Elementos de superficie
La superficie de los muros universitarios de la UPN, tiene una serie de cualidades y efectos a valorar. Se pueden analizar por un lado los muros y por otro sus aberturas: los vanos y ventanas.
La superficie de un muro promueve un tipo de expresión formal. En el caso de la UPN su material constructivo también cumple la función de acabado, de un buen acabado de calidad.
Muros: Textura y color
Todas las superficies externas de la UPN son de adocreto, es decir el edificio completo ha sido cincelado a mano, una tarea titánica, para poder lucir necesita de un adecuado entrenamiento y supervisión de las manos artesanales que lo realizaron, cientos de manos, un mal martelinado crearía disparidad en el muro, huecos o imperfecciones, un adecuado cincelado consigue resaltar la pedacería de mármol dejando una superficie uniforme. Ver ilustración del proceso manual.
La superficie de la UPN posee una textura rugosa que se capta a simple vista y al tacto, sin ser muy áspera, por lo cual permite la cercanía, a diferencia de roca filosa que corte, friccione o pueda desgarrar la ropa, el adocreto por tener una superficie plana da mayor confianza y los usuarios pueden sentarse en los muretes o incluso en las escaleras. Esto incrementa su factor de habitabilidad.
Con el chapetón se cubre por un lado el tener ubicada la construcción del hormigón armado y se le da un acabado más fino al rastro de la varilla, estas marcas redondas contribuyen a una secuencia y un ritmo y se rompe la linealidad de los muros.
La grava de mármol blanco fue estandarizada en su tamaño para hacerla visible en una proporción constante, además de aclarar o blanquear visualmente el gris tradicional del cemento, refleja un poco más de luz, ofreciendo más luminosidad al muro sin crear reflejos o destellos. El muro no requiere de ningún recubrimiento ni pintura, por años ha tenido una excelente conservación, solo la humedad y la contaminación con el paso del tiempo llegan a “ensuciarlo”, pero por lo regular es una superficie que siempre aparece limpia, o como diría el propio Teodoro González “ se mancha bien, como las piedras”, como las pirámides.
En las tesis de 1913-1914 del texto Principles of Architectural History, Paul Frankl esboza una historia espacial de la arquitectura donde establece entre sus categorías la “forma visible” y señala “ La impresión visual, la imagen producida por diferencias de luz y color es fundamental en nuestra percepción de un edificio…Una vez que hemos interpretado la imagen óptica dentro de una concepción espacial, delimitada por una masa, leemos su propósito desde una forma espacial” Vidler (1999, p. 103)
La superficie tiene un color neutro con una gama de tono afín al contexto natural. No es un color ostentoso, al contrario, es un excelente fondo para tomar fotografías y retratos.
Es armonioso el contraste entre el color de la jacaranda y el gris de las paredes cinceladas de cemento marmoleado, y con ello se incrementa su presencia pictórica.
La superficie dura y texturizada, neutra y monumental permite distinguir el movimiento de objetos y personas sin dar una impresión abigarrada, a lo lejos son como pequeñas manchas de color, como una pintura impresionista cuyo fondo las une o las integra a lo lejos, de cerca los muros forman un fondo de cuadro distintivo.
La UPN a la vez de ser una obra de arte es un gran marco para las esculturas de las exposiciones en exteriores. La escultura al exterior necesita ser de dimensiones monumentales o grandes para no perderse visualmente.
Hay una segunda capa de muros remetidos, en relación al muro de adocreto, y no compiten con su imagen visual y volumétrica, estos muros se ligan con los espacios del interior del edificio, como el acceso a las aulas; se distinguen por antecederles siempre un pasillo, abierto o cerrado , además son muros pintados de acuerdo al nivel de edificio donde se encuentran, los de la planta baja son rojos, los del segundo piso amarillos, los del tercer piso son azules y los del último y cuarto piso son blancos y no se ven desde el exterior, el muro y el techo comparten la misma textura y color. La textura también es rugosa por recibir un acabado. También su distinción es funcional, el nivel rojo corresponde a las áreas de servicios de la planta baja para un rápido y fácil acceso, en los niveles amarillo y azul se encuentran de manera preponderante las aulas, y el último nivel es reservado a los cubículos de los profesores – investigadores. En la UPN los colores contribuyen a la ubicación de los alumnos y usuarios, situación que se pierde cuando todos los niveles son del mismo color, como sucede en la mayoría de los edificios escolares.
Vanos: accesos, puertas y ventanas
El segundo aspecto de la superficie está referido a los vanos y ventanas. El cerramiento vertical es “la envolvente exterior que delimita la extensión del espacio interior que se diseña arquitectónicamente…El cerramiento está formado por paños ciegos en los que se abren vanos (o huecos) según las necesidades de vinculación interior-exterior que se establezcan”… el cerramiento vertical constituye la fachada de las edificaciones transformándose en identidad de las mismas, principalmente cuando estamos en un enclave urbano donde prácticamente constituye el único elemento que podemos apreciar desde el exterior. ..También es cerramiento la fachada interior recayente a patios.” (Palaia L. , 2008.b)
Como se ha señalado para entrar al interior de los edificios de la UPN se requiere el acceso a través de la calle peatonal. Los pórticos de acceso de la periferia a la calle peatonal y al espacio claustral se develan en el apartado de la estructura y el espacio.
Los accesos a las zonas de gobierno y biblioteca están en la planta baja y se encuentran señalizados por vanos y remetimientos claros e indicativos. Los vanos son cortes al ras del muro, de figura rectangular y como característica propia del funcionalismo, no tienen ningún tipo de ornamento o cornisa. La entrada es por puertas de cristal.
Para el arquitecto Ching los elementos verticales son muy útiles “controlan la continuidad visual y espacial entre el entorno exterior y el interior de una construcción”, actúan como si fueran un filtro mixto de aire, luz y ruido. (Ching, 2002, pág. 135)
A los espacios privados se accede directamente mediante puertas de escala humana, a los siguientes niveles superiores el acceso es mediante escaleras estructuralmente marcadas y la circulación es a través de pasillos.
Otros accesos de la planta baja están también claramente indicados mediante puertas de color blanco contrastando con el rojo color de los muros. Los colores de estos muros no compiten con el muro de adocreto, por estar remetidos, les antecede un pasillo que los oculta de la visual general.
Otro aspecto relevante son los vanos creados para el acceso a las escaleras. Son entradas llanas, igual como recorte del muro, claramente identificables en su función, y facilitan su ubicación, por estar centradas en sus muros.
Otro importante vano en la fachada se da a través de bandas longitudinales, en las fachadas que dan a la calle peatonal, son bandas libres, generan espacios abiertos de luz y aire para los pasillos, y remeten los muros cerrados de los salones, corren de manera paralela y continua a lo largo principalmente del segundo y tercer piso de los volúmenes paralelos longitudinales, enfatizando su horizontalidad y monumentalidad. Contribuyen a las líneas de fuga visual de la estructura espacial.
Ventanas
En relación a las ventanas, en la UPN los arquitectos manejaron de manera predominante tres tipos, la ventana vertical, angosta, primordialmente se ubican en la planta baja, las ventanas en banda, se ubican en primeros, segundos y terceros pisos y las ventanas remetidas en C o ventanas en grapa, están en el último piso superior. Obedecen a tres órdenes diferentes, las primeras se asemejan al estilo románico, las de banda son típicas del funcionalismo de Le Corbusier y las terceras citan los nichos en pirámides del estilo prehispánico, particularmente de las zonas del Tajín y Yohualichan.
Según De Anda “Las fachadas son muros calados por ventanas en banda en sus primeros niveles, rematados con ventanas cuadradas abocinadas en el nivel superior” (DeAnda, 1996, pág. 10)
Le Corbusier es el primero en usar las ventanas longitudinales al construir la Villa Savoye, hoy convertida en museo, la ventana longitudinal es uno de sus principios : “Al perder el muro su función sustentante pueden diseñarse ventanas alargadas que iluminan más y no restan espacio.” (s/a, Arquitectura y urbanismo del siglo XX, 2013)
Ventanales en banda de la UPN
Las ventanas en banda están retiradas respecto del muro perimetral, lo cual ayuda a crear un microclima y evita la entrada directa de la luz en los salones, apoyando el ambiente de iluminación natural adecuado para las clases. Además se cuidó que las ventanas no fueran de cristal reflejante sino translúcido, uniformizan la entrada de luz.
La ubicación de las ventanas en las fachadas externas da siempre al espacio abierto y vegetal, lo cual trae serenidad al ambiente escolar, del lado de las fachadas internas, los muros de los salones dan al pasillo y tienen los muros de tabique blanco, de esta manera se evita la distracción visual causada por el tránsito en los pasillos. Al estar bien iluminados y sin distractores González crea un espacio arquitectónico para promover el estudio, realmente está diseñado para el ámbito escolar.
Los ventanales en banda van a indicar un espacio interior largo, amplio y colectivo. Además todos los salones tienen muros ciegos hacia el pasillo, de esta manera se evitan las distracciones del paso de la gente, la entrada oblicua contribuye a este control pues incluye la disminución de los ruidos y la vista directa de los pasillos. Del lado opuesto al pasillo los muros tienen los ventanales en banda y permiten iluminación natural indirecta que se distribuye de forma homogénea, las vistas son ajardinadas, por ello ofrecen un descanso a la vista.
Ventanas nichos
Como intención arquitectónica a Abraham Zabludovsky y a González de León les interesa que la composición permitiera indicar la compartimentación de los espacios interiores. Cada ventana nicho indica un cubículo de uso particular, todos los espacios para los profesores se planearon para este último nivel. Es parte del estilo internacional contemporáneo a los arquitectos, el incluir en el diseño rasgos locales, la función del espacio es dictada por su diseño, sin olvidar el aspecto estético, sin rayar en la ornamentación.
El cuarto nivel de los edificios está destinado a la ocupación de docentes e investigadores, el diseño se orienta para funcionar con compartimientos individuales para facilitar al docente realizar sus trabajos intelectuales, como los de planeación, preparar cátedras e investigar; la solución encontrada son cubículos individuales y el exterior debía “anunciarlos”, un exterior que permitiera la entrada de luz; los arquitectos encuentran una solución funcional y estética: las ventanas en forma de C o grapa:
“A finales de los sesenta, González de León encuentra otra manera de concebir la estructura de los edificios a partir del elemento denominado “grapa” –elemento mural en forma de C-, que provoca el remetimiento del vidrio de la ventana para protección solar” (DeAnda, 1996, pág. 7)
Las ventanas rectangulares, individuales, con sus marcos, sin cornisas ni ornamentos, en colocación sucesiva, cumple un criterio funcional y el estético, le dan a las fachadas de la universidad un ritmo más ágil y ligero, pero van más allá en su solución formal, adquieren la forma de nichos, de esta manera se hace una alusión a un elemento arquitectónico histórico de origen prehispánico: los nichos de la pirámide del Tajín, nichos que tienen una clara alusión al paso de la luz, tienen una función de sabiduría, claramente fueron construidos con conocimiento matemático astronómico, cubren una función calendárica y a su vez permitieron el estudio del tránsito de la luz diurna.
Cuando González de León expresa algunos elementos característicos de la arquitectura mexicana contemporánea, resalta que sus contenidos no son como un cartabón para aplicar como receta, sino más bien deben ser una influencia cultural para tamizar el programa arquitectónico.
En la Universidad Pedagógica causa un placer estético observar los impresiones de la luz diurna sobre estas ventanas-nichos, según la intensidad y la orientación de la luz causan un efecto de sombra triangular moviéndose sobre la superficie pétrea conforme pasa el tiempo.
La ventana en C cumple perfectamente ambos aspectos funcionales de compartición y de estética prehispanista. Son cientos de nichos, de manera similar a la arquitectura mexicana prehispánica presente en el Tajín. Anuncian el trabajo individual intelectual de la comunidad académica, de cientos de profesores.
En síntesis se puede atribuir que los diferentes niveles de los edificios van citando tres tipos de órdenes arquitectónicas en relación al tipo de ventanas: el orden románico con las pequeñas ventanas verticales, ubicadas en planta baja, el orden del estilo funcionalista con los ventanales en banda situados en segundos y terceros niveles y el orden del estilo prehispánico con las ventanas en nicho, situados en el nivel superior.