El discurso de Simón Rodríguez demuestra la concreción de su pensamiento logrado por la originalidad del estilo. Pero, no es sólo el excelente estilo literario lo queenaltece el discursocomo expresión de inteligencia, imaginación, sensibilidad, genio, ingenio y talento, sino como instrumento personalísimo para identificar las contradicciones de la sociedad. El estilo, de Simón Rodríguez, va asociado a la racionalidad más allá de la noción de estilo de la literatura preceptiva. Adquiere la significación que Teun A. van Dijk (2003) le atribuye al estilo:
El estilo es habitualmente una variación dependiente del contexto del nivel de expresión del discurso. […] En otras palabras, el concepto de estilo supone usualmente que al menos algo (el sentido, el tópico, los sucesos) permanece igual, de modo que podemos comparar cómo los discursos “dicen lo mismo”. Un análisis estilístico puede también definir un conjunto de características discursivas típicas de un género (relato versus crónica) de un hablante (sosegado versus emocional), de un grupo humano (mujeres versus hombres) de una situación social (formal versus informal), de un período literario, (clásico versus romántico) e incluso de toda una cultura (anglosajona versus latina) 5
El estilo de Simón Rodríguez comprueba su originalidad, oportunidad, concisión, armonía, vida y movimiento. El acertado uso de la ironía y la metáfora como Tropos. Es la originalidad propia del trabajo intelectual de un genio, cuyos escritos se alejan de la elocuencia discursiva de la época, para acercarse al lenguaje adaptado a la modernidad: redacción rápida, viva, precisa, sincera y audaz. Va directamente a la esencia sin analogías inútiles, como se acostumbraba en la época. El estilo es la marca que el artista da a su obra y en Simón Rodríguez no es sólo perfección del lenguaje, sino la personalidad que se devela. Su estilo no ha tenido aún quien lo interpreteensu singular manera de «pintar las palabras y pensamientos» y «resucitar a las difuntas».Rompe con el uso tradicional de los símbolos de la escritura, con el premeditado propósito de evitar el aburrimiento y facilitar la comprensión del texto. Simón Rodríguez, como buen estilista, escribió en cadencias impares e interrumpe bruscamente la idea para intercalar una figura literaria acompañada del uso personalísimo de los símbolos ortográficos.
LEER, es RESUCITAR IDEAS, SEPULTADAS EN EL PAPEL:
Cada palabra es un EPITAFIO! (T. II. 29)
Sus escritos están cargados de giros y vocablos inventados, (neologismos).
ORTOLOGÍA: ortografía fundada en la lengua.
ISOCRONISMO: tiempos iguales.
TRAFICACIAS: para erigirlas en TRAFAGARQUÍAS.
TRAFICOMANÍA: manía por el tráfico de mercancías.
COLOGRACIAS: para erigirlas en COLONARQUÍAS.
COLONOMANÍA: manía por el tema de las colonias.
CULTICRACIAS: para erigirlas en CULTARQUÍAS.
CULTOMANIA: manía por la libertad de cultos.
NEOGRACIA: nueva democracia.
SINCOLOMBISMO: integración Latinoamericana.
El estilo se asumió como razón interpretativa y captación de sentido:
Al orador toca presentar sus Pensamientos bajo el
punto de vista en que otros los han de considerar
Por la facilidad con que el auditorio conciba, y
Por la exactitud con que retenga
juzgará el ORADOR del mérito de su trabajo.
El Escritor tiene que disponer sus Pájinas para
obtener el mismo resultado
luego el arte de Escribir necesita
del arte de Pintar (T. II. 156-157)
A Simón Rodríguez se le acusó de no tener estilo seguro: «porque ya sube ya baja: que acabaRECIÉN de hablar en serio y se pone a HABLAR CHANZAS» (T. II. 93). Simón Rodríguez trascribe las acusaciones a su estilo y se defiende acudiendo al argumento de la congruencia:
…se compone de retazos la obra, es cierto; pero todos son del cajón del sastre que la ha hecho, y, para acomodar y cortar, ha tomado medida… a la AMERICANA! No es un vestido, como muchos que le traen del extranjero, hermosos, sin duda; pero que le arrastran ó la aflijen. Así anda la pobre India occidental, renegando de las modas y suspirando por sus plumas. (T. II. 95)
En la investigación se presupone el conocimiento previo del personaje y la cronología de sus obras. No obstante, en cada hecho analizado se especificó el contexto. Nació en 1769 y murió en 1854. Los 85 años de vida fueron de la mayor pobreza excepto los 26 trascurridos en Europa entre 1797 a 1823.
El discurso de Simón Rodríguez demuestra identidad estilística según los temas:
a). (1794) Reflexiones sobre los defectos que vician la Escuela de Primeras Letras de Caracas y medio de lograr su reforma por un nuevo establecimiento.
b). (1849) Extracto de la obra Educación Republicana.
c). (1845) Consejos de Amigos dados al Colegio de Latacunga.
d). (1849) Extracto sucinto de mi obra sobre la Educación Republicana.
a). (1828) Sociedades Americanas.
b). (1840) Extracto de la introducción a una obra titulada Sociedades Americanas en 1828, Cómo serán y cómo podrían ser en los siglos venideros.
c). (1834) Luces y Virtudes Sociales. Edición Concepción de Chile.
d). (1840) Luces y Virtudes Sociales. Edición Valparaíso. Chile.
a). (1840) Partidos.
b). (1843) Críticas de las Providencias del Gobierno
a). (1830) El Libertador del Mediodía de América.
b). (1840) Extracto de la defensa de Bolívar.
a). (1830) Observaciones sobre el Terremoto de Vincocaya con respecto a la empresa de desviar el curso natural de sus aguas y conducirlas por el río Zumbai al de Arequipa”
b). (1835) Informe presentado a la intendencia de la Provincia de Concepción de Chile después del terremoto del 20 de febrero de 1835.
a). Cartas. (1824-1853)
Teun van Dijk (2005), El discurso como estructura y proceso, caracteriza el discurso–estilo, como un fenómeno práctico, social y cultural, constituyendo actos comunicativos de narración y argumentación. Van Dijk señala: «El discurso debería estudiarse no sólo como forma, significado y proceso mental, sino también como estructuras y jerarquías complejas de interacción y prácticas sociales, incluyendo sus funciones en el contexto, la sociedad y la cultura».6 Esta es la razón de vincular la argumentación al estilo. Es la manera de dirigir la argumentación hacia soluciones racionales como plantean Kress Leite–Leeuen (2005):
Quien produce un signo trata de generar la representación más apropiada de lo que quiere significar. Por eso el interés del que hace símbolos está directamente cifrado en los medios formales de representación y comunicación. […] A nuestro juicio, todos los sistemas de comunicación humana deben satisfacer tres requisitos básicos:
1. Representar y comunicar aspectos relevantes de las relaciones sociales.
2. Representar y comunicar los hechos, estados de cosas y percepciones.
3. Hacer posible la producción de mensajes que tengan coherencia internamente como texto y externamente como aspectos relevantes del entorno semiótico (llamado contexto).7
Muchas de las ideas de su discurso se encuentran en su correspondencia que permite establecer las claves de interpretación de su personalidad. Sus cartas facilitan el conocimiento de la situación cultural y social de la época, la reacción de Simón Rodríguez frente a determinados acontecimientos, la relación con su entorno. No se puede perder de vista que su obra es como una crónica de los complejos acontecimientos relacionados con su vida más íntima y con el intento de resaltar su propia situación de indigencia. A veces, contrasta la dureza de sus juicios con su extrema sensibilidad frente a determinados acontecimientos. A través de sus cartas se comprende su grandeza de espíritu. Además del interés estilístico, tienen un gran interés filosófico, donde se aprecia la evolución de su pensamiento. La pobreza y los conflictos existenciales signaron su vida, lo que permitió investigar aspectos inexplorados tales como la autoidentificación del yo en el discurso. Según Jorge Lozano, Cristina Peña–Marín y Gonzalo Abril (2004), Análisis del discurso. Hacia una semiótica de la interacción textual, la atención debe fijarse más en lo que los signos hacen que en lo que los signos representan en la actividad textual:
Un primer problema a la hora de afrontar la coherencia de un texto, surge del propio concepto, transdisciplinar, polisémico y difícilmente definible.
Para Hjelmslev, por ejemplo, la coherencia ¾asimilable a la consistencia¾ es uno de los (tres) criterios fundamentales de la cientificidad de una teoría. Con uno de los significados que en el lenguaje ordinario posee el término coherencia se requiere caracterizar un sistema de pensamiento, una teoría, un texto, etc., cuyas partes se ligan solidariamente entre sí.8
En la investigación se privilegió la coherencia del texto: ¿En que consiste la fuerza del discurso para modificar la realidad a través de la palabra?
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