Dr. D. José
Piernas Hurtado
Exposición de la nomenclatura y de los
principales conceptos de esa ciencia.
G
Gastos de producción.
-Representan la suma de los esfuerzos y de los capitales
invertidos en la formación de un producto.
Todas las industrias se proponen crear un valor más considerable
que el del trabajo y el capital que consumen; por eso cada
producto se descompone en dos porciones: una que sirve para
reintegrar los gastos hechos, y otra que constituye el
beneficio, la verdadera producción ó riqueza conseguida.
Los gastos de producción, tanto para el trabajo, como para el
capital, varían esencialmente en las aplicaciones industriales,
según la función que desempeña cada uno: los del trabajo crecen
á medida que es más elevada la facultad ó aptitud que se
ejercita: los del capital en proporción de su valor, y luego
aumentan los de ambos, según que es mayor la intensidad con que
obran, el tiempo que tardan en obtener el producto y los riesgos
á que se exponen.
Los gastos de producción sirven de base para fijar el precio
natural de todos los artículos y las retribuciones naturales
del capital y el trabajo. (V . Precio
y Retribución).
Gastos públicos.
—Consisten en la aplicación de la riqueza á los fines del
Estado.
La importancia del consumo público depende ante todo del número
y la extensión de las atribuciones que se confieren á los
Gobiernos. Cuando el Estado, obedeciendo á los principios de la
escuela individualista, se limite á la administración de la
justicia, en el más estricto sentido, entonces su
organización será relativamente sencilla, escasos los servidores
y elementos que necesite y muy poco costoso mantenerle; pero
allí donde se extiendan mucho los fines del Estado y se le
impongan grandes deberes, su mecanismo será muy complicado,
exigirá gran número de funcionarios y de recursos materiales y
elevará considerablemente la suma de los gastos públicos.
Influyen también en ellos el progreso general de la cultura y el
desarrollo de la riqueza, aquél porque obliga al Estado á
mejorar sus servicios, y esta porque le ofrece los medios de
conseguirlo.
Los gastos públicos se dividen, por razón de la necesidad que
los origina, en ordinarios y extraordinarios, y en
gastos de personal y de material, según que se
emplean en retribuir servicios ó adquirir
cosas. — Son gastos ordinarios los que reclama la vida
normal del Estado y se hacen por lo mismo de una manera
constante, y son extraordinarios los producidos por
circunstancias excepcionales, que les dan el carácter de
transitorios.
La discusión, frecuente en los economistas, acerca de la
productividad ó improductividad de los gastos públicos, sólo
puede sostenerse sobre un falso concepto del Estado y del
consumo. Los Gobiernos no deben ejercer la industria y sus
consumos han de ser necesariamente improductivos. La
riqueza que, por medio del Estado, se consagra al cumplimiento
del fin jurídico, no está directamente destinada á la
reproducción, no da lugar, por tanto, á un consumo industrial, y
solo produce la satisfacción de una necesidad tan
atendible como cualquiera otra de las que siente nuestra
naturaleza. (V. Estado).
Giro.—Es
en el sentido económico el cambio de valores que se hallan en
lugares diferentes.
El giro tiene por objeto evitar los transportes del numerario, y
se realiza por medio de la compensación del doble carácter de
acreedores y deudores que tienen entre si los centros de
producción y las diversas plazas mercantiles.
Los instrumentos de que se vale el giro son las letras de
cambio, las libranzas y las cartas-órdenes
de crédito.
En el giro, además de la traslación de valores, hay anticipo,
es decir, una operación de crédito, porque el reintegro de
la suma que se da por una letra, esta aplazado cuando menos todo
el tiempo necesario para que llegue al lugar donde ha de hacerse
efectiva. La remuneración de ese servicio de traslación y
anticipo se llama precio del giro ó cambio, y se fija
conforme al número de los que ofrecen y demandan cantidades en
un punto determinado.
El giro es interior, cuando se hace entre dos plazas de
una misma nación; y exterior ó extranjero, si se
trata de dos países diferentes. En el primer caso, el precio del
cambio se cuenta á tanto por 100, y se dice que está á la par
cuando por un valor como 100 se recibe otro igual, pagadero en
sitio distinto, y á daño ó beneficio, según la
posición de cada uno de los que contratan, si no hay igualdad en
los dos términos. En el giro exterior la par se determina
tomando como base la equivalencia exacta de las monedas que
circulan en cada pueblo: una de los valores es inalterable, y se
llama cierto, y el otro es incierto, porque en él
se verifican las oscilaciones que sufre el precio del cambio.
Así España cambia con Inglaterra á razón de 25 pesetas y 20
céntimos por cada libra esterlina, y según que sube ó baja el
giro, disminuye ó aumenta la cantidad de las pesetas.
Gremios.-
Son las corporaciones constituidas por las personas que se
dedican al ejercicio de la misma industria.
Los gremios han desempeñado un importante papel en la historia
del desarrollo económico. Prestaron grandes servicios la
industria alcanzando un lugar para ella en sociedades, que
menospreciaban la actividad productiva, y sirvieron de refugio á
los débiles en épocas como la Edad Media, en que era desconocido
el derecho individual é imposible el trabajo aislado é
independiente; pero se dejaron dominar por el espíritu del
monopolio y favoreciendo la tendencia invasora del poder público
sus aficiones reglamentarias, se rodearon de privilegios,
pusieron una multitud de restricciones al trabajo y llegaron á
ser un gran obstáculo para el progreso y el aumento de la
riqueza. Despojados de ese carácter exclusivo y oficial, y
reconocida la libertad de la industria, los gremios han caído en
el extremo opuesto y su existencia es hoy casi nominal.
Sin embargo, el principio de asociación, tanto más potente en
esto caso, cuanto que es tan intima la comunidad de intereses
que media entre los que se dedican al mismo oficio, ha de
reanimar la vida de los gremios, estableciendo en cada
industria relaciones fraternales de enseñanza y mutuo auxilio
entre todos los que la ejercen, como primer paso para llegar á
una organización general del orden económico
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economía política