OBJETIVO:
Lograr la mejor redacción posible del trabajo evitando errores que generen confusión al lector.
Fernando Crespo, en su libro El artículo científico: ¿rutina o método?, aconseja a los hombres de ciencia leer asiduamente a los buenos escritores para mejorar su redacción ( Betancourt, 2003). ¿Qué aconseja leer? 1) artículos científicos editados en revistas primarias prestigiosas, en español. 2) Narrativa, periodismo, entre otros de prestigiosos autores cubanos o de hispanoamérica. 3) Textos básicos sobre redacción. Opina que este tipo de lectura les resultaría tan beneficioso como un curso de redacción científica, ya que –según Martín Vivaldi-- el estilo, como la música, también se pega.
Si escribe apresuradamente y no le prestas la debida atención al orden de las palabras, el resultado será casi siempre una oración deficiente. A veces el significado literal es tan absurdo que el lector sonríe pero no entiende el mensaje. En otras ocasiones el significado es confuso y el lector tiene que leer la oración varias veces para tratar de entenderla. En el peor caso el significado es distinto u opuesto. Es por ello que hay que tener en cuenta el orden sintáctico (sujeto, verbo, complemento) y el orden lógico. El sujeto debe estar cerca del verbo y de los adjetivos que le corresponden; los adverbios deben quedar cerca de los adjetivos que modifican.
El investigador o profesional de las ciencias tiene que cultivar su estilo sin convertirse en un retórico. La ciencia requiere la frase corta, la expresión ajustada y el vocablo preciso. Huya del lugar común y acomódese con exactitud al pensamiento que pretende expresar; lleve como blasón estas palabras: “Lo bueno, si breve, es dos veces bueno.” En este sentido, el galeno español don Santiago Ramón y Cajal subraya: “Las bellas frases convienen a los retóricos, a los poetas, a los enamorados..., para los cuales el hablar bien es un fin. Para la ciencia basta, y lo único necesario es tener algo que decir, decirlo y no decir más que eso.
Cuando escriba considere estas diez cláusulas que le servirán de “lazarillo” hasta que adquiera la necesaria confianza en sí mismo:
Si yo, literato: |
Si yo, científico: |
Repito rimas consonantes, eso es cadencia y lirismo. |
Reitero sílabas terminales, eso es cacofonía y vicio del lenguaje. |
Si voy del símil a la metáfora y de ésta a la paradoja, se habla de una meritoria congruencia imaginativa. |
Si expreso mis ideas a medida en que surgen, éstas son incoherentes y distorsionan el mensaje. |
Si no reparo entre el concepto y la palabra, y escojo de mi léxico cualquier vocablo que mejor exprese mi intención, mi prosa es poética y llena de matices. El lenguaje: Uso correcto del idioma |
Si no selecciono con máximo rigor y precisión el término adecuado, mi prosa resultará oscura y galimática. |
Si hago prácticamente lo que me plazca, tratase de una “licencia” retórica. |
Si transgredo sólo una norma semántica o sintáctica, ¡he incurrido en un tremendo disparate! |
A pesar de lo rápido que va la ciencia en estos días, el apuro nunca lleva a nada y el afán de ir al ritmo de estos tiempos no significa ser descuidado, esto se aplica en cualquier campo, pero en el área que nos interesa, la de la redacción de artículos científicos, es indispensable cuidar el orden de las palabras.
Puede que el orden de una oración a pesar de ser incoherente o absurdo sea entendible por el lector, pero esto le quita seriedad al trabajo que elabore.
Puede pasar también que ante un error sintáctico el lector tenga que retroceder muchas veces en un mismo párrafo o página con el fin de entender lo que usted quiso decir o puede que deseche su trabajo.
Lo que debe buscar el cuidar la sintaxis es que el lector entienda exactamente lo que le quisimos decir.
Observemos el siguiente ejemplo:
“Los datos se tomaron de una población al azar.”
No se especifica si los datos se escogieron al azar o si la población se escogió al azar. La manera correcta de poner por escrito la idea era escribiendo:
“Los datos se tomaron al azar de una población.” o “Los datos se tomaron sin ningún orden específico de una población”
Para evitar esos problemas es necesario poner siempre al sujeto cerca del verbo y de los adjetivos que complementen la idea. Recuerde además que ante la menor duda de qué palabra debe usar cámbiela —en lo posible—por otra de significado similar
Las palabras que use en sus oraciones deben concordar en género y en número siempre. Aunque es más difícil cometer errores de concordancia, es preciso tener cuidado al redactar las oraciones, nunca confíe al cien por ciento en el corrector ortográfico de su procesador de textos.
Por ejemplo debe cambiar la expresión:
“La actividad de los empresarios bolivianos son muy pobres “
Por la siguiente que guarda la correcta concordancia:
“La actividad de los empresarios bolivianos es muy pobre”
En buenas cuentas, si coloca un sujeto en plural debe colocar el verbo en plural. Igualmente, si usa un sujeto en singular, el verbo deberá ir en singular.
La redundancia es tan común en la conversación cotidiana, que expresiones como subir para arriba, bajar para abajo, entrar para adentro o salir para afuera nos parece perfectamente normal. Podemos ser redundantes ocasionalmente para enfatizar un punto (ver "perfectamente normales" en la oración anterior), pero en el artículo científico las palabras redundantes usualmente ocupan espacio sin añadirle valor a la comunicación. Considera estos ejemplos:
La verbosidad consiste en el uso excesivo de palabras, también es conocido como verborrea. Afecta directamente al artículo científico porque le da una extensión innecesaria que puede resultar intolerable y deja una muy mala impresión a los lectores.
Observe los siguientes ejemplos de verbosidad y opte siempre por usar las formas correctas y serias puestas a la izquierda:
INCORRECTO |
CORRECTO |
A pesar del hecho que |
Aunque |
Durante el transcurso de |
Durante |
En la vecindad de |
Cerca |
Es capaz de |
Puede |
Por un periodo de |
Durante |
Posee la habilidad para |
Puede |
Se ha encontrado evidencia |
Hay evidencia |
Se hizo una comparación |
Se comparó |
Tiene el potencial de |
Puede |
Tiene un ritmo de crecimiento rápido |
Crece rápido |
Un gran número de |
Muchos |
Estudios realizados por Platt (1998) |
Platt (1998) demostró que |
Siempre debe usar abreviaturas que sean claras, recurra al diccionario si tiene dudas y jamás invente abreviaturas. El hecho de que a usted le parezca muy clara la abreviatura que inventó, no hay garantía alguna de que el lector la pueda descifrar o comprender.
Si por el número de veces que va a usar un término en su trabajo se ve forzado a resumirlo, recuerde definir la abreviatura al primer uso.
Por ejemplo:
“El Impuesto General a las Ventas, en adelante IGV, se elevó en 3 puntos porcentuales”
Jamás use símbolos para abreviar o reemplazar palabras. No use el símbolo % para reemplazar a la palabra porcentaje, tampoco use los símbolos < o > para indicar mayor o menor dentro de un texto alfabético.
Es muy importante usar las abreviaturas del Sistema Internacional para las unidades de medida.
Usa las abreviaturas del Sistema Internacional (SI) para todas las unidades de medida.
A continuación una lista de abreviaturas comunes y muy utilizadas en la redacción de artículos académicos:
ABREVIATURA |
SIGNIFICADO |
ORIGEN EN LATÍN |
cf. |
compárese con |
confer |
col. |
colector |
|
ed. |
edición, editor |
|
Ed. |
Editor, Editorial |
|
e.g. |
por ejemplo |
exempli gratia |
et al. |
y otros |
et alia |
Fig. |
figura |
|
Figs. |
figuras |
|
ibid. |
en el mismo lugar |
Ibidem |
i.e. |
es decir |
id est |
loc. cit. |
lugar citado |
loco citato |
máx. |
máximo |
|
mín. |
mínimo |
|
op. cit. |
obra citada |
opere citato |
p. |
página (p. 45= página 45) |
|
pp. |
páginas (45 pp.= 45 páginas) |
|
s.d., SD |
desviación estándar |
|
s.l. |
sentido amplio |
sensu lato |
sp. |
especie |
|
spp. |
especies |
El uso del inglés como lengua internacional de la ciencia causa inevitablemente la importación de muchos términos de ese idioma. Las palabras que no tienen equivalente en español (neologismos) son bienvenidas y necesarias para la evolución del idioma, pero la importación de vocablos para substituir palabras bien conocidas no enriquece a ningún idioma. La redacción científica, como toda redacción formal, exige el uso correcto del idioma.
Los anglicismos más crudos (barbarismos) son fáciles de identificar y la persona educada nunca los usa en el lenguaje escrito. Ejemplos: attachment (anejo), buffer (amortiguador de pH), butear (arrancar), chatear (charlar), clickear (seleccionar), email (correo electrónico), machear (combinar, equiparar), mouse (ratón), printear (imprimir), printer (impresora), spray (aerosol), staff (empleados), taguear (marcar).
Para complicar más el tema, algunas palabras son anglicismos (semánticos) cuando se usan con un significado particular. Ejemplos: aplicar (por solicitar), atender (por asistir), clerical (por oficinesco), comando (por orden), comodidad (por objeto valioso), data (por datos), editar (por corregir), eventualmente (por finalmente), instrumental (por esencial), nombrar (por dar nombre), operación (por funcionamiento o manejo), ordenar (por mandar a comprar), realizar (por darse cuenta), salvar (por guardar), tarjeta (por blanco), utilidad (por servicio esencial) y visual (por recurso audiovisual).
Otros anglicismos usados en la redacción científica: