LA DIRECCIÓN DE RESULTADOS EN LAS EMPRESAS PRIVATIZADAS
Julián Castaño Guillén
Las empresas públicas y privadas presentan importantes rasgos diferenciales que pueden resumirse, siguiendo a Cuervo (1997),en los siguientes:
CUADRO 1.1: Rasgos diferenciales entre empresas públicas y privadas
EMPRESA PUBLICA EMPRESA PRIVADA
DIRECCIÓN:Relación agente-principal (propiedad dirección)
Orientación.
Estilo. Borrosa. Quien actúa de principal no es la propiedad.
Producción. Intereses de los grupos: consumidores, proveedores, trabajadores
Reactivo. Gestión de la rutina. Limitaciones políticas. Clara
Mercado. Orientación a los clientes.
Proactivo. Interés de los accionistas.
OBJETIVOS Múltiples, algunas veces difusos y cambiantes.
Dificultad de evaluación directivos.
Centrados en Inputs, en la continuidad de la empresa. Mercados protegidos subsidiados. Claros: beneficio, rentabilidad, creación de valor.
Centrados en los outputs, en el mercado y su capacidad de adaptación. Mercados abiertos.
DISEÑO ORGANIZATIVO. Jerarquía, piramidal centralizada.
Irresponsabilidad de los mandos medios.
Funcional. Descentralización. Centros de beneficios.
Unidades de negocios.
RELACIONES LABORALES Alta sindicalización
Negociación centralizada
Salarios garantizados
Alta seguridad empleo Baja sindicalización
Negociación descentralizada
Empleo con base en resultados
Menos seguridad en el empleo
COMUNICACIONES Y SISTEMAS DE INFORMACIÓN. Burocráticas y formales
Entorno más estático
Comunicaciones internas vía memorándum
Estructuras formales
Procedimientos formales y planes
Sistemas de información y dirección sobre cumplimiento de planes No burocrática, informal
Entorno más turbulento
Más cara a cara
Ad hoc grupos de trabajo
Objetivos financieros
Modernos sistemas de información y dirección.
NATURALEZA Y LOCALIZACIÓN DE LOS NEGOCIOS. Política y geográficamente condicionados
Desarrollo limitado de negocios
Dentro del espacio nacional Determinados por razones comerciales
Diversificación, inversión y desinversión.
Orientación global.
CONTROL Exhaustivo
Formal
Remisión de problemas a la tutela
Irresponsabilidad dirección, descontrol Con base en resultados
Formal e informal
Toma de decisiones desviación objetivos
Responsabilidad plena dirección.
Pues bien, en el nuevo entorno europeo, que le exige a la empresa comportamiento y estricta lógica privada: ¿Qué hacemos con la empresa pública?. La respuesta es sin duda, los procesos de privatización. Tanto es así que los grandes programas de privatización se han llevado a cabo en las últimas décadas tanto en los países desarrollados como en desarrollo. La razón más importante ha sido la búsqueda del incremento de rentabilidades y productividad. Sin embargo, la importancia que han tenido muchos programas de privatización ha sido por sus consecuencias políticas y económicas. Así, los argumentos teóricos para las ventajas de la propiedad privada de los medios de producción se basan en el teorema fundamental de la economía del bienestar: el equilibrio competitivo, pero esto incluye presunciones que no pueden asumirse en algunos casos, de ahí la necesidad de intervención del Estado, es decir, el argumento para que exista la propiedad estatal: el fracaso del mercado; a su vez, el fracaso del Estado es el argumento de la privatización.
Las razones que se argumentan para justificar la generalización de las privatizaciones son múltiples y variadas, en la mayor parte de los países desarrollados:
– El deseo político de disminuir el papel del Estado en la economía, es decir, desregularla con el fin de iniciar o incrementar la competencia en determinados sectores. Se dice a veces que la privatización tiene una dimensión política, afirmándose que los Gobiernos conservadores son más propensos a privatizar para ganarse el apoyo electoral.
– Ampliar el número de propietarios de las empresas, potenciando el denominado capitalismo popular. De esta forma se aumenta la credibilidad del programa de privatización, al reducirse el riesgo de nacionalizaciones posteriores.
– Las privatizaciones pueden tener un impacto en la distribución de la riqueza, cambiando la estructura de la economía, liberalizando mercados y aumentando la competitividad de las empresas; reduciendo al mismo tiempo las distorsiones económicas provocadas por las interferencias políticas en el sector público empresarial.
– Aumentar los ingresos públicos sin incrementar la deuda o los impuestos, reduciendo la deuda pública y el déficit público (650 mil millones de dólares en los países de la OCDE en la última década, según OCDE (2001)).Los países con elevada deuda pública pueden acudir a la privatización para mejorar la situación, pues de hecho la privatización se ha recomendado a menudo como política de ajuste estructural.
– Las privatizaciones pueden facilitar el desarrollo del mercado de capitales, así como el aumento de la población propietaria de acciones y el aumento de los empleados en la propiedad de las empresas. El aumento de la liquidez del mercado favorece el éxito de los programas de privatización y facilita la supervisión de los propietarios. España es un buen ejemplo de ello.
– El argumento más frecuente a favor de las privatizaciones hace referencia a la percepción general de que los resultados de las empresas públicas son peores que los de las privadas. De hecho, la principal explicación que se atribuye a los peores resultados de la empresa pública es, además de su elusión de la disciplina del mercado, la dificultad para supervisar la actuación de sus directivos.
– Finalmente, existen las razones políticas dado que se presume a priori que los mercados han mostrado mayor eficiencia que los políticos en la asignación de recursos. La respuesta del mercado a la elección de preferencias del individuo será mejor y más ajustada que la que emana del proceso político. De otro lado, se ve la privatización como base para crear un capitalismo popular que facilite, como hemos dicho, el cambio en el voto.
Los argumentos anteriores se pueden resumir en tres tipos de razones: financieras, económicas y políticas. Desde el punto de vista financiero, la privatización proporciona una entrada de recursos y reduce las necesidades futuras de financiación pública; desde la óptica económica, por la posibilidad de que la privatización suponga una forma de mejorar la eficiencia a todos los niveles de la empresa, y en cuanto a su dimensión política, quedan justificadas por la mejor asignación de recursos que hacen los mercados respecto a las decisiones con orientación política.
Como destacan recientes estudios empíricos las privatizaciones mejoran el rendimiento y los gobiernos obtienen elevados ingresos por la venta de las empresas públicas, así para Megginson y Netter (2001) la cantidad obtenida por los Gobiernos alrededor del mundo en las dos últimas décadas asciende a 400 mil millones de dólares, sin tener en cuenta las empresas privatizadas por el método de venta directa.