El uso del Cálculo Infinitesimal requiere que la Utilidad tenga una función, la misma que debe ser continua y derivable cuantas veces se necesite. Siguiendo la metodología propuesta, los espiritistas de la economía toman un bien al azar y designan su Utilidad Marginal con el símbolo UMa, cuyo movimiento queda reflejado en la Gráfica 5.1 En el eje de las abscisas se inscribe el bien B, mientras que en el de las ordenadas, el de la Utilidad que las sucesivas porciones del bien B ofrecen al sujeto que lo consume. Como ya quedó establecido, de acuerdo con los postulados de la Economía-Vudú, a medida que la cantidad del bien aumenta, la utilidad decrece, de ahí la pendiente negativa de la curva y la convexidad de la curva con relación al punto de origen, lo que significa que por cada unidad del bien B que se aumenta, la utilidad que se logra es proporcionalmente menor.
Según el modelo, la intersección de la curva con el eje de las ordenadas no tendría sentido matemático y, como no tiene sentido matemático, tampoco tendrá sentido en la realidad. Dado que se supone que la utilidad marginal de un bien es la primera derivada de la utilidad total, el punto de intersección de la curva con el eje de las ordenadas tendría, aparentemente, una utilidad infinita, lo que haría que la derivada también fuera infinita, algo que no condice con el modelo matemático.
La UMa del bien X sería la variación de la Utilidad Total del bien X debido al consumo de una nueva porción de ese bien, por lo que sería positiva, cero o negativa. Se supone que el sujeto económico consumirá porciones del bien hasta que la Utilidad Marginal llegue a cero, momento en que el bien dejará de ser económico y ya no será consumido. Teóricamente, la UMa, después de alcanzar el nivel de cero, se volvería negativa y el consumo del bien traerá insatisfacción en vez de placer. Con el objeto de visualizar el proceso, observemos el supuesto comportamiento de la UMa de un solo bien, según el modelo, tal como aparece en la gráfica 5.1
Por último, diremos que hay tendencias muy importantes en el concepto de “utilidad”. Los primeros marginalistas afirmaban que un sujeto económico prefería el bien X al bien Y, debido a que el consumo del bien X le brindaba mayor utilidad que el consumo del bien Y. En la actualidad, varios teóricos de la economía dicen que el bien X tiene mayor utilidad que el bien Y, debido a que el sujeto económico lo prefirió y no a la inversa. Ésa es una modificación de fondo, por la que no sabemos el rumbo que tomará el actual modelo.
Indagación sobre la “Ley de la Utilidad Marginal Decreciente”
En la práctica, lo dijimos ya, la “Ley de la Utilidad Marginal Decreciente” neoclásica se expresaría así: un trozo de jamón debe ser dividido en rallas infinitesimales, el consumo de cada una de las cuales ofrecerá al sujeto económico una satisfacción mayor que la siguiente y menor que la anterior, de acuerdo con una función matemática continua de utilidad. Eso es lo que vimos en la gráfica 5.1. La curva de utilidad marginal decreciente sería una función continua y derivable en todos sus puntos, puesto que así lo exige el modelo matemático formal. Pero sería contradictoria al postulado de la Insaciabilidad.