LA ÉTICA PROFESIONAL DE LOS INVESTIGADORES EN TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN

Virginia Morales Sánchez

3.4.1 Orígenes de la comunidad en sistemas de la UNAM

Las actividades de investigación en sistemas y cómputo en la UNAM, tienen un antecedente vinculado a los orígenes de la teoría de sistemas, disciplina derivada en su parte formal, del campo de las matemáticas, y en su parte aplicada, de la física, y más específicamente, de la electrónica y el estudio de los semiconductores.
En los nuevos Institutos de Investigación asociados a la Facultad de Ciencias, fundada en 1939, las líneas de investigación que se seguían estaban de acuerdo a exigencias temáticas de la ciencia internacional de los países industrializados [Campos, 1992:3; Blum, 1992:60], donde la mayo­ría de los investigadores se doctoraron, por lo que al incorporarse a la UNAM, continuaron con las líneas de investigación con las que obtuvieron el grado de doctores [Ley-Koo, 2001].
En los Institutos de Matemáticas y Física, las líneas de investigación entre 1934 y 1944 estuvie­ron marcadas por los trabajos de Manuel Sandoval Vallarta que versaban sobre la teoría de la gravitación, pero para 1945 hubo una diversificación de las especialidades, como resultado de la incorporación de nuevos investigadores a la comunidad y por las relaciones que estableció Solomon Lefschetz entre el Instituto de Matemáticas y la Universidad de Princeton, la respuesta fue la apertura de nuevas líneas de investigación [Ley-Koo, 2001]. De esta ampliación se des­taca la aparición de una línea de investigación relacionada con la electrónica, y más específica­mente con circuitos relevadores, lo que indicaba el nacimiento del interés en la UNAM por la investigación en uno de los campos que sería punto clave del desarrollo científico y tecnológico en los países industrializados, sobre todo a partir de la segunda guerra mundial.
Entre 1945 y 1954 se dieron una serie de acontecimientos al interior de la UNAM que forta­lecieron la actividad de investigación en todos los campos del conocimiento, pero las áreas de física y matemáticas se vieron particularmente favorecidas, por sus trayectorias y experiencia. Entre los acontecimientos estuvieron, el reconocimiento en 1947 de la investigación, como una carrera al asignarse en la UNAM las primeras plazas de investigador de carrera, otorgándose siete plazas en el Instituto de Investigaciones de Física [Ley-Koo, 2001].
Otro evento importante, fue el traslado de la Facultad de Ciencias y de los Institutos de Inves­tigación a Ciudad Universitaria.
Al contarse con instalaciones más apropiadas para la investigación, con un mayor número de investigadores y con una estructura institucional que propiciaba el desarrollo de la investigación como una actividad independiente de la docencia, se propició un auge en las actividades de investigación en la UNAM, que derivaron en: 1) la consolidación de las líneas de investigación existentes en cada uno de los Institutos, pero también, se generó una amplia diversificación de éstas. Entre las líneas de investigación que se abrieron en el Instituto de Física estaban los estudios sobre el estado sólido iniciados a partir de 1960 con nueve proyectos de investigación sobre semiconductores; 2) la creación de nuevos laboratorios para los institutos y equipamien­to con tecnología de punta en los ya existentes, así como la creación de nuevos institutos de investigación en Ciudad Universitaria.

Entre estos nuevos institutos de investigación se encuentra la creación en 1958 del Centro de Cálculo Electrónico de la UNAM, con sede inicial en la Facultad de Ciencias.

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