Mario Bunge (1976), La investigación científica, al tratar sobre la Construcción de Teorías analiza los alcances del término «deducibilidad»:
Las teorías pueden construirse, remodelarse, reconstruirse lógicamente, aplicarse, destruirse y olvidarse. La construcción de una teoría científica es siempre la edificación de un sistema más o menos afinado y consistente de enunciados que unifica, amplía y profundiza ideas, las cuales en el estadio preteorético, habían sido más o menos intuidas, imprecisas, esquemáticas e inconexas.
El inventario de los autores fue exhaustivo. Se comprueba con la bibliografía y referencias de cada capítulo.
a). Jean Caron (1989), Las regulaciones del discurso, precisa «El discurso aparece como una sucesión de trasformaciones que permiten pasar de un estado a otro, luego a otro, y así sucesivamente. Será preciso volver sobre la naturaleza de las transformaciones y sobre aquello a lo que se refiere».
b). Jürgen Habermas (2003), Teoría de la acción comunicativa, I:
en el caso de la acción dramatúrgica la relación entre actores y mundo resulta accesible a un enjuiciamiento objetivo. Pero como a lo que el actor se aplica en presencia de su público es su propia subjetividad sólo puede haber una sola dirección de ajuste. La cuestión que se plantea es la de si el actor expresa también en el momento adecuado las vivencias que tiene, si piensa lo que dice, o simplemente se limita a fingir las vivencias que expresa.
c). Michel Foucault (2005), El orden del discurso:
El autor no considerado, desde luego, como el individuo que habla y que ha pronunciado o escrito un texto, sino al autor como principio de agrupación del discurso, como unidad y origen de sus significaciones. Como foco de su coherencia.
Principio de agrupación del discurso. 1º En la investigación se acude a la fuente original, las obras de Simón Rodríguez. Se prefirió el análisis del texto antes que acudir a sus biógrafos. 3º Las referencias se emplean exclusivamente como explicaciones cuando éstas son necesarias para clarificar o apoyar la argumentación.
Principio de trastrocamiento. Según Foucault (1970), este principio es indispensable para el reconocimiento de las fuentes del discurso, la disciplina y voluntad de verdad del autor.
Principio de discontinuidad. Intervención hermenéutica que se apoya en el conocimiento de lo dicho y pensado por otros autores.
Principio de especificidad: No resuelve el discurso en un juego de significaciones previas. El mundo muestra una cara legible, descifrable.
Principio de exterioridad. «Ir hacia las condiciones externas de posibilidad del discurso; hacia lo que da motivo a la serie aleatoria de esos acontecimientos y que fija los límites».30
d). Ludwig Wittgenstein, (2004), Investigaciones filosóficas, modificó la caracterización del discurso: «Imaginar un lenguaje significa imaginar una forma de vida». «Cerrar los ojos es lo que podría llamarse mirarse–hacia–adentro» «Pronunciar una palabra es como tocar una tecla en el piano de la imaginación». Wittgenstein, con su teoría de los juegos del lenguaje, descubrió la dificultad de interpretar lo que un autor quiere decir: «Llamaré también juego del lenguaje al todo formado por el lenguaje y las acciones con las que está entretejido» «Nuestro error es buscar una explicación allí donde deberíamos ver los hechos como protofenómenos. Es decir, donde deberíamos decir: este es el juego de lenguaje que se está jugando»
e). Robert de Beaugrande (2003), La saga del discurso, presenta una idea que permitió valorar la incorporación de referencias:
Así, el análisis del discurso plantea, cada vez más, la expectativa de no limitarse a describir las prácticas discursivas sino a transformarlas en prácticas más progresivas. Nuestro marco sería la ideología del ecologismo, en el seno de la cual la teoría y la práctica se reconcilian a través de la cooperación humana para sostener conscientemente un modo de vida en armonía con nuestro ambiente social y ecológico, y a través de la oposición programática a la ideología consumista dominante.
f). Teun A. van Dijk (1998), Texto y contexto, afirma que la importancia del discurso depende, en gran parte, de las explicaciones aportadas a través de las citas de autores:
Un contexto no es sólo un mundo–estado posible, sino al menos una secuencia de mundos–estados. Además, estás situaciones no permanece idénticas en el tiempo, sino que cambian. Tal transcurso de sucesos tiene, […] un estado inicial, estados intermedios y un estado final. […] Tenemos un conjunto infinito de CONTEXTOS POSIBLES, uno de los cuales tendrá un estatus específico, a saber, el de CONTEXTO REAL.
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