LA DIRECCIÓN DE RESULTADOS EN LAS EMPRESAS PRIVATIZADAS
Julián Castaño Guillén
En Japón había en los ochenta 8 aerolíneas en funcionamiento, de las que sólo tres se dedicaban al transporte de pasajeros: Japan Airlines (JAL) , All Nipon Airways (ANA) y Japan Air System, que atienden al 91% del transporte doméstico e internacional. ANA cubre el 45% del transporte interior y JAL el 76% del intenacional.
Las aerolíneas japonesas experimentaron un desarrollo y auge muy importante en la mitad de los ochenta, creciendo en esos años el 9,3 % y 8% en transportes domésticos e internacionales, respectivamente. Pero en los primeros noventa se produjo un cambio de tendencia, sobre todo JAL, dependiente en un 50% del mercado internacional, por lo que los beneficios se convirtieron en grandes pérdidas.
Hasta entonces el mercado japonés se había desarrollado a base de una estricta regulación. La Ley Aeronáutica Civil requiere licencias gubernamentales para operar en el mercado. También se necesita autorización para fijación de tarifas y comunicación de sus planes anuales. Las rutas internacionales requieren el concurso de otros países para cumplir los convenios bilaterales.
Pero a requerimiento de EEUU en relación con el mercado internacional, cambió su política internacional y también la doméstica, pasando a promover la competencia hacia la mitad de los ochenta. En particular, la estructura de esta nueva política aeronáutica se perfiló como sigue:
- Las rutas internacionales serían atendidas por múltiples operadores.
- La competencia en las rutas domésticas se promoverá con la entrada de un par de operadores.
- JAL sería privatizada en el 100%, de hecho así ocurrió en noviembre de 1987.
El estudio realizado por Yamauchi y Murakami (1995), para analizar el efecto de la entrada de nuevas aerolíneas en competencia considera que el rasgo distintivo de la política nipona es que la competencia es controlada a través de un proceso administrativo, aunque ciertamente existe baja capacidad en los aeropuertos que obstaculiza la entrada libre en el mercado. Respecto a las tarifas concluye que los usuarios japoneses si se han beneficiado, pero la competencia ha de seguir aumentando, aunque debido a las limitaciones de los aeropuertos japoneses no han podido aumentarse las frecuencias de vuelo y la capacidad de los mismos. Finalmente, destaca que la relajación de las condiciones de entrada ha beneficiado la entrada de nuevos competidores que mejoran los vuelos de larga distancia y su estructura de costes.