Uno de los elementos que genera un contexto favorable para desarrollo de las comunidades indígenas y para la creación de espacios interculturales de relación entre indígenas y no indígenas, está referido a los consensos acerca de ciertos derechos indígenas que han sido difundidos y en gran parte acordados por la comunidad internacional.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, o Cumbre para la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992, los pueblos indígenas de todo el mundo expresaron su preocupación ante el deterioro de sus tierras y del medio ambiente, así como las condiciones actuales de sus pueblos originarios y los esfuerzos que eran necesarios para captar la atención internacional y lograr una mejor vida para las poblaciones indígenas de todo el mundo.
El capítulo 26 de la Agenda 21, que comprende el programa de acción adoptado por la conferencia, se dedicó al reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas y sus comunidades.
En él se señala la relevancia de los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas con relación al medio ambiente, y del indispensable reconocimiento y respeto que merecen éstos por parte de los estados. Uno de los resultados de la Cumbre para la Tierra fue la firma del convenio sobre la diversidad biológica, titulado “Preparación de Métodos y Prácticas de Utilización Sostenible de los Recursos Biológicos, incluido el Turismo”, que incluye disposiciones que atañen específicamente a los pueblos indígenas, respecto de su participación en éste tema, asimismo, la Asamblea general proclamó 1993 el Año Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, y la década de 1995-2004 como el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, para fortalecer la cooperación internacional en pro de resolver los problemas de las comunidades indígenas.
En mayo del año 2002, en virtud de la declaración del Año Internacional del Ecoturismo por la OMT, se celebró en la ciudad de Quebec, Canadá, la Cumbre Mundial del Ecoturismo, auspiciada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial del Turismo (OMT). En dicha cumbre, los participantes formularon una serie de recomendaciones resumidas en la “Declaración de Quebec sobre el Ecoturismo”, cuyo objetivo principal fue establecer un programa preliminar y una serie de recomendaciones para el desarrollo de actividades de ecoturismo en el contexto del desarrollo sostenible, dirigidas a diversas instituciones públicas y privadas, así como a las comunidades locales e indígenas.
desarrollar sus técnicas tradicionales (artesanía, construcción tradicional, etc.); entre otros aspectos.
A partir de la evolución y especialización del turismo rural, y como parte constitutiva de un turismo de tipo cultural, aparece una nueva modalidad orientada al conocimiento de las tradiciones y costumbres locales, así como también al desarrollo de actividades de intercambio cultural con habitantes originarios de las áreas visitadas, denominada “Étnoturismo”.
Dicha variante fue definida en el Encuentro Nacional de Etnoturismo “Experiencias y Perspectivas del Etnoturismo en el Desarrollo Territorial de los Pueblos Indígenas en Chile”, como:
“Una actividad turística centrada en la cultura étnica vigente y pasada, que un grupo social diferenciado de la sociedad nacional expresa a través de sus manifestaciones cotidianas y festivas, materiales y espirituales, con arraigo y localización, preferentemente en un espacio rural”.
Durante dicho encuentro, se planteó la reconceptualización del término Etnoturismo, por el de Turismo Indígena. Sin embargo, esta transformación adolece de una justificación específica, motivo por el cual se manifiesta una sustentación respecto de las razones por las cuales se hace necesario adoptar este último término.
Si se considera que el término Etnia hace referencia “...en su acepción más global, a la relación con los grupos humanos y sus culturas, todo aquello que difiere al hombre de las demás especies animales. (Por tal razón)...todos los grupos humanos, independientemente de su grado de organización política, son susceptibles a ser catalogados como etnia... ”, y si se analiza la definición de Turismo Étnico (o nostálgico) planteada por la OMT que entiende esta variante turística como “de visita a los lugares de procedencia propia o ancestral y que consiste por lo tanto en visitas motivadas por el deseo de encontrarse con sus raíces, ya sea en los lugares donde se pasó parte de su vida o aquellos donde vivieron los antepasados de la familia.”; se puede concluir, que las definiciones de etnoturismo, propuestas por CONADI y la OMT, no reflejan claramente la presencia y participación activa de los pueblos indígenas en la actividad turística, haciendo mención a cualquier pueblo -sea este indígena o no indígena- que en su medio exhiba su cultura al visitante.
De este modo, y con motivo de reconocer la participación de pueblos originarios en el desarrollo de la actividad turística retomemos un ejemplo que los profesionales del turismo acuñaron en el país de Chile, donde se propone la utilización del concepto Turismo Indígena, el cual definen como:
“Aquella actividad turística abordada y manejada por comunidades y familias indígenas, que se desenvuelve en un espacio rural o natural, históricamente ocupado por pueblos indígenas, conjugando sus costumbres y tradiciones, ancestrales y contemporáneas, fomentando de este modo un proceso de intercambio cultural con el visitante o turista”
Siendo una modalidad turística que promueve en la comunidad indígena una postura autónoma, desarrollando las instancias para que ésta asuma el control integral (desarrollo y manejo) de sus recursos, tanto naturales como culturales, permitiendo que una importante proporción de los beneficios que ingresan a la comunidad permanezcan en ella, asimismo, el turismo indígena promueve la interculturalidad, es decir, busca el contacto entre culturas en condiciones de igualdad y visión crítica, razón por la cual, tiene un carácter enriquecedor, pues favorece el desarrollo de los pueblos y culturas en contacto.
En razón de las definiciones antes expuestas, se pueden establecer las diferencias existentes entre el Turismo Étnico o Etnoturismo y el Turismo Indígena.
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