La Tarasca en Granada: símbolo y regocijo
(1883-1936)
Mª Gracia Ortega Martín
Resumen:
El tema que tratamos en este estudio es a su vez tan conocido como desconocido: se trata de una fiesta famosa en todo el mundo cristiano, en la cual aparece una figura familiar para unas personas y a punto de ser descubierta por otras. Hablamos de la Tarasca en la festividad del Corpus Christi, elemento que se introduce en dicha festividad por influencias de la población de Tarascón en Francia, y que será adoptada en algunas ciudades como signo de identidad, como es el caso de Granada que tratamos en este trabajo. Vamos a analizar los años en que la figura cambia su sentido de religioso hacia uno más profano y festivo, y como la población con sus actuaciones cambia el sentido original de una representación con solo el avance de las distintas épocas por las que ha pasado la imagen de la Tarasca en la fiesta del Corpus Christi.
Palabras clave: Pública, Tarasca, Corpus Christi, monstruo, dragón, procesión, fiesta barroca, Granada.
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1. Introducción.
La figura de la Tarasca ha sido durante muchos años la alegoría de los vicios, el mal y los demonios atados y dominados por las virtudes cristinas. Actualmente la Tarasca es la mujer que va sobre los lomos del dragón amable ya no del monstruo maléfico de antaño. Llegar a convertirse en lo que hoy día conocemos, una mujer que anuncia la moda del año, es una idea que surge en el siglo XIX.
Sobre la explicación del sentido de la figura mítica de la Tarasca en la procesión del corpus Christi se ha especulado mucho, desde siempre, el dragón ha sido un animal símbolo de poder del medio acuático en los países de oriente, y con esta asociación al agua también elemento positivo para la fecundidad agrícola ya que esta sin agua no es fructífera, el dragón es un elemento de la cultura asiática muy positivo, lo encontramos en templos sagrados e incluso se llega en algunas ocasiones a adorar. Para el cristianismo, el dragón es negativo y representa el mal, encontrándose sus fuentes en el dragón apocalíptico que es para los creyentes la representación del diablo, el cual engullirá el último día a las almas pecadoras. En tiempos de Trajano, el dragón se adopta como símbolo de representación de la corte, como insignia de poder y representante de una institución política. En la Edad Media, el dragón se convierte en símbolo de la peste, hambres y otras adversidades del ser humano, con todo este simbolismo negativo se encuentra en la fiesta del Corpus Christi, como lo maléfico, lo infernal y lo maldito para la comunidad cristiana.
Son muchas las poblaciones españolas que tienen como leyenda mítica la presencia de un dragón o monstruo en sus creencias, haciendo una apropiación local del relato clásico del héroe que mata al dragón para salvar a alguien, por lo general una doncella, o simplemente para liberar al pueblo de la opresión del monstruo. Pero los posibles orígenes de la Tarasca son algo inciertos pues desde la mitología ya encontramos esta historia y es posible que con las debidas transformaciones y adaptaciones en el paso de los siglos esta figura sea un compendio de varios mitos existentes.
2. Posibles mitos de procedencia de la Tarasca.
2.1 Fábula de Perseo y Andrómeda
Según la mitología griega Polidectes se enamoró perdidamente de la joven Dánae, pero le surge la necesidad de deshacerse de la presencia del joven Perseo el cual no era grato en la nueva pareja, entonces Polidectes le encarga que le traiga la cabeza de la horrible medusa pensando que no saldría vivo de la misión. Perseo se equipa para la cometida con la ayuda de Mercurio y Minerva que les ceden sus atributos para que pueda vencer al horrible monstruo. Ya de vuelta el héroe se encuentra con Andrómeda, estando esta encadenada en una roca para que fuese devorada por un monstruo que vivía en el lago, en el mismo momento el joven quedó perdidamente enamorado de la joven y se engarzo en una terrible lucha derrotando al terrible animal. Una vez terminada la hazaña el joven se casa con la hermosa Andrómeda.
2.2 San Jorge y el dragón
Según la leyenda cristiana, un dragón tenía atemorizados a los habitantes de la ciudad de Silca, para alimentarlo se le arrojaban dos ovejas cada día, pero con la escasez de animales, el Rey decide que por medio de un sorteo se entregue a un ciudadano de la población, un día el sorteo toca a su propia hija la no le queda más remedio que entregarla al monstruo, cuando la joven se dirigía hacia su destino se encuentra a Jorge el cual monta a su caballo y se enfrenta al animal para salvar a la joven, el monstruo queda medio vencido, y san Jorge ordena a la joven que le ate por el cuello con un cinturón y que lo lleve ante las puertas de la ciudad ya que el animal había quedado dócil. Una vez llevado el monstruo ante el rey, san Jorge confiesa su fe cristiana, la cual ha invocado para vencer. Todos los ciudadanos al ver al monstruo se asustan tanto que intentan salir despavoridos, pero san Jorge le piden a todos los ciudadanos ser bautizados y que se conviertan al cristianismo y de esta forma el monstruo quedará vencido para siempre, así sucedió. Una vez bautizados todo el pueblo san Jorge termina de matar al monstruo.
2.3 El dragón del Patriarca, leyenda de la ciudad de Valencia.
Se cuenta que en Valencia moraba un monstruo en forma de cocodrilo que tenía a toda la ciudad asustada, cada campesino que salía a cultivar sus tierras se arriesgaba a caer en las fauces del feroz animal. Fueron muchos los valientes cazadores que pensaron que podrían vencer a la bestia, pero ninguno de ellos quedaba vivo, viéndose mermada considerablemente la población de Valencia unos jueces deciden que será un vagabundo delincuente el próximo que se enfrentará al animal y se les dará su libertad a cambio, confiando todos que será una victimas más de la alimaña. El condenado pide a los vecinos de Valencia que les proporcionen todo el vidrio que tuviesen disponible, durante una semana se acumuló en su casa todo el cristal de la ciudad. Llegado el día de la batalla toda la ciudad estaba arremolinada cerca de las murallas para presenciar el espectáculo, el hombre cubriendo su cuerpo por completo con una piel de cordero sale de la ciudad hacia la guarida de la fiera, el cocodrilo sale de la misma para engullir al hombre y en ese mismo instante se descubre y se convierte en una llamarada de luz que deja cegado al animal, el hombre se había construido una armadura de metal y vidrio que reflejaba la luz del sol de tal manera que era imposible mirarlo y menos a la distancia que se disponía del animal. Aprovechando el aturdimiento del animal, le hundió su lanza hasta lo más profundo de sus entrañas por la gran boca abierta del animal. Del héroe no queda constancia, pero sí del animal que según cuenta la historia es el que se sitúa en el atrio de la iglesia del Patriarca en Valencia. Fue convertido en cuento por Vicente Blasco Ibáñez.
2.4 El lagarto de la Malena de Jaén
La leyenda del lagarto de la Malena se sitúa en la ciudad de Jaén concretamente en el barrio de la Magdalena. Se dice que en un manantial que había cerca de la iglesia, moraba un lagarto muy grande que devoraba a todos los habitantes que se acercaban a coger agua a la dicha fuente, todos los ciudadanos estaban asustados y no se atrevían ni siquiera a salir a trabajar. Un día un preso que estaba en la cárcel propone que, a cambio de su libertad, se enfrentará al monstruo, los jueces como no ven desperdicio en la propuesta, pues aseguran que el hombre no saldrá vivo aceptan el reto. El hombre pidió un caballo, una lanza, un saco de pólvora y un costal de panes calientes, se fue para la guarida del animal y cuando a este le dio el olor del humano salió en busca de su presa, el hombre salió corriendo y le iba tirando panes a la bestia, y esta iba comiéndoselos de un bocado, al llegar ambos enfrente a la iglesia el preso le lanzó un saco de pólvora y el lagarto se lo tragó sin ver lo que era y en ese mismo instante reventó, matando de este modo al monstruo.
2.5 Santa Marta y el dragón
Esta es la procedencia más fiable. Cuenta la leyenda que en la persecución de los cristianos en los primeros tiempos, Marta, María y Lázaro se embarcaron en un bote sin rumbo que les llevó hacia la Provenza Francesa quedando Marta en Tarascón. En este lugar vivía un enorme monstruo que tenía atemorizada a toda la población. Según Santiago de la Vorágine en su Leyenda Dorada, cuenta que tenía el cuerpo más grueso que el de un buey y más largo que el de un caballo, mezcla de animal terrestre y de pez, sus costados provistos de corazas y su boca de dientes cortantes como espadas y afilados cuernos. Marta gracias a su fe y a sus creencias, coge agua bendita y un crucifijo y dirigiéndose al monstruo le enseña el símbolo de Cristo. Rociándolo con agua bendita consigue dominarlo y domesticarlo, y tan solo necesitaría un pequeño lazo que le colocó alrededor de su cuello que le sirvió para llevarlo como un fiel animal. A causa de esta proeza todos los habitantes de la zona se convierten al cristianismo y la santa fue alabada en dicha población. La leyenda se hace tan popular que es adoptada en otros muchos lugares en los que la figura se adapta a las creencias más cercanas. Hoy en día en Tarascón se sigue haciendo una fiesta el día de Santa Marta en la cual sale en procesión una afamada Tarasca.
Podemos reconocer en todas estas historia que el bien vence al mal, y por lo tanto la posible asociación con la Tarasca que hoy en día vemos en las calles de Granada.
3. El caso de Granada
El caso de Granada es algo particular, siendo un caso digno de estudio, el cual trataremos en este trabajo.
Serán los Reyes Católicos en esta ciudad los impulsores de la fiesta, gracias a la devoción de estos monarcas y en particular de la Reina Isabel, la fiesta del Corpus Christi se convertirá en el mayor acontecimiento del año para los ciudadanos de Granada. No solo instauraron estas celebraciones en Granada, sino en el resto de ciudades que iban “reconquistando”, pero es en la capital nazarí donde lo hacen de un modo mas señalado.
En 1501 y mediante una dotación especial, la llamada “alzar de los despojos”, una Real Cédula incita a los granadinos a realizar una gran fiesta en torno al Sacramento de la Eucaristía y para cubrir todos los gastos cada año daban gran cantidad de dinero a la ciudad para que pudieran realizar todos los preparativos necesarios para dicha celebración. También en esta Cédula podemos encontrar la famosa frase que los monarcas dedican a los granadinos y que quedará en el recuerdo de todas las generaciones “La fiesta ha de ser tal e tan grande la alegría y contentamiento, que parezcáis locos”1, frase que se toma al pie de la letra y que incluso hoy día cuando llega la festividad del Corpus en Granada está presente. Siendo la capital del reino Nazarí los Reyes Católicos tenían un gran interés en la instauración de una de las fiestas religiosas más importante de la cristiandad, como prueba del nuevo orden político, social y religioso establecido.
Los gremios, poco a poco, introdujeron algunos elementos profanos en esta procesión religiosa. El día anterior a la procesión, los gremios participantes trasladaban hasta la casa que debían de salir al día siguiente a sus santos patrones junto a las insignias de cada uno de ellos. Esa noche se pasaba en vela adorando a estos santos, y poco a poco esta jornada se convirtió en una velada que se amenizaba con música y se realizaban bailes populares, con el tiempo se convierten en la parte más aclamada por la sociedad, y casi en el motivo principal por el que muchas de las personas asisten a la festividad del Corpus Christi en el día anterior al Jueves. Por estos motivos y otros surge, por un lado de parte de la monarquía y por otro de los representantes mayores de la comunidad cristiana, un sentimiento de rechazo hacia lo que no era lo estrictamente religioso y que se había incorporado por la tradición popular, y había abandonado de alguna forma el sentido mismo de lo religioso. Se declara entonces, a través de una Real Cédula en 1780, firmada por el rey Carlos III (fig. 1), la prohibición de la parte lúdica de la procesión, llegando esta Orden cuando la fiesta había coronado su cénit a nivel expresivo y participativo por parte de la población, lo cual causó un declive importante en la misma que fue muy difícil de recuperar.
La procedencia de esta procesión lúdica tienes otras explicaciones, ya en el siglo XVII la publicación “oficial” de las fiestas, se realizaba en las casas del cabildo, dejando “pública entrada” a todos los ciudadanos2 asistiendo a la ceremonia, la cual estaba amenizada por músicos, artistas de teatro y otros figurantes. Este acto estaba seguido de un convite para los asistentes que podía alargarse toda la noche. De esta última idea podría derivar el pregón de fiesta que se realiza en la actualidad. Con los años también se decide anticipar en un día los decorados de la ciudad para su mayor lucimiento, ya que costaba mucho su colocación para que solo estuvieran un día y en ocasiones ni eso, pues se retiraban una vez que pasaba la procesión. Posteriormente, la publicación de la fiesta se realizará en la calle el día anterior al jueves del Corpus, haciéndose un paseo por las calles, amenizado por la banda de música, que anuncia las fiestas que están por venir. Paulatinamente se le fueron sumando los diablillos y gigantes, hasta llegar a la llamada “pública” actual, que consiste en una procesión lúdica el día anterior por la mañana en la cual participan todos los componentes. Tanto las casas del cabildo como las calles por donde discurría tanto la publicación de la fiesta como la procesión estarían iluminadas, hecho que se conoce desde el año 16733.
En toda esta evolución de la fiesta granadina, tenemos que destacar la figura mítica de la Tarasca, que como todo en esta fiesta, ha sufrido también su evolución particular. La transformación de la efigie es tal que pasa de amedrentar a los temerosos campesinos a producir risas a los ciudadanos que en ocasiones se dedican a criticar los modelos que luce en determinados años4. Lo que sorprende en la actualidad es que aún sigue siendo tan significativo como en sus comienzos aunque con otro sentido diferente.
Tampoco tenemos que olvidarnos del monstruo en el que va subido la figura. El dragón en un principio era fiero y su constitución ruda y agresiva, pero también con la evolución y el paso de los años se ha convertido en un monstruo agradable y femenino, con ojos suaves, cuerpo estilizado dentro de las posibilidades de monstruo, e incluso pelo largo esculpido delicadamente con ondas y de color rubio5. Una transformación amable de una figura que podríamos decir se ha convertido en símbolo representativo de la ciudad de Granada.
Tras años de gran auge y pompa en las fiestas de Granada, como ya se ha comentado anteriormente, la fiesta sufre un declive notable cuando se suspende la procesión lúdica y fiestas antes del Corpus, a pesar de ello el recuerdo de la famosa Tarasca sigue presente en muchos sectores de la población, los cuales no van a dejar que su presencia desaparezca para siempre ya que las fiestas del Corpus de Granada no eran lo mismo sin su figura más querida para el público.
Una vez analizada la documentación histórica de la época, nos encontramos que en el año 1883 en el periódico El Defensor de Granada (fig. 2) tenemos las primeras noticias de la aparición de nuevo de la figura de la Tarasca en las fiestas del Corpus Christi.
La Asociación de Comerciantes de la ciudad de Granada, decide recuperar esta figura mítica, que aunque desaparecida físicamente de las fiestas, ha permanecido viva en el recuerdo.
Se encarga una figura a don Francisco Morales González6, escultor de la escuela granadina que realiza una imagen de madera y que tenemos constancia que fue costeada por los señores del comercio7. Lo que no indica es del precio que se pagó por ella (fig. 3).
“El Sr. Presidente indicó que el programa general de las fiestas había anunciado la salida de la Tarasca en unión con los Gigantes y Enanos en la confianza de que sería costeada por los Sres. Del comercio…”
En este año (1883), por tanto, se une a ellos la figura de la Tarasca, recuperada de la antigua tradición. Aunque su significado ya no es el de sus comienzos, completa de nuevo todo el cortejo como en los años de esplendor de antaño. Es en este momento en el que el cambio de sentido, la atención se centra más que en su simbología en el modelo de ropa que viste la representación femenina que va a lomos del dragón, sentido que perdura hasta nuestros días, pues los admiradores de nuestra afamada figura están pendientes cada año del figurín que va a lucir.
En este año de 1883, “la pública” se realiza el martes día 22 de mayo a las doce de la mañana. Tenemos constancia de ello por varias fuentes, programas de fiestas y el mismo periódico, y como ya se ha comentado con anterioridad, realiza el mismo recorrido que efectuará la procesión el jueves, y la intención es que el público conozca las calles del itinerario oficial.
En el año 1888 “la pública” pasa al miércoles, día antes de la celebración del Corpus. A partir de entonces quedará este día establecido para la misma hasta nuestros días.
Llegamos a 1902 y de nuevo la Tarasca se vincula con los máximos representantes del arte de la escultura en España. En esta ocasión es el mismo José Navas Parejo (fig. 4) el que se compromete a restaurar la Tarasca, gigantes y cabezudos hasta dejarlos como lucían en sus orígenes.
Será en el año 1930 cuando tengamos que despedir a la escultura de madera policromada que nos viene acompañando desde 1883, y que fue realizada como hemos comentado en párrafos anteriores por Francisco Morales González. En este año se hace un concurso público para la realización de un nuevo maniquí.
Son varias las propuestas, pero la elegida será la presentada por Francisco de los Reyes, representante de la casa Lledó de Barcelona, con un presupuesto de 600 pesetas, 500 serían por la figura, 75 por la peluca, y 25 por los zapatos, siendo una imagen de 2,75 metros de altura, articulada por la cintura, codos y hombros8.
Esta será la efigie que nos acompañará hasta el año 1936 con el que terminaremos nuestro estudio, pues hasta dicho año es la misma.
4. Conclusiones
Tras realizar este trabajo, y estudiar el recorrido histórico por el cual ha pasado la figura de la Tarasca, podemos decir que comenzó siendo el símbolo del bien que vence al mal gracias a la fuerza cristiana, y ha terminado siendo el máximo exponente de la moda, al menos en la ciudad de Granada. Podemos ver como con el avance de los años se ha ido adaptando a los tiempos por los que ha pasado. Mejor dicho la han obligado a adaptarse, ya que la sociedad, con su influencia y el cambio de gusto, la han ido transformando a su antojo, hasta convertirla en la que hoy día conocemos. La Tarasca de Granada (fig. 5), una elegante figura que monta un dragón amable y que pasea cada año con un modelo nuevo, acorde con la moda del momento.
Notas
. GARRIDO ATIENZA M., “Las fiestas del Corpus en Granada durante los siglos XVII y XVIII”. La Alhambra, nº 46. Granada, 1885 pp. 6-7.
2. GARRIDO ATIENZA, M., Op. cit. pp. 27-28.
3. Ibídem, pp. 68-69.
4. GONZÁLEZ ALCANTUD, J.A. (Coord.), Las Tarascas del Mediterráneo. De Tarascón-Arlés a Granada, Granada, Junta de Andalucía y Caja Granada, 2008. p. 15.
5. Ibídem. p. 22.
6. ESLAVA GALÁN, J., La leyenda del lagarto de la Malena y los ritos del dragón, Universidad de Granada y Ayuntamiento de Jaén, 1992. pp. 17-18.
7. Actas de la Junta Municipal, 1883, L.00350. (Archivo Histórico Municipal de Granada. A.H.M.G.) .
8. Propuesta para el concurso de un nuevo maniquí, año 1930, C.03033.3251. (A.H.M.G.).
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