo la
participación político-electoral proveídas por una democracia más
participativa.
Los movimientos sociales que operan en el nivel de la sociedad civil
necesitan el respaldo de la voluntad política de una eficiente
administración y para ello esta relación se debe presentar en un modelo de
participación popular. La participación popular, se restringe a la consulta,
información y cooperación con la administración local, y no a los procesos
de toma de decisiones, las cuales siguen siendo prerrogativas de los
representantes electos en el proceso electoral.
Una estrategia de desarrollo nacional debe tomar en cuenta las necesidades
locales y nacionales, sus particularidades y potencialidades, sus ámbitos
económicos, políticos, sociales y culturales. En este sentido el desarrollo
nacional que promueve el desarrollo local y regional, debe avanzar en una
doble perspectiva. Medidas para fomentar un desarrollo estructural con una
amplia cobertura de arriba hacia abajo y esfuerzos de abajo hacia arriba que
enfatizan las particularidades de las diferentes localidades y regiones.
El desarrollo de los proyectos para la transformación, siempre son
modificados por las dinámicas gestadas por los actores. Los costos y
beneficios derivados de las transformaciones políticas pueden ser
compartidos por los diferentes agentes dentro de marcos institucionales que
faciliten la participación ciudadana. La participación de los ciudadanos en
la gestión pública es uno de los objetivos de los procesos de gobernabilidad
democrática .
La construcción territorial del espacio de las decisiones públicas de abajo
hacia arriba, que privilegia con una mayor autonomía al gobierno local, debe
considerar la corresponsabilidad de competencias en la gestión pública .
La participación política de la ciudadanía en los gobiernos locales no debe
reducirse exclusivamente a la elección de representantes. Pueden asumir la
responsabilidad de la institucionalización de una política social y de
servicios públicos que estén menos centralizados.
Una política de descentralización exitosa debe crear estructuras de
auto-gobierno regional al mismo tiempo que permitir el desarrollo de actores
sociales capaces de auto-administrarse y de desarrollar una identidad . |