La demanda turística es el segundo componente que dentro del potencial turístico necesita ser analizado para poder definir el nivel de compatibilidad entre la oferta y la demanda turística.
Ritchie (2009) propone que la demanda incluye cifras de gran relevancia como lo son cuántos visitantes arriban al destino, el tipo de transportación utilizado, los días de estadía y qué tipo de hospedaje que utilizaron y finalmente el dinero gastado por turista.
De acuerdo a lo que propone el autor Ritchie (2009) donde describe la relevancia de de saber cuántos visitantes arriban a un destino con el fin de realizar estadísticas que permitan arrojar información específica de la cantidad exacta de la demanda actual para poder ofertar servicios que les permitan cubrir toda la demanda. También es indispensable que un destino considere y analice los días de estadía promedio ya que al obtener dicha información se puede realizar un plan estratégico para que los turistas tengan más actividades de recreación y con ello puedan incrementar el número de actividades para que los turistas extiendan su estadía beneficiando con esto al desarrollo del destino.
Mathieson and Wall citado por C. M. Hall and S. J. Page (2002) la demanda turística es el total de personas que viajan, o desean viajar, usar facilidades turísticas, y servicios en lugares lejos de sus lugares de trabajo y residencia (p. 61).
Tabares (2007) agrega que la demanda puede clasificarse en: histórica, futura, potencial, objetiva y local. La histórica es la registrada por las estadísticas respecto a los visitantes actuales, en tanto que la demanda futura es la que se calcula a partir de los datos estadísticos; por su parte la demanda potencial es la que se puede capturar por encima de la demanda futura, se trata de turistas que nunca han visitado el lugar, pero mediante un plan de mercadotecnia pueden convertirse en demanda real o histórica. En lo que respecta a la demanda objetiva es la que ha sido considerada como mercado meta para ser captado por proyectos de promoción y de segmentación de mercado. Finalmente la demanda local se encuentra en el destino.
De acuerdo a lo expuesto por Tabares (2007), es importante mencionar y explicar la demanda histórica, ya que ésta ayuda a tener datos estadísticos que permita tener un antecedente histórico de la evolución que ha tenido los turistas a comparación de datos actuales y así analizar la demanda. Por otra parte la demanda potencial se refiere a tener un objetivo de visitantes que pueden aprovecharse para acaparar el mercado potencial. La demanda objetiva permite saber cuál es el visitante ideal, el que muestra interés al sitio turístico y tiene el perfil de lo que se oferta y éste pueda consumir sin ningún problema y lanzar proyectos de mercadotecnia que incremente considerablemente la demanda.
Sapag y Sapag, (2007) mencionan que conocer el comportamiento futuro del mercado en precios, demanda, producción y otras variables, constituye un elemento fundamental en el análisis preinversional. Para ello existen diversas técnicas de proyección, tanto de carácter cualitativo y cuantitativo. Determinar cuál es más conveniente depende básicamente de la disponibilidad de información, la calidad de ella, la precisión deseada del pronóstico, el costo del procedimiento, los beneficios del resultado, los períodos futuros que desee pronosticar, el tiempo disponible para hacer el estudio y el ciclo de vida del producto. (p. 10).
Conocer a la futura demanda y sus comportamientos de compra, de elección y de gastos es muy importante ya que permite hacer una investigación más precisa de lo que espera un visitante en determinado lugar, y aprovechar el análisis de esta información permite crear un panorama más claro de lo que se debe de hacer y a que segmento dirigirse en el mercado.
Sin embargo, la aplicación de distintas técnicas puede ser un trabajo complementario, es decir, es posible estudiar el comportamiento esperado de una variable en función de su desempeño histórico, y complementarlo con información primaria obtenida a través de otras técnicas (p. 10).
“El número de demanda para viajar a un destino en particular es de gran interés para cualquiera dentro del turismo. La data vital demanda: (1) cuantos visitantes llegan. (2) Porque medio de transporte (3) cuanto tiempo se quedan y en qué tipo de hospedaje, y (4) cuánto dinero van a gastar” (Goeldener y Ritchie, 2011).
“La demanda potencial indica la oportunidad de negocio turístico que hay con determinados grupos o mercados turísticos, al comparar nuestra oferta turística, nuestra demanda actual y las tendencias que se aprecian en el turismo a nivel general” (SECTUR, 2005).
Asimismo, Boullón (2004) expresa que la demanda turística de un país se obtiene de la suma de las demandas correspondientes a cada uno de los centros turísticos de cada región. Estas sumas surgen a partir de las variables total de turistas en la región, ingresos generados, gasto promedio por turista, etc. Según el autor, conocer la demanda señalada más la realización de estudios sobre el consumidor y sus experiencias o expectativas en el destino, serán elementos que garanticen mayor facilidad para saber qué es lo que debe hacerse o construirse para aumentar la demanda de todos y cada uno de los servicios de los centros turísticos.
Teniendo en cuenta los factores determinantes de cómo obtener datos verídicos de la demanda y una vez analizados es más fácil saber qué, cómo y cuándo garantizar servicios que satisfagan las necesidades de los visitantes.
La demanda está determinada por el perfil de los turistas que refleja sus gustos y preferencias, los cuales además son influenciados por factores externos derivados de las grandes tendencias del turismo mundial. (SECTUR, 2002).
Lickorisch y Jenkins (2000) señala que el presupuesto es un elemento que siempre estará ligado al concepto de demanda, pues la mayor parte de los turistas realizan sus presupuestos tomando en cuenta todos los gastos y, sin poner en riesgo sus vacaciones, eligen el destino.
Todas las personas tienen necesidades como las de viajar y elegir un destino que sea apto y que vaya de acuerdo a su perfil.
Existe una serie de factores precisos, los cuales determinan el nivel o grado de la demanda turística, la cual a través de diversos factores se logra definir. La Organización Mundial del Turismo (OMT, 1998) plantea que los factores que determinan la demanda pueden agruparse en cinco grandes grupos:
El perfil del turista se refiere a las preferencias que muestren ya sea por su forma de ser, por las tendencias actuales por determinada o por las actividades desempeñan en su vida diaria y se complementan con el gusto de viajar.
Existen diferentes determinantes de la conducta, los cuales influyen en la decisión de compra o consumo de los turistas. Determinados principalmente por la personalidad de cada persona, nivel social, edad, sexo, etc. (SECTUR, 2002),
La Secretaría de Turismo (2008), ha designado un perfil en el que se específica las características específicas del turista nacional, mismas que pueden apreciarse en la siguiente tabla.
La SECTUR (2002) menciona las características del perfil del turista:
El perfil del turista es determinante, ya que de éste se puede saber rápidamente de lo que se puede ofertar y determinar la demanda, porque el turista cuando viaja lo primero que refleja son los gustos, preferencias de lo que espera en el destino.
Lickorish y Jenkins (2000) mencionan que los viajeros de ocio son el determinante económico principal de la demanda para el turista potencial es la disponibilidad de un nivel suficiente de renta real discrecional. La renta real discrecional es una medida utilizada para seguir la pista del poder adquisitivo de los ingresos, es esa proporción de la renta disponible que se puede gastar (o ahorrar) como la persona desee. En suma, se puede afirmar que lo determina la demanda del turismo es la disponibilidad de renta discrecional (p. 73).
La demanda del turismo de ocio es de los principales mercados que se debe de enfocar la oferta ya que este perfil de turistas es exigente en cuanto al servicio y las nuevas tecnologías.
Es importante conocer las tendencias actuales del turismo para poder identificar y analizar cuáles serán los próximos comportamientos y gustos de los visitantes y así adelantarse a esas nuevas necesidades y crear una oferta anticipada que cubra sus expectativas y complete su satisfacción.
De acuerdo con el informe “Turismo: Panorama 2020” de la Organización Mundial de Turismo, las perspectivas para esta actividad en las próximas dos décadas son muy favorables, estimándose que para el año 2020 las llegadas de turistas internacionales su ubicarán por encima de 1.60 millones, en tanto que los ingresos turísticos alcanzarán los dos billones de dólares.
Con ello las llegadas de turistas internacionales observarán una tasa media de crecimiento anual del 4.1% en tanto que los ingresos se incrementarán al 6.7% anual.
No obstante, la magnitud de estas cifras se reconoce que el turismo internacional aún tiene mucho potencial por explorar, ya que la población real que estará en condiciones de viajar en el año 2020 será el equivalente al 7% del total de habitantes a nivel mundial.
América ocupará el tercer lugar regional con más llegadas superada por Europa y Asia Oriental y el Pacífico, perdiendo con ello el segundo lugar que ocupa en la actualidad y disminuyendo en un punto porcentual su cuota en el total.
Aunque el turismo intrarregional seguirá siendo importante, habrá un crecimiento significativo en las llegadas de larga distancia que pasarán del 18% de todas las llegadas en 1995, al 24% en el 2020, destacando que en el caso de la región americana estas pasarán del 23% que representaron en 1995 al 38% para el año 2020.
Diversos factores concurren a sostener el crecimiento del turismo a largo plazo. La creación de bloques comerciales y la creciente integración de la economía mundial se constituyen en fuerzas que apoyarán la expansión del turismo, más aun si van acompañadas de eliminación de barreras y de regulación del transporte.
Cabe señalar que las nuevas tecnologías de la información permitirán conocer a fondo los mercados y facilitarán el diseño de estrategias para captar segmentos, impulsar productos personalizados y monitorear su comportamiento para ajustar estrategias y acciones.
Por otra parte los adelantos en las tecnologías del transporte, además de mejorar su eficiencia y seguridad favorecerán la aparición de modalidades adecuadas a diversos mercados en términos de costo. En contra posición se prevén cuellos de botella en la capacidad de la infraestructura del transportes aéreo, lo cual podría alentar el crecimiento de otras modalidades de traslados.
Los cambios demográficos en los principales países emisores de turismo internacional desempeñarán un papel muy importante en la estructuración del mercado en los siguientes años.
Al parecer el envejecimiento de la población y la reducción de la población activa en los países más avanzados inducirán un mayor volumen de viajes de placer, presionando a la creación de productos turísticos adecuados a estos segmentos.
Las transformaciones sociales también tendrán un impacto en la aparición de nuevas ofertas turísticas. Serán más comunes las vacaciones mono parentales, de padre o la madre con sus hijos; grupos de afinidad no necesariamente familiares. La aparición de estos segmentos abre nuevas posibilidades de negocio que será necesario evaluar en términos de atractividad.
El turismo se dirige hacia una economía de la experiencia que sustituirá paulatinamente a la economía de los servicios. El empeño estará orientado a favorecer experiencias únicas (p. 9).
Goeldener y Ritchie (2011) explican que la recepción del turismo internacional creció más que el intercambio mundial en los 80, y ahora constituyen una alta proporción de valor de las exportaciones mundiales que todos los demás sectores más que el petróleo crudo, productos de petróleo y vehículos motorizados, partes y accesorios.
El resultado es que el turismo en los 90 era un sector muy largo y dinámico dentro de la economía. Por el rápido crecimiento y cambio del pasado, se puede inclinar en creer que el turismo ha alcanzado hoy una fase madura de su desarrollo en donde la tarifa del cambio y expansión decrecerá. Por otra parte un acercamiento realístico del futuro probable sugiere que el turismo preferentemente va a continuar creciendo y desarrollándose más rápidamente y más dinámicamente que otros sectores por muchos años.
Según la SECTUR (2005) ahora, el turista exige elegir el lugar y las condiciones en las que desea invertir su tiempo y su dinero, las tendencias en turismo apuntan a una oferta turística que debe evitar la masificación y defender una actitud de respeto al ambiente, de modo que las nuevas tendencias en turismo apuntan a una oferta turística que deben evitar la masificación y defender una actitud de respeto al medio ambiente, de revalorización de la herencia cultural y de contacto con lo auténtico (p.16).