LA AUTOESTIMA COMO FACTOR BÁSICO EN LA FORMACIÓN PERSONAL DE LOS NIÑOS

Beatriz Alejandra Dávila Hernández. 

RESUMEN
En este artículo se enfatiza el tema de la autoestima infantil, en el ámbito escolar, se pueden observar diferentes manifestaciones de niños con alta y baja autoestima; siendo esta última la más desventajosa en el rendimiento académico de los alumnos. La lectura del siguiente trabajo pretende que el lector analice y reflexione respecto a su vida cotidiana y familiar.  Primero se enfatiza en los tipos de autoestima y sus características; acto seguido se especifica la relación de la baja autoestima con la depresión; posteriormente se analiza como interfiere el contexto familiar en el desarrollo de la autoestima; así como el vínculo que hay entre autoestima y el desarrollo de la personalidad y por último se examina el papel del docente en la formación de los niños.

PALABRAS CLAVE:
Autoestima, niños, estilos de educación, depresión, personalidad.

INTRODUCCIÓN
La autoestima de los niños, ya sea alta o baja, está determinada por el contexto familiar misma que manifiestan en la educación preescolar, ya que, a partir de los 3 años, los niños muestran actitudes que son estimuladas por los padres que tienen diferentes formas de educar a sus hijos, siendo éstas de variados estilos como el autoritario, equilibrado o permisivo.
En este caso los niños con mayor autoestima son aquellos que tienen padres que dominan más un estilo permisivo y equilibrado; mientras que la baja autoestima, además de estar determinada por el estilo autoritario,  mantiene cierta relación con la depresión las cuales pueden ser perjudiciales en la vida posterior del niño, lo cual hace difícil el desarrollo de la personalidad del mismo, sobre todo al separarse de su figura de apego; es por eso que el docente figura como el mediador en la autoestima del niño.
TIPOS DE AUTOESTIMA.
Los maestros observan diversas manifestaciones de los alumnos que, de cierta manera, tienden a afectar o mejorar su desempeño escolar. Lo que determina la autoestima que es el juicio que hace una persona acerca de su propio valor (E. papalia & wendkos olds, 2005) .
Determinadas investigaciones (Navarro , Tòmas , & Oliver, 2005) han identificado dos tipos de autoestima; aquellos niños que presentan seguridad, se muestran activos, tienen iniciativa propia en las actividades, son capaces de adaptarse a los cambios, entre otros; son indicadores de una autoestima alta; lo contrario se percibe como baja autoestima que son aquellos alumnos que en el aula presentan una conducta tímida, son inseguros, expresan temor en las decisiones, se rinden muy rápido; así mismo les cuesta integrarse a un grupo de amigos y en determinadas ocasiones reaccionan agresivamente hacia los demás.
Según Del Barrio & Navarro (1994) este último concepto se asocia con la depresión, consideran la baja autoestima como la pérdida de la misma; los cuales se reflejan con las siguientes características:  aislamiento, alteraciones tanto del apetito como del peso, y disforia (emoción desagradable o molesta como la tristeza, ansiedad, irritabilidad o inquietud); mismos que postulan que entre mayor depresión se dará una menor autoestima los cuales suelen afectar el desarrollo emocional y social de los niños; dejando claro que estas características se presentan de manera más frecuente en la vida infantil  teniendo repercusiones en la vida adulta.

FACTORES QUE DETERMINAN LA AUTOESTIMA.
Después de todo lo planteado surge una interrogante; ¿Cómo interfiere el contexto familiar en el desarrollo de la autoestima del niño?
Investigaciones de Navarro, Tòmas, & Oliver (2005), señalan que la determinación de la baja o alta autoestima, depende de los estilos educativos por parte de los padres de familia; en este caso es importante recordar el tipo de educacion que se le inculca a los hijos; hay padres que mantienen una determinada exigencia, control y organización en los pequeños, son menos afectivos y comunicativos, este tipo de padres presentan  un estilo autoritario; mientras tanto los de estilo equilibrado son aquellos sumamente afectivos, pero que tambien exigentes y contrariamente a estos dos estilos se encuentra el permisivo; que tienen una crianza sobreprotectora y son poco conscientes en sus normas, siendo vulnerables a las conductas de sus hijos; sobre esto las investigaciones han determinado que los niños que manifiestan una autoestima alta es porque sus padres asumen un estilo mas equilibrado y permisivo.
Es indispensable ayudar a los hijos a creer en ellos mismos; para esto los padres, deben aceptarlos y quererlos tal como son; para que la autoestima se desarrolle positivamente; ante esto hay que evitar frases como: “eres malo”, “travieso”, “ya no te soporto” etcetera; porque expresiones como estas proyectan  cierta inseguridad a los niños y por ende se verá reflejado en la escuela.

LA AUTOESTIMA Y EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD.
La autoestima es un aspecto que influye en la formación de la personalidad del niño.
Mussen (1983), define la personalidad como “ una organización duradera  de las predisposiciones, características (rasgos), motivaciones, valores y formas de ajustarse el individuo al medio ambiente” es por eso que a la edad de 3 años, generalmente,  el niño pasa por una etapa crítica pues, por primera vez, acudirá a la escuela y se separará de la figura de apego que regularmente representa la madre; es por eso que los  docentes pueden identificar que hay niños que llegan con una actitud tímida y llanto excesivo. 
Wallon (1977) menciona que si la madre atiende de forma adecuada a las necesidades de sus hijos crecerán con una seguridad que se verá reflejada en actitudes sociables favorables; de no ser así provocará en el niño inseguridad.

EL MAESTRO COMO MEDIADOR DE LA AUTOESTIMA DEL NIÑO.
Es importante mencionar que los niños de edad preescolar están en proceso de crecimiento y formación de su personalidad que, como se había mencionado todo esto va de la mano con el desarrollo de su autoestima; misma que será definida por su contexto familiar y reafirmada en la escuela.  Por todo esto, los docentes juegan un papel importante en la formación de los pequeños; ya que a través de la observación pueden detectar a aquellos niños que tienen baja autoestima.

Cuando el rendimiento escolar de un niño es afectado es necesario actuar con una mente abierta, investigar antes de etiquetarlos; porque algunos pertenecen a una familia monoparental, madre soltera o existe violencia intrafamiliar. Casos como estos es importante ayudar al pequeño a creer en sí mismo, evitando hacer comparaciones entre los niños; por lo tanto los docentes tienen que regular las actitudes negativas que generan la baja autoestima motivándolos a participar en las diversas actividades sociales que se vayan generando dentro y fuera de la escuela, logrando que adquieran autonomía
 
CONCLUSIÓN
Como resultado de la investigación del tema “La autoestima como factor básico en la formación personal de los niños”, se confirma el origen de la baja o alta autoestima centrándose en el contexto familiar de los pequeños; en el cual los padres desarrollan un tipo de estilo de educación con sus hijos; las investigaciones permitieron identificar que los niños con baja autoestima tienen padres con estilo autoritario y los que presentan una alta autoestima pertenecen al permisivo y equilibrado.  Por otro lado se analizó el vínculo entre baja autoestima y depresión especificando que dependiendo del grado de depresión será la forma en que se manifiesta la baja autoestima; misma que perjudicara o de lo contrario ayudara en la formación de la personalidad del niño; la cual atravesará por una etapa crítica al acudir por primera vez a la escuela; lo cual se confirma a través de la observación de los docentes; así como el papel que desempeñan en la reafirmación de la autoestima.  

BIBLIOGRAFÍA
Del Barrio, V., & Navarro, M. (1994). Autoestima y Depresion en niños. Federacion española de Asociaciones de psicologia , 474 - 476.
E. papalia, D., & wendkos olds, s. (2005). Desarrollo humano. En D. E. papalia, & s. wendkos olds, Desarrollo humano (págs. 298, 299, 300). McGraw-Hill Interamericana.
Mussen, P. H. (1983). Desarrollo Psicologico del Niño. Mèxico: Trillas.
Navarro , E., T. J., & O. A. (2005). psicothema. Recuperado el 5 de diciembre de 2014, de sitio web de psicothema: http://www.psicothema.com
Wallon, H. (1977). La evolucion psicologica del niño. México: Grijalvo.