La utilización de casos es muy frecuente y referenciada en ámbitos tan diversos tales como la investigación, la docencia o la gestión de las organizaciones.
El estudio de caso se corresponde con los diseños investigativos de tipo cualitativo, así como con los de investigación acción y los estudios etnográficos con los que se confunde con frecuencia.
El estudio de caso o estudio/s de casos, dependiendo de los autores- es un concepto que abarca numerosas concepciones sobre la investigación. De hecho, es un término que sirve de “paraguas” para toda una amplia familia de métodos de investigación cuya característica básica es la indagación.
Desde el diseño hasta la presentación de sus resultados, el método de casos está estrechamente vinculado con la teoría.
Según (Yacuzzi, 2005):
Los casos de investigación son especialmente valiosos, porque permiten el estudio de la causalidad y la plasman en una teoría. «Todo buen diseño incorpora una teoría, que sirve como plano general de la investigación, de la búsqueda de datos y de su interpretación. A medida que el caso se desarrolla, emerge una teoría más madura, que se va cristalizando (aunque no necesariamente con perfección) hasta que el caso concluye»
El estudio de caso es todo lo contrario a una metodología uniforme, se adapta a cada realidad y adquiere modalidades específicas en función de su contexto y finalidad, de aquí la importancia de encontrar la modalidad adecuada.
(Ragin, 1992):
Distingue diferentes formas de enfocar un caso según se consideren como unidades empíricas o construcciones teóricas, de forma que pueden ser considerados: realidades encontradas o descubiertas, objetos, hechos o convenciones. En función de la disponibilidad de una teoría previa más elaborada por parte del investigador, los casos pueden ser exploratorios, explicativos o descriptivos. A su vez, los diseños pueden ser de un caso simple o de múltiples casos y, por otra parte, holísticos o encapsulados, según se utilice una o varias unidades de análisis (Yin, 1989).
Si atendemos a la finalidad del estudio de caso, a las técnicas de recogida de información y al informe, podemos concluir que no existe un único modo de hacer estudios de caso. (Stake, 2005) plantea que hay tres tipos de estudios de caso atendiendo a la finalidad última del mismo:
Estudio de caso intrínseco: casos con especificidades propias, que tienen un valor en sí mismos y pretenden alcanzar una mejor comprensión del caso concreto a estudiar. En este supuesto no se elige al caso porque sea representativo de otros casos, o porque ilustre un determinado problema o rasgo, sino porque el caso en sí es de interés. Yin (1989) se refiere a él como diseño de caso único.
Estudio de caso instrumental: al servicio de la construcción de una teoría. Son casos que pretenden generalizar a partir de un conjunto de situaciones específicas. El caso se examina para profundizar en un tema o afinar una teoría, de tal modo que el caso juega un papel secundario, de apoyo, para llegar a la formulación de afirmaciones sobre el objeto de estudio.
Es el diseño de casos múltiples y se emplea cuando se dispone de varios casos para replicar.
Estudio de caso colectivo: se realiza cuando el interés de la investigación se centra en un fenómeno, población o condición general seleccionando para ello varios casos que se han de estudiar intensivamente.
Según Yin (1989), un diseño de investigación se compone de cinco componentes: las preguntas del estudio, las proposiciones, si existieran, su unidad de análisis (pueden ser varias), la lógica que vincula los datos con las proposiciones y los criterios para interpretar los hallazgos.
La investigación mediante estudios de casos sigue unas fases generales ampliamente aceptadas.
1. Fase preactiva
En ella se tienen en cuenta los fundamentos epistemológicos que enmarcan el problema o caso, los objetivos pretendidos, la información de que se dispone, los criterios de selección de los casos, las influencias del contexto donde se han desarrollado los estudios, los recursos y las técnicas que se han de necesitar y una temporalización aproximada. La pregunta de investigación sirve para definir la unidad o unidades de análisis a considerar. De esta forma, se establece una relación entre constructos teóricos y unidades empíricas, categorías generales y específicas (Ragin y Becker 1992), estableciendo una “cadena de evidencias” (Yin 1989).
Una de las tareas más difíciles es esclarecer empíricamente el tamaño y los límites de un determinado caso. También lo es establecer el número de eventos o situaciones que permitan atribuir a una muestra de registros la representatividad del conjunto (Carbaugh 2007). Desde la investigación cualitativa, los investigadores plantean que en esta fase tienen que enfrentarse a problemas prácticos tales como:
2. Fase interactiva
Corresponde al trabajo de campo y a los procedimientos y desarrollo del estudio, utilizando diferentes técnicas cualitativas: toma de contacto y negociación que sirven para delimitar las perspectivas iniciales del investigador, las entrevistas, la observación y las evidencias documentales. En esta fase es fundamental el procedimiento de la triangulación para que pueda ser contrastada la información desde fuentes diferentes.
En la fase interactiva la principal preocupación suele ser recoger, reducir y relacionar la información recogida a través de diferentes técnicas: observación participante, entrevista, foros de debate y análisis documental. En ocasiones esta fase se vuelve problemática porque:
- El investigador puede tender a implicarse en exceso en las cuestiones que investiga o bien tener dificultades para empatizar con el grupo.
Un método como éste, que pone al investigador en contacto directo y prolongado con la realidad estudiada, requiere herramientas heurísticas para detectar los cambios y movimientos que sufre esa realidad. El uso de tipologías será fundamental para ordenar y relacionar los registros que permitan observar los cambios e identificar su dirección a través del tiempo.
3. Fase postactiva
Se refiere a la elaboración del informe del estudio final en que se detallan las reflexiones críticas sobre el problema o caso estudiado. Algunos problemas prácticos propios de esta fase son:
Estas características hacen que la metodología admita múltiples perspectivas de abordaje.
En este caso hemos seleccionado cuatro dimensiones desde donde pensarla como un potente dispositivo:
Becker (1969) identifica el propósito del estudio de casos desde una doble perspectiva:
La profundidad del abordaje, dependerá del propósito que orienta el estudio, así como de los tiempos disponibles para desarrollarlo. El nivel de abstracción y conceptualización en los estudios de caso denominados interpretativos, (Merriam,1990) puede variar desde la sugerencia de relaciones entre fenómenos hasta la definición de una teoría.
8.3. Plan de estudio de caso:
Selección del caso
Procedimientos del estudio de caso
Materiales/ recursos / costo
Cronograma
Referencias bibliográficas