LA DIRECCIÓN DE RESULTADOS EN LAS EMPRESAS PRIVATIZADAS
Julián Castaño Guillén
Las privatizaciones se han convertido en todo un fenómeno económico durante las últimas décadas alrededor del mundo, cuantitativa y cualitativamente. Han marcado un cambio en la política de participación de los Estados en la economía, tanto de países desarrollados como en desarrollo, ya fueran economías de mercado o de planificación central.
Los métodos usados por los Estados para desprenderse de sus empresas públicas son muy diversos, aunque básicamente se usan dos: oferta pública de venta y venta directa. El primero de ellos más transparente, el segundo no siempre con objetivos conocidos. La venta directa ha sido usada de forma significativamente mayor alrededor del mundo, máxime cuando se trasfiere el control corporativo o cuando se quiere seguir controlando la empresa por alguna razón. La oferta pública de venta ha aumentado espectacularmente el número de propietarios individuales, promovido la cultura de la propiedad e incrementado la capitalización del mercado de valores, sin duda porque las mayores empresas han sido vendidas por este procedimiento.
La privatización no es una simple transferencia de propiedad, cambia el principal y también cambian los controles externos e internos. Además implica liberalización y desregulación de actividades previamente restringidas al sector público, o en otros casos, regulación de la competencia posterior. Por otra parte, genera efectos distributivos o de transferencia de rentas, y requiere regulaciones posteriores que garanticen los derechos legales de los accionistas y los de supervisión de los mercados.
Los argumentos del cambio de titularidad son numerosos, entre otros están: disminuir la intervención del Estado en la economía, ampliar el número de propietarios de las empresas fomentando el capitalismo popular, desarrollo del mercado de capitales, acceso de los trabajadores a la propiedad de las empresas, reducción de deuda y déficit públicos; y la justificación que más ha atraído la curiosidad de los investigadores, el aumento de la eficiencia de las empresas privatizadas. Varios organismos y numerosos investigadores documentan efectos positivos para el rendimiento de las empresas tras su privatización y para el bienestar económico general.
Los Gobiernos utilizan los programas de privatización para sus objetivos económicos, políticos y financieros. Infravaloran las acciones, favoreciendo al inversor interior, con la intención de controlar el gobierno corporativo, de influir en la inclinación política de los electores, debilitar los sectores sindicales, introducir mayor competencia,..., en algunos casos utilizan técnicas de privatización que les permiten seguir controlando las empresas vendidas en el periodo posterior a la privatización, como la “acción de oro”.
La privatización aumenta la eficiencia de las empresas: por la presión del mercado y la supervisión orientada a los beneficios, la disciplina en la labor directiva y los incentivos a la dirección, y el acceso al capital necesario para reestructurar y modernizar las empresas; existiendo bastante coincidencia entre los investigadores en que estos aumentos son mucho más claros cuando las empresas privatizadas actúan mercados competitivos y por tanto liberalizados.
España ha lanzado uno de los mayores programas de privatización, consiguiendo potenciar su mercado de valores y capitalizarlo. Las operaciones de mayor envergadura han sido Telefónica, Repsol y Endesa, cuyo peso en el Índice General de la Bolsa de Madrid representa actualmente casi el 30%.
Las privatizaciones han mejorado la regulación del mercado de valores, la información debido a su labor supervisora, y otros componentes de nuestro sistema financiero.
De las tres fases en que hemos dividido nuestro proceso de privatizaciones, la más fructífera en términos de ingresos es sin duda la tercera, donde los ingresos sobrepasan los 30.000 millones de €, de los que más de 24.000 millones € se obtuvieron por el procedimiento de OPV, y más del 68% de total de ingresos procedió de inversores minoristas, lo que implica que el acceso de los ciudadanos a la propiedad ha sido muy importante en nuestro país.
En España, podemos afirmar que se han cumplido las razones que se argumentan para justificar las privatizaciones:
- Disminuir el papel del Estado en la economía, desregulando y liberalizando, y por tanto incrementando la competencia.
- Se ha ampliado el número de propietarios de las empresas.
- Se ha producido un efecto de distribución de la riqueza, cambiando la estructura de la economía.
- En su momento se redujo el déficit y la deuda pública.
- Desarrollo del mercado de capitales.
- Aumento de los empleados en la propiedad de las empresas.
- A tenor de las investigaciones realizadas, ha aumentado la eficiencia de las empresas privatizadas.
El control del sector de transporte aéreo ha estado tradicionalmente reservado a los Estados, ya sea mediante la política de regulación o mediante la propiedad de las líneas aéreas, o por ambas. Ha sido durante las décadas de los setenta y ochenta, cuando se han puesto en práctica políticas liberalizadoras, primero en EEUU y posteriormente en territorio comunitario, y al mismo tiempo se han privatizado algunas líneas aéreas, total o parcialmente, y fortalecido alianzas entre aerolíneas.
Estas medidas liberalizadoras y desreguladoras ha reducido las barreras de entrada en los mercados e incrementado la competencia nacional e internacional entre líneas aéreas, fomentado la aparición de las líneas aéreas de bajo coste, que han aumentado la presión competitiva sobre las líneas aéreas tradicionales y charters. Todo esto ha provocado una constante guerra de precios, que ha puesto en dificultades económicas a líneas aéreas de todo el mundo.
Las líneas aéreas de bajo coste han conseguido su propio nicho de mercado, caracterizado por ser operadores punto a punto, que operan en aeropuertos secundarios, venden sus billetes por Internet, usan flota uniforme, con servicio mínimo a bordo y tarifas mínimas, capaces de competir con el tren de alta velocidad. Puede afirmarse que han creado su propia demanda.
La líneas aéreas de red se enfrentan a costes fijos elevados, demoras y cancelaciones consecuencia de uso de aeropuertos principales congestionados por el tráfico aéreo, sobrecapacidad y limitación de la infraestructura aeroportuaria, proliferación de líneas aéreas de bajo coste y del tren de alta velocidad. No obstante, tienen una estructura de red organizada y poseen los slots de los mayores aeropuertos y mayores ciudades del mundo, con mayor tráfico de pasajeros y por tanto mayores economías de escala que las líneas de bajo coste.
Podemos considerar como conclusiones principales de esta tesis las siguientes:
1.- Los indicadores económicos y financieros analizados a lo largo de esta tesis ponen de manifiesto:
- El sector aéreo ha sufrido dos crisis en los últimos años: la primera de ellas, a principio de los noventa, y la segunda a principios de este siglo. Esta segunda crisis está aumentando el riesgo financiero de las aerolíneas.
- La productividad ha mejorado a partir del año 2001, aunque ha caído el empleo. Destacando la mayor productividad de las líneas aéreas privadas.
- Por grupos de propiedad el rendimiento mayor lo obtienen las líneas de bajo coste seguidas de líneas privadas y mixtas, y finalmente las públicas.
- La inversión es mayor en las líneas aéreas en que interviene la propiedad privada, aunque su endeudamiento también es superior.
- El año 2001 marca la consolidación de una crisis en el sector aéreo que había comenzado con anterioridad, los márgenes son negativos para líneas aérea públicas, privadas y mixtas; no así para las de bajo coste, que obtienen beneficios.
2.- Iberia ha sido una de las últimas privatizaciones realizadas por el Gobierno español, que si cabe cobra mayor importancia por el carácter estratégico que siempre ha tenido el transporte aéreo, de ahí que se estableciera un mecanismo de protección como es la acción de oro, y que además se buscaran, en la primera y segunda fases de privatización, socios industriales e institucionales que forman el núcleo estable de accionistas. Además se le ha facilitado la participación en el accionariado a los trabajadores, y al público en general mediante la tercera fase de la privatización: la OPV.
3.- La estructura de gobierno de la compañía responde a las recomendaciones del informe Aldama tanto en su composición como seguimiento, y también cumple los principios de buen gobierno de la OCDE.
4.- Iberia es en la actualidad una compañía sólida y solvente, poco endeudada y rentable. La evolución de la compañía bien podría calificarse de espectacular en los últimos diez años:
- Aumento del importe neto de la cifra de negocios, en valor absoluto y medida en relación al número de aviones y de empleados.
- Rentabilidades económicas y financieras positivas.
- Resultado neto por avión y empleado positivos y en crecimiento.
- Aumentos permanentes de la productividad medida tanto en pasajeros por empleado, como asiento kilómetro ofrecido y asiento kilómetro transportado por empleado.
- Aumento constante del factor de ocupación de pasaje.
- Aumento del empleo.
Todo los avances anteriores se producen en una década en que la compañía pasa de ser empresa pública a empresa privada.
5.- El estudio de la evolución de la compañía en sus etapas anterior y posterior a la privatización revela que la aerolínea es más productiva y eficiente desde que fue privatizada. La respuesta del mercado a este cambio queda acreditada por el fuerte aumento de la capitalización bursátil.
6.- El análisis empírico se ha desarrollado con los datos de 41 aerolíneas de todo el mundo, para el periodo 1996 a 2003, ambos inclusive. Los resultados obtenidos nos permiten afirmar que las líneas aéreas privadas superan en media a las líneas aéreas públicas en las variables estudiadas: rentabilidad económica, margen neto, resultado neto por empleado y avión, importe neto de la cifra de negocios por empleado y asiento kilómetro ofrecido, pasajeros kilómetro transportados por empleado, crecimiento del activo y crecimiento del empleo. Por el contrario la rotación de activos y de fondos propios y el endeudamiento es superior para el caso de las líneas públicas.
7.- En el caso de Iberia, las medias de las variables: rentabilidad económica, margen neto, resultado neto por empleado y por asiento kilómetro ofrecido y transportado, importe neto de la cifra de negocios por empleado, pasajeros por empleado, asiento kilómetro ofrecido y transportado por empleado y factor de ocupación de pasaje; son superiores en la etapa de empresa privada respecto de lo que fueron en su etapa de empresa pública.
8.- Para verificar nuestra hipótesis de mayor rentabilidad económica, y por lo tanto mayor eficiencia, de las líneas aéreas privadas sobre las públicas, hemos desarrollado un modelo de regresión con resultados concluyentes. Como variable dependiente hemos utilizado la rentabilidad económica, calculada dividiendo el resultado neto entre el activo total. Como variable explicativa hemos utilizado el importe neto de la cifra de negocios entre el número de pasajeros kilómetro transportados. El aumento del ingreso por pasajero kilómetro conlleva mejores repercusiones en la rentabilidad económica para las líneas aéreas privadas.
9.- La prueba de diferencia de medias, aplicada a los residuos obtenidos en el modelo de Jones (1991), evidencia que tanto compañías privadas como públicas incurren en prácticas manipuladoras. Además, introduciendo los residuos del modelo de Jones (1991) en nuestro modelo de regresión de factores explicativos de la rentabilidad económica, descubrimos que las aerolíneas podrían incurrir en prácticas manipulación contable que inducirían elevaciones de su rentabilidad económica.
10.- Para profundizar en los resultados empíricos anteriores, hemos desarrollado un modelo de regresión incluyendo las variables convencionalmente asumidas con explicativas de las prácticas de manipulación de resultados; constatándose que las variables rentabilidad, endeudamiento y tamaño restringen las prácticas manipuladoras, en tanto que la inversión las incentiva. No obstante, la no significatividad de la dicotómica “propiedad” no nos ha permitido, en principio, hacer distinciones entre líneas privadas y públicas.
11.- Finalmente, omitiendo la variable tamaño en nuestro anterior modelo explicativo de prácticas manipuladoras, los resultados mejoran y revelan mayores prácticas manipuladoras en las aerolíneas públicas que en las privadas; atribuidas, en nuestra opinión, a la menor supervisión realizada sobre las líneas aéreas públicas.