VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

Victorina María Reyes Salas (CV)

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Arquitectura perdurable

En el siglo XI la iglesia constructora busca una arquitectura que muestre una imagen de perdurabilidad como reflejo del mismo carácter asentado en lo divino y la religión en su pretensión eterna, lo consigue con el uso de materiales duraderos como la piedra, asentándola de manera fija mediante la técnica constructiva del sillar 1. En contraste con  algunas tendencias contemporáneas en pro de una arquitectura efímera.
Material constructivo de la UPN
El material constructivo de la UPN es perdurable física y visualmente, con la ventaja de requerir muy poco mantenimiento, se trata del  adocreto, creado por Teodoro González de León, por esta causa a veces se le ha llamado teodocreto. El  adocreto es una mezcla de concreto con grano de mármol, una vez endurecido es cincelado a mano. Es un material de imagen dura y texturizada. El concreto le interesaba a González de León por su fuerte textura y por su contribución al efecto de masividad la epidermis de la piel debe ser dura y cerrada:
“La necesidad de símbolos de firmeza, durabilidad y constancia…fue materializada…” en gran medida su arquitectura “se apoya en la materialidad lograda con el concreto, donde por medio de esta estructura total se defiende la idea de continuidad absoluta. El concreto cincelado sirvió para representar al mismo tiempo la idea de solidez, producir una imagen de unidad y dar valor al trabajo casi artesanal realizado con calidad exportable” (Adriá, 2003, pág. 9)
El uso del concreto es una aportación científica y tecnológica llevada al campo de la construcción, en arquitectura se extiende su uso y puede decirse que se universaliza a partir del estilo internacional:
La industria de la construcción va a aportar el uso del acero, del concreto, del hormigón armado, de los paneles prefabricados, el uso masivo del vidrio y cristal, así como nuevos sistemas constructivos, herramientas y maquinarias, como grúas, trascabos, etcétera, que van a dimensionar y facilitar las posibilidades de composición arquitectónica.
Con el estilo internacional  se evoca un aspecto ligero, se gana altura, los espacios interiores se amplían, se innova con construcciones en voladizo y se emplean muros o fachadas transparentes por el acristalamiento.
Derivado de estos materiales y por el uso intensivo del hormigón armado  se hace referencia al estilo del “brutalismo”, incluso en algunos textos se le atribuye a Teodoro González de León  y a Zabludovsky, pertenecer a la corriente del brutalismo 2 derivada del estilo internacional; su aplicación sería tardía para denotar las características de la UPN, pero como parte del lenguaje internacional es este uso del hormigón armado, aunado a otros materiales de construcción brutalista como pueden ser ladrillos, cristal, acero, piedra áspera.
Si bien el adocreto como material constructivo es una constante del lenguaje expresivo de González y Zabludovsky, se aúna al sistema de construcción empleado: juntas constructivas y chapetones, estos factores se inscriben nuevamente como parte del estilo internacional con un manejo particularizado de su lenguaje expresivo.
Cuando el propio Teodoro González hace mención del brutalismo, lo señala más bien como una técnica “Colados de cemento: se realizaban con una textura burda, especificando el tipo de madera sin labrar a usar en la cimbra, acabado que Le Corbusier denominó “concreto bruto”. El concreto aparente con tales características” adquiere una monumentalidad sobrecogedora y una agresividad semejante a la que posee la pintura expresionista abstracta e informalista de la última década” (González, 1996 p.58)  Una técnica pronto abandonada por el arquitecto González por no satisfacerle su acabado.
Una preocupación social y constructiva proveniente de la influencia del funcionalismo, es la atención a que la obra no requiriera un constante mantenimiento de sus fachadas, Juan O´Gorman con la construcción de la biblioteca central lo resuelve mediante el uso de múltiples piedras de color natural, el funcionalismo lecorbusiano lo soluciona mediante el empleo del cemento liso, Teodoro González crea su propio material constructivo permanente, el adocreto.
Según De Anda, por influencia de Le Corbusier, Teodoro González “encuentra en el concreto aparente el material que le permite la expresión formal que buscaba, sin embargo sus primeras experiencias en la aplicación del concreto liso aparente lo habían puesto  frente a una serie de dificultades y requerimientos para la obtención de buenos acabados”
Como se ha visto el concreto le interesaba a González de León por su fuerte textura y porque contribuía al efecto de masividad, en las fachadas del IMSS de Toluca se hicieron algunos agregados de mármol en la superficie terminada, tras largos años de experimentación los arquitectos González y Zabludovsky sustituyeron los agregados normales del concreto por grava de mármol blanco y arena rosa,  los problemas del concreto liso se resolvían con un cincelado profundo en esta nueva mezcla, para exponer los granos de mármol, ofreciendo una textura rugosa. El cincelado debía ser un trabajo cuidadoso, artesanal, para poder producir una superficie uniforme.
Con este nuevo material se realizaron las obras posteriores, con  tezontle rojo molido y agregado a la arena se consigue la coloración natural rojiza que se aplica en 1996 para las fachadas de Banamex.
El “Teodocreto” en vez de arena de tezontle utiliza arena de mármol blanco y logra un cambio a un expresivo concreto blanco. Es el que se utiliza en la construcción de la UPN, por lo que va a recibir el sobrenombre de “elefante blanco”.
Según De Anda con el adocreto como material constructivo y como superficie de terminación se aclara el vocabulario de materiales que caracterizará la producción arquitectónica de González:
“Para González de León, el concreto cincelado con grano de mármol no es un acabado, es un sistema constructivo que soporta el tiempo, no requiere prácticamente mantenimiento, le permite utilizar mano de obra no calificada, realizar reparaciones y resanes sin que se noten y, lo más importante, supera la apagada  apariencia del concreto normal con una expresiva y cálida textura artesanal, producto de un cincelado manual de los canteros de San Salvador el Seco, Puebla, quienes con el maestro Pancho López al frente, cincelaron por cerca de veinticinco años los edificios más importantes de González de León.” (DeAnda, 1996, pág. 454)
El adocreto en la explicación del propio Teodoro González de León está ligado a la creación de un lenguaje arquitectónico personal:
“El uso reiterado del concreto cincelado en mi obra, con distintos tipos de agregados (que, entre paréntesis, ofrecen una gama nada limitada: beige, gris, rosa, rojo, blanco), tiene varias explicaciones: la primera es que, como con cualquier material, aprender a manejarlo es un proceso lento y exige reiteradas pruebas y errores; la segunda es que ese proceso de aprendizaje va hermanado al penoso encuentro de un lenguaje personal. Creo que apenas he aprendido a moldearlo para que exprese la tectonicidad de la obra, que es algo que me interesa profundamente. La tercera tiene que ver con las afinidades subjetivas que se refieren a su textura, a su aspereza, al contacto que yo encuentro tiene con la naturaleza. (González, 1994, pág. 25)
Teodoro González expresa la afinidad entre el adocreto y  la piedra como material del románico:
“Igual que las piedras naturales se llevan con la vegetación, a fin de cuentas el concreto es una piedra hecha con las mismas materias con las que están hechas las piedras, sólo que está fabricada por el hombre.” (González, 1994, p.25)
La condición de perdurabilidad del material la expresa González de León de esta manera:
“El uso del concreto cincelado tiene además  la finalidad de proveer al edificio de una piel dura, que le permite envejecer bien. La arquitectura está a la intemperie, esa es su condición. Debemos crear las condiciones para que resista las inclemencias de la intemperie. El concreto envejece bien, se mancha bien, como las piedras….Se ve espléndido.” (González, 1994, pág.25)
Como herencia de los principios del funcionalismo de Le Corbusier, a González le interesa que la obra exprese cómo ha sido construida y manifestar la densidad de los materiales utilizados. El sistema constructivo empleado en la UPN para los muros de adocreto responde a una tecnología moderna, obedece a un sistema de hormigón armado, pero González lo configura con líneas marcando sus juntas constructivas, para que esa imagen sirva como las marcas de la sillería, para él son los nuevos sillares de la arquitectura contemporánea.
Comparar la sillería románica de las ilustraciones 127 y 128 con las siguientes ilustraciones  de arquitectura donde se simulan las líneas horizontales de la sillería.
Por otra parte este lenguaje material con el adocreto necesitó un procedimiento y una técnica constructiva específica, González y Zabludovsky ya venían trabajando con el hormigón armado en su proyecto ejecutivo, pero su material
“demandó un estricto despiece de los tableros del cimbrado  con la localización precisa de los chapetones separadores de la cimbre, que fueron fabricados en la mayoría de los casos en madera de pino torneada, y excepcionalmente en metal. También requirió la localización de la junta de colados, resueltos en bruñas de 5 cm de altura por profundidad de 2 cm, en promedio. Existe una serie de croquis de González de León del detalle del chapetón que, una vez definido y dibujado, aparece en todos los proyectos a la fecha.” De Anda
Perdurabilidad de la UPN
La universidad, en su concepción educativa, en sus funciones, debe perdurar en el tiempo; es una de las pocas instituciones de origen feudal existentes hasta nuestros días, es decir ha perdurado funcionando durante varios siglos. Una de las primeras universidades fundadas en el mundo, la de Bolonia Siglo XII, ha sido a fin de mileno sede para proyectar la Educación Superior del siglo XXI en Europa, su edificio ha permanecido. El material constructivo de la UPN a semejanza del material del siglo XI en edificios que aún podemos contemplar, está diseñado con la intención de perdurar a través de los tiempos, no solo como arquitectura sino como institución.

1 “el material esencial será la piedra, cortada en muchas ocasiones en sillares regulares. De cualquier forma, dependiendo del lugar, predominará el uso de uno u otro material: en la zona de influencia francesa y lombarda la piedra labrada e irregular, de cantería o bien el simple mampuesto (más barato y rápido); en el Tirreno el mármol, al menos para los paramentos externos (Pisa); en las zonas de influencia musulmana o bizantina, abundará el ladrillo.” (s/a, Arquitectura románica, 2011)

2 Esta corriente recibe este nombre por el uso declarado del hormigón armado “en bruto”, en wikipedia se dice que el brutalismo surge del movimiento moderno con auge entre los cincuentas y  los setentas, originado del término francés “betónbrut” u hormigón crudo , después pasó al término “brutalism” en inglés y de ahí al español, con el término brutalismo se identifica a la obra de Alison, de Peter Smithson y la de Mier van der Rhoe, los edificios brutalistas tienden formalmente a geometrías angulares repetitivas, la textura del hormigón puede ser completamente lisa o tener la marca que dejan las maderas de la cimbra o incluso tener una apariencia áspera. También existe una  tendencia brasileña conocida como Escuela Paulista Brutalista desempeñada entre 1953 y 1973.