COMPLEJIDAD. ATENCIÓN Y EMOCIÓN. NEUROCIENCIAS APLICADAS A LA ADMINISTRACION.
COMPLEJIDAD.
Las organizaciones, vistas como Sistemas Adaptativos Complejos, son sistemas autónomos (se renuevan a sí mismas utilizando recursos del entorno), autoorganizados (el orden y las pautas de conducta son establecidas por el propio sistema) y autosostenidos (se sostienen y se mantienen a sí mismas), con largos períodos de estabilidad salpicados por cambios bruscos («catástrofes») en su estructura y funcionamiento que, paradójicamente, permiten que estas organizaciones se estabilicen.
En esta línea, Thiétart y Forgues (1993) y Perna y Masterpasqua (1997), intentan comprender la aparente paradoja entre estabilidad y cambio en las organizaciones laborales viendo éstas como sistemas dinámicos no lineales que presentan un «equilibrio inestable» entre estabilidad e inestabilidad.
Desde esta perspectiva, las organizaciones son vistas como autoorganizaciones, es decir, producto emergente de procesos de autoorganización. Se trata, por tanto, de sistemas coherentes aunque no homogéneos (la multiestabilidad nos indica la coexistencia de distintas posibilidades a partir de un mismo conjunto de componentes); sistemas caóticos y complejos, pero ordenados.
Las organizaciones laborales no funcionarían adecuadamente ni en el orden rígido ni en la aleatoriedad derivada del azar, sino que encontrarían su funcionamiento más adecuado, de manera emergente
y espontánea, en el «filo» o «borde» del caos, esto es, en estados inestables alejados del equilibrio pero que presentan, no obstante, cierto orden y cierta estabilidad.
ATENCIÓN Y EMOCIÓN
La idea de eliminar lo “humano” en la búsqueda de la automatización y la despersonalización del comportamiento de los individuos en las empresas y organizaciones en general, ha aportado soluciones en el pasado, generando hoy, pérdida de oportunidades para éstas e impactos negativos en la calidad de vida laboral de los individuos.
La idea de la despersonalización lleva implícita una negación de los aspectos emocionales y una entronización de la razón, considerada ésta en su estado puro o no contaminada emocionalmente. En el transcurso de la construcción de la disciplina de la Administración y específicamente en el campo del estudio de los procesos de decisión se destaca el aporte de Herbert Simon (Premio Nobel de Economía 1978) con la propuesta del concepto de racionalidad limitada en la toma de decisiones.
En la actualidad, se puede acceder a una importante cúmulo de trabajos científicos vinculados con el cuerpo, la mente, las emociones y los sentimientos.
El Dr. Antonio Damasio (Neurólogo en ejercicio de la Universidad de Southern California, USA. Instituto del Cerebro y la Creatividad) se ha consolidado como un referente en el campo de la neurociencia.
De la lectura de sus investigaciones se pueden observar hallazgos disruptivos en cuanto a la manera en que las emociones se consideran en los procesos de decisión, ya no como limitantes, sino como un prerrequisito para la acción de decidir satisfactoriamente.
Ante la frase propuesta por Pascal “el corazón tiene sus razones que la razón desconoce”, Damasio propone “el organismo tiene algunas razones que la razón ha de utilizar”. Los sentimientos son tan cognitivos como otras percepciones.
Así, la idea propuesta de “marcador somático” es compatible con la noción de que el comportamiento personal y social efectivo requiere que los individuos formen teorías adecuadas, mediante la educación y socialización, de su propia mente y de la mente de los demás. Ante una situación de decisión los marcadores somáticos reducen la necesidad de cribar entre un inmenso número de supuestos porque proporcionan una detección automática de los componentes del supuesto que tienen más probabilidades de ser relevantes; por lo que para Damasio resulta adecuada la asociación entre los procesos denominados cognitivos y los procesos que se suelen llamar “emocionales” .
La propuesta de Damasio guarda relación con las revisiones de Tversky, Kahneman y Sutherland a la Teoría de la Decisión. Específicamente Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía 2002) en su reciente libro Thinking Fast and Slow (Pensar rápido, pensar despacio) con el objetivo de introducir un idioma para pensar y actuar acerca de la mente, utiliza la metáfora de dos agentes ficticios llamados Sistema I y Sistema II, los cuales respectivamente producen pensamiento rápido y lento.
El Sistema I genera impresiones, sentimientos e inclinaciones y cuando está apoyado por el Sistema II, éstos se transforman en creencias, actitudes e intenciones; por otra parte, el Sistema I opera automática y rápidamente con poco o ningún esfuerzo y sin sentido de control voluntario, aunque puede ser programado por el Sistema II y movilizar la atención cuando un patrón en particular es detectado.
Se pueden identificar avances en distintos tópicos de la gestión. Podemos detenernos en el análisis de los mismos buscando acercar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Por qué las emociones importan en la gestión? ¿Qué hallazgos nos presentan los estudios de investigación al respecto? ¿El contexto actual exige el desarrollo de capacidades más allá de las puramente técnicas?
Detener por el momento las preguntas (aunque no es tarea sencilla) lleva a la búsqueda de algunas respuestas. El contexto actual signado en muchos sectores de negocios por elevadas tasas de cambio requiere sistemas de gestión que sean capaces de reconocer la complejidad y que cuenten con una perspectiva que articule las capacidades existentes en diferentes partes de la organización. La generación de espacios para la creatividad y el surgimiento de nuevas ideas atractivas para el mercado requiere un alto nivel de compromiso de los miembros de las organizaciones/empresas.
NEUROCIENCIAS APLICADAS A LA ADMINISTRACION.
El Ph.D. Nestor Braidot, en un trabajo suyo titulado “Neurociencias aplicadas a negocios y organizaciones” dice que la década de los 90’, denominada también década del cerebro, precipitò un crecimiento importante en las investigaciones y descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro humano.
A partir de esos años, la extrapolación y aplicación multidisciplinaria de estos avances a otras disciplinas, fuera de la Medicina y la Neurologìa, multiplicaron su campo de aplicación.
En la actualidad, organizaciones de todo tipo y tamaño están incorporando tanto los conocimientos sobre funciones y mecanismos cerebrales como la metodología de investigación de las Neurociencias a sus actividades de gestión.
Las àreas mas beneficiadas son la conducción (liderazgo y toma de decisiones), el marketing (diseño de estrategias comerciales, planeamiento y gestión de clientes), y recursos humanos (selección de personal, formación y capacitación).
Esta innovación trae consigo una renovación casi podríamos decir “rupturista” con respecto a los modelos de gestión que se venían aplicando.
Sin duda, la posibilidad de conocer còmo funciona el cerebro de un individuo en su rol como líder, integrante de un equipo de trabajo, vendedor, cliente o proveedor, por dar algunos ejemplos, no solo constituye un desafío, es también un “tema” que debe formar parte de la agenda, no solo de los ejecutivos de las grandes empresas, sino también, y fundamentalmente, de quienes, en las etapas iniciales de sus proyectos, son verdaderos innovadores y como tales “utilizadores a pleno de sus capacidades cerebrales naturales.
De hecho, indagar como son las estructuras cerebrales que inciden y determinan la toma de decisiones, la capacidad creativa, las relaciones con los demás y el aprendizaje, son todos “temas”que forman parte del dìa a dia de un empresario, desde la etapa embrionaria de un proyecto (comienzo del emprendimiento) hasta la consolidaciòn pràctica del mismo.
Neurociencias aplicadas desde lo abstractoa lo “concreto”: Neuromarketing – Neuromarketing sensorial – Neuroinvestigaciones de mercado – Neuroplanning (planeamiento y estrategias) - Neuromanagement (inteligencia y toma de decisiones) – Neuropedagogìa (aprendizaje y formación de personas) – Neuropsicologìa (aplicada a los procesos de selección de personal) – Neuroeconomìa.