LA DIRECCIÓN DE RESULTADOS EN LAS EMPRESAS PRIVATIZADAS
Julián Castaño Guillén
Las siguientes recomendaciones pueden ser útiles para el desarrollo natural del proceso de privatización:
- Los procesos de privatización deben ser transparentes, evitando trasladar responsabilidades ajenas a las compañías y consolidando la libre competencia.
- Para asegurar una atmósfera competitiva en la industria, las reglas del juego deben ser dadas antes de iniciarse el proceso de privatización.
- El Gobierno debe cumplir su única tarea válida en una economía de mercado: hacer cumplir los contratos, respetar el derecho de propiedad de los bienes legalmente adquiridos y garantizar su libre transferencia.
- Los Gobiernos deberían establecer, como un requisito ineludible una política monetaria estable (reglas monetarias predecibles y claras) y políticas de libre mercado (desregulación, impuestos mínimos y equilibrio fiscal).
- Vender primero las pequeñas empresas para adquirir experiencia, generar credibilidad y atraer inversores.
- Establecer medidas de apoyo público a los problemas sociales generados por el programa de reformas.
Errunza y Mazundar (2000) concluyen que para maximizar el valor de la firma post-privatización debe priorizarse el programa de privatización, de tal forma que, primero deben venderse las empresas fuertemente subvencionadas, después debe mantenerse la propiedad en manos de inversores domésticos, eliminarse los poderes monopolísticos y reducir las deudas de la empresa pública antes de la privatización.
Boutchkova y Megginson (2000) hacen las siguientes recomendaciones a los Gobiernos que piensan poner en marcha programas de privatización a gran escala:
- El programa de privatización ha de ser ejecutado adecuadamente para promover el
crecimiento del mercado de valores.
- El precio ha de ser atractivo para atraer muchos inversores.
- El programa ha de ser concienzudo y la asignación ha de dar preferencia a los
inversores domésticos y a un gran número de ciudadanos.
- Finalmente, ha de diseñarse un sistema de gobierno corporativo eficaz para la
compañía privatizada.
Además en teoría, para que la privatización tenga éxito, según Ruza (1994), existe la necesidad de que se reúnan ciertas condiciones. En primer lugar, la privatización debe ser hecha por las autoridades políticas, pero con el apoyo y con la concordancia de la opinión pública. En segundo lugar, las empresas privatizadas deber actuar en mercados liberalizados, de tal forma que exista competencia entre ellas. En tercer lugar, es deseable que los servicios públicos proporcionados por el sector privado sean específicos, o por lo menos cuantificables para así poder determinar resultados.
Según Cuervo (1997), el éxito del proceso de privatización se vincula a:
- El correcto funcionamiento de los sistemas de control de los directivos, en concreto de los mercados de capitales, en el caso de que la misma se produzca con una gran dispersión del accionariado, para que aquellos tengan estímulos para un comportamiento eficiente.
- La existencia de reguladores eficientes y con experiencia cuando exista un monopolio natural, para eliminar barreras de entrada en los mercados.
- Finalmente, el funcionamiento eficiente de los mecanismos reguladores de las suspensiones de pagos y quiebras deben servir como estímulo para que afecte el comportamiento de los miembros de la empresa y evite toda operación de renacionalización.
Además el citado éxito presenta dos bases: el cambio en la propiedad de la empresa, o el análisis de la variable propiedad como explicación de la mejora de la eficiencia y la desregulación o necesidad del aumento de la competencia para el logro de la eficiencia de la empresa y de una cultura de flexibilidad e innovación empresarial.
Por otra parte, dentro del Mercado Único no se cuestiona la propiedad de la empresa, pero toda intervención pública deber ser neutral1. El problema del entorno europeo es determinar cuándo una empresa pública, que es la receptora de las mas cuantiosas ayudas, se beneficia de una ayuda del Estado.