PRESENCIA INSTITUCIONAL DE LAS FUERZAS ARMADAS EN PAÍSES DE AMÉRICA LATINA Y SU IMPACTO EN LA CALIDAD DE VIDA DE LA POBLACIÓN

José Leopoldo Montesino Jerez

2.5.3.2 Cohesión social

La idea de cohesión social se resiste a una definición unívoca y no parece existir una acepción clara del concepto, según señala una extensa publicación de la CEPAL sobre el tema. Su significado tiende a ser absorbido por otros de género próximo, como la equidad, la inclusión social y el bienestar, como lo entendería la Unión Europea, cuyas políticas de cohesión social apuntan a mejorar los indicadores de empleo, educación y servicios de salud. En el ámbito de una ciencia natural como la física, por otra parte una definición de cohesión es el cruce de tres variables que relacionan los elementos dados de un conjunto,  a saber la distancia, la integración entre ellos y la fuerza que los relaciona. Por analogía y pensando en una sociedad, la cohesión puede definirse como el efecto combinado del nivel de las diferencias  de bienestar entre individuos y grupos, los mecanismos que la integran y el sentido de adhesión y pertenencia a la sociedad por parte de ellos.1
Una definición de carácter sociológico más aceptada y justificada por especialistas de la CEPAL del concepto de cohesión social es “la dialéctica entre mecanismos instituidos de inclusión y exclusión sociales y las respuestas, percepciones y disposiciones de la ciudadanía frente al modo que ellos operan”. Esta forma de entender dicho concepto ofrecería al menos tres ventajas importantes: (a) permite unir dimensiones de la realidad que por lo general caminan por sendas diferentes; (b) posibilita evitar sesgos funcionalistas en términos de mera aceptación a una estructura sistémica (sic) y (c) definida en los términos descritos, es un fin y un medio a la vez.2
Las diversas definiciones anteriores parecen converger en algunos trazos comunes que permiten relacionar determinadas actividades que realizan las Fuerzas Armadas latinoamericanas y que, eventualmente, contribuyen a la cohesión social entendida como una manera de relacionarse positivamente y para bien entre grupos que desarrollan sus quehaceres en ámbitos distintos.
Debo aclarar que no me es posible reconocer como parte de la cohesión social aceptar o no la incorporación de homosexuales y/o lesbianas a las Fuerzas Armadas o calificar de anti-cohesión la persecución de la policía a personas pertenecientes a las llamadas “tribus urbanas”  como los “okupas”, puesto que involucra opiniones de carácter ético, legal y religioso asociada a costos y beneficios difíciles de medir y que pueden encauzar el análisis a un callejón sin salida.
La intención de incorporar gays y lesbianas en el ejército tiene un precedente importante  en una marcha reunida el día 25 de abril de 1993 frente a los escalones del Lincoln Memorial en Washington y conformada por alrededor de un millón de individuos, incluyendo hombres, mujeres y niños, que invocaban derechos de los homosexuales para acceder al ejército. A pesar del gran éxito organizativo, que convocó a multitudes desde distintos puntos del país, sus líderes no consiguieron el objetivo que pretendían.3  
La cohesión social ha cobrado una importancia creciente en el quehacer de las instituciones armadas. Es oportuno hacer notar aquí que el respaldo de la ciudadanía a las acciones de las Fuerzas Armadas determina también su eficiencia en asuntos de carácter eminentemente castrense. Un ejército podrá tal vez conquistar por la fuerza a una sociedad enemiga, pero no contará con el beneplácito de los derrotados. Al contrario, la historia nos enseña que grandes imperios o pueblos que conquistaron a otros por la fuerza, imponiendo arbitrariamente condiciones e incluso prohibiendo ciertas tradiciones o costumbres, terminaron por derrumbarse. En otras palabras, con toda probabilidad actuaron justamente en sentido inverso al que podría haber conducido a la cohesión social entre las instituciones armadas y la población sometida.
En América Latina los desfiles patrióticos con motivo del día de la Independencia Nacional u otras efemérides en que se recuerdan hechos de carácter histórico cohesionan en alguna medida a las autoridades políticas, religiosas y militares con el pueblo reunido en los lugares cívicos donde se efectúan estas manifestaciones masivas. La transmisión por televisión del paso de las tropas y del vuelo rasante de aeronaves de guerra, permite que millones de espectadores, aunque sea por  unos instantes, observen los diferentes tipos de contingente especializado con que cuentan las Fuerzas Armadas modernas.
Estos desfiles por lo general son imitados por bandas musicales de estudiantes de enseñanza básica y media, constituyendo en ellos y sus padres una actividad relacionada e integradora entre el efecto nacionalista que emana del simbolismo militar proyectado en las marchas de tropas profesionales y las actividades educativas complementarias, por llamarlas de alguna manera, como son la participación en bandas de guerra escolares. Entre otros muchos en América Latina, un ejemplo de este tipo de actividad es la convocatoria efectuada por el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios Nº 128 (CBTis 128) de ciudad de Juárez, en México, al VII Concurso de Bandas de Guerra y Escoltas de Bandera, que debía efectuarse los días 20 de febrero del 2010  (Nivel Medio o Secundarias más Categoría Libre) y el 21 de febrero del 2010 (Nivel Básico o Primarias). 4
Otra faceta relacionada con cohesión social surgió en el año 2003. La música marcial combinada con la música clásica, a través de la presencia de 35 destacados músicos militares y 34 experimentados profesionales integrantes de la Orquesta Sinfónica de Chile, formaron la entonces naciente Orquesta Sinfónica Militar de Chile. Este proyecto, destinado a proporcionar cultura, entretención y esparcimiento a un público masivo, en encuentros populares realizados en varias comunas de las regiones Quinta, Metropolitana y en escenarios como el Mall Plaza Vespucio, el Gimnasio Municipal de Puente Alto , el Templo Votivo de Maipú, etc., ha tenido como finalidad fortalecer una relación armónica con todos los sectores de la sociedad chilena, en pro de generar una verdadera amistad cívica.5
La recreación del histórico paso del Ejército Libertador de Los Andes, conformado por un pequeño contingente de 70 soldados argentinos y chilenos, también forma parte de esta idea de cohesión social  entre Fuerzas Armadas y sociedad  civil. Esta actividad, que comenzó en una pequeña explanada denominada Manantiales, a 3.050 metros de altura, vivió una emotiva ceremonia en San Juan, lugar en el que se cortaron las calles e instalaron tribunas y el gobernador José Luis Gioja pronunció un patriótico discurso. 6
Una contribución menos conocida de parte de las Fuerzas Armadas latinoamericanas, pero con un alto contenido de cohesión social, han sido los programas de hipoterapia (o equinoterapia) realizados en favor de personas discapacitadas, tanto niños como hasta soldados adultos mutilados por la guerrilla en el caso de Colombia.
A comienzos del siglo XXI el Ejército de Chile comenzó con actividades de equinoterapia orientadas a estrechar lazos con la comunidad y beneficiar a niños en su desarrollo sicomotor.  El número de atenciones efectuadas en el año 2002, por ejemplo, alcanzaron a un total de 40 alumnos en la Escuela de Caballería Blindada de Quillota, 4 en la Escuela de Artillería de Linares, 14 en el Centro Ecuestre “Vencedores” de Arica, 18 en el Regimiento Reforzado Nº 3 “Yungay” de Los Andes, 38 en el Regimiento de Caballería Nº 4 “Coraceros” de Osorno, 20 en el Regimiento Caballería Nº 6 “Dragones” de Punta Arenas, 15 en el Regimiento de Artillería Nº 8 “San Carlos de Ancud” y 15 en el Regimiento Caballería Nº 1 “Granaderos” de Santiago. 7
En Latinoamérica la hipoterapia militar ha visto ampliar su quehacer con la participación de actores civiles. En el II Simposio Internacional de Equinoterapia 2009 que contó con el apoyo de la Escuela de Equitación del Ejército de Uruguay “Grito de Asencio” y del Centro Nacional y Fomento de Rehabilitación Ecuestre, se realizó en el Anfiteatro de la Escuela de Sanidad de las Fuerzas Armadas de Uruguay. Esta actividad académica estuvo dirigida a profesionales de la salud, a educadores, a profesores de equitación, a veterinarios, estudiantes y público en general, tratando temas sensibles como rehabilitación de enfermedades invalidantes de la infancia, revalorización del vínculo hombre-animal, fundamentación científica de la rehabilitación ecuestre y otros similares. En las conferencias participaron como relatores expertos de Argentina, Chile y Uruguay. 8

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