La vinculación del arteterapia dentro de los procesos naturales
David López Ruiz
Universidad de Murcia
Resumen
El desarrollo de una nueva disciplina, como es el arteterapia, basada en la utilización del arte como herramienta para el crecimiento y desarrollo de la persona, cada vez se ha extendido más. Los recursos que brinda el medio natural, en la mayoría de las ocasiones, han facilitado que el ser humano se muestre más creativo a la vez que comprometido consigo mismo. El hecho de extraer de la naturaleza aquello que tras la manipulación se convertirá en objeto creado ha podido observarse como un avance que se halla dialogante, en sintonía con la persona. El material que se transforma y vuelve a su propio entorno, en arteterapia, podría ser considerado como el inicio de un cambio positivo para la persona.
Palabras clave: Arte, Arteterapia, Naturaleza, Materiales artísticos, Sostenibilidad.
Abstract
The development of a new discipline, such as art therapy, based on using art as a tool for individual's growth and development, is increasingly widespread. The resources provided by the natural environment, in most cases, have meant that human beings show more creative and commited to themselves. The fact of extracting from nature that which will becomes a created object after handling, has been noted as an advance open to dialogue, in tune with the person. The material which is transformed and returns to its own environment, in art therapy, could be considered as the beginning of a positive change for the person.
Keywords: Art; Art Therapy; Nature; Artistic Materials; Sustainability.
1. Medio natural y ser humano
El arte se ha nutrido de la naturaleza de manera extraordinaria y de forma continua. Al mismo tiempo, la preocupación de la salud humana y su vinculación con la medicina natural mantuvo en la antigüedad un papel importante que en los últimos años se está retomando cada vez con más fuerza. La naturaleza se encuentra compuesta por todo el conjunto de elementos que no son artificiales. De este modo, el ser humano, por su condición de ser vivo, forma parte activa de la propia naturaleza. La curiosidad por conocer la naturaleza para poder sobrevivir lo ha llevado incluso, en ocasiones, a su parcial destrucción.
En los últimos tiempos la apreciación del entorno natural como un contexto holístico de conocimiento ha contribuido al desarrollo de diversas disciplinas en base a la salud del ser humano. Los espacios en los que durante la mitad de la década del siglo XX principalmente se ubicaban los sanatorios o lugares curativos eran precisamente en medio de entornos naturales recubiertos de abundante vegetación y aire fresco precisamente por sus propiedades curativas para la persona (Warner 1998).
El hecho mismo de estar expuesto a ambientes naturales puede aumentar el estado de ánimo, facilitar el afecto positivo y puede mejorar el bienestar de una persona (Ulrich, 1981; Ulrich, Simons, Losito, Fiorito, Miles, y Zelson, 1991).
Participar de forma activa en el medio natural ayuda a reducir la angustia mental, mejorar la autoestima y aumentar la confianza y pertenencia a grupos (Sempik, 2008; Sempik y Aldridge, 2006; Stepney & Davis, 2004; Söderback, Söderström y Schalander, 2004).
Las posibilidades que actualmente ofrece el arteterapia ha permitido estrechar lazos de unión entre el arte, la persona y el entorno que lo rodea incluyendo en él el espacio natural más inmediato. Hefley (1973) ha identificado cuatro categorías de beneficios asociados con estas intervenciones específicas: intelectual, social, emocional y física:
Estos beneficios se encuentran vinculados a las tendencias sobre las cuales se puede aplicar el arteterapia y bajo la supervisión del arteterapeuta. Atienden a tres grandes pilares: el estético, el pedagógico y el terapéutico y podrán ser simultáneas, alternativas o excluyentes según las necesidades particulares que necesite cada persona.
2. Terapias creativas
Los últimos estudios más destacados dentro del ámbito de la terapia en relación a la persona y su vínculo con la naturaleza abogan por la psicoterapia ecológica y las correspondientes terapias, como ecoterapia, terapia de la naturaleza y la naturaleza como terapia asistida (Wilson 2004; Berger y McLoed 2006). De ahí que la variación de las diferentes vertientes que desembocan bajo el concepto de arteterapia haga posible que uno de los marcos de referencia más latentes sea la propia naturaleza.
Si bien es cierto, las terapias creativas, hasta el momento, se encuentran subdivididas en tres grandes vertientes: arteterapia, musicoterapia y danzaterapia. Se podrían definir como el uso del arte, la música, la danza, el drama, etc., como herramienta de intervención en el asesoramiento o rehabilitación de la persona (Malchiodi, 2005). Su puesta en práctica puede ser totalmente independiente o combinada aunque en la mayoría de los casos, los arteterapeutas, prefieren centrar las sesiones en un campo concreto pero introduciendo en ocasiones pequeñas licencias.
La American Art Therapy Association defiende que el arteterapia utiliza los medios artísticos y sus cualidades para que la persona, a través de estos medios sea capaza de generar respuestas. Por otro lado, la American Music Therapy Association defiende la utlización de la musicoterapia como vehículo para lograr cambios positivos en los procesos psicológicos, físicos y sociales de personas con problemas. En lo que respecta a la danzaterapia, la Asociación Española de Danza/Movimiento/Terapia se define como el uso psicoterapéutico del movimiento dentro de un proceso que persigue la integración psicofísica (cuerpo-mente) del individuo. Se cree que el movimiento corporal y la mente están en estrecha concordancia.
Otras de menor impacto o mayor desconocimiento continúan a la espera de ser descubiertas por la sociedad como podría ser el caso de la ecoterapia. El término ecoterapia fue acuñado por primera vez por Clinebell (1996). Él postula una forma de “espiritualidad ecológica” mediante el cual nuestra relación holística con la naturaleza abarca tanto la capacidad de la naturaleza para nutrirnos, a través de nuestro contacto con lugares y espacios naturales, y nuestra capacidad de corresponder a este respecto la curación a través de nuestra capacidad de cuidar la naturaleza.
María Novo (2006) hace referencia al concepto de arte sostenible de una manera similar a la que referencia sostenibilidad pues considera que ambos hacen “alusión a un meta que persigue la especie humana para mantener sus sistemas de vida sobre el planeta. La sostenibilidad, como deseo legítimo, señala un horizonte, y se relaciona con las capacidades de los seres humanos para organizarse en sociedades que sean viables no sólo en el corto y medio plazo, sino también en el largo plazo, garantizando así una vida de calidad para las generaciones futuras” (p.362).
El término Arte Sostenible se encuentra en estrecha relación con los términos de arte medio ambiental, de hecho son más los puntos convergentes que los divergentes. En ambos, la ecología parte como elemento fundamental. Novo (2006) y Sarriugarte (2010) se ponen de acuerdo cuando conciben la producción del arte sostenible como algo que implica varios factores y entre los que se encuentran, principalmente, el medio ambiente social, el económico, el biofísico, el histórico y cultural, “las concepciones científicas y las actitudes de las personas, que permitan, en su conjunto, gestionar las relaciones de la humanidad con su medio ambiente físico y social bajo criterios de equilibrio ecológico, equidad intra e intergeneracional y respeto a la diversidad” (Novo 2006, p. 368).
3. Los medios materiales que ofrece el espacio natural
Dentro de un entorno abierto, las limitaciones impuestas no existen, la propia persona es el límite. Todo lo que los sentidos sean capaces de alcanzar a través de la vista, el tacto, el gusto, el olfato o el oído nos perteneces y por tanto, se pueden usar. Estos sentidos tienen una importancia considerable, pues son experiencias sensoriales que los arteterapeutas utilizan para generar conocimiento sobre las personas y sobre ellos mismos (Moon, 2002). Por su parte, Rodaway (1994) concibe los sentidos desde un punto de vista geográfico, es decir, dotan a la persona de orientación y espacio. De esta forma todas las características específicas con las que cuente el lugar, tanto los inmediatos de trabajo como en los que se haya trabajado con anterioridad van a estar asimilados e interiorizados de tal forma que el espacio no sea un generador de malas sensaciones.
En lo que respecta a los procedimientos, (López Martínez, 2011) asegura que “las técnicas y materiales plástico-visuales son una parte esencial del proceso arteterapéutico por la función mediadora que van a establecer entre el/los paciente/s y el arteterapeuta” (p. 184). En arteterapia los materiales con los que se suele trabajar son muy variados a la vez que diversos. Las sesiones y aquellos aspectos en los que el arteterapeuta quiera profundizar estarán estrechamente relacionados. Generalmente, cuando se trabaja en espacios cerrados los materiales pueden ser tanto pictóricos como escultóricos, así como también materiales de uso común como lana, tejidos, papeles, u otros.
Los materiales naturales son los materiales obtenidos a partir de plantas, animales, o el suelo, tales como, las fibras naturales, arcilla, piñas, conchas o madera (Whitaker, 2010). Los materiales obtenidos o encontrados en la naturaleza invitan a un tipo de respuesta creativa e imaginativa diferente a si se utilizan materiales tradicionales derivados del dibujo, la pintura o la escultura. Badilla Espinoza (2011) asegura que la combinación de materiales naturales pueden combinarse con otros materiales dando lugar a diversas técnicas de producción así, “algunos de los usos dados a la pintura son la realización de estampaciones y grabados con diversos tipos de materiales como por ejemplo los naturales (hojas, piedras, flores, cortezas, papas, etc.) o caseros como esponjas, jeringas, guantes, etc.” (p. 31). Los materiales encontrados ya poseen una historia. Una vida que ha generado varias respuestas y varias imágenes sobre las que poder identificarse. El objeto encontrado pasa a ser objeto utilizado y objeto de identidad.
4. Conclusiones
La intención que he perseguido con este texto ha sido iniciar un camino difuso pero real que pone de manifiesto la interacción que existe entre el ser humano y la naturaleza en lo que respecta a salud y arte. El hecho de que el arteterapia pueda nutrirse de diversos factores hace posible que su proyección dentro de la sociedad sea cada vez más enérgica. El impacto con el que se ofrece el medio natural hace posible que el ser humano se nutra de diversas y diferentes respuestas ante su trabajo terapéutico. El propio hecho de que se trabaje desde las disciplinas de la ecoterapia, la terapia hortícola o simplemente el espacio natural en las dinámicas arteterapeuticas hacen posible que el desarrollo emocional, afectivo y sensorial sean de gran estimulación. Mientras que otras posiciones se centran más en el resultado final del producto y la obra como representación final de un resultado, esta propuesta se diferencia por su carácter procesual, es decir, lo verdaderamente importante es proceso creativo y lo que ocurre en él dejando en un segundo plano el carácter final. El producto último denominado, por ejemplo, obra de arte adquiere un papel irrelevante, secundario ya que la persona se centra en el entorno terapéutico, que está plenamente basado en la naturaleza y que es considerado como una forma especial de hacer arte (Stigsdotter y Grahn 2002).
Bibliografía
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