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"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
Observaciones a la Ética y al Desarrollo
Raymundo Castillo Bautista (CV)
Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM
4-3
El Por Qué de lo Bueno
La definición de lo bueno es un resultado que trata de una pelea entre mafias que por algún motivo se han disociado, entre la mafia que trabaja en un mayor porcentaje ilegal y la que trabajo un mayor porcentaje legalmente. El vínculo que alguna vez existió hoy se encuentra roto por intereses monetarios, y es que la industria de lo ilegal y lo pirata genera billones de ganancias contra los escasos millones de la industria legal. Es una lucha por el control de un monopolio.
Pero esta pelea no sólo trata de generar millones o billones y controlar el mercado monopolicamente, sino también de adquirir posiciones mejores dependiendo del avance que se vaya logrando y a su vez de generar aliados, capaces de delatar las posiciones del otro, sus tácticas, sus equipos y movimientos. De esta forma el ciudadano no es más que la carne de cañón de este proceso, al convertirse en consumidor, ejecutor y soplón, de uno o del otro, de cualquier forma no tiene más opción que participar y hablar pues esta condenado a socializar, de cualquier forma “melón o sandia” terminarán apretando el cuello de cada uno de nosotros, tan sólo variará la forma y el momento en que lo hagan.
Nuestra sociedad es una sociedad de historias, y en estas historias siempre aparecen figuras duales, un bueno y un malo, y en raras ocasiones el bueno no gana y el malo no pierde. Esta definición de roles queda perfectamente establecida al decir:
La nueva frontera para la defensa de nuestro estado y sociedad, en muchos casos ya no es la frontera estatal o del país. Es contra la delincuencia en todas sus formas y manifestaciones, y especialmente contra el delito organizado trasnacional que estamos construyendo más y mejores defensas[1]
A partir de esta cita nos queda claro que el bueno es el que actúa bajo legalidad, el malo el que lo hace bajo ilegal, el delincuente, dentro de esta lógica binaria, aunque es de recordar que las leyes son hechas por y para los dominantes y (ellas) conceden escasos derechos a los subyugados[2].