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Observatorio de la Economía y la Sociedad de Panamá
DESCENTRALIZACIÓN, GESTIÓN
PÚBLICA Y DESARROLLO LOCAL DESDE UNA PERSPECTIVA COMPARADA. EVOLUCIÓN Y
PARTICULARIDADES EN EL CASO DE PANAMÁ. Yon Millán
Albistegi
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PARTE I
1.
MARCO TEÓRICO
Y CONCEPTUAL SOBRE EL REPARTO TERRITORIAL DEL PODER.
1.1 Introducción.
Los
procesos de democratización se han caracterizado por el desarrollo de la
equidad en la participación de las regiones que componen el Estado. A este
resultado se ha llegado después de una serie de procesos en función de las
particularidades de cada país. En este apartado trataré de sintetizar de
forma esquemática los argumentos que justifican la descentralización.
En primer lugar, los de carácter
sistémico-funcionalista, este enfoque justifica el reparto del poder
territorialmente por razones de adaptación de los Estados a procesos de
cambio económico, social y tecnológico externos. Ante esta circunstancia los
sistemas sociales tienden a producir instituciones políticas que deben de
ser funcionales a las nuevas realidades emergentes. La complejidad de las
nuevas realidades sociales lleva a la administración a interiorizar procesos
de complejización, e interdependencia[1].
El incremento de las interdependencias, en las sociedades de la
información permiten a los ciudadanos generar una conciencia entorno a sus
derechos y diferencias, lo que lleva a la organización de la sociedad en
colectivos que en ocasiones muestran contradicciones en sus intereses a la
hora de identificar sus postulados en el proceso político.
Las sociedades modernas se organizan en subsistemas complejos, y
cada uno de los subsistemas a su vez cumple funciones específicas, por lo
que exigen la creación de marcos normativos que permitan canalizar la
autonomía de los ciudadanos[2].
Estas circunstancias reflejan las limitaciones de los Estados totalizadores,
que tratan de interiorizar como asuntos propios lo que es responsabilidad de
otros subsistemas o unidades de gobierno que pueden en un momento dado
responder de forma más adecuada a las necesidades planteadas por la
ciudadanía.
Las limitaciones del Estado en un proceso creciente de demandas
cada vez más divergentes en la sociedad refleja las limitaciones de las
estrategias centralizadas. Los nuevos cambios en las sociedades modernas
requieren de soluciones más cercanas a los problemas de los ciudadanos. Es
en este contexto, en el que los gobiernos locales juegan un protagonismo
creciente debido al mejor conocimiento de las realidades, y por consiguiente
la posibilidad de ofrecer respuestas específicas.
En
este contexto surge la necesidad de explicar el principio de subsidiariedad
en la administración, que implica que aquello que pueda ser resuelto a nivel
local tiene prioridad dada la proximidad al ciudadano. No obstante, esta
circunstancia plantea la necesidad de impulsar la cooperación entre los
distintos niveles de gobierno, así como de la sociedad civil con los mismos.
En
segundo lugar, los de carácter histórico-cultural, esta línea teórica
argumenta que los procesos de descentralización o reparto de poder en las
funciones institucionales existen fenómenos históricos y culturales. A
partir de las experiencias históricas de cada uno de los países existen
creencias, valores y actitudes que crean una serie de particularismos de
dicha sociedad. Estos valores son resultado de un proceso de socialización,
que mediante un proceso histórico determina las características de una
colectividad[3].
Estos lineamientos teóricos tienen precedentes en los teóricos clásicos,
Tocqueville, Weber que explicaron el desarrollo de la democracia en función
de las variables culturales[4].
Estas
sociedades se caracterizan por la existencia de una demanda de autoridad
desde los estados nacionales hacia unidades más pequeñas, que poseen una
mayor coherencia cultural. Estas demandas suponen la superación de la
concepción del estado nacional centralizado, en una doble dinámica, por una
parte un aumento de la importancia de la comunidad y la autonomía de las
entidades locales, y por otra, una mayor diversificación de los centros de
poder.
En
tercer lugar, los de carácter institucional, estos planteamientos están
relacionados con la importancia de las cuestiones histórico - culturales
anteriormente citadas, no obstante en este caso es necesario hacer
referencia a la importancia que cobran los fenómenos sociales, económicos y
políticos a los elementos culturales intrínsecos a las instituciones frente
a los externos a las mismas.. No obstante, es necesario plantear la
incidencia que tiene para los autores institucionalistas los fenómenos
sociales informales que inciden en el sistema institucional.
En
cuarto lugar, los de carácter racionalista- económico, en esta escuela
teórica existen diversas corrientes explicativas. Una de las más
representativas tienen una perspectiva puramente económica, es decir la
descentralización como resultado de un proceso de racionalización del gasto.
Estas escuelas han tenido su importancia, en las experiencias en las que la
descentralización se ha justificado desde un enfoque de disciplina fiscal en
el sector público[5].
La diferenciación de unidades de gobierno permite la comparación entre unos
y otros modelos de gestión, lo que permite revelar las preferencias de los
ciudadanos en relación a los impuestos, y tasas, por una parte, y por otra
los beneficios sociales que aportan las instituciones.
[1]
Kooiman,J. (1993).Modern Governance, Sage. Londres.
[2]
Luhman,N (1993). Teoría política en el Estado de Bienestar.
Alianza. Madrid.
[3].
HARRISON,L.E & HUNTINGTON, S.P.(2000) Culture Matters, Basic Books. New
York.
[4].
TOCQUEVILLE A.(1988).La democracia en América.(1835-1840).
Akal. Madrid.
[5].
BRENNAN,G y BUCHANAN, J (1980). The Prower to Tax: Analitical
Foundations of a Fiscal Constitution. Cambrigde University Press. |
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