APORTACIÓN AL INICIO DE UNA EXPERIENCIA DE DESARROLLO SOCIO-ECONÓMICO; BASADA EN LOS PRINCIPIOS COOPERATIVOS, EN UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO DE YUCATÁN. EL CASO DE TELCHAC PUEBLO

APORTACIÓN AL INICIO DE UNA EXPERIENCIA DE DESARROLLO SOCIO-ECONÓMICO; BASADA EN LOS PRINCIPIOS COOPERATIVOS, EN UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO DE YUCATÁN. EL CASO DE TELCHAC PUEBLO

Gustavo Barredo (CV)

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Introducción y exposición de motivos

INTRODUCCIÓN Y MOTIVACIÓN.

Al inicio del nuevo milenio, asistimos al espectáculo cotidiano de un mundo deshumanizante, en el que la economía presenta realidades contrastantes. Por un lado, empresas de la nueva economía tienen valores calculados en millones de dólares, y por otro lado, seres humanos que no poseen lo mínimo necesario para subsistir. Cada vez se deteriora más el poder adquisitivo de la clase socioeconómica más vulnerable, y se desvanece la oportunidad de acceder a una fuente de trabajo que permita vivir con dignidad.

Se debe tener sensibilidad humana hacia la pobreza y explotación de hombres y mujeres de nuestro tiempo. Se debe tener sensibilidad a las urgencias de los otros (especialmente los que más sufren, los más débiles, los más desprotegidos). Se debe cuestionar con valentía nuestra participación “activa” en donde lo que está en juego es la dignidad de hombres y mujeres, muchas veces sin voz, que sufren el flagelo de la pobreza; pero por si esto fuera poco, además el de la “exclusión.”

Es indispensable encarar el reto de la responsabilidad social con audacia, integridad e inteligencia. Con una conciencia solidaria que invite a tomar una opción fundamental de vida. Esta verdadera conciencia social, no puede quedarse en lo abstracto; sino que tiene que traducirse en una necesidad de cambiar las estructuras desde el corazón mismo del hombre.

Hablar de “pobreza” significa pasar por una gama de matices y clasificaciones cuantitativas que poco tienen que ver con la realidad. Por otro lado persuade la existencia de una desigualdad social grande y creciente entre seres humanos cuya primera manifestación se mira en torno a la pobreza económica, pero esta es sólo un componente de un problema mucho más profundo.

Un concepto más sistémico de pobreza, sobre todo para los términos que se desarrollarán en este estudio es, según Arzate el que entiende a la pobreza como un “sistema social de vulnerabilidad” (Arzate, 2004: 413).

En México, con base en la “Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los hogares” (ENIGH) realizada por el “Instituto Nacional de Estadística e Informática” (INEGI) se habló en 2004 de que por primera vez en la historia, la pobreza alcanzaba a menos del 50% de los mexicanos, se determinó a 49 millones de pobres en el país; es decir, el 47% de los mexicanos. Sin embargo, el gobierno presumió de su política social acertada y levantó un censo especial para 2005. En este, se encontró lo siguiente: La pobreza se había incrementado de  manera sustancial especialmente en la población rural; en pocas palabras, las cifras señalan un aumento en el número de personas que viven en condiciones de pobreza a nivel nacional.

La medición de la pobreza, presenta en sí, una problemática. La metodología clasifica la pobreza en tres categorías:

Alimentaria. También se conoce como pobreza extrema, es la que  no tiene un ingreso suficiente para tener una alimentación indispensable.

Capacidades. Es la que no tiene un ingreso suficiente para realizar una inversión indispensable en salud y educación.

Patrimonial. Es la que no tiene un ingreso suficiente para realizar una inversión indispensable en vivienda, vestido, calzado y transporte.

También hay que considerar el extremo de la pobreza denominada “Indigencia” que se encuentra en los lugares más inaccesibles; esto hace que sea especialmente difícil registrarla, esto debido a que no es sencillo mantener una conversación con las personas que viven en estas condiciones (Arzate, 2004: 344). No pueden mantener una conversación fluida, esto debido al idioma, o por daños neurológicos dados por diversas razones, entre ellas, la avanzada desnutrición.

Se estima; con datos de 2005, una población total de 103`263,388 de mexicanos, de los cuales existen 49 millones de pobres, 38.8% de ellos viven sin poder tener la alimentación mínima indispensable; es decir pertenece al grupo de pobreza alimentaria. Un 13.7 % pertenece al grupo de pobreza de capacidades; y un 47.5% al grupo de pobreza patrimonial (Head, 2007: 41). México ha incrementado en 5 millones su número de pobres entre 2006 y 2008, llegando a más de 50 millones (CEPAL, 2010).

En Yucatán, con datos de 2005, se estima una población total de 1`818,948 de habitantes, de los cuales 18.1% se encuentra en pobreza alimentaria, 26.2% en pobreza de capacidades y 51.7% de pobreza patrimonial (Verduzco, 2009: 7).

Para principios de 2010, según datos de la CEPAL, la pobreza extrema creció en 800,000 personas en México y Centroamérica, en toda América Latina se estiman 180 millones de personas en pobreza frente a 180 millones en 2008.

Ante todo esto, ¿Qué papel juega una Universidad? Hoy más que nunca resuena la pregunta de Ignacio Ellacuría ¿Es posible otro tipo de Universidad? ¿Cómo puede integrar la Universidad sus tareas medulares y los valores que la fundamentan, con la necesidad de hacer una contribución, del tipo que fuera, para lograr una mayor justicia en un contexto en donde la mayoría de la gente está sufriendo profundamente, dada la falta de respeto a los derechos humanos? (Ellacuría, 1999).

Para poder contestar esa pregunta, lo primero será entender que el objetivo central de esta investigación es la realidad concreta; donde la perspectiva de los pobres es esencial para la compresión rigurosa de la realidad. Sin embargo el fundamento epistemológico de este trabajo es que “para comprender lo real, uno debe buscar qué es lo posible, dados los condicionamientos de lo actual”. Conocer es aprender lo real, pero lo real no es idéntico a lo actual, puesto que pueden desarrollarse las posibilidades. Lo real abarca lo posible y lo actual (Lacey, 2000).

De igual importancia resulta un juicio moral adecuado para la búsqueda de determinadas opciones que busquen ahondar las posibilidades liberadoras. El juicio moral impulsa a la búsqueda del entendimiento de la realidad social, cuyos resultados deben dar forma a los proyectos liberadores a emprender.

Ciertamente en todo proyecto social, siempre se encuentra latente la posibilidad de fracaso y por lo tanto desmotivación. A menudo pedimos las probabilidades de éxito para después evaluar la posibilidad de compromiso; esto resulta un planteamiento erróneo, ya que una probabilidad razonable de éxito no puede anticiparse si se toma como algo independiente al compromiso. Ciertamente como afirma Ellacuría (1999) “Lo que es, no puede derivarse de lo que es bueno o debiera ser”. Sin embargo resulta muy difícil encontrar éxito en “la tarea, difícil pero apasionante, de elevar la suerte de todo hombre y de todos los hombres” (Wojtyla, 1987) sin un auténtico compromiso moral.

PRESENTACIÓN Y DELIMITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.

El objetivo de este trabajo es el de investigar qué es lo que las experiencias de desarrollo, tanto de Mondragón como de las “AMAP” (Asociación para el Mantenimiento de una Agricultura Campesina) en el País Vasco Francés, puede aportar a la experiencia de construcción del desarrollo territorial del Estado de Yucatán en México, partiendo del trabajo de campo específico en la comunidad de Telchac Pueblo, así como de la animación de una propuesta de formación, acompañamiento e intervención de un grupo social (como grupo piloto) para iniciar una experiencia de construcción de su propio modelo de desarrollo.

Se escogió la experiencia de Mondragón, en el País Vasco del sur perteneciente al Estado español, por considerarla un modelo mundial de crecimiento y desarrollo económico endógeno pero con sentido y carga humanista, teniendo siempre al hombre como eje de dicho crecimiento, fraguada en valores que forjan el carácter de la comunidad y de las personas, hombres y mujeres que participan en el proyecto como arquitectos de su propio destino.

Por otro lado, la experiencia de las “AMAP” (Asociación para el Mantenimiento de una Agricultura Campesina) en País Vasco del norte (Francia), será fuente importante de investigación de técnicas tanto de organización como de comercialización de productos del campo. Se  escogió esta  experiencia  por ser muy apegada  a  la  vocación económica del Yucatán actual, donde el campo sigue siendo el único sustento de muchas familias campesinas, aunque estas viven actualmente en situación de pobreza. Se considera que con una adecuada organización social es posible poner las condiciones para el inicio de una experiencia de desarrollo.

En cuanto a la selección de la comunidad se tomó en cuenta su rasgo indígena (maya) que sufre las secuelas de la pobreza henequenera (corrupción y explotación). Sin embargo, es una comunidad estable en términos políticos y de inmigración, lo que permite la posibilidad de tener una mayor consistencia y continuidad en el proyecto emprendido.

Este estudio se abordará de una forma cualitativa, en cuanto que se parte de la idea de que la propia realidad social es producto de una representación, y aunque como afirma Recasens “dichas representaciones, que constituyen los hechos sociales, aunque se hayan formado por aportaciones de individuos, al combinarse estas, forman un producto nuevo, con dimensiones y cualidades que no hallamos en los pensamientos individuales, y que son tan solo explicables como resultado de la estructura social. Es decir, en el producto o resultado de esas aportaciones humanas, no hay una mera suma, sino algo cualitativamente nuevo” (Recacsens, 1995: 208).

Por otro lado, como afirma Bertalanffy, “salvo por la necesidad inmediata de las satisfacciones biológicas, el hombre vive en un mundo, no de cosas sino de símbolos… (Este simbolismo) es reconocido como criterio único del hombre… La ciencia social se las ve con seres humanos en el universo de cultura creada por ellos. El universo cultural es ante todo un universo simbólico” (Bertalanffy, 1998: 206,226).

Se realizará también un estudio cuantitativo, transversal, cuyo instrumento será una “encuesta” por muestreo de conglomerados con selección proporcional al tamaño, que considera como unidad de análisis a la vivienda y como unidad de observación a los hogares existentes en las viviendas seleccionadas.

ESTRUCTURA DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN.

En el capítulo 2, “Contexto de la realidad social de Telchac Pueblo” se tendrá como objetivo describir la situación actual de Telchac Pueblo, tomando algunas características que lo definen, así como el de conocer el devenir histórico de la propia comunidad. De igual forma se tendrá como objetivo el poder explicar, a través de principios organizadores de su sistema social, su estructura interna y su relación con el entorno.

El capítulo 3, “Teorías del desarrollo (Endógeno, local, territorial)”, tendrá como objetivo iniciar la construcción de un modelo conceptual centrado en discusiones sobre el desarrollo en sus diferentes acepciones y matices, de tal forma que nos aproxime a la conceptualización de las características, estrategias y dimensiones que debe tener dicho modelo, siendo ad hoc a las características de la comunidad en estudio.

En el capítulo 4, “Modelos de financiamiento e intercooperación financiera y económica”, se destaca la importancia de la innovación como papel determinante para el proceso de desarrollo comunitario, de la misma forma que el estudio de mejores prácticas como el caso de las “AMAP” (Asociación para el Mantenimiento de una Agricultura Campesina) sirven de inspiración para un estudio más profundo de realidades que posibilitan un desarrollo comunitario más equitativo.

El capítulo 5, “Modelo Mondragón”, se toma el ejemplo de un tejido de empresas sociales individuales. Se estudia la esencia de una empresa social, valores corporativos, su estructura, su forma de organización y modelo de Gestión, respetando siempre los principios cooperativos como centro de actuación.

El capítulo 6, “Metodología”, plantea las estrategias, técnicas y herramientas que se realizarán en el transcurso de la investigación, tanto en el trabajo de terreno, como en la propuesta de intervención con el grupo piloto dentro de la comunidad de Telchac. De la misma manera, se proponen 3 dimensiones (3 bucles) como metodología para la construcción del conocimiento comunitario.

El capítulo 7, “Aportaciones conceptuales y metodológicas”, plantea la necesidad de una re- conceptualización de la metodología, para construir un método de investigación Ad Hoc a los elementos considerados en el armazón conceptual que sustentan, tanto la construcción de las hipótesis de la investigación como su verificación en el terreno.

En el capítulo 8, “Validación de la información y Obtención de hallazgos de la investigación”, el enfoque central será el trabajo de terreno, donde se centrarán los esfuerzos de la investigación en encontrar los principios organizadores del sistema social de la comunidad de Telchac Pueblo, de forma que identificándolos, diferenciándolos, relacionándolos entre ellos y con su entorno, lleguemos a una explicación, al menos en principio de dicho sistema de vulnerabilidad social.

En el capítulo 9, “Propuesta de intervención”, se contrastarán a través del grupo experimental los principios organizadores planteados como hipótesis, elaborando tanto un sistema explicativo, como un sistema predictivo que permita elaborar una serie de preconizaciones y aportaciones para lograr la transformación de un sistema de vulnerabilidad a un sistema fortalecido desde adentro y encaminado hacia una estrategia de desarrollo humano comunitario. Se dejará evidencia como Proyecto Piloto.