Dicen los huicholes que en los principios del tiempo no había en el mundo más luz que la de la Luna, lo que traía muchos inconvenientes a los hombres. Reuniéronse, entonces, los principales de ellos para ver la manera de dotar al mundo de mejor luz, y le rogaron a la luna que les enviase a su único hijo, un muchacho cojo y tuerto. Comenzó ella por oponerse, pero consintió al fin. Diéronle al muchacho un vestido de ceremonia, con sandalias, plumas y bolsas para tabaco; lo armaron de arco y flechas, y le pintaron la cara, arrojándolo luego a un horno donde quedó consumido, pero el muchacho resucitó, corrió por debajo de la tierra, y cinco días después apareció el Sol.
Cuando éste irradió su luz sobre la tierra, todos los animales nocturnos (los jaguares y leones monteses, los lobos, los coyotes, las zorras y las serpientes) se irritaron muchísimo y dispararon flechas contra el astro del día. Su calor era grande y sus deslumbrantes rayos cegaban a los animales nocturnos, obligándolos a retirarse con los ojos cerrados a las cavernas, a los charcos y a los árboles, pero si no hubiera sido por la ardilla y el pitorreal no hubiere podido el Sol completar su primer viaje por el cielo.
Éstos fueron los dos únicos animales que lo defendieron. Hubieran preferido morir antes que dejar que se diera muerte al Sol, y le pusieron tejuino en el ocaso para que pudiera pasar. Los jaguares y los lobos los mataron, pero los huicholes ofrecen sacrificios hasta el presente a aquellos héroes y dan a la ardilla el nombre de Padre” 1.
El grupo huichol habita en el norte de Jalisco y en el este de Nayarit, en una zona montañosa atravesada por parte de la Sierra Madre Occidental, con barrancas profundas, elevaciones hasta de 3,000 metros sobre el nivel del mar y cañones por los que transitan ríos. El clima tiene variaciones de otra zona, aunque por lo regular es moderado, seco en las partes altas y calurosas en las bajas.
Sus centros de población más importantes son San Andrés Cohamiata, Santa Catarina Coexcomtitlan, Tuxpan de Bolaños, Guadalupe Ocotan y San Sebastián Teponahuatla, de los que dependen pequeños pueblos y rancherías.
En 1980 vivían, en Jalisco, 40,777 huicholes y, en Nayarit, 8,742 indígenas de ésta etnia; o sea, un total de 49,519 hablantes de idioma huichol, el cual está clasificado en el grupo Nahua-Cuitlateco, tronco Yutonahua, familia Pima-Cora. Este idioma tiene pequeñas variantes dialectales que no entorpecen la comunicación entre sus hablantes.
Cuando hablan en castellano se refieren a sí mismos como huicholes, con verdadero orgullo, y cuando hablan en su propio idioma, se denominan Wixárika. Y a toda la gente que no forme parte de su etnia la denominan tehuaris.
A pesar del patrón de asentamiento disperso, los huicholes cuentan con organizaciones comunitarias estables y complejas. El órgano político más importante es la asamblea comunal que se reúne, al menos, cuatro veces al año. La asistencia es obligatoria para los jefes de rancho, al igual que para los hombres y mujeres adultos solteros, la asamblea cumple, entre otras, con las siguientes funciones: ratificar la distribución de los cargos, nombrar comisiones, convocar faenas, discutir asuntos políticos y económicos, y resolver conflictos de toda índole.
El sistema de cargos es presidido por el Consejo de Ancianos (los kawiterutsixi). Estos cargos vitalicios son reservados a las personas más destacadas entre los adultos mayores, generalmente se trata de chamanes (mara’akate: “los que saben soñar”), quienes han ocupado varios de los cargos importantes, conocedores de la historia mitológica, ellos consultan a los antepasados y ancestros deificados durante sus experiencias oníricas.
En las cabeceras de las comunidades (Tuapurie o Santa Catarina Cuexcomatitlán, Wauta o San Sebastián Teponahuastlán, Tutsipa o Tuxpan de Bolaños, Tateikie o San Andrés Cohamiata, Xatsitsarie o Guadalupe Ocotán) se encuentran edificios públicos denominados Casa Real, que son la sede de una jerarquía cívico-religiosa encabezada por el tatuwani o “gobernador tradicional”.
Los miembros de este gobierno tradicional —gobernador primero y segundo, juez, alguacil, capitán, comisarios y topiles— portan varas de mando elaboradas con madera roja de palo brasil, objetos cuyo poder emana del padre Sol (Tayau).
Por esta razón, a los miembros de esta jerarquía se les conoce como its+kate “portadores de varas”. En las reuniones en la Casa Real, el gobierno tradicional se sienta a uno de los lados de la larga mesa de madera, el otro lado lo ocupan los comuneros que exponen sus problemas frente a las autoridades. Además de atender asuntos comunitarios, las autoridades tradicionales cumplen funciones religiosas, como ayunar y peregrinar. La Casa Real cuenta con un cuarto denominado “cepo”, que sirve como cárcel. Todos los cargos de los its+kate cambian anualmente durante las celebraciones de Año Nuevo o Cambio de Varas.
El gobierno tradicional colabora estrechamente con el grupo de las autoridades agrarias, encabezado por el presidente de bienes comunales, que se encarga principalmente de los asuntos relacionados con las tierras comunales. El teyupani o “capilla” es la sede de los mayordomos y tenanches que se ocupan del culto a las imágenes y santos derivados de la religión católica y de la tradición popular mestiza: Tanana (la Virgen de Guadalupe), Xaturi (Cristo), Hapaxuki (Santo Domingo) y Teiwari Yuawi (el pequeño Cristo, identificado con el Mestizo Azul Oscuro o Charro Negro, es decir, el sol nocturno).
El traje masculino de uso diario consiste en pantalón y camisa de manta con pocos bordados o lisos, un cinturón o faja y un sombrero de paja. Su traje ceremonial comprende un pantalón largo, camisa de muselina de manga abierta de un lado, el cual es bordado laboriosamente por sus madres, esposas o hermanas; una capa de muselina triangular con una orilla roja de franela colocada sobre los hombros, un cinturón tejido enrollado varias veces en la cintura, otro corto y otro tejido con unas bolsitas individuales bordadas o tejidas.
A menudo usan un paliacate al cuello, sandalias con correas de cuero, una o varias bolsas tejidas o bordadas colgadas del hombro, brazaletes, anillos de chaquira, aretes, collares de grandes cuentas, espejos y medallas católicas, bandas tejidas usadas en las muñecas. Un sombrero de paja decorado con colas de ardillas- este adorno es para los que ya hicieron peregrinación del peyote-, flores y plumas de colores. Los dibujos de los bordados son de formas geométricas que reflejan contenidos simbólicos. Entre más importante es una ceremonia más lujosa y complicada es la vestimenta.
El vestido de la mujer raramente es tan elaborado como el del hombre; Usan faldas hasta la pantorrilla o hasta el tobillo, blusas de cuello alto que llegan solamente hasta el borde superior de la falda del percal multicolor o telas comerciales, un gran paliacate sobre la cabeza y un quechquemitl que, algunas veces, es usado sobre la blusa. Ambos sexos se pintan la cara, generalmente con pigmento rojo mezclado con manteca o miel; La mayor parte de los hombres trenzan sus cabellos o lo dejan suelto al igual que las mujeres.
Las casas huicholes están construidas con lodo, piedra y carrizos entrelazados o entretejidos según el clima y los materiales disponibles; los techos son de paja y los pisos de tierra apisonada sin ventanas; Por lo general las casas tienen un solo cuarto; otras tienen dos cuartos con una división que separa al dormitorio de la cocina.
Hay construcciones adicionales que son trojes para el maíz, montadas en zancos, con techos de paja, que usan temporalmente como dormitorios, también se construyen oratorios y templos comunales. Cada casa tiene un patio, el cual se conserva limpio y donde se realizan la mayor parte de las actividades.
Hoy en día, las principales actividades económicas son el cultivo del coamil, es decir, la milpa trabajada con bastón plantador o coa, la ganadería, el trabajo asalariado durante temporadas de migración estacional y la venta de artesanías. El cultivo del coamil es una actividad de subsistencia, pues su producto no se destina al comercio.
En sí, se trata de una práctica religiosa: sólo quienes siembran las variantes sagradas del maíz pueden participar en las ceremonias parentales o comunales, y únicamente quienes participan en estas ceremonias tienen derecho al usufructo de la tierra.
La importancia del cultivo del coamil se expresa en los nombres personales que los huicholes toman de las diferentes fases de crecimiento del maíz y del fríjol o de fenómenos meteorológicos relacionados con las precipitaciones (por ejemplo: Xitakame: el joven nacido cuando las plantas de maíz están jiloteando; Xauxeme, el joven nacido cuando el maíz ya se está secando; Utsiama, la joven nacida cuando el maíz ya está guardado; K+iwima: la joven nacida cuando la guía de fríjol está en crecimiento; Haiyulima: la joven de la nube que crece; Ha+stemai: el joven del rocío).
Se conocen cinco variantes de maíz sagrado, que corresponden a los cinco rumbos del cosmos: yuawime-“azul”: sur; tusame-“blanco”: norte; ta+lawime- “morado”: poniente; taxawime-“amarillo”: oriente; tsayule-“multicolor” o “pinto”: centro.
El método tradicional de cultivo es la roza, tumba y quema. Maíz, calabaza y fríjol crecen juntos en el coamil, las hojas de calabaza protegen el suelo de la erosión, los frijoles se enredan en las cañas de las plantas de maíz y aportan al suelo el nitrógeno necesario.
En las orillas del coamil se siembran flores de cempasúchil, un plaguicida natural, y amaranto. Sólo en las partes más planas del territorio huichol se emplea el arado. El ganado vacuno corre libremente por toda la sierra, aunque durante la temporada de cultivo se le mantiene alejado de los coamiles. Por lo general, los corrales se construyen no para encerrar a los animales, sino para proteger las siembras. La ovicultura ha perdido su importancia, sobre todo, debido a la sustitución de la lana de borrego por estambre comercial.
El sacrificio de reses, borregos y chivos se practica únicamente en contextos rituales. La primera sangre que brota de la yugular del animal es el alimento que se ofrenda a las deidades. La cría de gallinas y guajolotes también es importante, estas aves ocasionalmente se sacrifican durante las ceremonias religiosas. La porcicultura, en cambio, es una actividad que carece de un significado religioso.
La cacería ha perdido importancia para la subsistencia, pero sigue siendo una actividad central dentro del sistema ritual, especialmente la caza de venado de cola blanca (Odocoileus virginianus). Otros animales que se cazan con una cierta regularidad son ardillas (únicamente las de la especie Sciurus colliaei), iguanas, pecaríes y jabalíes. Los principales recursos de pesca son los bagres y cauques. Los huicholes recolectan, asimismo: hongos, raíces, frutos e insectos, entre otros, cuyo conocimiento es crucial durante las temporadas de crisis.
La migración laboral estacional tiene como destino principal los ejidos tabacaleros de la costa de Nayarit, donde los jornaleros serranos no sólo reciben un salario indigno sino que a menudo se exponen a la contaminación de agroquímicos altamente tóxicos.
La artesanía se convirtió en una actividad económica importante a partir del movimiento contracultural de los años sesenta, que despertó el interés masivo en el arte huichol y su estética inspirada en experiencias “psicodélicas”. La visita a los diferentes centros urbanos y turísticos donde se vende la artesanía, suele combinarse con recorridos por diversos lugares sagrados.
Por otra parte, como consecuencia de la celebridad internacional que han ganado los huicholes, en algunas comunidades de la sierra se observa un incipiente etnoturismo. Éste, sin embargo, no suele contar con el beneplácito de los gobiernos tradicionales, quienes no permiten la toma de fotografías ni las grabaciones de audio o video.
El traje típico de la cultura Wixárika –Huichol se caracteriza por su llamativa y elaborada confección, especialmente del traje masculino. Todos los diseños tienen una significación religiosa importante. Los hombres usan pantalones de manta o de lino blanco y camisas del mismo material que tienen abierta la parte inferior de las mangas. Dichas prendas están bordadas con elaborados diseños simétricos de colores, que se elaboran a mano, y se bordan de diferentes colores, y con puntada de caracolito o con punto de cruz, así queda plasmada en sus prendas la simbología de la cultura. De forma abstracta o surrealista integran a su vestimenta elementos de la naturaleza como águilas, venados, aves, peyote, flores y víboras, entre otros.
Las mujeres, para la confección de un traje Wixárika Huichol de hombre y/o mujer, se tardan aproximadamente entre 4 y seis meses. Los bordados se realizan tanto en las mangas de la camisa como en las piernas de los pantalones o faldas, ya que son sagrados pues la madre tierra los creo para que estén en contacto con ellos.
El traje se complementa, en el caso de los hombres, con una faja que mide dos metros de largo y 5 centímetros de ancho; con bolsitas bordadas unidas a la faja, diferentes pulseras de chaquira; un sombrero de palma que en la orilla puede llevar tela de color rojo, aretes o espinas de jarretadera y en la capa tiras de tela, además, también como adorno, como adornos plumas de guajolote o pavo silvestre o de otras aves. El atuendo se acompaña con un morral de lana.
En el caso de la mujer, el vestido incluye un paliacate adornado con aretes, pulsera y medallas manufacturadas a base de chaquira, con bolas de estambre y una capa cuadrangular doblada por la mitad que se coloca sobre los hombros. Como calzado hombres y mujeres utilizan huaraches de punta enredados con correa de cuero.
La base de la alimentación es el maíz, y los demás elementos naturales como plantas y animales que les proporciona la madre naturaleza, varían según la temporada ya sea de secas o de lluvias. Con el maíz como fuente central de cereal y fuente de energía se suman más de 50 opciones de preparación entre los que destacan: El tejuino, el Histete, (Dulce a base de harina de maíz con miel de abeja), los tamales, el pinole, tortillas de colores, azules, rojas, negras, blancas, los tacos, atoles, entre muchas más.
Como bebida sobresale el tejuino, (licor a base de fermento de maíz). Se acostumbra en le celebraciones religiosas y tradicionales como la del Tambor; el tejuino se reparte conjuntamente con tamales y frutas.
Es bien conocida la riqueza estética de las producciones artesanales huicholas por tratarse de proyecciones basadas en el substrato mítico y religioso. Aseguran los huicholes que en los éxtasis conseguidos mediante la ingestión de la planta alucinógena denominada peyote, logran las visiones que posteriormente plasmaran en sus trabajos de estambre, tejidos y jícaras votivas. En los éxtasis dicen ver los santos a manera de grandes pinturas coloreadas como hombres y mujeres enormes que caminan por los alrededores, en ropas intensamente coloreadas, oyen al sol hacer ruidos terribles y ven flores, colores y luces. Dicen, también, que en la peregrinación a Real de Catorce, San Luís Potosí, al recolectar el peyote, tienen visiones en las que aparece la planta sagrada como si fuera un venado y entonces ven en los campos rebaños de venados pastando.
Entre las producciones artesanales se cuentan los tejidos y bordados de lana, algodón, estambre, hilo, chaquira; las fajas de lana o joyames, los morrales de lana y algodón, rarais; las corriras o cintas de algodón bordadas; los coxiures o cinturones de bolsitas de algodón y lana bordadas o tramadas de lana; los calzones de manta bordados; los roporeros o sombreros de palma decorados; los itaris o nearicas, (jícaras) tablas votivas decoradas con estambres multicolores, llamadas “caras o dibujos del mundo”; Los tzicuris u ojos de dios, hechos también con estambres multicolores; los trabajos en chaquira como aretes, pulseras, collares o anillos. Elaboran, además, equipales o sillones de vara y otate, así como pequeñas guitarras y violines con las que ejecutan su música tradicional.
Las fiestas de la cabecera se realizan durante la temporada de secas, se trata de celebraciones que se rigen según el calendario católico: Año Nuevo o Cambio de Varas, Carnaval o Pachitas y Semana Santa.
Las fiestas del tipo neixa o mitote, que tienen lugar en los adoratorios xiriki y los centros ceremoniales tukipa, se rigen según fechas movibles. Las fiestas principales —Hikuli Neixa, Namawita Neixa y Tatei Neixa— se realizan en relación con tres momentos críticos del ciclo del cultivo de maíz: la preparación del coamil, la siembra y la obtención de los primeros frutos, respectivamente.
Los elementos característicos de un mitote son una o varias noches de canto chamánico y danza circular. El canto es de naturaleza dialogal: el chamán-cantador conversa con las diferentes deidades para convencerlas de que no envíen enfermedades y ayuden a resolver los problemas que conciernen a las personas presentes. Para establecer contacto con los dioses, se emplean varas emplumadas (muwierite), cristales y espejos. Durante las fiestas Namawita Neixa y Tatei Neixa, que marcan el inicio y el fin de la temporada de lluvias, el canto se acompaña por un tambor cilíndrico llamado tepu.
En las tres fiestas principales el canto chamánico es más complejo, ya que se narran diversos episodios de la creación del mundo y de la vida de los ancestros deificados.
Principales celebraciones tradicionales de la comunidad
Mes del año |
Celebración |
Marzo – Abril |
La Tumba del Coa mil |
Marzo – Abril |
La Semana Santa |
Mayo |
Fiesta del Esquite |
Junio |
Fiesta del Rastrojo |
Agosto |
Mes de la Mareada. |
Septiembre – Octubre |
Fiesta del tambor |
Noviembre |
Fiesta del Elote. |
Los visitantes arriban en tres grandes temporadas las cuales son:
I.- SEMANA SANTA
Este es un turismo regional, étnico, que visita la región para realizar actividades de carácter religioso. Visitan el Cristo Negro que se ubica en la comunidad de Huaynamota. Durante esta temporada se tiene un arribo en la región de más de 8 mil turistas de todos los niveles económicos. Conjuntamente con la comunidad de Potrero de la Palmita y Zapote de Picachos se puede ofertar el servicios de alimentación y estancias como hospedajes; Potrero por medio de sus cabañas y Zapote de Picachos por medio del campismo.
II.- TEMPORADA DE VACACIONES DE VERANO
Durante la temporada de vacaciones de verano, se tiene un flujo medio de turistas nacionales que provienen de los estados del Occidente de México: Jalisco, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí. A éstos que les gusta practicar la pesca deportiva y se hospedan en la zona de la cortina, en los hoteles que se dedican a oferta la pesca deportiva y eventos náuticos.
III.- TEMPORADA INTERNACIONAL DE VACACIONES INVERNALES
Ésta da comienzo a partir del mes de noviembre y se prolonga hasta el mes de febrero, ya que en el hemisferio norte las temperaturas son muy bajas, por ejemplo en las ciudades de Quebec y Montreal, Canadá, llegan a registrarse temperaturas de 35 a 40° bajo cero, lo cual no permite a sus habitantes realizar actividades productivas, por lo que los canadienses realizan sus viajes vacacionales al extranjero, llegando a la región de Puerto Vallarta, Bahía de Banderas y Mazatlán Sinaloa; de Igual forma ocurre con ciudadanos norteamericanos de las regiones donde también baja mucho la temperatura.
En la región de la costa de nuestra entidad, hoy llamada Riviera Nayarit, encontramos turistas daneses, holandeses, británicos, españoles, alemanes, o franceses, que gustan de visitar la playa y pueden trasladarse a la región de aguamilpa para disfrutar de la convivencia con los grupos étnicos, pero para eso hay que contar con los medios tecnológicos, de infraestructura y humanos, para prestar servicios turísticos alternativos competitivos , inocuos, ya que un turista y huésped atendido y complacido es el mejor promotor del destino.
Entre los meses de diciembre y mayo gran parte de la población (hombres, mujeres y niños) se va a trabajar a la costa en labores como el corte de café, el corte y ensarte de la hoja de tabaco o las faenas de su cultivo; en el corte del chile o el levantamiento de cosecha de jitomate, pepino, sandia, melón, jamaica, cacahuate, mango y ciruela.
Los pobladores que se quedan en Zapote de Picachos se dedican a la producción de artesanía (bordados con chaquira de bolsas, servilletas, trajes, manteles, pulseras, collares y cuadros), atender a sus hijos, enjarrar su pretil, su casa, coamilar, pescar, reparar casas, cumplir con los trabajos de la comunidad, cuidar sus animales (chivos, bovinos, burros, caballos, puercos y aves).
Durante los meses de junio y agosto se dedican al coamil, ésta actividad consiste en limpiarlo y sembrarlo: y también se dedican a la actividad de la pesca, desde junio hasta el último día del mes de febrero, que es cuando se vuelve a establecer la veda de la captura de mojarra tilapia.
Entre los meses de septiembre y noviembre, los huicholes pizcan el maíz, lo acarrean, cortan la hoja de la milpa y se vuelven a las labores cotidianas del hogar.
Los mitos cosmogónicos huicholes se dividen en tres grandes ciclos.
En Tatei Neixa, “la danza de Nuestra Madre”, se celebra la presentación ritual de los primeros frutos (elotes y calabazas tiernas) y de los niños menores de cinco años. Durante un largo canto, el chamán los guía por un viaje imaginario al desierto de Wirikuta. En cierto momento, los niños se identifican con los primeros frutos y son presentados como tales a los dioses, después se establece una separación simbólica entre los seres humanos y sus alimentos.
La contraparte a este rito iniciático de los niños a la vida de peregrinos es Witaimari, la “despedida de los muertos”, que se celebra cinco días después del fallecimiento de una persona. Ahí, el chamán revela a los familiares el destino final donde habrá de vivir el alma del muerto.
En casi todas las fiestas, las noches de canto culminan con los sacrificios de animales, que se realizan al amanecer. La sangre de los animales agonizantes se unta en las ofrendas —principalmente jícaras y flechas votivas; Una vez terminada la fiesta, éstas se depositan en los diferentes lugares de culto en el paisaje, donde moran los antepasados deificados.
La sangre es el alimento de los dioses y “hace hablar a las ofrendas”, es decir, permite la transmisión de las plegarias que la gente dirige a sus dioses. Por otra parte, en el circuito de lugares de culto visitados se obtienen las “aguas benditas”, que serán utilizadas en las fiestas subsecuentes.
Los lugares principales de culto corresponden a los cinco puntos cardinales y marcan los extremos de la geografía sagrada huichol. En el poniente se encuentra la piedra blanca Waxiewe, una pequeña isla en el mar a unos cuantos metros de la playa de San Blas, Nayarit. En el oriente, está el Cerro Paritek+a o Reu’unari. Como vimos, se trata del lugar donde nace el Sol ubicado en la Sierra Real de Catorce, San Luís Potosí; El extremo norte está marcado por Hauxamanaka, el Cerro Gordo en Durango, y el sur por Xapawiyeme, la Isla de los Alacranes en el Lago de Chapala, Jalisco. El punto que corresponde al centro del mundo se llama Te’akata, “el lugar del horno”.
Se trata de un pequeño centro ceremonial cuyo templo principal es el santuario del dios del fuego.
Este “rancho de los dioses” se ubica en una barranca cercana al pueblo de Tuapurie, en el municipio de Mezquitic, Jalisco. Estos cinco lugares, en su conjunto, forman una cruz romboide (ts+kuri), emblema cosmogónico por excelencia de los huicholes.
El acceso a la región Wixárika Huichol y la comunidad de Zapote de Picachos parte del centro la ciudad de Tepic, por la avenida México y cruza con la avenida Victoria hacia el poblado de Bellavista, en el entronque que va hacia la comunidad de Francisco I Madero, “Puga”, se sigue hacia Atonalisco, José María Cortes, Las Blancas y Picachos, hasta llegar a la cortina de la Presa hidroeléctrica de Aguamilpa.
Por la carretera N° 15 México-Nogales que inicia en la ciudad de México, D.F., partiendo del centro del país México D.F. llaga uno al municipio de Tepic, y toma a la derecha hacia el noroeste, pasando por Ciudad Industrial de Tepic, la unidad habitacional de “La Cantera”, prosigue por el libramiento a la comunidad de la “ex hacienda de Mora”, toma el entronque a Francisco I Madero y sigue por la carretera a la cortina de la presa.
Del aeropuerto Nacional Amado Nervo, al arribar a éste, se toma la carretera Pantanal - San Cayetano entroncando a la Internacional N° 15 México Nogales, dirección poniente rumbo a la ciudad de Tepic, pasando el entronque de Camichín de Jauja y con el libramiento sur de la Ciudad de Tepic, se llega al entronque y semáforo de la ciudad Industrial y se toma la dirección hacia la unidad habitacional de La Cantera, la ex hacienda De Mora y el Ingenio Azucarero de Puga de la localidad de Francisco I Madero, se parte a la Cortina de la Presa de Aguamilpa.
De la cortina de la presa hidroeléctrica de Aguamilpa, se aborda una lancha tipo Bugui, con capacidad de 8 personas y se desplazan por el embalse hacia noreste y se toma al sureste por el río Lerma Santiago, y en unos 25 a 30 minutos de recorrido, se llega al embarcadero de Zapote de Picachos, sumando así del centro de la ciudad de Tepic, 65 kilómetros de los cuales 9 son acuáticos.
Con las nuevas carreteras de cuota Mazatlán – Tepic, Tepic-Guadalajara, los destinos turísticos de Turismo Masivo de sol y playa, se ubican de 2: 30 a 3:00 horas de camino a la región Wixárika – Huichol.
1 Lumholtz, 1904 [1902], 2: 106-107
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