EL TIPO PENAL DE MOBBING EN EL CÓDIGO PENAL

EL TIPO PENAL DE MOBBING EN EL CÓDIGO PENAL

Carmen Soto Suarez

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15-Mobbing pasivo (Agresión pasiva): El comportamiento agresivo pasivo es una forma de maltrato encubierto, sutil y velado o disfrazado por acciones que parecen ser normales, a veces, cariñosas y atentas, el acosador   pasivo es un maestro en la agresión encubierta, se trata de un rasgo de la personalidad caracterizado por un patrón generalizado de actitudes negativas y resistencia pasiva, pero lo importante y significativo es que tiene la intención de causar daño a la víctima.

El DSM-IV Apéndice B da la siguiente definición:

  • Un patrón general de las actitudes negativas y resistencia pasiva a la demanda de un rendimiento adecuado, a partir de la edad adulta,  se da en diversos contextos, tienen que darse  cuatro (o más) de los siguientes características:
    • pasivamente, se resiste a cumplir con las tareas de rutina social y laboral.
    • se queja de no ser comprendido y apreciado por los demás.
    • es triste y argumentativo de la misma.
    • irrazonablemente critico y desprecia la autoridad.
    • expresa la envidia y el resentimiento hacia los que aparentemente más afortunados.
    • persistentes y exageradas quejas de la desgracia personal
    • alternancia entre el desafío hostil y contrición.
  • No ocurre exclusivamente durante episodios depresivos mayores y no se explica mejor por trastorno distímico.

Comportamientos de agresión pasiva:

  • Ambigüedad: Tanto su comportamiento como su comunicación suelen ser ambiguos, dan poca información, escasa o poco clara, o incluso ninguna, cuando esta es necesaria para el desempeño del trabajo de la víctima, es una forma de crear un sentimiento de inseguridad en los demás. Como consecuencia de esto se causa desasosiego, ansiedad, y preocupación en la víctima,  ya que no sabe a que atenerse, ni que esperar del acosador, la víctima acabará sufriendo estrés.
  • Olvido: El pasivo-agresivo intenta causar daño “olvidando”, datos, información, hechos o eventos, importantes para la víctima, pero este olvido es de manera completamente consciente. El acosador simulara estar muy dolido y preocupado por su olvido, incluso pedirá disculpas.
  • Echarle la culpa a los demás: el acosador  nunca es  responsable de sus acciones, si ocurre algo mal, siempre habrá un responsable, un acontecimiento fortuito, una fuerza mayor, lo que sea, pero nunca asumirá su responsabilidad, de manera indirecta intentara echar la culpa a la víctima, eso si con educación, cortesía y diciéndole que no se preocupe. Tiene una visión sesgada de la realidad. El agresivo  pasivo  nunca comete fallos, sin embargo, el resto de las persona del ámbito laboral no para de equivocarse y cometer errores, y tienen que ser castigados por eso.
  •  La falta de ira: Él agresor pasivo  no puede expresar su enfado, el comportamiento agresivo pasivo se deriva de la incapacidad de expresar su enojo de una manera saludable.   No exteriorizan la ira, externamente siempre suele estar contento.
  •  El miedo a la dependencia: el agresor es un sujeto tremendamente dependiente de  los demás, pero al mismo tiempo quiere negarlo, bajo una capa de autosuficiencia, frialdad e incluso desprecio por algunas personas del entorno laboral.
  • Temor a la Intimidad: No llegan a intimar con nadie, como medida para protegerse frente a los demás, su relaciones son aparentemente cordiales, pero muy superficiales.
  • Obstruccionismo: Nunca se opondrá de manera frontal a los demás, todo lo contario, aparentemente quiere ayudar, pero sin embargo todo su empeño estará en poner obstáculos e impedir todo proyecto o trabajo del que no pueda sacar algún beneficio personal, como por ejemplo retirando a poyo material y medios, bajo cualquier excusa, en los proyectos comunes
  • Victimización: El agresivo pasivo se siente que  es tratado injustamente, ante el más mínimo reproche o amonestación se los toma como una gran ofensa personal. El nunca es culpable de nada, es un pobre víctima inocente, niega la evidencia de los hechos en todo lo que le perjudica. 
  • Dilación: Suele imponer plazos, breves, para todas las actividades laborales, pero esos plazos no le afectan a él, que trabaja a su ritmo ya as su manera.
  • La violencia indirecta: muestra de la fuerza a la vista de la víctima,  como romper objetos o adornos de la oficina, haciendo pedazos un dossier que no le gusta, tirándolo a la papelera, arrojando herramientas, golpes al ordenador, fotocopiadora o equipo, dando portazos, cerrando los cajones o armarios a patadas, permanecer al lado o cerca del puesto de trabajo de la víctima, sabiendo que esto le causa desasosiego, u observándola continuamente, crueldad con los animales.

16-Cumplimiento malicioso: Comportamiento malicioso de un trabajador que tiene intención de dañar a un compañero de trabajo o a un superior, de tal modo que sigue estrictamente las indicaciones recibidas, al pie de la letra, sabiendo que del exacto cumplimiento de estas se causará un daño o perjuicio, y no obstante lo realiza.

Una de las formas es el “Trabajo a Reglamento”, por el que los trabajadores realizan estrictamente lo marcado en sus contratos de trabajo o normativa que les afecta, no haciendo absolutamente nada que se salga de esto y por los cauces reglamentarios, sin salirse de los mismos. De tal modo que cuando se quiere causar daño a un trabajador-víctima, se le exige el cumplimiento literal de los procedimientos que le afectan, a la víctima o también al resto de los acosadores. Estos comportamientos normalmente crean una situación de parálisis en la que es imposible trabajar, y normalmente la víctima no podrá soportarla. Existe por parte del acosador o acosadores una intención de dañar a la víctima y utilizan medios “legales” para esto.

17-Agresión Relacional/ Agresión encubierta (Covert aggression): Tipo de acoso en el que no se ataca directamente a la víctima, sino  que se intenta dañar las relaciones sociales o estatus que un trabajador tiene en un grupo, organización o empresa

El concepto de agresión relacional fue utilizado por primera vez en un estudio realizado en 1995 en la Universidad de Minnesota, por  los investigadores Nicki R. Crick y Jennifer K. Grotpeter, Relational aggression, gender, and social-psychological adjustment.(Agresión relacional, el género, y la adaptación social y psicológica. Desarrollo del Niño,  págs. 710-722).

El objetivo del acosador es mantener a la víctima en una posición permanente de inferioridad o desventaja, sin atacarla directamente, sino dañando su posición en el grupo, utilizando para ello cualquier forma o manera, tales como el chisme, la mentira, la burla o la humillación, etc.

18-Rankism: Tipo de mobbing en el que el acosador explota en su propio beneficio su estatus o su posición jerárquica en contra de la víctima, abusando de su posición de poder.

No se trata de un mobbing vertical, ya que la víctima no tiene que estar subordinada jerárquicamente al acosador, no tiene que haber una relación jerárquica entre el acosador y la víctima, sino simplemente, una posición social-laboral superior o que se considere prevalente.

El concepto fue utilizado por Robert W.  Fuller, en el 2003 en su libro  “Alguien y nadie: superar el abuso de posición”.

19-Control Freak: Se refiere a aquellos acosadores que están obsesionados con el control, son unos fanáticos de los detalles, teniendo un patrón anormal de conducta controladora y de dominio sobre los demás trabajadores.

Tienen tendencia a amonestar públicamente y de manera airada a los demás trabajadores, culpándoles de cualquier falta por nimia que sea, mostrándose agresivos cuando se les contradice.

Se consideran superiores a los demás, pensando que los demás trabajadores no son capaces de llevar los asuntos correctamente, temiendo que todo irá mal si no están pendientes de todos los detalles, son hipercríticos, atemorizantes y estresantes de los trabajadores.

Entran dentro de lo que se conoce como “líder tóxico” o “líder destructivo”, son aquellos que por sus características personales disfuncionales causan un daño en los trabajadores  víctimas, y también acaban causándolo en la empresa.

Barbara Kellerman clasifica los líderes tóxicos en siete clases:

  • Incompetente: carecen de la voluntad o la habilidad, o de las dos, para realizar una acción eficaz, no pudiendo crear un ambiente de trabajo positivo.
  •  Rígido: inflexible,  pudiendo ser competente, no puede o no quieren adaptarse a las nuevas ideas, nuevos modelos de trabajo o a cualquier cambio en su modelo de organización laboral.
  • Intemperante: carece de autocontrol, o de cualquier freno a su voluntad, no soportando que lo contraríen.
  • Insensible: indiferente, poco amable, ignorando las necesidades y deseos de la mayoría de los miembros del grupo u organización, especialmente los subordinados.
  • Corrupto: pone su propio interés por delante del interés de la empresa, intentando conseguir un provecho personal.
  • Introvertido, carente de empatía: ignora la salud y el bienestar de las personas del grupo u organización para la que trabajan.
  • Sádico: usa el dolor y la intimidación como un instrumento de poder. El daño puede ser físico, psicológico o ambos.

Suelen utilizar los siguientes medios de acoso:

  • Carga de trabajo: aumentar la cantidad o la dificultad del trabajo  contra sus rivales y subordinados.
  • Sistemas de control corporativo: usar los procesos  empresariales para controlar a las víctimas. Los sistemas disciplinarios son utilizados con abuso de derecho como medio de acoso.
  • Estructuras de organización: abusar de las jerarquías, las relaciones personales y la forma en que se organiza el trabajo en la empresa.
  • Símbolos de la autoridad personal: uso de elementos indicativos del estatus jerárquico, como por ejemplo el derecho a las plazas de aparcamiento, aseos distintos al resto de los  trabajadores, etc. Una plaza de aparcamiento no es sólo un lugar para estacionar el coche, es un símbolo de jerarquía y estatus laboral, si alguien se lo ocupa es una ofensa personal, una falta de grave indisciplina.
  • Los rituales de trabajo y rutinas: las reuniones de gestión, informes de las Juntas, audiencia disciplinaria, los ensayos de rendimiento y así sucesivamente, utilizados como elementos de poder, siendo más habituales que lo que las relaciones laborales y el adecuado funcionamiento de la empresa necesitan.

La victima está más pendiente de todas esta cuestiones que del trabajo, con lo cual su rendimiento disminuirá, lo que a su vez permitirá al líder tóxico seguir acosándola con esta justificación, el trabajador victima perderá la confianza en si mismo, disminuirá su autoestima, aumentará el estrés, acabando con un grave trastorno psicológico y posiblemente la baja, con lo que  el líder tóxico demostrará que llevaba razón.

Un tipo de líder tóxico es el líder narcisista, que es aquel que tiene una gran arrogancia, ensimismamiento y una necesidad patológica y egoísta por el poder y la admiración de los demás. Cuando alcanza un puesto elevado jerárquicamente, todo debe girar en torno suyo, las decisiones de la empresa y de la organización están subordinadas  a su propio ego. Todo aquel que le haga sombra o le contraríe  acabará convirtiéndose en una víctima del acoso, ya que suelen ser muy sensibles a la crítica.

20-Shunting: Forma de acoso que consiste en encargarle al trabajador-víctima la realización de actividades de menor categoría que las correspondientes a su cualificación profesional, e incluso quitándole los ámbitos de responsabilidad y mando que le corresponden, haciendo todo esto de manera consciente, con la finalidad de minar la autoestima del trabajador.

21-Cronofagia: (Cronófago: Roba tiempo) Destrucción sistemática del tiempo de otra persona. Forma de acoso en la que el agresor le hace perder continuamente el tiempo a la víctima, interrumpiéndola con cuestiones baladíes, planteándolo problemas sin solución o preguntas irrelevantes, de cualquier forma, de tal modo que la víctima no puede desarrollar su trabajo con normalidad. Requerimientos intempestivos e inapropiados, distracciones físicas como ruidos, música, mandarle continuamente personas bajo la excusa de que ese asunto es cosa suya, el lo hace mejor, o solo él sabe hacerlo, “reparaciones” innecesarias de su equipo o instrumental, fundamentalmente comprobación se su sistema informático, etc.

22-Síndrome de la abeja reina: Síndrome que se da en algunas mujeres que han alcanzado puestos de poder, consideran a sus subordinadas mujeres como competidoras, una amenaza, de tal modo que utilizan todos los medios a su alcance para impedir que puedan progresar laboralmente, poniéndoles trabas y obstáculos, en beneficio de los hombres a los que no considera  contendientes. Incluso cuando no hay relación de jerarquía, las mujeres que padecen este síndrome, intentaran acosar a sus compañeras de trabajo, consideradas como rivales, pero no a los hombres, haciendo todo lo posible para que se vayan de la colmena, (el lugar de trabajo). (un síndrome es un conjunto de síntomas que por sus características poseen cierta identidad)

Este concepto se utilizó por primera vez por GL Staines, Jayaratne TE, y Tavris C. en 1973.

Para Trude Ausfelder (Mobbing. El acoso moral en el trabajo, págs. 109 y ss) citando a Martin Resch: “Los hombres eligen más bien formas pasivas (dejan de hablar) o hacen hincapié en algunos temas (cambios de tareas, ataques contra las ideas políticas o creencias religiosas). Por el contrario las mujeres eligen acciones más activas que dañan el nombre de la persona”.

Métodos típicos femeninos:

  • Hablar mal de una compañera, ridiculizando su vida privada y difamándola.
  • Burlarse de la víctima en público, ridiculizando forma de vestir, apariencia, gestos o voz.
  • Difundir rumores.
  • Aprovechar cualquier error de la víctima para burlarse de ella.
  • Criticar el trabajo de la víctima, haciendo trascendental cualquier equivocación, y provocando inseguridad en la misma.

Métodos típicos masculinos:

  • Asignar a la víctima tareas nuevas, sin suficiente explicación o preparación.
  • Asignarle un puesto de trabajo apartado de los demás, en que se encuentre aislada.
  • Asignar trabajos que puedan herir su autoestima.
  • Amenazarla, de forma que se encuentre presionada.
  • Ignorarla, dejar de hablarle, no prestar atención a su trabajo.

23-Efecto Lucifer: En 1971, Philip Zimbardo, psicólogo de la Universidad de Stanford, diseño y llevó a cabo un experimento, con el fin de comprobar si cualquier persona podía convertirse en un torturador e en un sumiso presidiario. Consistía en que un determinado número de estudiantes, todos voluntarios, realizarían el roll de prisioneros de una cárcel, y otros de guardianes de la misma, con gran realismo. Algunos de los guardianes eran alumnos sociables y tranquilos, sin ningún tipo de perversión, sin embargo a los pocos días se convirtieron en “guardianes tremendamente crueles”, que disfrutaban con el sufrimiento de los “presos”. ¿A que se debía este cambio de personalidad?. El experimento debía durar 15 días y a los 6 hubo que suspenderlo debido al comportamiento sádico de los guardias.

Está basado en los ya clásicos experimento de Solomon Asch, sobre la presión social, y en los de Stanley Milgram, sobre la obediencia, en un  artículo publicado en 1963 en la revista Journal of Abnormal and Social Psychology bajo el título Behavioral Study of Obedience (Estudio del comportamiento de la obediencia) y resumida en 1974 en su libro Obedience to authority. An experimental view (Obediencia a la autoridad. Un punto de vista experimental). El fin de la prueba era medir la disposición de un participante para obedecer las órdenes de una autoridad aun cuando éstas pudieran entrar en conflicto con su conciencia personal.

Milgram resumiría el experimento en su artículo "Los peligros de la obediencia" en 1974 escribiendo: “Los aspectos legales y filosóficos de la obediencia son de enorme importancia, pero dicen muy poco sobre cómo la mayoría de la gente se comporta en situaciones concretas. Monté un simple experimento en la Universidad de Yale para probar cuánto dolor infligiría un ciudadano corriente a otra persona simplemente porque se lo pedían para un experimento científico. La férrea autoridad se impuso a los fuertes imperativos morales de los sujetos (participantes) de lastimar a otros y, con los gritos de las víctimas sonando en los oídos de los sujetos (participantes), la autoridad subyugaba con mayor frecuencia. La extrema buena voluntad de los adultos de aceptar casi cualquier requerimiento ordenado por la autoridad constituye el principal descubrimiento del estudio.” Stanley Milgram. The Perils of Obedience (Los peligros de la obediencia. 1974).

Hay un colofón poco conocido del experimento Milgram, recogido por Philip Zimbardo: Ninguno de los participantes que se negaron a administrar las descargas eléctricas finales solicitaron que terminara el experimento (que se dejaran de realizar ese tipo de sesiones) ni acudieron a la otra habitación a revisar el estado de salud de la víctima sin antes solicitar permiso para ello.

El profesor Milgram elaboró dos teorías que explicaban sus resultados:

- La primera es la teoría del conformismo, basada en el trabajo de Solomon Asch, que describe la relación fundamental entre el grupo de referencia y la persona individual. Un sujeto que no tiene la habilidad ni el conocimiento para tomar decisiones, particularmente en una crisis, lo cual llevará la toma de decisiones al grupo y su jerarquía. El grupo es el modelo de comportamiento de la persona.

            -La segunda es la teoría de la cosificación (agentic state), donde, según Milgram, la esencia de la obediencia consiste en el hecho de que una persona se mira a sí misma como un instrumento que realiza los deseos de otra persona y por lo tanto no se considera a sí mismo responsable de sus actos. Una vez que esta transformación de la percepción personal ha ocurrido en el individuo, todas las características esenciales de la obediencia ocurren. Este es el fundamento del respeto militar a la autoridad: los soldados seguirán, obedecerán y ejecutarán órdenes e instrucciones dictadas por los superiores, con el entendimiento de que la responsabilidad de sus actos recae en el mando de sus superiores jerárquicos.

De abril de 1995 a junio de 2004 hubo una serie de engaños, conocidos como Strip Search Prank Call Scam, en la cual trabajadores de restaurantes de comida rápida en Estados Unidos recibían una llamada de alguien que decía ser oficial de policía, quien persuadía a las figuras de autoridad para desnudar y abusar sexualmente de los trabajadores. El artífice obtuvo un alto nivel de éxito al persuadir a las víctimas para que realizaran actos que no habrían realizado en circunstancias normales. El principal sospechoso de estas llamadas, David R. Stewart, fue encontrado no culpable.

El juego de la muerte es un documental coproducido en 2009 por la radio televisión suiza y France televisión. El documental describe un experimento realizado en Francia en 2009 para estudiar la autoridad de la televisión y su influencia sobre la obediencia. El experimento es una nueva versión del experimento de Milgram adaptado a las condiciones actuales y su objetivo es medir de manera significativa la interacción entre la autoridad de la televisión y los valores éticos de los sujetos. Se buscaba concretamente evaluar la capacidad de desobediencia del sujeto a órdenes dadas con la autoridad de la televisión cuando estas le hacían infligir daño a otra persona.
El efecto Lucifer: Sirve para intentar comprender cómo gente buena se transforma en mala.

El error de atribución: Consiste en la tendencia  a sobreestimar la importancia de los factores de la personalidad en relación a las influencias contextuales o ambientales cuando se explica el comportamiento humano.

Se considera que la situación social, en que se halla inmersa la persona, juega un papel fundamental, hasta tal punto que en determinadas condiciones sociales, todos seriamos unos “crueles torturadores”. Las personas no nacen buenas o males, sino que nacen con el potencial de hacer cosa buenas o malas. Todo lo que es imaginable es posible de realizar, tanto en un sentido como en otro, lo que lleva a esa dirección no es el curso de la naturaleza sino el ambiente social. La línea entre el bien ey el mal es permeable y permite cruzarla en ambos sentidos.

En el ámbito laboral tiene lugar cuando un trabajador es ascendido o se le da otra actividad de mayor responsabilidad, y aparentemente, de pronto se convierte en un acosador que hace sufrir a todos sus subordinados. Se considera que la presión y el miedo al fracaso son los elementos determinantes para que se produzca este cambio. En otro sentido, cualquier situación que  hace anónimo y permite la agresión saca en la mayor parte de la gente la peor bestia que lleva dentro.

24-Mobbing familiar: Acción mancomunada y tácita de acoso y derribo psicológico que llevan a cabo varios familiares, entre los que se haya un instigador perverso narcisista o psicópata socialmente integrado, que, conscientemente, desea neutralizar, eliminar o expulsar a otro familiar.

El objetivo del mobbing es estigmatizar a la víctima para hacerse con el poder o para preservarlo, (ya que en la mayoría de casos, quien instiga el mobbing maneja las riendas del poder familiar). Habitualmente, la víctima es percibida, por el instigador, como una amenaza a su posición de poder dentro de la familia. Dicha amenaza suele ser ilusoria y es causada por sentimientos de envidia, celos y, sobre todo, por el instinto animal de territorialidad (dicho instinto exacerba el egoísmo y el control sobre los bienes compartidos). Por otro lado, el mecanismo del chivo expiatorio suele producirse cuando el clan familiar sufre algún tipo de crisis interna y su o sus líderes recurren al sacrificio de alguno de sus miembros, como medida para reforzar los lazos grupales que se están disolviendo o que están en peligro. Cualquier familia que base su unidad en el sacrificio humano es una familia tóxica o patológica, basada en un modelo que traerá al mundo nuevos psicópatas socialmente integrados

25-Mobbing escolar: El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) por aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas; es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir al colegio y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad.

El objetivo de la práctica del acoso escolar es intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente, a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de dominar, someter, agredir, y destruir a los demás que pueden presentar los acosadores como un patrón predominante en la relación social con los demás.

A menudo la violencia encuentra una forma de canalizarse socialmente, materializándose en un mecanismo  de regulación de grupos en crisis: el mecanismo del chivo expiatorio. Destruir al que no es seguidor, al que se resiste, al diferente, al que sobresale académicamente, al imbuido de férreos principios morales, etc.

Iñaki Piñuel y Zabala y Araceli Oñate han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas.  (Mobbing escolar: Violencia y acoso psicológico contra los niños).

  • Bloqueo social (29,3%)
  • Hostigamiento (20,9%)
  • Manipulación (19,9%)
  • Coacciones (17,4%)
  • Exclusión social (16,0%)
  • Intimidación (14,2%)
  • Agresiones (13,0%)
  • Amenazas (9,1%)

Bloqueo social

Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.

Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.

            Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.

Hostigamiento

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.

Manipulación social

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y enfrentar a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se manipula peyorativamente todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.

Coacción

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.

Exclusión social

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.

Intimidación
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.

Amenaza a la integridad

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.

26-Ijime: Fenómeno que se da en Japón, se puede traducir como acoso o intimidación, los agresores hostigan a sus víctimas, maltratándolas física y psicológicamente, intentando apartarlas del resto del grupo, obligándolas a mantenerse en soledad.

Es un mal que se esconde en todos los niveles de la sociedad japonesa, desde el jardín de la infancia hasta en los círculos laborales de los adultos. Generalmente ocurre en las escuelas, donde los niños son apartados del grupo, son objetos de burlas, llegando incluso hasta el linchamiento grupal.

Se las golpea, amenazan, insultan, se rompen sus pertenencias, se les obliga a pagar dinero a cambio de tranquilidad, cualquier comportamiento en general que afecte negativamente a la víctima o le cause vejaciones

Uno de los principales motivos del ijime es un hecho diferencial del individuo con respecto del grupo, una anomalía física como puede ser una deformidad o simplemente una conducta fuera de lo normal, cualquier característica que lo haga destacable.

Aunque el ijime es un concepto muy antiguo dentro de Japón no es hasta el 1995 cuando la gente empieza a tomar conciencia social acerca de este problema y el motivo es el suicidio de un niño de 13 años, Kiyoteru Okochi, que justo antes de morir dejo una carta explicando los motivos que le llevaron hasta ese extremo, la prensa rápidamente se hizo eco de la noticia dando la voz de alarma a toda la población. Desde entonces el ijime ha ido aumentando, llegándose al extremo de crear una guía del perfecto ijime.

En las escuelas las víctimas suelen ser los estudiantes más jóvenes y más débiles, mientras que los agresores suelen ser alumnos mayores. En Japón, la intimidación ocurre principalmente en el aula, a diferencia de los otros países occidentales como Noruega donde la intimidación se produce fundamentalmente en el patio del colegio.

27-Kounai bouryoku: Violencia en la escuela,  arranques de ira que generan agresión, pero con carácter puntual y esporádica, no continuada en el tiempo.

Como consecuencia de lo anterior se produce el fenómeno de  Futoko o "rechazo a la escuela", no es absentismo escolar o el abandono, tal y como lo entendemos nosotros, ya que el alumno quiere seguir estudiando y formándose, pero se niega a acudir a la escuela, por las negativas relaciones personales y situaciones sociales que sufren. Si la situación se agrava, se pueden convertir en “hikikomori”.

Un "hikikomori" ("tirar adentro") es un adolescente, adulto joven o un adulto a veces, con una edad entre  30-40 años que rara vez o nunca deja el hogar o incluso el dormitorio por un período prolongado (meses, años, o por tiempo indefinido). La mayoría de los hikikomori (alrededor del ochenta por ciento) son hombres. Los hikikomori  a menudo son consecuencia directa de las experiencias sufridas en el curso de la intimidación en la escuela secundaria.

28-Mobbing inmobiliario (blockbusting): Es una corrupción fonética surgida de la pronunciación americana de dos términos ingleses to burst (estallar) y block (bloque). Una traducción literal sería “revientacasas”.

El acoso inmobiliario consiste en  acciones basadas en el acoso y abuso para forzar que alguien se vaya de su casa, independientemente de que ésta sea propia o arrendada. Los medios para esto son múltiples, desde inducir la entrada de okupas en el edificio o de vecinos perturbadores, a la negativa del arrendador de cobrar la renta, pasando por la falta de higiene y de mantenimiento de la vivienda o del edificio, con cortes en los suministros básicos de agua y luz. El objetivo no es otro que desahuciar al arrendatario bajo una falsa apariencia de legalidad, convencerle para que él mismo abandone la vivienda o minar su paciencia e integridad moral para que se vaya.

 “Este término se hace servir para identificar situaciones en que una persona o un grupo de personas ejercen un conjunto de comportamientos caracterizados por una violencia psicológica, aplicada de forma sistemática durante un tiempo sobre otra persona con la cual mantiene un vínculo contractual a través de un arrendamiento urbano " Definición de José-Ramón Jiménez González (RTS, nº 175, Septiembre 2004)

Una de las formas se llama  “panic peddling”, venta puerta a puerta por pánico,  también se puede traducir por tráfico de pánico o creación de pánico, este sistema se inicio en EEUU, consistía en hacer creer a los propietarios de los inmuebles que personas de minorías marginales iban a comprar viviendas vecinas, de este modo los propietarios vendían sus casas muy baratas para marcharse a otro lugar.

En España se han realizado sistemas de panic peddling en algunas ocasiones, el propietario ha introducido a okupas o miembros de minorías étnicas en el edifico para amedrentar a los inquilinos y que decidan irse ante los problemas que les causan estos vecinos.

Los vecinos-víctimas se sienten indefensos ante el acoso inmobiliario, por varias razones, porque es difícil de probar, porque los inquilinos o propietarios de las viviendas suelen ser personas mayores, o de bajo nivel cultural o con pocos recursos para actuar legalmente contra el acosador.