De acuerdo con Berkowitz (1996) la agresión es definida como cualquier forma de conducta que pretende herir física o psicológicamente a alguien.
Anderson y Bushman (2002) consideran que toda violencia es agresión, pero muchos <<momentos>> de agresión no son violentos ya que en ellos no existe intencionalidad ni continuidad, rasgos definitorios de una conducta agresiva o de intimidación
Muchas veces la agresión es confundida con la ira o la hostilidad. Sin embargo es diferente, la ira de agresión porque esta es comprendida como un conjunto de sentimientos producidos por un acontecimiento desagradable pero que, a diferencia de la agresividad, no persigue una meta concreta. Por otra parte la hostilidad es una actitud negativa o juicio desfavorable hacia una o más personas (Goldstein y Keller, 1991). En este sentido, Berkowitz (1996: 45) hace un compendio de los tres términos:
“La ira en discurso cotidiano se refiere a sentimientos concretos, respuestas corporales motoras, reacciones psicológicas concretas e incluso a asaltos abiertos físicos y/ o verbales. Sin embargo, como estos diferentes sistemas de respuesta sólo se hallan débilmente interrelacionados, el término <<ira>> hace referencia a las experiencias o sentimientos. La hostilidad se define simplemente como una actitud negativa desfavorable hacia a una o más persona, pero se reconoce que esta actitud negativa va normalmente acompañada por el deseo de ver sufrir de alguna forma al objeto de la actitud. Por último, la agresividad hace referencia a la disposición relativamente persistente de ser agresivo en diversas situaciones diferentes. Las personas con mucha agresividad tal y como aquí se define, no están necesariamente furiosas porque pueden carecer de sentimientos de ira reconocidos durante gran parte del tiempo que se comportan agresivamente”.
La conducta agresiva se puede agrupar en torno a dos tendencias (Anderson y Bushman, 2002: Berkowitz, 1996; Golstein y Kéller, 1991):
Se ha observado en las escuelas infantiles que hay tres grandes categorías de agresión entre los niños (Train, 2001):
Estos modelos de conducta perduran en general hasta al menos los siete u ocho años. La diferencia entre los niveles de agresividad en niños y niñas aparece en el segundo año de vida. Los estudios realizados han descubierto que es más probable que los chicos se venguen con agresión física cuando son atacados o cuando alguien interfiere en sus objetivos. Los tipos de agresión observados en las escuelas infantiles son más destacados en niños que en niñas. Alguien diría que los niños son más agresivos debido a su mayor nivel de actitud, que se puede atribuir a la estructura física de sus cuerpos y a las hormonas masculinas. Los estudios revelan que, en general, los niños son más activos, abiertamente agresivos y combativos que las niñas, y también provocan respuestas más agresivas de otros niños. Entre los niños hay un mayor grado de competitividad y son más vengativos que las niñas (Train, 2001: 31).
La sociedad ejerce influencia sobre el desarrollo de un niño por sus definiciones culturales y, en particular, por el modo en que atribuye funciones a hombres y mujeres, además de la agresión esta vinculada a la cuestión biológica, no podemos dejar de valorar la cuestión cultural, la cual juega un papel fundamental.
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