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"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
Observaciones a la Ética y al Desarrollo
Raymundo Castillo Bautista (CV)
Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM
4-2
Lo Bueno Como Fin
Como se podrá ver tanto los movimientos por la CuL y los valores, ejecutados por el gobierno y las empresas privadas, pretenden un mismo objetivo, declarar como bueno cierto comportamiento y manifestarse a favor de este comportamiento pues los favorece directamente. Tal comportamiento es el consumo legal. Ya que si actuamos conforme a lo que dictaminan las leyes tan sólo debemos consumir aquello que esta permitido por ley y por tanto sólo debemos consumir la marca, el punto de venta, la garantía y demás elementos que se conformen de acuerdo a ella.
Mientras el decir la verdad, ser honesto, saber dar las gracias, entre otros, valores promovidos por instituciones como Televisa, el Consejo de Comunicación y Asociaciones sin (supuesto) fin de lucro, tan sólo beneficia a las empresas privadas, pues esta idea crea inocencia y que mejor forma de aprovecharse de alguien que cuando es inocente y él cree en las cosas con tal de que alguien más le aclare y distinga aquello que es susceptible de ser bueno, el consumo a favor de ellos y sus marcas, y lo que es susceptible de ser malo, lo que no tiene marca, la imita o se vende en lugares no establecidos.
Curiosidad contiene la frase “es que ya no hay valores, antes / en mis tiempos no era así…”, no por la forma en que es dicha, sino por lo que pretende, en este aire de melancolía remitir a que los tiempos pasados eran mejores y además declara que lo que antes existía ahora ya no existe como valores. Tal frase hace evidente un sentimiento que bien podría ser expresado por la palabra Noir, haciendo alusión al movimiento artístico que justamente pretendía hacer un llamado y una búsqueda a aquello que fue y que lamentablemente por uno u otro motivo hoy ya no es. Sin embargo, tal sentimiento no es nuevo. Irónicamente, tal sentimiento de melancolía fue por lo menos expresado por Platón al lamentarse de lo mucho que había cambiado su ciudad, la Grecia de él en nada era ya la Grecia que fue de Sócrates, tan sólo 25 siglos de distancia entre el sentimiento que expresó Platón y el que expresan muchas personas hoy.
Pero tal expresión no hace referencia a la existencia o no de valores o de códigos normativos, más bien, el decir “ya no hay valores” se refiere a la inexistencia o erosión de los códigos de cortesía. Y los códigos de cortesía no son más que comportamientos que marcan límites. Como esta es una sociedad donde el ser se encuentra fragmentado, entonces carece de límites, y al carecer de límites ya no son necesarios los códigos de cortesía. Pero si es necesario el instaurar en la mente del individuo un código, el pricode o código primario, para que así el ser en su fragmentación sea capaz de fragmentarse aún más, bajo la idea que se esta conformando en un continuo. Es aquí donde juega un papel importante el rol de la nueva educación, pues ella se encarga de instaurar, mantener y reformular al auslander (ser extranjero a sí mismo) a partir del pricode, por esto la educación en su formalidad se extiende a más de 25 años, rompiendo lazos en la edad más sensible (2 o 3 años), siendo así que la figura de la madre y del padre se transforman cada vez más en imágenes, íconos que buscan la calidad en los pocos nanosegundos que pueden tener de contacto con sus hijos. En esta idea de calidad se encierra la paradoja de ellos mismos, pues pretenden ofrecer en un conjunto amor y calidad. Sin embargo la calidad es la estandarización de cierta actividad con la pretensión de reducir en lo posible los tiempos de tal actividad. De esta forma al decir que aman a sus hijos en relación a darles tiempo de calidad, lo que realmente dicen es que en su supuesto amor lo que desean es pasar el menor tiempo posible con ellos de forma sostenida. Para así, entre educación formal y la informal, amoldar al ser que es extranjero así mismo bajo la idea de la formación para la sociedad, enseñándole en este tiempo el escalonamiento frustrante, pues “nunca será demasiado”, nunca será demasiada educación y por ello tendrá que seguir informalmente, a distancia, o por ordenador, en el trasporte privado, público, en la sala o en el baño, nunca será demasiado rápido para poder ejecutar sus tareas, nunca será demasiado inteligente como para poder ser independiente, nunca será demasiado independiente como para romper la dependencia que se le impone, nunca será demasiado como para poder ser libre.