1.4- El instructor de arte en la escuela .Funciones y preparación.
Con dos graduaciones históricas presididas por el líder de la Revolución Fidel Castro, el proyecto de formación de instructores de arte, se afianza en la sociedad cubana por la grandeza que lo sostiene y desarrolla: enriquecer el espíritu y formar hombres y mujeres más plenas y felices.
Los primeros instructores de arte surgieron a la par del triunfo de la Revolución Cubana; tuvieron como sedes temporales los hoteles Habana Libre y Comodoro, así como pequeñas casas del reparto Miramar, en el municipio de Playa. El surgimiento de los primeros instructores de arte nutrió no sólo el movimiento de aficionados en la Isla; también propició el arte comunitario en Cuba tanto en las zonas urbanas como rurales .Protagonistas de aquella hazaña rememoran con orgullo y satisfacción el trabajo desarrollado con el objetivo de llevar la cultura a las personas más humildes de la Isla.
En el año 1961 en el discurso de clausura del encuentro realizado con artistas y escritores, Fidel Castro Ruz expreso : y piensen lo que significa la Revolución que tal cosa permita y que ya desde ahora mismo, desde el próximo curso, habrá alfabetizado a todo un pueblo, y con escuelas en todos los lugares de Cuba ,con campañas de superación y con la formación de instructores de arte podrá conocer y descubrir todos los talentos y esto nada mas que para empezar .Es que todos esos instructores, en el campo, sabrán que niño tiene vocación e indicara a que niño hay que becar para llevarlo a una academia, pero al mismo tiempo van a despertar el gusto artístico y la afición cultural en los adultos ,y algunos ensayos que sean hecho demuestran la capacidad que tiene el campesino y el hombre de pueblo para asimilar las cuestiones artísticas, asimilar la cultura y ponerse inmediatamente a producir.
Al calor de la Batalla de Ideas en el año 2000, renacen los instructores de arte como movimiento masivo, para potenciar, sobre todo en el ámbito de la escuela, el trabajo directo con los pequeños, ampliar su creatividad, y contribuir a que lo mejor del arte popular se desarrollara. No se debe de olvidar el bienestar, felicidad y satisfacción que proporcionan a las personas las diferentes expresiones del arte. El Comandante en Jefe expresó: “Las acciones que desarrollen los instructores ubicados en los centros docentes estarán encaminadas a alcanzar cinco objetivos fundamentales:
Las funciones generales de los instructores en la escuela son:
En sus acciones, el instructor de arte tendrá en cuenta “La estrategia para la educación estética de la escuela cubana actual”, en vigor en el sistema de enseñanza así como los presupuestos teórico-conceptuales de la Educación por el Arte.
Para desarrollar su trabajo es imprescindible la realización de estudios diagnósticos de las necesidades culturales de alumnos, profesores y entorno familiar, así como de las características socioculturales de la comunidad que incluya la identificación del patrimonio tangible e intangible y de los creadores que la habitan o están vinculados a ella.
Los instructores cuentan para su trabajo con los medios audiovisuales de que dispone cada escuela: televisor, video, banco de películas y documentales, computadora, software y otros medios del Programa Libertad.
Todo el quehacer de los instructores de arte en las escuelas se rige por los programas docentes de las distintas especialidades vigentes en el sistema de Casas de Cultura. Con relación a esto se insiste en la flexibilidad que permita: ajustarlos según el tiempo, la cantidad de escolares, las condiciones, etc.; la utilización cuando proceda hacerlo de algún otro programa elaborado de conjunto por el instructor y la Casa de Cultura y aprobado por el Centro Provincial de Casas de Cultura, e incluso la utilización, cuando por algún motivo excepcional no haya otras opciones viables y las condiciones de trabajo sean las mismas, de los programas que el instructor utilizó para su práctica profesional de 4to año, revisados y enriquecidos.
Los instructores de arte que trabajan en otros niveles y sistemas educacionales desarrollan un programa curricular de apreciación de las artes (talleres de apreciación) con un mínimo de 12 horas clases a la semana. En el desarrollo de los talleres de creación y formación de grupos de aficionados cumplen los mismos requisitos establecidos para los que laboran en las primarias y secundarias básicas, y se orientan por las mismas funciones y otras orientaciones que establece la Carta Circular Mined-Mincult-UJC del 2004.
Como resultado del desarrollo cultural en la escuela, los Instructores brindan especial atención a los alumnos con aptitudes, para la formación de talleres y grupos de creación artística, es decir, unidades artísticas que constituyan el movimiento de aficionados de la escuela, capaz de representarla en festivales y otros eventos.
Esta labor se realiza en horario extra-clase, con la participación de alumnos de diferentes grados.
Los Instructores también atienden al personal de la escuela con aptitudes en alguna de las manifestaciones, para su integración al movimiento de artistas aficionados.
Al concluir el curso escolar, el instructor debe haber formado en la escuela al menos un grupo de aficionados con nivel técnico suficiente para presentarse en el Encuentro municipal de aficionados y debe haber organizado al menos tres exposiciones de obras de artes plásticas con trabajos de sus alumnos, en la propia escuela o en instituciones culturales y sociales de la comunidad.
Las unidades artísticas y los aficionados preparados por los instructores participarán en los eventos (festivales y concursos) de la Organización de Pioneros José Martí y las organizaciones estudiantiles.
Esta preparación técnico-metodológica se planifica según las necesidades e intereses del personal docente, y se desarrollará mediante conversatorios, talleres de apreciación y creación, etc. En especial le brindará asesoramiento sobre la utilización de los lenguajes extra verbales (visual, sonoro, gestual, corporal) en el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el objetivo de contribuir a agudizar la percepción de los niños y ampliar sus vivencias y formas de comunicación, de manera que el arte y la percepción estética se vinculen, mediante el principio de la relación ínter materias, en el espectro curricular con una concepción integral del proceso enseñanza-aprendizaje.
El instructor dedica diez horas semanales a su superación y a los estudios universitarios.
Se destinan cuatro horas a la semana a reuniones, talleres y seminarios, en la escuela y el municipio.
Considerar la escuela como institución cultural fundamental en su vínculo con las demás instituciones culturales y sociales de la comunidad implica que el trabajo debe sustentarse en su desarrollo cultural interno y en su interrelación con la comunidad, dirigido fundamentalmente a niños y adolescentes, personal docente y entorno familiar a través de diferentes actividades como visitas a museos, galerías, casas de cultura, palacios de pioneros, bibliotecas, talleres de creadores y otras instituciones culturales y sociales; los encuentros con personalidades de la comunidad; el desarrollo de charlas, conversatorios y exposiciones; la preparación de matutinos y otras actividades culturales de la escuela; así como la participación en eventos y festivales.
Estas actividades se proyectan de conjunto con el promotor de la cultura que posee la escuela, con la participación activa del colectivo pedagógico, de los escolares y del entorno familiar y de la comunidad, teniendo en cuenta los intereses y necesidades culturales que arrojó el diagnóstico previamente realizado, así como sus posibilidades de realización.
En su ejecución están involucrados todos los factores, colectivo pedagógico, escolar, entorno familiar, institucional y comunitario. El marco territorial es, sin lugar a dudas, el Consejo Popular donde está enclavada la escuela, el cual no solamente consta de determinadas instituciones culturales y sociales sino que generalmente tiene un promotor cultural y otras personas que con independencia de su labor promueven las manifestaciones artísticas y literarias. Con todos estos factores, el instructor deberá coordinar y proyectar sus acciones.
El Consejo Popular también será determinante como el entorno idóneo para la captación y preparación de estudiantes con el objetivo de que en 9no grado opten por la especialidad Instructor de Arte.
El Instructor incide en esta labor junto al promotor, al resto del colectivo pedagógico, a los estudiantes y a los padres, para crear un ambiente más agradable y propiciar el aprendizaje, mediante la transformación creadora de su entorno donde el sonido, el espacio y el diseño ambiental constituyan un estímulo para la formación de valores éticos y estéticos.
El Instructor trabaja porque la escuela, en tanto institución cultural de la comunidad, logre desarrollar, de manera priorizada los fines de semana y más adelante, en la medida en que obtenga resultados apreciables en esta dirección incluso días entre semana, una programación de actividades artísticas y culturales que resulten ofertas atractivas para el entorno familiar de los escolares y para toda la comunidad teniendo en cuenta sus intereses y necesidades culturales. En este sentido es importante tener en cuenta las experiencias acumuladas en escuelas primarias y secundarias durante la Programación de Verano.
CON LA LLEGADA DE LOS INSTRUCTORES DE ARTE SE CONSOLIDA LA ESCUELA COMO LA INSTITUCIÓN CULTURAL MÁS IMPORTANTE DE LA COMUNIDAD. Fidel Castro Ruz, 20 de octubre del 2004
El instructor de arte viene a ser las veces del “maestro popular” que se dedica a la enseñanza mientras continúa su formación, urgido por la imperiosa necesidad que el desarrollo cultural acelerado de las masas exige como premisa primordial para poder salir del subdesarrollo cuanto antes. El papel del instructor de arte es hermoso, porque comienza a entregar de inmediato lo que sabe, porque durante el mismo proceso de su formación se coloca en la primera línea del combate por el desarrollo del arte del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
Se hace imprescindible la existencia de un docente debidamente preparado, con sensibilidad, aptitud y conocimiento que le permita dirigir y promover el proceso docente educativo de la educación de las manifestaciones artísticas. .En un mundo globalizado en el que hoy se vive, el conocimiento del arte es un arma indestructible, por lo que el instructor de arte debe estar debidamente preparado para asumir tales retos.
Hoy la escuela constituye una institución de nuevo tipo que materializa las aspiraciones de la sociedad actual. En ella confluyen todos los factores. El 20 de octubre del 2004, en la graduación del 1er curso de las Escuelas de Instructores de Arte, el comandante en jefe Fidel Castro planteó “se les ha hecho un llamado a los cuadros de la UJC y de la Organización de Pioneros José Martí a ver la escuela como el principal palacio de pioneros por ser una escuela de nuevo tipo”. Y la define así porque antes, en fecha tan temprana como el 15 de julio de 1979, había dicho:
(...) un palacio de pioneros es esencialmente un centro de formación, un centro de educación, y quizás el tipo más importante de centro en formación técnica, de formación cultural, de formación patriótica, de formación deportiva, pero es sobre todo un centro de formación. (F.C.R)
La Secundaria tiene como fin la formación básica e integral del adolescente cubano, sobre la base de una cultura general que le permita estar plenamente identificado con su nacionalidad y patriotismo. El conocer y entender su pasado, le permitirá enfrentar su presente y su preparación futura, para adoptar de manera consciente la opción del socialismo, que garantice la defensa de las conquistas sociales y la continuidad de la obra de la Revolución, en sus formas de sentir, de pensar y de actuar.
Los objetivos formativos de cada grado y del nivel que tienen como sustento esencial, la honestidad de valores en los alumnos, con honestidad en la responsabilidad, la honestidad, la honradez y el patriotismo, dentro del sistema de valores a los que se aspira. Para esto deben cumplirse tres requisitos que son imprescindibles:
Dentro de los objetivos formativos que pretende lograr la secundaria básica se define el siguiente que responde a las manifestaciones del arte.
Objetivo # 8: Apreciar las manifestaciones artísticas y literarias de exponentes significativos de la cultura local, nacional, latinoamericana, caribeña y universal; así como la belleza de la naturaleza y del paisaje cubano, de modo que puedan interpretar, sentir, disfrutar expresar y crear, de acuerdo con su edad y los valores de nuestra sociedad. Sólo así s podrá estimular su desarrollo artístico en aquellas manifestaciones para los que muestren predisposición e interés.
Para el logro eficaz de estos objetivos se cuenta con un instructor de arte cuya misión fundamental es que todos los educandos adquieran una cultura artística, que aprendan a valorar el fenómeno artístico en esencia .La apreciación de todos las artes por la vía curricular es un reto de la enseñanza artística para el logro de esta misión .Específicamente la educación musical y dentro de ella la educación auditiva o perceptiva brinda conocimientos y modos de actuación éticos en correspondencia con juicios acertados sobre un fenómeno musical. El alumno puede llegar a discernir entre un producto musical de buena factura y uno que carezca de elementos netamente técnicos y artísticos.
De acuerdo con lo expresado en la Circular Conjunta MINED- MINCULT, la atención metodológica a los instructores de arte en las escuelas es responsabilidad del sistema de casas de cultura e incluye la participación de las instancias correspondientes del sistema de la educación en acciones de superación pedagógica. La labor del sistema de casas de cultura en este sentido contempla, fundamentalmente:
El instructor de arte es un profesional que se desenvuelve en diferentes contextos de actuación y utiliza las manifestaciones artísticas y literarias en función de la educación de la ciudadanía .En este sentido debe concebir el trabajo con una perspectiva amplia y flexible atendiendo a la diversidad tanto de las personas con las que interactúa como de las formas en que se organizan los procesos culturales.Las peculiaridades de los procesos educativo-culturales privilegian el taller como instrumento idóneo para el desempeño profesional del instructor de arte.
En correspondencia con las características del proceso educativo-cultural en cuestión y de los objetivos a lograr por el instructor de arte, los talleres podrán tener dos modalidades:
Talleres de apreciación: instrumento idóneo para el desarrollo de procesos de apreciaciones las manifestaciones artísticas.
Talleres de creación: instrumento idóneo para el desarrollo de procesos de creación artística.
El instructor de arte no puede obviar que en las manifestaciones artísticas y literarias los procesos de creación y apreciación se integran, interactúan complementan mutuamente, lo que resulta fundamental para la planificación y concepción de cualquier taller.
La preparación del instructor de arte también se diseña es correspondencia con las necesidades pedagógicas que estos posean, la cual se incluye en el plan metodológico de cada institución docente .Estos cuentan con ocho horas semanales de superación ubicada todos los miércoles , espacio donde interactúan los técnicos del sistema de casa de cultura para el tratamiento técnico de cada manifestación .El ultimo miércoles de cada mes interactúan con la estructura municipal del ministerio de educación (metodóloga de educación estética) donde se tratan elementos de carácter metodológico y pedagógico.
El instructor de arte es el personal idóneo para que junto al claustro de cada institución docente puedan hacer realidad las palabras de Fidel Castro Ruz cuando expreso: “ La misión histórica de ustedes, es que todos los niños de nuestro país adquieran una cultura artística, aprendan a apreciar el arte ,que millones de niños, que todos esos que nacen cada año y que son alrededor de150 mil, tengan la posibilidad de ver despertarse el genio artístico o las facultades artísticas que tengan dentro…” (18 -2-2001).