Altamirano Balcázar Magaly Janneth
Abarca Urquín Roselio
RESUMEN
Es importante conocer sobre la educación especial, llama la atención el hecho de que existen alumnos que se integran plenamente a la vida escolar a pesar de su capacidad diferente, en ocasiones algunos no presentan tantas dificultades para seguir el ritmo de aprendizaje de sus compañeros, pero para lograr esta plena integración es necesario una fuerte labor docente, un conocimiento, si no amplio, por lo menos pertinente de la problemática para poder diseñar estrategias de apoyo y adecuaciones al método y pedagogía de enseñanza.
PALABRAS CLAVE
Necesidades Educativas Especiales, atención, aprendizaje.
INTRODUCCIÓN
Las necesidades educativas especiales pueden desencadenarse por una gran variedad de factores, puede influir desde la herencia hasta el ambiente social, cultural, escolar y familiar en que se desenvuelve el niño, por lo tanto es importante que antes de catalogar a un alumno con Necesidades Educativas Especiales estemos seguros de que realmente presenta esta necesidad y no solo “Etiquetarlo” por una simple creencia y suposición.
Así mismo han cobrado gran importancia, ya que en la actualidad existen y aumentan los casos de niños que precisan esta atención, por ello es fundamental conocer acerca del tema, mantenernos informados y actualizados para que como docentes sepamos de qué forma actuar ante esta situación.
DESARROLLO
La importancia del conocimiento de la educación especial radica en que es justamente dentro de las aulas de los distintos niveles (básico, medio y superior), donde nos encontraremos con algunos alumnos que requieren de este tipo de apoyo, puesto que en las instituciones se mantiene un fuerte contacto y convivencia con niños y jóvenes,
Así como docentes frente a grupo no sabemos nada sobre educación especial no podremos afrontar el reto y mucho menos ayudar a estos alumnos, pues es de saberse que no todo el trabajo se lo dejaremos a un especialista, ya que la presencia de necesidades educativas especiales es una labor conjunta entre el niño, la familia, el docente y el especialista; además de que, a pesar de los avances en materia educativa, no todas las instituciones cuentan con el apoyo pertinente para auxiliar en tales casos.
Según los autores explican que, lo que realmente interesa, no es la definición, sino el conocimiento y la comprensión, si bien es cierto una definición nos puede ser de gran utilidad, más ésta no nos da una solución, por tanto no pretendamos encontrarla en ella, es más bien una guía para comenzar a entender a la educación especial.
No se debe confundir a las necesidades educativas especiales con una enfermedad o a la definición con una receta médica y con ello creer que con solo podemos ayudar al infante, esto no es así, las necesidades especiales engloban muchas causas, tiene diversas formas de manifestación, pueden aparecer en cualquier situación o contexto; con lo investigado me atrevo a decir que cualquier sujeto esta propenso a presentar necesidades educativas especiales, pues no es exclusivo de una minoría o sector.
Un niño puede requerir educación especial ya sea por sobredotación, por problemas de conducta, mantener un ritmo de aprendizaje diferente, por presentar inadaptación, tal vez porque no pueda valerse por sí mismo, sobreprotección, trastornos emocionales, dificultades o problemas familiares, agresividad, etc., no siempre será aquel infante que por su apariencia física, condición social o por tener algún síndrome u otra anomalía genética este propenso.
En sí, las necesidades educativas especiales son muy diversas, por lo tanto el apoyo que se brinda también es distinto, dependiendo de la problemática detectada, de las condiciones del sujeto, de su ambiente familiar y del contexto en que se desenvuelve, nunca debemos tratar a dos niños que precisan de atención educativa especial por igual sin antes haber observado su comportamiento, solicitando la ayuda de un especialista o canalizándolo, ya que si lo hacemos es probable que estemos cometiendo un grave error, puesto que la atención que necesitan, así como la problemática que presentan no sea la misma.
Por ello como docentes debemos conocer lo más posible sobre el tema, investigar y preocuparnos por nuestra formación, esta es la única manera de preocuparnos a la par por nuestros alumnos. El educador ante el niño con N.E.E. deberá tener una visión amplia, comenzar por reconocer y aceptar al alumno, observarlo detenidamente, ganarse su confianza, que el pequeño comprenda que no está solo y mucho menos tiene que sentirse distinto, sino especial.
El trabajo del docente radica, en tales circunstancias, en la búsqueda de medios y estrategias para ayudar al preescolar a tener un desarrollo positivo, una experiencia de aprendizaje buena, que vaya a la par de sus compañeros y de esta forma no se rezague completamente en sus conocimientos.
Con frecuencia como docentes caemos en el error de solo priorizar las dificultades que el niño o joven con necesidades educativas especiales presenta y olvidamos o no apreciamos aquello que si es capaz de realizar, las habilidades y destrezas con las que cuenta y que mucho nos pueden servir para la práctica educativa; esta idea errónea puede que obstaculice nuestra labor de apoyo, pues el hecho de sólo tomar en cuenta lo negativo del infante en vez de ayudar perjudicara tanto al niño como al maestro.
Un niño con N.E.E. requiere del apoyo de los demás, sin embargo tampoco debemos caer en la sobreprotección, pues este otro error que frecuentemente se comete y es más visible en el caso de los padres, aunque el docente tampoco está exento de cometerlo; el subestimar las capacidades del niño o considerarlo incapaz de realizar ciertas actividades no permitirá avances en su autonomía y seguridad personal. Por el contrario con esta actitud volvemos al pequeño inseguro y temeroso, lo que a su vez afecta su estancia en la institución educativa y su desenvolvimiento en la sociedad.
Es también importante que el maestro observe e identifique los sentimientos del niño, en este aspecto la autoestima y la aceptación juegan un papel relevante, generalmente los infantes que precisan de apoyo educativo especial necesitan elevar su autoestima, aceptarse y ser aceptados como son, sentirse queridos y protegidos, no tener miedo a realizar distintas actividades y sobre todo comprender que su condición no es mala, que como seres humanos que son tienen los mismos derechos que los demás y que a pesar de no poder realizar algunas actividades, si así lo es, tiene cualidades que los hacen únicos, especiales e incluso mejores.
Para lograr lo anterior el docente tendrá que buscar los medios necesarios para integrar plenamente al niño o joven al aula ordinaria y así mismo que el grupo y de ser posible la institución también lo integre.
Una buena forma de lograr la integración de los alumnos con necesidades educativas especiales es dejarlos convivir lo más posible con sus compañeros, que su participación tanto dentro como fuera del aula sea activa y proyectiva, que las experiencias que sus iguales tengan él también las viva y que no solo con el pretexto de su necesidad especial lo deleguemos a unas cuantas actividades o a un rincón del aula.
En sí el docente tendrá que realizar una gran labor para con el alumno, como, lo es observarlo para identificar qué tipo de apoyo necesita y de esta forma comenzar a adecuar si es necesario su planeación, los materiales, el aula, las instalaciones de la escuela y en el mayor de los casos los propósitos establecidos para el grupo.
El trabajo que realice el docente con el grupo, las actividades que proponga, la dinámica que se establezca dentro del aula y todo aquello que se lleve a cabo deben de estar pensadas en beneficio de los alumnos tomando en cuenta así mismo a los infantes que necesitan educación especial, sobre todo a ellos, puesto que generalmente necesitara más ayuda, por esto es importante que el educador sepa que lo que interesa al niño, cuales son las áreas que puede trabajar para mejorar su aprendizaje, que medidas ha de tomar para evitarle una experiencia negativa y potenciar las habilidades que posee.
En cuanto a los padres del niño, el docente, del mismo modo los habrá de involucrar en su desarrollo, platicara con ellos para conocer más acerca de su alumno y la vida familiar que lleva, informara a sus tutores constantemente sobre sus avances, sus logros, les explicara en que pueden y como deben ayudar para que de esta manera el niño sea apoyado no solo en la institución, también su hogar.
Todas las adecuaciones que se realicen tendrán que ser a la educación que se le brindara al infante, nunca al revés, es decir, adecuar al alumno a la educación, pues ello es un claro ejemplo de una mala práctica educativa, tampoco debemos adecuar a todos los alumnos por el beneficio de uno, ya que ello perjudicaría a todo el grupo en lugar de favorecerlo.
El trabajo cotidiano en el aula con un niño que necesita educación especial tal vez no sea fácil, pero tampoco es imposible, la diferencia radica en que tanto como docentes estamos comprometidos con la educación y aprendizaje de los alumnos, si sabemos realmente que se debe de hacer en caso de que dentro del grupo alguien requiera de atención educativa especial o que actitud tomar; en fin todas las respuestas a dudas e interrogantes respecto a las necesidades educativas especiales las podremos responder investigando, manteniéndonos informados, actualizándonos constantemente, preocupándonos por los alumnos y sobre todo con la experiencia que iremos adquiriendo a lo largo de nuestra profesión docente.
CONCLUSIÓN
Las necesidades educativas especiales son una problemática que se ha estado presentando con mayor fuerza durante los últimos años, la investigación realizada en torno a ella se ha hecho con la finalidad principalmente de mejorar la labor docente, así como actualizar mis conocimientos. Consideró que la mayoría de las veces es en el nivel inicial en donde se conoce más acerca de este tema y es también ahí en donde se comienza dar seguimiento a los niños que necesitan de esta atención, el primer contacto que los chicos tienen con la escuela habrá de dejarles una experiencia y es fundamental que esta sea positiva y que motive su desarrollo y aprendizaje.
Por tanto el conocimiento que tengamos sobre las necesidades educativas especiales será de gran beneficio para proporcionar a los alumnos un buen apoyo y mejorar su aprendizaje; en contraste su desconocimiento probablemente traiga consigo consecuencias negativas tanto para el docente como para el niño, en tal caso el infante será quien resulte más afectado.
En conclusión es posible decir que para poder actuar de la mejor manera y ayudar a los niños que requieren de la atención de educación especial es indispensable conocer acerca del tema, realizar una investigación a fondo de las causas que están provocando dicha atención, hablar con los especialistas para que valoren al niño pedir la colaboración de los padres, platicar para intercambiar experiencias con los colegas, confrontar puntos de vista y sobre todo no quedarnos en el vacío, sin hacer un esfuerzo por saber más acerca de la problemática, pues toda la información que podamos recabar ayudara a entender o comprender mejor la situación y brindara las herramientas necesarias para poder actuar con prudencia, lo mejor posible y diseñar estrategias de actuación efectivas que potencien el aprendizaje de los alumnos con necesidades educativas especiales que así lo requieren.
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