Martínez-Alvarado, Julio Román, Sámano Sánchez Alfonso, Asadi González, Ahmed Alí, Magallanes Rodríguez, Ana Gabriela y Rosales Bonilla, Rosalba
Julikachi@hotmail.com
Universidad Autónoma de Baja California
RESUMEN
El objetivo de esta investigación es describir la práctica de actividades físico-deportiva y los niveles de sedentarismo en estudiantes universitarios mexicanos. En el estudio participaron 277 estudiantes universitarios (87 hombres, 190 mujeres) entre 17 y 39 años de edad (M = 19.7, DT = 2.54) pertenecientes al Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Baja California, Unidad Valle de las Palmas, siendo el 21.3% estudiantes de psicología, el 31.8% de medicina, el 23.1% cirujano dentista y el 23.8% de enfermería. La recogida de datos se realizó dentro del aula de clase y sin la presencia del docente. El investigador principal estuvo presente durante la aplicación del cuestionario. Para la medición de los niveles de práctica de actividad físico-deportiva y sedentarismo se diseñó un cuestionario ad hoc para la investigación.
Los resultados nos indican que el 32.9% de los estudiantes practican deporte; mientras que el 67.1% reporta no practicar ningún deporte. Por otra parte, el 50.5% de los estudiantes refiere hacer algún tipo de ejercicio físico; El otro 49.5% de los universitarios no realiza ningún tipo de ejercicio físico. Finalmente, el 62.8% de los estudiantes universitarios son activos, lo que significa que practican de manera regular algún deporte o ejercicio físico; El 37.2% de los estudiantes son sedentarios siendo la mayoría mujeres (n = 190).
En base a los resultados podemos concluir que los niveles de práctica de deporte en universitarios son significativamente más bajos que los niveles de práctica de actividad física. El porcentaje de sedentarios es alto siendo mayor en las mujeres. Estos resultados pueden ser la base para posteriores estudios que nos permitan proponer estrategias de intervención para elevar los niveles de práctica de actividad físico-deportiva y disminuir el sedentarismo en universitarios así como el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con los altos porcentajes de sedentarismo.
PALABRAS CLAVE: Actividad física, deporte, universitarios, práctica, sedentarismo.
ABSTRACT
The objective of this research is to describe the practice of physical and sporting activities and levels of inactivity in mexican university students. The study included 277 university students (87 men, 190 women) between 17 and 39 years (M = 19.7, SD = 2.54) from the Centro de Ciencias de la salud de la Universidad Autonoma de Baja California, Valle de las Palmas, being the psychology students 21.3%, 31.8% medical, dental surgeon 23.1% and 23.8% of nursing. Data collection was conducted within the classroom and without the presence of the teacher. The principal investigator was present during the questionnaire. To measure levels of practice exercise regularly and sedentary a questionnaire was designed ad hoc for research.
The results indicate that 32.9% of students play sports, while 67.1% report not do any sports. Moreover, 50.5% of referred students do some form of physical exercise; the other 49.5% of university does no exercise. Finally, 62.8% of college students are active, meaning that regularly practice a sport or exercise, the 37.2% of the students are still the most sedentary women (n = 190).
Based on the results we can conclude that the levels of participation in sports in college are significantly lower levels of physical activity. The high percentage of sedentary is still higher in women. These results can be the basis for further studies to propose intervention strategies to raise standards of practice of physical activity and reduce sedentary sport in college and the risk of diseases related to high rates of physical inactivity.
KEYWORDS: physical activity, sports, academics, practice, sedentary.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Olaiz et al., 2006), 39% de la población adulta mexicana sufre de sobrepeso y otro 30% de obesidad. La prevalencia de sobrepeso es más alta en hombres (42.5%) que en mujeres (37.4%), mientras que la prevalencia de obesidad es mayor en las mujeres (34.5%) que en los hombres (24.2%). Estos datos resultan preocupantes y nos despiertan el interés por combatir dichas problemáticas de salud a través de la práctica de actividad físico-deportiva. Las recomendaciones generales sobre la realización de actividad física indican que las personas deben acumular 30 minutos diarios de ejercicio de intensidad moderada todos los días de la semana. Dichas recomendaciones se han extendido a muchos programas de promoción de la salud (Department of Health and Human Services, 1996). A pesar de los evidentes beneficios de realizar actividad física de manera regular, los niveles de actividad física están disminuyendo en estudiantes universitarios (Klipatrick, Hebert y Bartholomew, 2005).
En décadas anteriores la incidencia de trastornos cardiovasculares en la población general ha sido un tema de alarma en el ámbito médico y que un estilo de vida activo protegía contra dichos trastornos; esto llevó a las autoridades de salud pública a dedicar esfuerzos en la promoción de una vida activa (Caspersen, Merrit y Stephens, 1994).
Existen investigaciones sobre pautas de actividad física y como ésta se relaciona con la salud donde se reporta una relación positiva entre el mantenimiento de estilos de vida activos y estados de salud (Biddle, 1993; Blasco, 1994). A su vez, los investigadores en esta área del conocimiento se han interesado por comprender los factores que determinan los motivos de las personas para mantener estilos de vida activos (Rejeski y Thompson, 1993).
Ambas características están estrechamente relacionadas ya que es importante conocer la medida en que la actividad física es beneficiosa así como conocer los factores que determinan la existencia de estilos de vida saludables (Sallis y Hovell, 1990). En la década de los 90’s se elaboraron y probaron modelos teóricos que explican y predicen el comportamiento de los individuos en relación con los programas de ejercicios (Brawley, 1993; Godin, 1993; Maddux, 1993; Biddle y Goudas, 1996) y de como la falta de actividad física (sedentarismo) afecta la salud física y el bienestar de la población (OPS, 1985; Capdevila, 2000; CDC, 2002).
En base en lo anterior, podemos afirmar que el interés por la promoción de un estilo de vida saludable a través de la actividad física ha ido en aumento (Devis y Peiró, 1993; Sánchez, García, Landabaso y de Nicolás, 1998; Pintanel y Capdevila, 1999; Thompson, 2001). Por otra parte, se estima que los estilos de vida sedentarios son una de las 10 causas fundamentales de mortalidad y discapacidad en el mundo (WHO, 2002). Los altos índices de sobrepeso y obesidad y baja resistencia cardiovascular, son una combinación de factores de riesgo, para la presencia de enfermedades, que impactan negativamente a la calidad de vida (Montenegro y Rubiano, 2006). El sobrepeso y la obesidad son dos de los principales factores de riesgo a los que se enfrenta la población mexicana. Su prevalencia en adultos se incrementó de 34.5% en 1988 a 69.3% en 2006. Las prevalencias de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años y en adolescentes en México ascienden a 26% y 31% respectivamente (ENSANUT, 2006).
En un estudio realizado con 196 alumnos de la Universitat Autònoma de Barcelona (Blasco, Capdevila, Pintanel, Valiente y Cruz, 1996) se encontró un elevado índice de sedentarismo en estudiantes universitarios, siendo superior en las mujeres. Cabe mencionar que no es el único estudio que reporta que las mujeres muestran niveles bajos de actividad física (Kelly y Sharpe, 1994; Sánchez, García, Landabaso y de Nicolás, 1998; Leslie et al., 1999).
Estudios acerca de la relación entre actividad física y jóvenes universitarios se refieren a las influencias que los estilos de vida activos tiene en la salud. Se han encontrado beneficios psicológicos (Jodra, 1994), prevención de enfermedades (Mcinnis, Franklin y Rippe, 2003; Gómez, Izquierdo, De Paz y González, 2003) y bienestar general (Koltyn, 1997; Hoffmann, 1997).
En base en lo anterior, el objetivo del presente trabajo es describir la práctica de actividades físico-deportiva y los niveles de sedentarismo en estudiantes universitarios mexicanos.
MÉTODO
PARTICIPANTES
En el estudio participaron 277 universitarios (Hombres = 87, Mujeres = 190) con edades comprendidas entre los 17 y 39 años (M = 19.71, DT = 2.54), pertenecientes al Centro de Ciencias de la Salud (Psicología = 59, Medicina = 88, Odontología = 64 y Enfermería = 66) de la Universidad Autónoma de Baja California, unidad Valle de las Palmas. El 62.8% de los estudiantes universitarios (n = 174) participantes, reporta realizar actividad física o deporte de forma regular, mientras que el 37.2% restante (n = 103) informa no realizar ningún tipo de actividad física y deporte.
PROCEDIMIENTO
Nos pusimos en contacto con el director del Centro de Ciencias de la Salud para solicitar autorización para llevar a cabo el estudio. Los cuestionarios se aplicaron de forma colectiva, de manera auto-administrada y dentro del aula de clase. Los investigadores responsables del estudio estuvieron presentes durante la administración del cuestionario, enfatizando la confidencialidad de las respuestas y la importancia de participar de manera voluntaria. Los investigadores permanecieron en el aula para brindar la ayuda necesaria durante la aplicación del cuestionario. Los participantes requirieron en promedio 15 minutos para completar el cuestionario.
INSTRUMENTOS
Para la medición de los niveles de actividad físico-deportiva y sedentarismo se diseñó un cuestionario ad hoc compuesto por 9 reactivos y que además incluía una sección de datos demográficos.
RESULTADOS
Para conocer los niveles de práctica físico-deportiva y sedentarismo, utilizamos un análisis de frecuencias. Este cálculo se realizó a través del programa estadístico SPSS en su versión 19.0.
Análisis de frecuencias de los niveles de práctica físico-deportiva y sedentarismo
Como podemos ver en la figura 1, solo el 32.9% de los universitarios reporta practicar deporte de manera regular mientras que el 67.1% refiere no practicarlo. En cuanto a la realización de ejercicio físico el 50.5% de los estudiantes indica realizar algún tipo de ejercicio.
Los estudiantes universitarios del Centro de Ciencias de la Salud reportan niveles moderadamente altos en sedentarismo (37.2%) mientras que el 62.8% se mantiene activo. De este porcentaje de universitarios sedentarios el 85.4% son mujeres.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
De acuerdo con el objetivo de la presente investigación de describir la práctica de actividades físico-deportiva y los niveles de sedentarismo en estudiantes universitarios mexicanos. Según los resultados encontrados se puede ver una diferencia del 17.6% entre los niveles de práctica de un deporte y la realización de ejercicio físico en universitarios, lo cual indica una tendencia más amplia para la ejecución de este último, podría inferirse que 5 de cada 10 realizan de forma regular actividad física; mientras que sólo 3 de cada estos práctica un deporte de manera regular.
Los resultados encontrados muestran una tendencia más alta de los estudiantes universitarios a realizar algún tipo de actividad física en comparación con aquellos que refieren practicar algún deporte; ello podría indicar que dicha preferencia manifiesta el interés de los estudiantes en mantener o mejorar la condición física y un menor interés en enfocar dicha actividad física a la práctica de un deporte donde no sólo se busca el condicionamiento físico sino también el incremento del grado de satisfacción que éste conlleva y donde influyen aspectos motivacionales, el interés por la competencia, el trabajo en equipo, la disciplina etc.
Por otra parte del 37.2% de los estudiantes que mencionaron mantener una estilo de vida sedentaria, un porcentaje alto (85.4%) son mujeres, lo cual puede indicar una preferencia de estas por aquellas actividades que conllevan a conductas pasivas donde el movimiento corporal y gasto energético son mínimos. Estos resultados siguen la misma línea que los encontrados por otros autores (Blasco et al., 1996; Kelly y Sharpe, 1994; Leslie et al., 1999; Sánchez et al., 1998). Sería interesante indagar los factores que pudieran estar influyendo en dicha tendencia, tales como el manejo del tiempo libre, las responsabilidades que conllevan los diversos roles sociales de las mujeres y el agotamiento físico por la realización actividades de la vida cotidiana.
Las diferencias encontradas en relación al sexo y la vida sedentaria reflejan una inclinación de las mujeres por la realización de actividades consideradas como pasivas, donde el gasto energético es mínimo, en comparación con los hombres que optan por tener un nivel más alto de actividad física o bien por la práctica de un deporte, puede inferirse que dicha conducta está vinculada con los objetivos que pueden plantearse ambos sexos, en relación a ello otras investigaciones realizadas en poblaciones similares tales como la de Blasco et al., (1996) donde reflejan que las mujeres buscan objetivos a largo plazo y que ello afecta su motivación, debido a que los resultados no pueden observarse a corto plazo, aunado a ello las mujeres tienden a ser menos competitivas en comparación con los hombres que buscan objetivos a corto plazo y donde la competencia se convierte en un importante motivador de la conducta. Es decir el objetivo que cada sexo se plantea influye directamente en la tendencia a realizar o no actividad física o bien en la práctica de un deporte, y donde el mantenimiento de la conducta se encuentra fuertemente motivada por los resultados esperados por ambos.
REFERENCIAS
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