MODELOS SISTÉMICOS BASADOS EN COMPETENCIAS PROFESIONALES
En este apartado revisaremos algunas comparaciones de modelos sistémicos basados en competencias profesionales en instituciones educativas.
La concepción sistémica de Le Boterf (1995) presenta un modelo dinámico sobre la competencia. Para el citado autor, la competencia es un proceso. Así, ser competentes es saber proceder. Esto implica el ser capaz de movilizar las diferentes funciones de un sistema compuesto por diversos recursos, sistemas de razonamiento, conocimientos, evaluaciones y capacidades. Veamos más en detalle los componentes del modelo (figura1.1.10) para extraer algunos aspectos de interés de cara a la comprensión de la competencia profesional. Las entradas están compuestas de las situaciones y las tareas profesionales a las que el sujeto está enfrentado en su quehacer profesional y/o laboral. La gama de las acciones es muy variada, por los métodos empleados y los contextos.
Un conjunto de funciones puede ser puesto en juego por el sujeto. Éste puede conducir al saber proceder constitutivo de la competencia. La elaboración de representaciones operacionales permitirá seleccionar o combatir los conocimientos y las operaciones permanentes y concernientes a la tarea a realizar. Estas representaciones son el mediador entre los recursos a movilizar y las actividades a realizar. La consideración de la imagen de si mismo es fundamental, porque la confianza o la apreciación de las propias potencialidades son factores decisivos para poner en marcha la dinámica de la competencia, la activación de los saberes memorizados, conocimientos teóricos, procedimientos y experiencias como recursos movilizables. La activación del saber hacer permite operaciones de inferencia produciendo informes nuevos a partir de los disponibles y determinadas situaciones, la construcción de conocimientos ocurre tanto por los procesos de formación como por los procesos de trabajo.
En otra aportación, Le Boterf (1998) distingue los recursos incorporados de los del entorno; en este sentido, los recursos personales o incorporados son aquellos que el sujeto debe combinar (saber combinatorio) de la mejor manera posible en función de los recursos que provienen del entorno. Las prácticas profesionales y las actuaciones son las salidas del modelo y están directamente relacionadas con la situación. Las prácticas profesionales y las actuaciones deben ser consideradas en última instancia en un proceso de evaluación de competencias. La decisión de que una práctica profesional es competente no es tomada por una o unas determinadas selecciones de recursos; así, las diferentes combinaciones posibles e individuales dan diferentes posibilidades de actividades profesionales competentes. Para este modelo, el aprendizaje se da en todo momento, tanto al nivel de tareas, funciones, actividades o al nivel de competencias producidas. De la interpretación del modelo podemos considerar lo siguiente: es preciso reparar en las situaciones profesionales que se presentarán de manera peculiar en todo contexto y, por ende, deberán considerarse de manera particular.
Se otorga un valor central a los recursos movilizados por el individuo. Esto se enlaza con la idea de la individualidad de la competencia en cuanto a su evaluación. La consideración de las diferentes funciones interrelacionadas, ligadas a una concepción dinámica de la competencias, hace que el proceso de evaluación deba partir de cada situación concreta atendiendo, forzosamente, a los elementos peculiares de cada contexto. Los recursos a los que hace referencia son diversos (Le Boterf, 1998): conocimientos generales, conocimientos específicos del entorno profesional, procedimientos, recursos psicológicos, aptitudes y cualidades, saber hacer; experiencia relacional, cognitiva y operacional. En definitiva, un elenco de posibilidades que el sujeto pone en juego en las actividades y prácticas profesionales. Se otorga un carácter provisional a la competencia, tanto en lo referente a las situaciones profesionales que deben evolucionar como a las funciones movilizadas por el individuo, que se desarrollan mediante acciones de aprendizaje derivadas de la experiencia o de los procesos de formación debidamente planificados. En el siguiente esquema se describe el Modelo Sistémico Basado en Competencias de Le Boterf (1995). Para este modelo, el mayor peso se brinda al individuo como sujeto activo, reflexivo y capaz de pensar.
Figura 1.1.10 .Modelos sistémicos basados en competencias profesionales
Fuente: Le Boterf (1995)
Figura 1.1.11 .Elementos modelos sistémicos basados en competencias profesionales
Fuente: Le Boterf(1995)
MODELO SISTÉMICO DE COMPETENCIAS PROFESIONALES PARA LA PROFESIÓN DE INGENIERÍA
Enseguida, revisaremos el sistema de competencias sustentables para el desempeño profesional de Facultad de Tarapaca de Ingeniería. Este modelo le brinda mayor peso a establecer objetivos longitudinales de aprendizaje que tengan alta relevancia potencial en el mundo laboral. Estos objetivos longitudinales o acumulativos se expresan en la forma de competencias, capacidades que deben desarrollarse en una carrera al concluirla, asociadas a la realización de tareas determinadas con un nivel de eficiencia apropiada. La figura 1.1.12 presenta una secuencia de lo que serían las competencias en este carrera y su secuencia.
Figura 1.1.12 Modelo sistémico de competencias profesionales para ingeniería
Fuente: Facultad de Tarapaca (2005)
Figura 1.1.12 Modelo sistémico de competencias profesionales para ingeniería
Fuente: Facultad de Tarapaca (2005)
MODELO SISTEMÁTICO BASADO EN COMPETENCIAS PARA INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR
En la actualidad la universidad pública ha perdido el monopolio del saber, los conocimientos se encuentran depositados en múltiples fuentes informativas; cada vez es más fácil el acceso a ellas; pero esta multiplicidad de fuentes no es garantía de aprendizaje, porque la información resulta muy diversa y desorganizada. Es apremiante que las instituciones de educación pública superior recobren prestigio ante la sociedad, y una de las formas es la actualización de sus planes y programas de estudio, así como la optimización de sus recursos humanos y materiales. Por tal motivo en este apartado se presenta una propuesta de Modelo Sistémico Basado en Competencias para instituciones de educación superior.
El Modelo Sistémico Basado en Competencias se ubica en tres dimensiones (filosófica, administrativa y académica), pretende ser un modelo sistémico constructor y transformador, que impulse la consecución de logros y objetivos. El gran desafío humano del siglo XXI, es conservar y proveer de los recursos limitados, deteriorados del planeta; y sobre todo la generación de sujetos creativos capaces de enfrentarse a las situaciones de su desempeño laboral
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