DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y POBREZA EN AMÉRICA LATINA

DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y POBREZA EN AMÉRICA LATINA

Juan Francisco González Bermúdez (CV)
Universidad Nacional Autónoma de México

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II.4.- Medición de la pobreza: el planteamiento histórico de  las Líneas de Pobreza y las Necesidades Básicas Insatisfechas.

Para medir la pobreza se han utilizado frecuentemente dos métodos: el primero se refiere al de la Línea de Pobreza (LP), y el segundo se establece bajo el nombre  de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Respecto al primero debemos acotar qué se necesita:

1. -  Definir las necesidades básicas.
2. -  Establecer una canasta normativa de satisfactores esenciales (CNSE) para cada hogar (Cuánto se requiere de cada componente y de que calidad).
3. -  Calcular el costo de la CNSE, que se constituye en la Línea de Pobreza.
4. -  Comparar la Línea de Pobreza con el ingreso del hogar, y
5. -  Clasificar como pobres a todos los hogares cuyo ingreso o consumo es menor que la LP. Por ende, se consideran pobres a todas las personas que pertenecen a un hogar pobre.1

Por otra parte, si hablamos de NBI se requiere de:
1. -  Definir las necesidades básicas y sus componentes.
2. - Seleccionar las variables y los indicadores que expresan el grado de satisfacción de cada necesidad y componente.
3. - Fijar un nivel mínimo para cada indicador, debajo del cual se considera que el hogar (o la persona) no satisface la necesidad en cuestión.
4. - Clasificar como pobres a todos los hogares cuyo ingreso (o consumo) es menor que la LP. Se consideran pobres a todas las personas que pertenecen a un hogar pobre.

Desde el plano histórico el primer intento de reflexión en torno a la pobreza y su relación con las necesidades básicas fueron expuestos por Amartya Sen. Dichos intentos se refieren principalmente a dos planteamientos: el primero gira en torno a identificar por pobres a todos aquellos cuyo consumo dejaba insatisfecha alguna necesidad considerada como básica. El segundo planteamiento, estaba compuesto de la cantidad de ingreso mínimo para satisfacer precisamente dichas necesidades mínimas. De aquí se partía para obtener las líneas de pobreza e identificar a los pobres como aquellos que están por debajo de cierto ingreso establecido.

Este método, de carácter empírico, tiende a registrar muchos problemas en cuanto a la definición de pobreza y la forma de detectarla para su solución. Ello debido a que el lector se preguntará sobre el nivel de ingreso requerido y  la cantidad de bienes básicos que se necesitan, así como su clasificación.

Entender un poco lo anterior nos llevaría a pensar en el nutriente necesario para cubrir el estado físico del hombre. Por lo tanto, se necesitan revisar dos importantes aspectos: Por un lado, el nivel de calorías  y proteínas necesarias que el ser humano consume y por otro, una canasta de satisfactores básicos. Ambos aspectos, separados por el análisis, resulta que son complementarios. La canasta básica en realidad no sólo representa nutrientes,  es una parte de una serie de componentes que llegan hasta los niveles de recreación.

Dicha canasta varía en relación con el País en que se estudie o se haga referencia. En mucho de los casos se escoge, para hacer un análisis del deterioro de vida, alguna muestra representativa de bienes básicos y con ello, definir los elementos que nos lleven a concluir el proceso de pobreza de los asalariados.

Ahora bien, en el caso de los nutrientes  los hemos clasificado de acuerdo a su nivel proteico y calórico que el cuerpo humano requiere. A nivel mundial existe un promedio;2  así como también para cada país. Todo ello de acuerdo a las condiciones ambientales, de actitud, situación física en que se encuentra el individuo, peso, edad, embarazo, lactancia y actividades físicas que se desarrollen. “Para el caso de México se tienen 2750 calorías y 83 gramos de proteína al día para edades que fluctúan entre los 8 y 34 años de edad.”3

El nivel de ingreso necesariamente estaría en función de poder comprar una canasta mínima que, obviamente, tendría que satisfacer las necesidades medias energéticas y de proteínas. La canasta tiene que aproximarse a la estructura de oferta alimenticia; dependiendo de costumbres o hábitos alimenticios, y por último, los cambios que se introducen a la canasta con respecto a este promedio deben propender a disminuir su costo.4

Este método que Rowtree tomó como base y fue derivado de una canasta de satisfactores básicos hasta enfoques de corte social de acuerdo al comportamiento de los hogares, tuvo sus fallas:

“En 1954 Townsed señaló que la principal falla en los estándares usados ha sido su falta de relación con los presupuestos y costumbres de los trabajadores. Por ello, propuso aislar de entre aquellos hogares que satisfagan requerimientos nutricionales, al 25% (...) que logre con los menores ingresos, o más bien, los ingresos menos uno o dos costos fijos involuntarios como renta y seguros compulsivos.¨5

De la anterior forma se obtendría una línea de pobreza consistente en la relación del gasto medio total y los costos fijos. Sin embargo, este concepto fue reelaborado por Orshanky en 1965 quien, basándose en la pobreza de los Estados Unidos, estructuró un procedimiento que utiliza el coeficiente de Engel.6

El método que actualmente es utilizado en el espacio de América Latina se parece al señalado en líneas anteriores que estructuran ambos autores, tanto Orshovsky como Townsend:

“Este procedimiento, que podríamos llamar de la Canasta Normativa de Alimentos (CNA), consiste en: a) definir dicha canasta, calcular su costo y considerar éste como línea de pobreza o pobreza extrema; b) multiplicar esta línea por un factor para obtener la línea de pobreza. El factor se estima con base en el cociente entre el gasto total de consumo del hogar y el gasto alimentario del primer estrato de hogares y el gasto alimentario del primer estrato de hogares que satisfaga sus requerimientos nutricionales”7

Dicho procedimiento presenta múltiples problemas. En cuanto al factor obtenido se pueden distinguir aspectos relevantes  en torno al método de obtención, lo cual arroja diferentes factores. Para el espacio de América Latina el factor varió de 2.0 a 2.5, y para nuestro país el factor es de 3.5, con ello se obtienen, como es lógico, incidencias de pobreza diferente.

Independientemente de los aspectos formales que no coinciden entre sí, debemos acotar algunos otros que impiden una medición correcta de la pobreza en la región  latinoamericana. Para el caso del método de LP el PNUD especifica claramente que deben destacarse dos:  la primera radica en que no toma en cuenta la situación específica de satisfacción o insatisfacción de las necesidades básicas, sino que, de manera indirecta, apunta a la situación de satisfacción potencial de dichas necesidades básicas. Una persona o un hogar podrían tener todas sus necesidades básicas insatisfechas y aun así, ser considerados como no pobres; en la medida en que su ingreso estuviera por arriba de la línea de pobreza. Por otro lado, si la concepción es individualista, en la cual no existen necesidades sociales, se nos presenta un segundo problema más severo que consiste en que el método procede como si la satisfacción dependiera únicamente del ingreso o del consumo privado corriente de los hogares.  Las  variables que determinan tal satisfacción; según nos comenta el PNUD,  son cinco: 1.- el ingreso corriente. 2.- los derechos de acceso a servicios o bienes gubernamentales, 3.- propiedad (o derecho de uso) de activos que proporcionan servicios de consumo básico (o dicho de otra manera, un patrimonio básico acumulado). 4.-tiempo disponible para la educación (actual y en el pasado), descanso, la recreación y el trabajo del hogar, 5.- activos no básicos.8

Por la parte de las limitaciones que se tienen cuando usamos el método de la CNA nos encontramos con un razonamiento  que el procedimiento es circular. Ello es debido a que si aceptamos que se cumple con el nivel de proteínas y calorías, este grupo se supone debe satisfacer las demás necesidades básicas, por lo que este grupo de población no es pobre, es decir, supone lo que debería ser el resultado del análisis. Por otra parte, la definición de hogares indigentes establece que éstos, aun dedicando el 100% de su ingreso a la alimentación, no podrían satisfacer sus necesidades alimentarías, y es inaceptable. Ello es debido a que cualquiera requiere mínimos necesarios para comer o cocinar; ya sea tenedores u ollas. Empíricamente, nos comenta el PNUD, en América Latina los hogares más pobres destinan el 50% de su ingreso en alimentos que, al multiplicarlo por 2.0, el costo de la CNA se obtienen conclusiones que nos acercan más a la línea de indigencia y no al de pobreza. Esto es,  hogares que con el porcentaje de su ingreso dedicado a la alimentación no están en condiciones de adquirir la CNA.

Por último, el método de las NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas) está asociado a la elaboración de mapas de pobreza en niveles desagregados muy detallados. El problema radica en la falta de información desagregada en el ámbito municipal o en las provincias, lo que no permite, en muchos casos, obtener conclusiones precisas. Depende por ello de los censos de población y vivienda, en donde se debe recabar información tal como: hacinamiento, tipo de vivienda improvisada o inadecuada de acuerdo a los materiales utilizados, abastecimiento de agua inadecuado, carencia de servicios  sanitarios para el deshecho de excretas, inasistencia a las escuelas primarias de menores y un indicador indirecto de capacidad económica que asocia el nivel educativo del jefe del hogar con la tasa de dependencia económica.

Este método no establece certeramente el uso del agua como un abastecimiento natural. De hecho, cuando no se necesita entubarla y se toma directo de ríos o manantiales, no necesariamente implica algún indicador de pobreza. Así mismo,  se excluyen aspectos tales como alimentación, salud, vestido y calzado y se incluye un indicador económico de capacidad económica del hogar que intenta cubrir todas esas posibilidades.

Al respecto el PNUD establece una serie de preguntas en cuanto a los métodos utilizados  que consideramos positivo repetirlos en nuestra investigación, ya que ubican en su real expresión  los problemas que se han planteado. Por ejemplo, tenemos que interrogarnos: ¿Cuál es el concepto implícito de pobreza en cada método? ¿Tienen los conceptos y los métodos de medición un carácter alternativo o complementario? ¿Identifican cantidades de hogares similares como pobres? ¿Identifican a los mismos hogares como pobres? ¿Evolucionan en el tiempo de manera similar?

Si analizamos la primera pregunta que nos hemos establecido sobre el concepto implícito en el método de NBI,  diremos que es de carácter absoluto  y  se basa en algún nivel mínimo de satisfacción de necesidades básicas.  En cambio, el método de línea de pobreza en su variante de CNA es absoluto en cuanto a calorías y proteínas y  relativo a las dietas.

En cuanto a sus diferencias tenemos que el método de NBI está referido a la satisfacción fáctica de las necesidades básicas y el de LP no toma en cuenta la satisfacción o insatisfacción sino que a través de un ingreso mínimo. Apunta, tal como nos dice el PNUD, a la situación de satisfacción potencial de las necesidades básicas. Además,  pone énfasis en el ingreso corriente. En la práctica no toma en cuenta los servicios provistos gratuitamente por el Estado. Ni la inversión privada requerida  para satisfacer  necesidades; sobre todo, vivienda y educación. Por su parte, el método de NBI pone mucho énfasis en necesidades que el Estado proporciona tales como educación, agua, sistemas de eliminación de excretas y aquellos que tienen que ver con necesidades asociadas con la inversión privada, como pueden ser la vivienda y la educación.

En suma, debemos acotar que el método de LP se centra en los requerimientos de consumo privado corriente y el de NBI lo hace en los de consumo público y de inversión pública y privada. Y en cuanto a sus implicaciones políticas diremos que el método de LP define poblaciones objetivo con ingresos insuficientes que requieren atenderse con políticas  salariales, de empleo y de generación de ingresos. En cambio, el método de NBI requiere créditos para la vivienda, servicios de agua y eliminación de excretas, educación, etc. En el primer caso, se atienden con enfoques de política económica, en el segundo, con políticas sociales. De lo anterior se concluye que ambos métodos son complementarios; pero  están sujetos a diversos problemas.

1 Al respecto el lector puede consultar el artículo de Julio Boltvinik en la Revista de Comercio Exterior, vol. 41 núm.  México, 5 de mayo de 1991, de donde se tomaron los aspectos relevantes sobre la pobreza. También se pueden consultar publicaciones del PNUD, en cuyos contenidos nos hemos basado para el presente apartado.

2 En estimaciones propuestas de requerimientos nutritivas de la población Latinoamericana se basaron en las propuestas de la Reunión Consultiva Conjunta de la FAO, de la Organización Mundial de la Salud y de la Universidad de las Naciones Unidas, celebrada en 1981.
El cálculo de las necesidades promedio de energía y proteínas se fundamentó en la estructura sociodemográfica, distinguiendo las áreas rural y urbano de cada país. Así mismo, se consideraron las diferencias corporales y los desgastes físicos.
A principios de los años 70 los requerimientos promedio diario por persona en los países considerados eran de 2306 kilocalorías de energía y 29 gramos de proteínas. Al siguiente decenio estas cantidades fueron de 2171 kilocalorías y de 35.8 gramos respectivamente. La disminución a los cambios para establecer las recomendaciones y las transformaciones en la estructura de la población. (Consúltese: DETERMINACIÓN DE LAS NECEASIDADES DE ENERGIA Y PROTEINAS PARA LA POBLACION DE NUEVE PAISES LATINOAMERICANOS. CEPAL. JULIO DE 1988). 

3 En general sólo se consideran dos elementos revitalizados como las calorías y las proteínas, sin embargo, existen otros nutrimentos promedio que se han estimado para el consumo de ingesta diaria en la dieta del mexicano como puede ser:
CONSUMO PROMEDIO POR PERSONA Y POR DIA.
ENERGIA   (KCAL)                                            1981.O
PROTEINAS  (G)                                                    55.6
CALCIO  (MG)                                                     677.0
HIERRO  (MG)                                                       20.1
VITAMINA   (A)                                                  532.0
TIAMINA   (MG)                                                     1.29
RIBOFLAMINA  (MG)                                           0.67
NIACINA   (MG)                                                   15.8
VITAMINA C  (MG)                                             10.2
LOS DATOS ANTERIORES PUEDEN CAMBIAR HISTORICAMENTE O DE ESTADO A ESTADO. LÉASE: ZUCKERMAN, Juan. ¨La Lactancia del hombre¨ En revista de Ciencia y Desarrollo del CONACYT. Con publicación bimestral. Num. 50/año/ix, de junio de 1983. P. 181.
 

4 Al respecto consúltese de la CEPAL. La superación de la pobreza: una tarea urgente y posible. p 7 el trabajo corresponde al informe final del proyecto interinstitucional de pobreza crítica para América Latina.

5 BOLVIENIK, Julio. Op. Cit. P. 423.

6 18 Cf. Consulte el texto básico de Microeconomía de  SALVATORE, Dominick. Editorial Mc Graw Hill. Tercera edición. México. A menudo  la renta de los consumidores varía con el paso del tiempo y con ello la composición de la demanda entre bienes básicos  disminuye en proporción  a la renta. Así, mientras ésta es baja se destina todo el ingreso para comprar  y mientras es alta se tiene más renta para comprar bienes diferentes a aquellos que sirven como necesarios.
De esta manera la elasticidad-renta de la demanda está en función del cambio porcentual de la cantidad demandada, entre el cambio porcentual de la renta.
En otras palabras:

                              Cambio porcentual de la QD
Elasticidad-renta =---------------------------------------= QD cantidad demandada
                               Cambio porcentual de la renta.

De esta manera el coeficiente de Engel se multiplica por la canasta básica.

 

7 BOLTVINIK, Julio. Loc.  cit. P 423.

8 PNUD. Informe sobre Pobreza y Necesidades Básicas.