MIRADAS SOBRE LA HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL

MIRADAS SOBRE LA HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL

Aurora Arjones Fernández (CV)

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La edilizia romana: anfiteatro, teatro, termas…

Si valoramos que el templo fue la tipología arquitectónica más trabajada, y por tanto perfeccionada por los griegos, es comprensible que sea justamente el templo nuestro punto de referencia a la hora de hacer un desarrollo evolutivo por la Historia de la Arquitectura por la Antigüedad Clásica desde Grecia a Roma. El templo es una tipología arquitectónica para el culto a los dioses. La arquitectura romana no concentró sus esfuerzos en perfeccionar esta tipología arquitectónica, sino que justamente la arquitectura de la Roma de la Antigüedad llama la atención por la diversidad de tipologías arquitectónicas que introdujo. Así podemos comentar: el circo, la basílica, las termas... El hecho de que estas nuevas tipologías obedezcan a usos y tradiciones propias de la vida civil romana, nos lleva a afirmar que a través de la arquitectura de la cultura griega y romana de la antigüedad asistimos a dos concepciones del mundo bien distintas, una en torno a la mitología y otra centrada en la civilidad, de ahí que para la comprensión de la cultura griega resulte especialmente significativa la arquitectura religiosa mientras que para la Roma Antigua el interés se concentre en la arquitectura civil.
Dado que estas nuevas tipologías arquitectónicas obedecen a usos comunes, pasamos a desarrollar la edilicia o arquitectura civil de la Roma Antigua atendiendo a tres grupos: arquitectura recreativa, obras de ingeniería y arquitectura conmemorativa. No obstante, antes de desarrollar el tema de la edilicia recordemos unas líneas generales acerca de la configuración de la ciudad romana y las características generales de esta arquitectura.

Bien, detengámonos ahora en los factores que nos permiten comprender los acontecimientos históricos que dieron lugar a la imposición y anexión de los ciudadanos de la península Itálica sobre los de la península Ática en torno al 146 a.e. Es decir, los etruscos que bajaron de las colinas y se asentaron en la actual Roma, una vez que habían unificado los territorios de la península Itálica, se propusieron anexionar a sus posesiones la península que se disponía al este, la península Ática. Por tanto, Grecia y Roma Antigua se desarrollan en paralelo en el tiempo entre el siglo VIII a.e. y el II a.e., en el Mediterráneo, una en la península Ática y otra en la península Itálica. En cualquier caso, las diferencias culturales entre los ciudadanos de Roma, entonces organizados a partir en una República, y las de los griegos no dio lugar a la convivencia sino a la invasión e imposición de los romanos sobre los griegos. Ahora bien,  desde el punto de vista cultural el proceso fue inverso, las manifestaciones culturales griegas pasaron a ser consideradas algo más que un exotismo, se consolidaron como un referente o modelo de belleza. Veamos los acontecimientos históricos que tuvieron mayor repercusión en la fundación de la cultura romana de la Antigüedad, estos son, principalmente, dos: fundación de la ciudad etrusca de Roma; y, anexión de los reductos de los territorios definitorios de la cultura griega al Imperio Romano en el 146 a.c. En primer lugar tenemos que comentar la fundación de la ciudad etrusca de Roma en torno al siglo VIII a.e. y la sucesiva consolidación de esta ciudad con autonomía y liderazgo propio en el conjunto del territorio etrusco. Los pueblos etruscos no lograron unificar Italia así como tampoco extender su poder, aunque la ciudad de Roma seguía adquiriendo poder y soberanía. Por tanto, la que sería capital del Imperio Romano, Roma, es una ciudad de fundación etrusca. Un segundo acontecimiento histórico de gran relieve en la fundación de la cultura romana de la antigüedad clásica es la anexión del territorio griego que  en torno al 146 a.c. aún definía la cultura griega de la antigüedad, este territorio pasará a ser una provincia del Imperio Romano.

Más allá de estos acontecimientos históricos, en los orígenes de la cultura de la Roma Antigua se entrecruza la leyenda de la Loba Capitolina que amamantó a Rómulo y Remo. Esta leyenda explica el origen monárquico de esta cultura, y reconoce a Rómulo como primer rey de la Roma Antigua. No obstante, esta es la leyenda más conocida de las más de veinte que están documentadas acerca de la fundación de Roma. En cualquier caso, la fuente de información más utilizada para conocer la historia de la cultura romana de la Edad Antigua ha sido y es la Historia de Tito Livio.

 Los aspectos políticos de la Roma Antigua (VIII a.e.-IV) describen tres etapas, en cada una de ellas se dio una forma de gobierno, estas son: monarquía, república e imperio. La monarquía que definió la primera etapa de la historia de Roma, a diferencia de la polis griega no permitía que los ciudadanos y por extensión los territorios donde estos convivían se organizasen a partir de leyes consensuadas desde las iniciativas y necesidades de los ciudadanos. El precedente de la monarquía romana lo podemos encontrar en el sistema hereditario que había definido las grandes monarquías de los faraones egipcios. Así en los primeros tiempos el monarca era jefe político, militar y religioso como ponen de manifiesto algunas de las inscripciones encontradas desde el siglo XVIII en la zona de los foros de la moderna ciudad de Roma. En estos primeros momentos al rey se le denominaba “rex sacrorum1 . Ahora bien, ni Tarquinio Prisco y Tarquinio el Antiguo, primeros monarcas de la Roma Antigua, se reconocían como intermediarios de los dioses sobre los ciudadanos, de ahí que no podamos hablar como en el caso de Egipto de teocracia. Sin embargo, una de las características fundamentales de la monarquía romana es que se define como sagrada en la medida en que los ciudadanos rendían culto al monarca; y vitalicia, el rey mantenía su condición hasta su muerte. El sistema político de la monarquía romana estaba muy cercano al Absolutismo.

La República Romana (509 a.c.- I a.c)  se  explica, entre otros factores, como la consecuencia directa a los excesos cometidos por el último de los tarquinios, quien ha pasado a la historia como Tarquinio el Soberbio. Con la instauración de la República tras la derrota del rey Tarquino,  se crearon nuevas magistraturas con las que se limitó el poder político y militar del rey. El rey pasó a desarrollar funciones religiosas. La relación patricio-plebeya es lo que caracteriza al República durante mucho tiempo. En la sociedad romana había dos clases sociales: Patricio. Paters de las gentes que formaron la  ciudad. Se unieron posteriormente a ella. Los patricios eran los descendientes de las primitivas gens; Plebe. Para unos autores eran primitivos latinos dominados por los etruscos; para otros, pequeños agricultores asentados en suelo romano, miembros o extranjeros inmigrantes. Progresivamente los plebeyos van ocupando todas las magistraturas. Esta etapa de la Historia de la cultura romana de la Antigüedad se define, por un lado por la incorporación definitiva de la magistratura o representantes del pueblo, entre los órganos que legislaban y ejecutaban el poder. Durante la República la cultura romana se extiende y abarca las tierras bañadas por el Mediterráneo. En el 146 a.c incorpora el reducto de territorio en los que había tenido lugar la cultura griega -quiero decir con esto que durante la República, la cultura romana vivió una gran expansión territorial-. El Imperio y la Romanización (27 a.c.- 395) supusieron un periodo de estabilidad económica para los pueblos mediterráneos, este proceso se ha venido a denominar romanización. El Imperio Romano se extendió y unificó el Mediterráneo bajo una misma cultura: la romanización. La máxima extensión del Imperio se dio durante el gobierno de Trajano, entre el siglo primero y segundo de nuestra era, recordemos que este emperador nació en Itálica ( Sevilla), dado que Hispania (del Duero hasta Tarifa) formaba parte del Imperio Romano desde II a.e. aunque fue Augusto quien conformó su imagen.
El Imperio entra en una fase de declive imparable en torno al siglo III de nuestra hasta que en el 395 el emperador Teodosio divide los territorios que por entonces conformaban el Imperio romano entre sus dos hijos Arcadio y Honorio. En estos años, desde la perspectiva de la historia del arte, las  manifestaciones artísticas del imperio romano han dejado de ser representativas, la Roma Imperial deja paso a la cultura de los primeros cristianos que mantenían su capital en Roma, así como a las manifestaciones del Imperio de Oriente cuya capital estaba en Constantinopla. Cabe comentar determinados aspectos político-sociales del Imperio, como es el caso de la esclavitud, éstos se contraponen y nos hacen replantearnos el papel concedido a esta cultura como precedente de la cultura occidental.  Justamente es la esclavitud, uno de los factores que explican la caída del Imperio Romano ya que ante los primeros levantamientos de la población civil por conseguir un estado libre, el ejército se ve en la necesidad de ocuparse de estos levantamientos que se sucedían en distintos focos del Imperio. Ante la situación que se vivía en el interior de las ciudades, la defensa de las fronteras pasa a ser un objetivo secundario. Esta circunstancia facilitará la expansión de los pueblos germanos -bárbaros, según la denominación con la que se referían a ellos los romanos- por territorios hasta entonces pertenecientes al Imperio.  
    
La ciudad romana prototípica es la del Imperio. La urbe romana es un centro administrativo y de grandes infraestructuras.  Pues bien, más allá de ciudades como Cartago en la que la ciudad romana se desarrolla a partir de la trama preexistente, o el caso de la ciudad de Roma que se desarrolló sin un trazado propio conforme a las necesidades de la sociedad romana. Nuestra exposición se centra en la ciudad de trazado romano. El trazado romano que hoy aún podemos constatar en ciudades como Itálica ( Santiponce, Sevilla) se organizaba en torno a dos ejes: el cardo y el decumano, dos ejes o calles principales que se cruzan en ángulo recto. En el punto en el que se cruzaban estas dos calles centrales se localizaban los edificios más representativos de la ciudad romana. Por tanto, buena parte de las tipologías arquitectónicas que abordamos en nuestra exposición se emplazan en el cruce del cardo con el decumano.

La arquitectura romana se caracteriza por su sentido práctico a diferencia de la arquitectura griega que obedecía a un principio estético. La arquitectura romana cuenta con un elevado nivel técnico, heredado de los griegos. El romano no se va a preocupar de perfeccionar las técnicas constructivas sino de adecuarlas a las nuevas necesidades de  su sociedad, a las costumbres que implanta la romanización. De ahí que la arquitectura romana, como el arte romano en general, sea anónimo. Se trata de un servicio a la comunidad, y no de un ingenio. El arquitecto romano trabaja con una escala monumental que atiende a un fin propagandístico del sistema, a dejar testimonios de una época, y en ningún caso se plantea como exigencia la armonía con la naturaleza. Es más, en este sentido podríamos hablar de la arquitectura romana como una imposición o colonización del medio, mientras que la arquitectura griega es la superación del medio desde la armonía con el mismo.

Los materiales de construcción que nos encontramos en la arquitectura romana son muy variados. Así nos tenemos documentados edificios construidos a base de piedra perfectamente trabajada en sillares, otras en las que se ha utilizado una mezcla llamada opus caementicium con la que se embutían las piedras en el muro, e incluso van a incorporar el ladrillo (opus latericium). También se generalizan las construcciones en materiales pobres que se recubren con planchas de mármol. Esta experimentación con los materiales de construcción explica la resolución de espacios abovedados ya que en la mayor parte de los casos nos encontramos muros en tanto que elementos sustentantes construidos de materiales muy pesados, que contrarresta con la ligereza del  material utilizado para las cubiertas.  No olvidemos que la arquitectura griega era adintelada, resuelta exclusivamente en ángulo recto, de ahí que la ejecución de cubiertas abovedas en la arquitectura romana sea una aportación significativa. Un ejemplo paradigmático de las cubiertas romanas lo tenemos en la cúpula del Panteón de Roma; en cualquier caso, como pone de manifiesto la solución arquitectónica de la Maison Carré (Nimes) el templo romano también da continuidad a la arquitectura adintelada.

“mira” la   Maisón Carrée (Nimes)    

“mira” la decoración de casetones del interior de la cúpula del Panteón de Agripa (Roma)  

 

“mira” el Exterior de la cúpula y fachada principal del Panteón de Agripa  (Roma) 

 
La basílica es una tipología arquitectónica civil, en la que tenían lugar los juicios y reuniones comerciales. Esta tipología arquitectónica se resolvía con una planta rectangular dividida en tres naves y un ábside; y mediante un eje longitudinal. La basílica es una de las tipologías arquitectónicas romanas de mayor trascendencia en la Historia de la Arquitectura ya que a partir del año 313 será adoptada por los cristianos como tipología arquitectónica religiosa. La basílica romana es por tanto la base de la arquitectura cristiana.

“mira” la Basílica de Majencio (Roma) 

 
De acuerdo con el carácter eminentemente práctico que define la esencia de la arquitectura de la Roma Antigua, vamos a desarrollar las tipologías arquitectónicas romanas que integran la edilicia en tres grupos: recreativa, ingeniería y conmemorativa. Las tipologías arquitectónicas que forman parte del grupo de arquitectura recreativa son: los teatros, anfiteatros, circos, estadios y las termas. La tipología arquitectónica del teatro ya la veíamos en la arquitectura civil griega. Ahora bien los teatros romanos se diferencian de los griegos porque la orchestra se reduce a un semicírculo, así como porque en la mayoría de los casos es una arquitectura exenta. Es decir, los teatros romanos no aprovechan los desniveles del terreno para levantar el graderío como si era característico de los teatros griegos; en cualquier caso tenemos que comentar que algunos teatros romanos se construyeron a la griega como podemos comprobar en el caso del Teatro Romano de Málaga ( s. I) donde el graderío se construye sobre la ladera de una montaña, o bien el Teatro Romano de Acinipo (Ronda) en el que el graderío se excavó en la ladera de una montaña. Así mismo, cabe comentar que en el teatro romano la escena gana tamaño y se independiza considerablemente.  En cualquier caso, lo interesante para nuestra evolución a través de la arquitectura griega de carácter religioso hasta la arquitectura romana civil sería, aunque se salga de nuestro hilo conductor, el hecho de que la tipología arquitectónica del teatro no es una introducción romana sino griega. Las características generales del teatro romano las podemos contemplar en el Teatro Romano de Mérida.

“mira” el Teatro romano de Mérida (España) 

El anfiteatro si es una tipología arquitectónica introducida por lo romanos. El anfiteatro era el espacio en el que se celebraban las luchas de gladiadores, una celebración prototípica de la Roma Antigua de la que además nos ha quedado un referente reconocido por el conjunto de la humanidad, se trata el Anfiteatro Flavio, conocido como Coliseo. Es más, el Coliseo en historia de la arquitectura es un buen ejemplo para explicar una de las características formales de esta arquitectura, se trata del principio de sucesión de órdenes en altura sobre el que también reflexionó Vitruvio en los Diez Libros de Arquitectura. Así en la fachada del Coliseo podemos comprobar que conforme ascendemos se suceden el orden dórico, jónico, corintio y compuesto. Sucesión que sin duda podría obedecer al principio de sustentación que definió Vitrubio según el cual recordemos que el orden dórico era el que tenía mayor capacidad de sustentación, aunque fuese también el más bizarro, mientras que el jónico y el compuesto eran ordenes más sutiles y con pocas posibilidades sustentantes.

“mira” la perspectiva del Anfiteatro Flavio, el “Coliseo” (Roma) 

 
    La configuración de un espacio no del todo circular sino más bien elíptico que caracteriza a esta tipología arquitectónica es el resultado de la unión de dos teatros. El anfiteatro es sin lugar a dudas un ejemplo máximo de la arquitectura romana de la Antigüedad, del principio de funcionalidad. En este sentido es muy interesante resaltar que bajo la arena o parte central, se disponían todo un sistema de espacios subterráneos de galerías y corredores por los que transitaban los gladiadores y fieras que tomaban parte en el  espectáculo. Esta tipología arquitectónica tiene continuidad en la arquitectura recreativa mediterránea, ya que se plantea como el origen de la tipología arquitectónica denominada plaza de toros.

“mira” la perspectiva del anfiteatro de Itálica (Santiponce, Sevilla) 

 
Los circos y estadios eran los espacios en los que tenían lugar las carreras de carros. De acuerdo con esta función se explica la forma longitudinal de su planta, así como la spina. La spina era un monolito, bastante parecido a los obeliscos, en los que se colocaban los trofeos que se jugaban. A modo de ejemplo cabe comentar el Circo de Mérida así como la reconstrucción del Circo Máximo en Roma.

“mira” el  Circo Máximo (Roma)  

 
Las termas eran lugares públicos de ocio y reunión social de los ciudadanos romanos. A modo de ejemplo, las Termas de Diocleciano de Roma en las que se evidencia que efectivamente los arquitectos romanos dominaban la arquitectura abovedada.

“mira” las Termas de Diocleciano (Roma) 

 
El segundo grupo que establecíamos en la arquitectura civil o edilicia romana corresponde a las obras de ingeniería. Las tipologías arquitectónicas que incluimos en este grupo son: calzadas, puentes acueductos y murallas. Estas tipologías están directamente vinculadas a la extensión del Imperio Romano. Estas son las obras que el Imperio  llevaba a cabo en las ciudades que iba anexionando, romanizando. El objetivo de estas obras era doble, por un lado daban unidad al Imperio, eran el denominador común; por otro, ofrecían a la población una forma de vida, incluso una calidad de vida, intrínseca a la condición de “ciudadano romano”.  Estas obras ponen de manifiesto la solvencia de los arquitectos romanos en el cálculo de estructuras, no sólo por el canon monumental de las mismas, sino porque como podemos comprobar buena parte de estas obras aún hoy se mantienen en pie y testimonian cual era su funcionamiento. Es más, en el caso de los puentes hoy nos llegan en funcionamiento ya que durante el siglo XIX fueron objeto de importantes obras de consolidación. 

“mira” el Puente de Alcántara (Cáceres)  


“mira” el Acueducto de Segovia   

 
La arquitectura conmemorativa es el tercer grupo de acuerdo a nuestra clasificación de la arquitectura civil de la Roma Antigua o edilicia. Los arcos de triunfo y las columnas conmemorativas son las dos tipologías más significativas de este tercer grupo. El arco de triunfo no está inserto en el circuito murario de la ciudad, sino que se trata de una arquitectura exenta. Se disponían en el centro de la ciudad con el objetivo de embellecer el foro. Su función es, además de ser una entrada monumental de la ciudad, consagrar la memoria de un guerrero o bien de un personaje destacado del Imperio. Se organizan a partir de dos pilares que sostienen un arco de medio punto sobre el que se dispone el ático. También nos podemos encontrar más de un arco como en el caso del Arco de Constantino.  El conjunto arquitectónico se completa con unas columnas unidas a los muros, pseudocolumnas (no son elementos sustentantes sino decorativos). En el ático se inserta una inscripción explicando la batalla o episodio que se conmemora, así como un programa decorativo basado en el relieve. No podemos olvidar la capacidad narrativa que el romano había desarrollado a través de la técnica del relieve, así como que el dominio que tiene de esta técnica le permite trabajar en alto, medio y bajo relieve. Es más cabe comentar que este dominio del relieve y de la capacidad narrativa que demuestra no será superado hasta las Puertas del Batisterio de Florencia por Ghiberti. Nos han llegado un buen número de arcos de triunfo a pesar de los efectos que tuvo sobre estos monumentos el urbanismo desarrollista de mediados del siglo XX. Así un ejemplo es el Arco de Constantino del siglo IV.

“ mira” el arco de triunfo de Constantino (Roma)   

La columna conmemorativa no realiza la función propia de un elemento sustentante sino que se descontextualiza y se le concede una nueva función, conmemorar. En cualquier caso, cabe comentar que la Columna de Trajano tiene en su interior una escalera de caracol que permite ascender, es decir crea un espacio. La columna de Trajano o también conocida como columna Trajana es uno de los casos de mayor interés. El interés de esta columna se fundamenta en gran medida por la calidad de sus relieves en cuanto a capacidad narrativa y técnica. Esta columna es de orden dórico con la particularidad de que su fuste esta recorrido por una banda ascendente de relieves.

“mira” el primer plano de los relieves de la Columna Trajana (Roma)

1 En Roma se sucedieron siete reyes; los cuatro primeros latinos y el resto  etrusco. Sólo se    tiene noticias fiables de los reyes etruscos: Rómulo,  Numa Pompilio, Tulo Hostilio,  Anco Marcio, Tarquino Prisco,  Servio Tulio y Tarquino el Soberbio.