Yolanda Lara Juárez1
Blanca Margarita Guerrero Guerrero2
Universidad Autónoma de Nayarit
Resumen
La participación de la mujer en el ámbito educativo ha tenido una mayor relevancia, así lo podemos constatar en las estadísticas de ingreso, egreso, por generación, caso concreto en el programa de comunicación y medios de la Universidad Autónoma de Nayarit, sin embargo tal como se percibe las mujeres ven restringidas sus opciones en la inserción al mercado laboral, en los medios televisivos, radio, prensa y otros medios alternativos.
Palabras clave: Ingreso, egreso, techo de cristal, percepción.
La mujer en los medios de comunicación en el contexto internacional
Si bien es cierto que la mujer recientemente está alcanzando altos puestos directivos en el mercado laboral actual, también se observa que un 97% de esos puestos siguen ocupados por hombres. Esto es; que solo el 3% de de la totalidad de empleos en alta dirección está ocupado por mujeres. Según datos recabados de un estudio realizado por la (Universidad de Castilla y León España, 1999) las mujeres sólo ocupaban el 17% de los cargos, tanto públicos como privados, en el Estado Español. Si consideramos los puestos directivos de esa cifra, sólo el 7.6% son conquistados por una mujer.
En el ámbito de los medios de comunicación, las mujeres distan mucho de encontrarse en lugares preponderantes, aunque por otro lado nos dicen que la mayoría de los ingresos a las escuelas y facultades de periodismo son mujeres y que sus estadísticas referente a eficiencia terminal en el periodo 98-99 de la Universidad Complutense de Madrid, arroja un abrumador 68% del total del alumnado, fueron mujeres. Otro dato interesante es; que son las mujeres quienes reciben las mejores calificaciones en esta carrera. Así pues tenemos que la media de las calificaciones según resultados de la investigación realizada por la (Universidad Complutense. Madrid, 1999) así tenemos que; en el caso de las alumnas fue de un 6.83, y la de los alumnos fue un 6.64. Las notas mínimas de ambos géneros, coincidían, 5.57, pero la nota máxima fue la de una alumna con un 9.55 de nota media de la carrera, mientras que la del alumno que consiguió mejor calificación fue un 9.14. A pesar de las cifras anteriores se observa, que el hecho de obtener mejores notas definitivamente no es suficiente para mejorar su presencia en el mercado laboral. Tenemos que la tasa de ocupación de las mujeres universitarias es del 62%, mientras que la de los hombres universitarios es del 72%, 10 puntos porcentuales por arriba del gremio femenino. Se podría pensar que la situación descrita anteriormente corresponde a las últimas generaciones de licenciadas y licenciados; sin embargo, según datos del (Centro de Investigaciones Sociológicas, 1999) en la profesión periodística, la proporción de mujeres que han cursado estudios universitarios completos supera en dos puntos porcentuales a la de hombres.
La mujer en el ámbito laboral en México
Según datos publicados por (Toledo, 2007), para el diario el Universal, donde la Socióloga Gina Zabludovsky, investigadora de la Universidad Autónoma de México afirma: “a medida que aumentan los salarios, disminuye el número de mujeres bien remuneradas entre la población ocupada. Es notorio como éste grupo se concentra en las ocupaciones que proporcionan menos ingresos, sin embargo esto no se debe a que estemos menos preparadas que los hombres”. Conclusiones a las que llega en su estudio sobre mujeres en cargos de dirección. Explica que todavía no se radica de las organizaciones, el modelo de autoridad jerárquica, basada en la burocracia, en el que el papel de la mujer es una extensión de su rol en el hogar y destaca en ese mismo sentido, la función de las esposas de los ejecutivos que con trabajo también invisible, respaldan sus logros.
La Universidad Autónoma de Nayarit realiza un proyecto el cual incorpora al área de ciencias sociales y humanidades la licenciatura de Comunicación y Medios es un proyecto a seguir para la formación de profesionales de la comunicación comprometidos con la problemática regional y nacional, se implementa en el año 2003. Su orientación curricular se dirigió a formar a los y las estudiantes en el dominio de diversas expresiones de la comunicación, enfatizando particularmente la producción en medios, de ahí su particular nombre. A partir de su inició de este programa en el año 2003 la presencia femenina ha sido mayoritaria como lo vemos en la gráfica. [Anexo 1]
Según (Flores, 2005a.) El contexto escolar constituye uno de los espacios que más poderosamente influye en la construcción de la identidad personal de hombres y mujeres, y de su futuro proyecto de vida. En este ámbito se construye un conjunto de pensamiento, de valoraciones, de afectos y actitudes y de comportamiento, que se asumen como típicos y como referentes del deber ser y de pertenencia, según sea hombre o mujer. Estos rasgos que revelan la identidad de las persona, contienen a la vez elementos asociados a los atributos, a los roles, a los espacios de actuación, a los derechos y obligaciones y a las relaciones de género.
En su artículo Violencia de género en las escuelas sus efectos en la identidad, en la autoestima y en el proyecto de vida, (Flores, 2005b) nos dice: “La escuela perfila y legitima ciertos ideales y deseos, instituye criterios de realidad y de verdad y participa en la formación de las ‘promesas de felicidad’ de la época, con la cual va conformando una trama de representaciones que persuaden a los y las estudiantes a desear ocupar determinados lugares sociales, y de género que se presenta como natural, verdadero y racional.”
Hoy en día se constata como lo veremos es este estudio que la mujeres se educan en instituciones mixtas y siguen un mismo currículo, egresan con expectativas distintas y convencionales del trabajo entre los sexos. Es indudable que la educación y la profesionalización definen el lugar a ocupar por un o una profesionista en la sociedad.
Las féminas tienen las mismas oportunidades de ingreso a la educación superior que los varones, en las universidades del país se observa una matrícula más o menos equitativa, pero las disciplinas en donde la presencia femenina es mayoritaria son las ciencias sociales notándose una participación más baja en las disciplinas de matemáticas, físicas e ingenierías, razón por la cual la participación en ciencia y tecnología por parte de las mujeres es inferior comparado con la de los hombres. El conocimiento que se adquiere y desarrolla en los espacios de educación superior comenzó a adquirir nuevas características a partir de la incorporación de la perspectiva de género en su estudio, aplicación y evolución. Este enfoque ha sacudido las bases teóricas y conceptuales de la mayor parte de las ciencias sociales, de las biológicas, así como de las humanidades y las artes. En el conjunto de esa ciencias hay comunidades de mujeres que discuten, cuestionan y proponen nuevas teorías que revolucionan el saber. (Loredo, 2008)
Lamas (2005), plantea que la perspectiva de género es una categoría de análisis que permite describir las características de las experiencias vitales que comparten y diferencian a las mujeres y los hombres.
“Ese famoso techo de cristal que impide a las mujeres alcanzar las metas profesionales para las que están preparadas parece invisible, pero las estadísticas demuestran que existe; es decir, es un término enigmático, secreto, indetectable, pero cuyo resultado es cuantificable, y real: la no existencia de mujeres en los vértices jerárquicos de las organizaciones.” (Burín, 2001.)
Resulta por demás interesante a las conclusiones que llegan en su estudio (Contreras., Pedraza y Mejía, 2012), donde da cuenta que las circunstancias que han impedido a las mujeres alcanzar altos puesto directivos en el mundo laboral, solo pueden ser superadas a través del reconocimiento de nuestras propias diferencias, aunado a esto, se tienen que vencer los estereotipos femeninos en los que se han limitado a las mujeres, en la mayoría de las culturas, que por lo regular son contrarios a los roles de liderazgo que se requieren en el mundo laboral. Pero además que esas ‘barreras’ solo se podrán derrumbar; no imitando el rol masculino, como se viene haciendo hasta ahora, sino ‘reinventando’ un liderazgo desde las propias características femeninas. Opinión con la cual coincidimos, de manera total y contundente.
Algunos obstáculos
Tanto en el caso de los medios de comunicación como en otros, las investigaciones han citado diversos obstáculos al acceso de las mujeres a los puestos de decisión:
Las estructuras de la industria, jerárquica, y con hombres ocupando casi todos los puestos de toma de decisión. Funciona el principio de cooptación -designar por elección a alguien y no por reglamento o méritos- para muchos de esos puestos.
El entrenamiento predominante de las mujeres en los vínculos humanos con predominio de la afectividad puede entrar en contraposición con ese mundo del trabajo masculino, donde los vínculos humanos se caracterizarían por un máximo de racionalidad y con afectos puestos en juego mediante emociones frías: distancia afectiva, indiferencia, etc.
El trabajo de muchas mujeres en espacios tradicionalmente masculinos es observado de forma más inquisitiva que el de sus compañeros varones. Se les exige un nivel de ‘excelencia’.
Los estereotipos: “las mujeres temen ocupar posiciones de poder”, “a las mujeres no les interesa ocupar puestos de responsabilidad”, “las mujeres no pueden afrontar situaciones difíciles que requieran autoridad y poder”. Estos estereotipos tienen múltiples incidencias: Por una parte, convierten a las mujeres en ‘no-elegibles’ para puestos que requieran autoridad y ejercicio del poder. Por otra, hay mujeres que asumen este estereotipo interiorizándolo, repitiéndolo casi sin cuestionarlo y como si fuera resultado de elecciones propias.
La doble carga: es conocido que las mujeres profesionales diferentes cosas a la vez, para compaginar su trabajo fuera de casa con las tareas domésticas, a menudo de forma unilateral.
El auto desconfianza, sin duda la falta de modelos femeninos con los que identificarse hace que se agudice la inseguridad y el temor a la falta de eficacia cuando se accede a lugares de trabajo tradicionalmente ocupados por varones.
Aún no hay una mayoría significativa de mujeres conscientes e inquietas con esta problemática (no sólo en los medios de comunicación, sino en cualquier sector económico). Por lo que no existe la suficiente presión para detectar e impulsar otras formas diferentes y más justas de organización social.
En este sentido el análisis que aquí se realiza supone el contexto y las relaciones sociales que se dan entre hombres y mujeres, y de la diversidad de posiciones que ellos y ellas ocuparán concretamente en la sociedad.
Metodología
Para este análisis se realizó un proceso descriptivo también conocida como investigación estadística [describen los datos y características la población ó fenómeno de estudio] con perspectiva de género, lo cual nos permitirán llegar a inferencias respecto a la cuestión planteada. Las fuentes de información para esta ponencia son Control Escolar del Área de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAN. No se presenta un análisis de cuantas mujeres están insertas en el medio de la comunicación, pero deja abierta para próximas investigaciones cuantas están incorporadas en los distintos medios y qué lugar ocupan en rango jerárquico.
Resultados
Según datos que arroja la investigación propia, realizada en el área se observa que el promedio general de ingreso en los varones es de 57 mientras que en las mujeres de es de 82. Una diferencia a favor de 25 alumnas, en promedio general de ingreso, en referencia a la incorporación a esa misma área por parte de los varones. Es de llamar la atención los datos que nos indican que el año 2006, como el de más ingresos de parte de los varones con 78 alumnos, resulta insuficiente, al compararlo con los 110 ingresos por parte de las mujeres en el mismo año. [Anexo 1]
En cuanto a los Egresos, tenemos un promedio general de eficiencia terminal en egresados del área de comunicaciones y medios de 20 alumnos por parte de los varones frente a las 37 alumnas por parte de las mujeres. Como podemos observar, existe una diferencia de 17 alumnos en promedio general entre ambos sexos. Estamos hablando de una diferencia de 17 egresadas en favor de las mujeres en promedio general, además hay que hacer notar, que no existe año en particular, donde resulte mayor el número de egresados por parte de los varones. [Anexo 2]
Como se muestras en las gráficas siguientes, las mujeres tienen una mayor participación en su ingreso y egreso, en este programa educativo. Sin embargo, aunque sus números son más elevado en los dos rubros en dicho programa, la mujer se ve restringida en los medios de comunicaciones para ocupar puestos de mayor jerarquía. En este sentido, el género no debe impactar sobre cuales licenciaturas tiene derecho a estudiar, por su condición de mujer. Para el desarrollo equilibrado y armónico de la personalidad es necesario el impulso de la identidad, de la autoestima y de la confianza en sí misma.
Por último es importante manifestar a, través de nuestras perspectiva, que coincidimos de manera total y contundente, que las circunstancias que han impedido a las mujeres alcanzar altos puesto directivos en el mundo laboral, solo pueden ser superadas a través del reconocimiento de nuestras propias diferencias, aunado a esto, se tienen que vencer los estereotipos femeninos en los que se han limitado a las mujeres, en la mayoría de las culturas, que por lo regular son contrarios a los roles de liderazgo que se requieren en el mundo laboral. Pero además que esas ‘barreras’ solo se podrán derrumbar; no imitando el rol masculino, como se viene haciendo hasta ahora, sino ‘reinventando’ un liderazgo desde las propias características femeninas.
Bibliografía
Becerra A. T. (2007) Proyecto curricular. Licenciatura en Comunicación y Medios; Nayarit, México: Universidad Autónoma de Nayarit.
Rodríguez, H. E. (2008). El enfoque de género en la construcción del conocimiento científico. [Versión electrónica] Revista digital Universitaria, 9 (7), 10-XX.
Lamas, M. (2000) El género, la construcción cultural de la diferencia sexual. Programa estudios de género. Universidad Nacional Autónoma de México. Porrúa.
Flores, R. (2005). Violencia de género en las escuelas sus efectos en la identidad, en la autoestima y en el proyecto de vida. Revista Iberoamericana de Educación. Obtenida el 18 de Octubre de 2012. http://www.rieoei.org/rie38a04.pdf
BURÍN, M. (n.d.). El techo de cristal. [Versión electrónica] Obtenida el 22 de octubre de 2012. STEs Castilla y León. Stee-Eilas http://www.stecyl.es/Mujer/el_techo_de_cristal.htm.
Contreras F., Pedraza J. y Mejía X. (2012). La mujer y el liderazgo empresarial. Divers: Perspect. Psicol. Obtenido el 12 de Agosto de 2012. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-