Pero no solamente los judíos sufrieron con los árabes, también se vieron afectados los peregrinos cristianos, ya que fueron objetos de algunas persecuciones y se le impuso además, el cobro de un derecho de peaje para poder visitar los lugares santos; posteriormente, cuando los Turcos Selyúcidas 1, conquistaron Egipto y Grecia y desde el año 1076 se adueñaron de Jerusalén y del llamado santo sepulcro (Oncken, Hértzberg, & Géiger, 1918, pág. 191), se recrudeció la agresión a los peregrinos cristianos que visitaban sus lugares santos de adoración. Dos situaciones adicionales darían como resultado que el mundo cristiano se involucrara, la primera de ellas, fue la petición realizada por el emperador bizantino Alejo I2 , apelando al Papa y al mundo cristiano en busca de ayuda. La segunda situación ocurrió en 1095, cuando un tal Pedro de Amiens3 , que había ido en 1093 con otros a visitar la Tierra Santa, volvió indignado por la profanación de los sagrados lugares cristianos y conmovido por el trato que los musulmanes daban a los cristianos, tal situación lo impulsó a recorrer Europa promoviendo un levantamiento. El Papa Urbano II4 proclamó y bendijo la idea de Pedro de Amiens y la petición de Alejo I, en el concilio de Clermont, por lo que las cruzadas iniciaron el jueves 27 de noviembre de 1095 (Microsof Encarta 2008. 1993 - 2007, 2008), en la ciudad francesa de Clermont – Ferrand, ese día el papa arengó a la multitud a recuperar los lugares santos, la respuesta fue inmediata en todo el mundo cristiano europeo, y cada grupo sería encabezado por sus líderes locales, programando el mes de agosto de 1096 como la fecha en que iniciaría el viaje hacia Constantinopla, en donde se prepararían para iniciar el ataque a los musulmanes teniendo como objetivo final Jerusalén. Se formaron dos tipos de cruzados, los nobles que se organizaron en torno a su líder local, y los del pueblo encabezados por Pedro de Amiens, César Cantú considera, que esta primera cruzada y sobre todo la del pueblo, no fue una expedición regular, con provisiones, dirigida por un jefe, como la pinta el Tasso. En masa la muchedumbre de una ciudad o de una diócesis se ponía en marcha, sin conocer el camino, sin víveres ni recursos, confiando en el Dios que alimentó a los Hebreos en el desierto. Pedro, lleno de fervoroso entusiasmo, precedía a una turba innumerable, que enfermó o se dispersó en el camino; tanto que llegó con muy pocos a Constantinopla; otros fueron sorprendidos y degollados por los Musulmanes (Cantú, 2004, págs. 680 - 681). Si bien hubo muchas batallas cruciales y varias cruzadas en casi 200 años, lo esencial en esta historia es señalar que la primera tuvo éxito, ya que el 15 de julio de 1099 después de un asedio de dos semanas a Jerusalén, las fuerzas cristianas rompieron la pared norte de la ciudad, cerca de la Puerta de Herodes, los gobernantes musulmanes de la ciudad se rindió sin luchar. Sin embargo, a la mañana siguiente, Jerusalén se convirtió en un campo de exterminio, ya que los conquistadores mataron a casi todos los musulmanes en la ciudad e incendiaron una sinagoga en la que habían buscado refugio los Judíos, con la finalidad de “purificar con sangre la ciudad” (Meinhardt, Sep/Oct 2000). Esta conquista originó el Reino latino de Jerusalén, estado cristiano que abarcaba lo que hoy es Israel, parte de Líbano y Jordania, su capital por supuesto, la santa Jerusalén, el dominio cruzado por medio de este reino, duró desde el 15 de julio de 1099 en que tomaron la ciudad Jerusalén, hasta el año 1291 en que los cristianos la perdieron de manera definitiva, hasta la breve invasión inglesa.
Es conveniente resaltar, que quizás el factor determinante de la derrota de los cruzados, la constituyó las luchas internas entre los diferentes grupos que encabezaron las cruzadas, el emperador bizantino Alejo I había pedido la ayuda de occidente en su lucha contra los musulmanes, pero los cruzados acudieron no tanto en su ayuda sino con la intención de recuperar los lugares santos y de paso, aprovecharon para tomar territorios a su favor, por lo que Alejo I debió luchar contra ellos desde el inicio de las cruzadas, en el 1098 aún antes de la toma de Jerusalén, Bohemundo 5 se declaró soberano independiente de Antioquía, pero no fue el único caso ya que los venecianos en el 1122, 1124 y 1126 también iniciaron algún tipo de hostilidades en contra de los bizantinos, en el 1147 los normandos iniciaron ataques también, seguido de múltiples enfrentamientos de monarcas y nobles europeos en contra del reino bizantino, los cuales también mantenían la idea de tomar posiciones de la antigua Roma (Oncken, Hértzberg, & Géiger, 1918, págs. 193, 199, 203), por lo que estas luchas entre cristianos favorecieron a los musulmanes, que no se vieron más beneficiados porque tampoco estaban exentos de sus luchas internas. Algunos historiadores consideran que el dominio de los cruzados en tierra santa duró tan solo hasta el año 1187, cuando la ciudad de Jerusalén fue tomada por el Sultán Saladino I6 , empero no podemos considerar que así sea, ya que el reino latino logró sobrevivir a la toma de la ciudad, permitiendo el reagrupamiento militar y la recuperación posterior de Jerusalén por los cruzados en el 1228, sin embargo la perdieron nuevamente en el 1244, lo que preparo el camino pero la caída definitiva del reino latino, lo que aconteció en el 1291 con la reconquista de Acre7 por los mamelucos8 . Como dato meramente anecdótico, Saladino I es famoso en el mundo judío, ya que Maimónides9 fue su médico de cabecera, lo que demuestra que las diferencias entre árabes y judíos son más recientes.
1 Selyúcida o Selyuquí, importante dinastía turca de Oriente Próximo, que gobernó el oriente musulmán durante los siglos XI y XII. Originalmente eran un clan perteneciente a los uguz, tribu turcomana de Asia central; se convirtieron al islam en el siglo X y se establecieron en la provincia iraní de Jurasán a comienzos del siglo XI. Entre 1040 y 1055, su jefe, Tugrïl Beg, conquistó la mayor parte de la zona del actual Irán e Irak y se convirtió en protector del califa de Bagdad, líder espiritual de los musulmanes suníes (ortodoxos). Tugrïl fue nombrado sultán por el califa y luchó contra los chiitas, que rechazaban la autoridad de éste. Bajo los sucesores de Tugrïl, Alp Arslan y Malik Sha, el Imperio Selyúcida se extendió aún más hacia Siria, Palestina y Anatolia. La victoria de Alp Arslan sobre los bizantinos en la batalla de Mantzikert (1071) alarmó al mundo cristiano, y la agresividad Selyúcida fue una razón importante para lanzar la primera Cruzada. Sin embargo, el principal enemigo de los Selyúcidas era el califato fatimí de Egipto. Fuente: Microsoft Encarta 2008.
2Alejo I Comneno (1048-1118), emperador bizantino (1081-1118). Coronado en un momento en que el Imperio bizantino estaba amenazado por enemigos foráneos en todas sus fronteras, Alejo comenzó su reinado aliándose con los venecianos para resistir a los invasores normandos dirigidos por Roberto Guiscardo en Grecia. En 1091 derrotó a los pechenegos, una tribu turca que realizaba incursiones en el Imperio desde el norte; en el mismo año estabilizó la situación en el este firmando un tratado con los selyúcidas turcos. En 1095 Alejo pidió ayuda al Papa Urbano II para recuperar Anatolia, en manos de los selyúcidas, al mismo tiempo que se producía la llegada de la primera Cruzada, a la cual ayudó activamente.Fuente: Microsoft Encarta 2008.
3 Pedro de Amiens el Ermitaño (c. 1050-1115), apóstol de la primera Cruzada, nativo de Amiens (Francia). Al parecer fue soldado y después se convirtió en ermitaño. En el año 1093 peregrinó a Palestina, aunque no pudo llegar a Jerusalén. Fuente: Microsoft Encarta 2008.
4 Urbano II (c. 1040-1099), papa (1088-1099) que proclamó la primera Cruzada y reclamó la dirección del cristianismo occidental. Odo de Lagery nació en Francia, estudió en Reims e ingresó en el monasterio benedictino de Cluny, del que fue prior desde 1073. En 1079-1080 el papa Gregorio VII le nombró obispo cardenal de Ostia y de 1084 a 1085 fue delegado del pontífice en Alemania. Elegido para suceder a Gregorio, se convirtió en el primer papa cluniacense. Fuente: Microsoft Encarta 2008.
5 Bohemundo I (c. 1057-1111), príncipe de Antioquía (1098-1104), fundador del Estado latino de Oriente conocido como principado de Antioquía. Hijo mayor de Roberto Guiscardo, duque normando de Apulia, Calabria y Sicilia, desde 1081 hasta 1085 dirigió las campañas emprendidas por su padre contra el emperador bizantino Alejo I Comneno en Macedonia y Tesalia. Tras el fallecimiento de Roberto Guiscardo (1085), sus dominios fueron repartidos entre Bohemundo y el hermano de éste. Bohemundo se unió, en 1095, a la primera Cruzada para ampliar sus posesiones. Fuente: Microsoft Encarta 2008.
6 Saladino I (1138-1193), sultán de Egipto (1171-1193) y de Siria (1174-1193), que reconquistó Jerusalén de manos de los cruzados. Nacido en Tikrīt (en el actual Irak), Saladino, según se le conoce en Occidente, era de origen kurdo (su nombre árabe era Salah al-Din Yusuf). Fuente: Microsoft Encarta 2008.
7 Acre (Israel) o Akko (en árabe, Akka), ciudad portuaria del norte de Israel, situada a orillas del mar Mediterráneo, en las proximidades de la bahía de Haifa. Es una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo. Fue fundada antes del año 1500 a.C., ya que las primeras noticias de su existencia datan del reinado del faraón Tutmosis III (1504 a.C.-1450 a.C.). Fuente: Microsoft Encarta 2008.
8 Mamelucos, soldados esclavos convertidos al islam y que consiguieron altos cargos militares en Egipto. De esta casta surgieron dos dinastías de regentes, los Bahríes (1250-1382), formada por turcos y mongoles, y los Buryíes (1382-1517), formada por circasianos (procedentes del Cáucaso). Los nombres Bahrí y Buryí se derivan de los lugares en los cuales habían estado acuarteladas las tropas que se hicieron con el poder. El advenimiento de la dinastía Bahrí en 1250 inició una línea sucesoria que trajo consigo ganancias territoriales y gran prosperidad a Egipto. Fuente: Microsoft Encarta 2008.
9 Maimónides (1135-1204), filósofo, matemático y físico hispanojudío. Nacido en Córdoba, fue también conocido como Rambam (por las iniciales de su verdadero nombre, Rabí Mosheh ben Maimon). Tras ser conquistada Córdoba, en 1148, por los almohades, que impusieron las leyes del islam tanto a cristianos como a judíos, la familia de Maimónides decidió exiliarse. Después de errar durante años, se establecieron en Egipto. Allí Maimónides llegó a ser rabino principal de El Cairo y médico de Saladino I, sultán de Egipto y Siria. Fuente: Microsoft Encarta 2008.