Rafael Arias Carrión
Introducción
En pleno siglo XXI, el cine ha perdido parte de la primacía del entretenimiento que tuvo en el pasado siglo. Antaño fue denominado como el séptimo arte y sobre él se fue construyendo una novedosa forma de comunicación según avanzaban los medios técnicos y según se vislumbraban o experimentaban con nuevas formas de narración y también de sensación. Los medios técnicos se materializaron en avances tecnológicos, como la aparición del sonido en el cine, que permitió no solo que los actores hablaran y se construyeran diálogos sino que permitió que el silencio fuera otro elemento dramático. Algunos de ellos son algo más que progresos tecnológicos, pues tienen una aplicación sobre las sensaciones o emociones que percibe un espectador en una especie de causa efecto. En cambio, la variedad en las formas de narración apelan al conocimiento en su forma racional, mientras la sensación se dirige a la sensibilidad.
Los medios técnicos han tenido un empuje enorme en este siglo, con cambios tan profundos como la sustitución del celuloide como elemento básico para la filmación por otros formatos electrónicos, o el desarrollo imparable del cine en 3D. Los avances en las formas de narración se han estancado por numerosas razones de las que solo apuntaré una, que es la que interesa para este capítulo. El desarrollo del análisis crítico de lo que vemos no proviene de los conocimientos que tenga cualquier persona de la Historia del Cine, que no son más que artilugios para resultar eruditos encajonando una película en referencias anteriores y momificándola como verdad imperecedera. Lo relevante no son los conocimientos que se tengan de una asignatura de humanidades como la Historia del Cine, que es una materia relativamente joven, incompleta en el estudio de sus primeros veinticinco años -porque la materia se reduce, debido a la desaparición de la mayoría de las películas, a mera arqueología- y en la actualidad, porque ya no hay núcleos productivos que permitan escribir la Historia desde esa raíz. Por comodidad se sigue tomando a Hollywood como vector sobre el que gira la Historia del Cine. Pero en el estudio de la materia cinematográfica en el siglo XXI, Hollywood no debe ser tratado con mucha mayor deferencia que las de las otras dos “mecas” del cine actual en cuanto a producción de películas: Bollywood (cine producido en Bombay y en idioma indi) y Nollywood (cine producido en Nigeria). Lo importante para el análisis crítico es la capacidad de cada persona de dialogar sobre la película vista, la necesidad de hablar y de escuchar. Y ésa es la herramienta que se está perdiendo y que quiero aportar a este proyecto y a este Manual Universitario de Ordenación Territorial.
El diálogo puede darse entre dos o en grupo, como aquello que suena ahora tan extraño y que se llamaba cine-club. Puedo decir que he visto mucho cine, que he leído muchos libros y revistas sobre multitud de temas cinematográficos, pero donde más he aprendido es en el diálogo mantenido a la finalización de una proyección con los asistentes a las películas. Y llevo casi un cuarto de siglo en estas lides. Y de cada película salen ideas frescas, visiones diferentes según la educación, percepción, sensibilidad y preocupación presente en los participantes. Y si se reúne un grupo de películas en torno a un tema, acabamos por notar algo maravilloso, que las películas dialogan entre sí y que podemos ver como, en el fondo, son retratos temporales de una época y un lugar.
La profesión docente tiende a familiarizarse con medios audiovisuales –y cada vez más- que son más atractivos para el alumnado que las lecturas como única herramienta de reflexión y debate. La tarea del docente que se pretende apoyar desde aquí, es que, como facilitador o cabeza del cartel, quien organiza tenga unas mínimas herramientas para presentar una película, cuya condición más importante es la de abrir caminos, plantear ideas para que el alumno o los colegas sepan cómo debe descubrir la película (luego lo hará o no, y alguno se desmarcará con sugerencias imprevistas, y ahí está la magia). Este es el trabajo que se aporta aquí, desde mi labor de crítico cinematográfico e historiador del cine, el objetivo es aportar una herramienta de buenas prácticas que traten respetuosamente una obra cinematográfica sin dejar de servir de apoyo al tema que se está estudiando. Así presentamos una serie de fichas y comentarios en lo que sería un ciclo de cine o de cine-forum para tratar de urbanismo, planeación u ordenación territorial con una visión social.
I. UN CICLO DE CINE PARA REPENSAR LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
Un ciclo de cine son un grupo de películas, de diferentes duraciones, que permiten abordar en su conjunto un tema desde diversos ángulos. La precisión más importante que hago es reconocer que pocas veces tenemos una película que explique un fenómeno en su complejidad. La tarea del programador es descubrir facetas de las películas, aunque no sean su tema central, que nos permita acercarnos a ese punto de vista que se completará con las otras películas propuestas para conseguir una armonía entre todas ellas, para descubrir como se ha escrito, que nace un diálogo entre ellas, o para que el mismo espectador descubra esos vasos comunicantes.
I.1. Las manos sobre la ciudad (1963) de Francesco Rosi
Sinopsis: Eduardo Nottola, Concejal del Ayuntamiento de Nápoles, además de ser miembro de todas las comisiones relacionadas con la construcción, es un magnate del negocio inmobiliario. Respaldado por los concejales del centro y la derecha, se dedica a la especulación. El derrumbamiento de un edificio en una callejuela de Nápoles, con muertos y heridos, provoca la denuncia al constructor. Se abre una investigación contra él, pero no se llega a ninguna conclusión. De todas formas, sale irremediablemente comprometido ante los ojos de la opinión pública, hasta el punto que sus mismos compañeros de partido le piden que retire su candidatura en las inminentes elecciones municipales. Pero Nottola es un hombre que conoce el ambiente en que se mueve y sabe muy bien que, una vez perdido el poder, un hombre como él ya no cuenta nada, quedará siempre a la merced de los que mandan.
Reparto: Rod Steiger, Salvo Randone, Guido Alberti, Marcello Cannavale, Angelo D'Alessandro, Carlo Fermariello, Dante Di Pinto, Alberto Conocchia, Terenzio Cordova
Comentario: Las primeras cuatro películas dirigidas en solitario por Francesco Rosi (nacido en 1922), desde El desafío (La sfida, 1958) hasta Le mani sulla città (Las manos sobre la ciudad, 1963), se desarrollaban en la Italia meridional, entre su Nápoles natal y la cercana Sicilia. Todas nacieron de una cartografía de la realidad italomeridional, que serían santo y seña en la mayoría de sus películas. Pronto se convirtió en un cineasta dedicado con empeño a mostrar las relaciones de poder ocultas, todas ellas bajo el abrigo de la democracia pero capaces de actuar fuera de todo control y que provocan una corrupción que se convertiría en parte en tendencia del sistema democrático.
En sus películas el conflicto humano se mezclaba con enorme solvencia junto con la violencia y la corrupción provenientes de los propios cimientos imperfectos de la democracia. Títulos como Salvatore Giuliano (1962), que iba más allá del retrato del bandolero independentista siciliano del título, para adentrarse en las relaciones entre mafia y poder político-económico; Hombres contra la guerra (1970), una de las cumbres del cine antibélico; El caso Mattei (1972), retrato de un industrial, de los métodos de corrupción y de su “accidental” muerte; Lucky Luciano (1973), retrato del mafioso cuando, en 1946, regresó a Italia tras cumplir condena en Estados Unidos y la transformación que perpetra de Sicilia haciendo de ella el centro de la heroína; o Excelentísimos cadáveres (1976), tragicomedia sobre las turbias muertes de varios magistrados de oscuro pasado.
Con Las manos sobre la ciudad obtuvo el León de Oro del festival de Venecia y fue una de las películas más polémicas de la década. Han pasado más de cincuenta años desde que se estrenó y cuando la vemos ahora sigue ofreciendo un conjunto de imágenes muy poderosas. Tomemos como ejemplo el prólogo que antecede a los títulos de presentación de la película, cuando en escasos minutos las imágenes nos ofrecen la expropiación de un terreno y la construcción de viviendas, más la llegada en helicóptero de quienes van a inaugurarlo. Igualmente resultan paisajes realistas y verosímiles esas calles napolitanas, inundadas de pobreza, que recuerdan a otras tantas de ciudades españolas o mexicanas de entonces, como la pléyade de actores, la mayoría no profesionales.
Pero por encima de esas imágenes se superpone ese arco temporal de cincuenta años en el que parece que nada ha cambiado. Ni siquiera se ha producido un cambio de todo para que nada cambie. Es que, lo que vemos en Las manos sobre la ciudad es exactamente igual que los tejemanejes de politicastros de medio pelo y otros con apellido de alcurnia que han hecho negocio de lo público y vemos cada día en las noticias.
Pero hay algo realmente desazonador en Las manos sobre la ciudad y creo que es el blanco y negro. La sensación de tiempo pasado que ofrece el blanco y negro se revela como un detonante emocional. Si Las manos sobre la ciudad fuera en color, pensaríamos que es otra historia más. Pero no, es en blanco y negro y, ahora, se revela ya no como una denuncia sino como un documento de lo que ya pasaba y vuelve a pasar en estos años en que tanto escándalo inmobiliario nos indigna.
En la Imagen 1, a la izquierda el Concejal Nottola (Rod Steiger) en un momento de la película; a la derecha los carteles de mano que se repartían hasta los años sesenta en los cines y hoy son objetivo de los coleccionistas.
I.2. Gomorra (2008) de Matteo Garrone
Sinopsis: Poder, odio y sangre. Éstos son los "valores" a los que tienen que enfrentarse cada día los habitantes de las provincias de Nápoles y Caserta.
Casi nunca se puede elegir, casi siempre se está obligado a obedecer las reglas del sistema, la Camorra, y sólo los más afortunados pueden pensar en llevar una vida "normal".
Cinco historias se entrecruzan en este paisaje violento, un mundo despiadado, aparentemente alejado de la realidad, pero bien enraizado en esa tierra.
Don Ciro es el “submarino”: paga a las familias de los detenidos afiliados a su clan, que ejerce un dominio indiscutido sobre el territorio. Astuto, discreto, desarrolla su tarea sin involucrarse nunca. Pero cuando el poder de su clan se debilita, no sabe a quién tiene que obedecer y tiene que pensar en su propia supervivencia.
Totò tiene trece años y no ve la hora de hacerse mayor. Así, peldaño a peldaño, va haciendo su aprendizaje en la escuela de la vida, hasta que un día tiene que tomar una decisión, una elección sin vuelta atrás.
Marco y Ciro creen ser Tony Camonte, el protagonista de la película de Brian de Palma, El precio del poder, pero sólo son dos perros sueltos que con sus bravatas estorban la rutina de los asuntos del sistema.
Roberto ha terminado sus estudios y tiene ganas de trabajar. Franco le ofrece una gran oportunidad, un trabajo seguro y con grandes perspectivas de beneficios: un trabajo en el campo de los residuos tóxicos, un trabajo demasiado incómodo para la conciencia de Roberto. Aquí se muestra uno de los más acuciantes problemas de la actualidad mundial: el problema del confinamiento de los residuos tóxicos que pese a los protocolos de seguridad y merced a ellos, son objeto de contratos finales con la mafia.
Pasquale es un excelente sastre que trabaja gracias a las concesiones de las casas de alta costura en unos talleres de trabajo sumergido. La competencia china le propone que enseñe los secretos de su oficio a los trabajadores de sus talleres clandestinos, que el sistema ve como un peligro para sus propios talleres de autoexplotación familiar. Seducido y gratificado por la respetuosa petición de los chinos, acepta, poniendo en peligro su propia vida.
Reparto: Salvatore Cantalupo, Gianfelice Imparato, Maria Nazionale, Toni Servillo, Gigio Morra, Salvatore Abruzzese, Marco Macor, Ciro Petrone, Carmine Paternoster
Comentario: El éxito del ensayo Gomorra de Roberto Saviano (nacido en Nápoles en 1979), con más de dos millones de ejemplares vendidos en Italia y más de diez en el mundo, le supuso al autor una amenaza de muerte por parte de las mafias de la Camorra napolitana. Desde 2006 Saviano vive escoltado, sin poder disponer de su vida ni de las relaciones con sus amigos y familiares. Afirmaba hace poco en una entrevista en El País: “Me he arruinado la vida”, “no creo que sea noble haber destruido mi propia vida y la vida de las personas a mi alrededor por buscar la verdad.”
A pesar de las amenazas Saviano colaboró en el guión de la película, dirigida por Matteo Garrone, que obtuvo el gran premio del festival de Cannes, y fue galardonada como mejor película europea del año.
Gomorra utiliza la estructura de historias paralelas que no confluyen visualmente, pero sí lo hacen en esa invisible tela de araña que componen las cinco historias que retrata la película. Lo que consigue su director con esa hilera de historias es ofrecer y conseguir la sensación de que en la camorra se entra pero no se sale y que las órdenes son precisas y no se discuten. Pero hay algo mucho más interesante en este retablo. Me refiero a las conexiones de la camorra con el exterior. Resulta interesantísimo observar el mecanismo de coerción utilizado en dos de las historias. Y lo más curioso es que no se alejan mucho de lo que realiza cualquier multinacional. Me refiero a las historias del aprendiz Roberto y del sastre Pasquale.
Roberto y su jefe Franco buscan negocios para lavar su dinero y para eso utilizan la honrosa posibilidad de competir por las licitaciones de los ayuntamientos para conseguir con una oferta económica paupérrima la organización de la recogida y vertido de los residuos tóxicos (curiosamente a lo mismo que se dedicaba de forma oficiosa el mafioso más conocido del cambio de siglo, Tony Soprano). Ganado el concurso, amplía el negocio comprando residuos tóxicos a la mafia industrial del norte de Italia, y los arroja en los desagües públicos. Grandes valles de tierra sirven de contenedores de basura radioactiva, de espacio donde no se cumple ninguna ley en materia de seguridad, donde en caso de huelga no hay problema para contratar a niños para que conduzcan los camiones. Es el mismo mecanismo que utilizan muchas multinacionales para ganar concursos de contrataciones.
Otra de las historias es la de Pasquale, un modisto crea prendas de lujo para un hombre vinculado a la camorra. Su sueldo es ínfimo y el trabajo es duro. Esas prendas son las que luego “comprarán” las grandes firmas en lo que es un contubernio delictivo. Dichas prendas, por las que nada se pagó sirven para que Scarlett Johansson las luzca, tal como aparece en la pantalla de un televisor. En este contexto, otra mafia, la china, intenta servirse de los saberes del sastre para que puedan competir en este nuevo negocio. Las condiciones son las mismas en un caso y en otro. En el espejo chino donde parece que en España nos reflejamos, eso significaría la precarización de los contratos laborales, basado en los bajos salarios, en la flexibilidad del despido y en la pérdida de derechos laborales y civiles que venimos sufriendo.
En Imagen 2, a la izquierda, el cartel de la película y a la derecha el empresario y mafioso Franco (Toni Servilio) en un momento de la película.
I.3. El inquilino (1957) de José Antonio Nieves Conde
Sinopsis: Nos cuenta la historia de Evaristo (Fernando Fernán Gómez), practicante (entiéndase por administrador de inyecciones a domicilio) y Marta, ama de casa, casados y con 4 hijos (2 niños y 2 niñas) desde la misma mañana en que les cumple el aviso de desahucio del edificio en el que vivían de alquiler y se presenta una brigada de demolición a hacer su trabajo.
Reparto: Fernando Fernán Gómez, José Luis López Vázquez, Manuel Alexandre, Ángel Álvarez, Erasmo Pascual, Mari Carmen Alonso, Pedro Beltrán, Francisco Bernal, Francisco Camoiras, José Marco Davó.
Ya desde el guión hubo un aviso de la censura de por dónde tenía que ir la película y por dónde no: “la película no debe tener el más leve carácter demagógico o de crítica demoledora, ni hacer referencia a organismos o entidades que tratan de hacer frente a este problema; por el contrario deberá efectuarse una crítica dura contra los que aprovechándose de la existencia del citado problema especulan el mismo y con la situación de los que lo padecen”. Una vez filmada y montada, fue exhibida en Cáceres y el delegado provincial del Ministerio de la Vivienda la consideró ofensiva para su Ministerio y comenzó el via crucis de la película. En marzo de 1959 se revisó la película y los censores la aprobaron justificando el trasfondo real del problema de la vivienda pues en España había 1.2000.000 familias que no tenían hogar, contando entre ellas las que se amontonan en los realquilados (familias en una habitación dentro de otra casa familiar), los que habitaban las barracas y las familias que vivían a la intemperie, según reconocieron los censores. Se obligó a poner un rótulo inicial y se cambió el final.
Hasta entonces José Antonio Nieves Conde, un director adscrito a la Falange, tenía una carrera detrás con varios éxitos, como Balarrasa (1951), Surcos (1951) o Los peces rojos (1955). Desde el incidente de El inquilino el mismo director, que era asimismo productor de la cinta, escondió la película que ha quedado como un ovni de la cinematografía española.
Lo que conviene valorar ahora es que el problema de la vivienda, aún acuciante y a pesar de cierto esquematismo ideológico y de caracterización de los personajes, resulta visible ante ese más de un millón de familias sin hogar en los años cincuenta. Pero no es solo la falta de acceso a una vivienda sino las trabas burocráticas. La peregrinación de Evaristo –también en menor medida la de su mujer– por el entramado especulativo-institucional franquista de la vivienda, con visitas a constructores, intermediarios, a una institucional “Sociedad Benéfica” y, como no, a un sacerdote, son pasos en vano para desespero de la pareja protagonista en el infructuoso intento de encontrar cobijo.
Hoy día, ver El inquilino es asistir a un sainete triste. La demoledora rutina de los desahucios no para y desde 2011, día a día familias enteras quedan a merced, en el mejor de los casos, de otros familiares o de servicios sociales, y en el peor en la intemperie, como finalmente queda la familia protagonista de El inquilino. La mirada de Nieves Conde es la de los que se van a quedar en la calle, pero desde una perspectiva poco crítica aunque la misma esté, inconscientemente, en el relato de los mismos.
Es muy interesante su comparación con la más cínica El pisito, que sí ahonda en la crueldad de la situación para conseguir un piso, y con la actual Cinco metros cuadrados. Con relación a esta última, el resultado es el mismo, aunque en El inquilino no proviene de forma tan directa del saqueo y estafa bancaria y de la especulación inmobiliaria, temas que trata la película Las manos sobre la ciudad y la serie de televisión Crematorio. En El inquilino lo que queda es la soledad del individuo (o de la familia de primer grado) ante la burocracia y la propaganda que, como en estos años, promocionaba con incentivos fiscales la compra de una vivienda. En El inquilino, más que incentivos fiscales, son morales: “Sólo con vivienda propia podrá el hombre cumplir su destino final”, reza un rótulo que fue censurado.
I.4. El pisito (1959) de Marco Ferreri, Isidoro M. Ferry
Sinopsis: Rodolfo y Petrita llevan doce años de relaciones. Para casarse necesitan un piso y no hay forma de encontrarlo. Rodolfo vive realquilado en casa de doña Martina, una anciana que está a punto de morir, cosa que el casero está esperando para poder desalojar la vivienda y derribar el edificio. Algunos amigos aconsejan a Rodolfo una solución heroica: casarse con doña Martina y esperar lo poco que le queda de vida para heredar el alquiler. En principio, se resiste, pero cada vez con menos fuerza.
Reparto: Mary Carrillo, José Luis López Vázquez, Concha López Silva, Celia Conde, José Cordero, Ángel Álvarez, Maria Luisa Ponte, Andrea Moro.
Comentario: Los inicios del director italiano Marco Ferreri comenzaron en España, donde conoció al mejor guionista que ha dado el cine español, Rafael Azcona, con quien coescribiría dos de las tres películas que dirigió en España. La primera de ellas es El pisito y la segunda, la excepcional El cochecito.
El pisito, que nace de un suceso real, el matrimonio entre un hombre de 35 años y una anciana de 80 años, muestra las dificultades para una pareja joven para acceder a la compra de una vivienda y, cómo la ausencia de ayudas les lleva a concebir una idea, que es propia y llevarla a cabo.
Estamos a finales de los años cincuenta, mismo tiempo que en El inquilino, la fuerte emigración campo-ciudad provocó la construcción de numerosas bloques de viviendas y el alza de los precios de la vivienda en propiedad y en alquiler. A partir de aquí, la ocupación de es la misma que en la actualidad, con los subarriendos y las ocupaciones de una casa por diversas familias.
Estamos, como ahora, en una época de crisis, casi de bancarrota, no en vano en 1959 nace el Plan de Estabilización, un conjunto de medidas económicas aprobadas por el gobierno español en 1959 y auspiciadas desde el Fondo Monetario Español. El objetivo del plan fue la estabilización y liberalización de la economía española. Supuso la ruptura con la política de autarquía del franquismo y posibilitó el inicio de una época de crecimiento económico en el país durante los años sesenta del que, como siempre, se beneficiaron los menos.
La socarronería e ironía del tándem Ferreri-Azcona produjo una película singular y especialmente corrosiva a lo que ayuda la interpretación desvalida de José Luis López Vázquez quien se encuentra en una situación kafkiana, quien desea un futuro pero que cuando lo tiene cerca, la solución resulta tragicómica. Es, salvando ciertas distancias, similar al proceso en que se encuentra el protagonista de El verdugo (1963), quien se hace verdugo para poder tener un futuro, poder adquirir una vivienda.
De izquierda a derecha (Imagen 3) doña Martina (Concha López Silva), Rodolfo (José Luís López Vázquez) y Petrita (Mary Carrillo). Abajo cartel de la película para su estreno.
I.5. La caja 507 (2002) de Enrique Urbizu.
Sinopsis: Modesto, un hombre honrado y trabajador, dirige una sucursal bancaria en la Costa del Sol. Un día, unos atracadores entran en el banco, revientan las cajas de seguridad y lo dejan atrapado dentro. Casualmente, al mirar el contenido de la caja 507, descubre que la muerte de su hija, ocurrida hace algunos años, no fue accidental. Del contenido de esa caja depende también la vida y la seguridad de Rafael, un ex-policía corrupto y sin escrúpulos, que tratará de recuperar esos documentos como sea.
Reparto: Antonio Resines, José Coronado, Goya Toledo, Dafne Fernández, Juan Fernández, Miriam Montilla, Sancho Gracia.
Comentario: En su segunda película Todo por la pasta, el director Enrique Urbizu manifestaba su cercanía hacia el thriller o el cine negro. Pero será en 2002 con La caja 507 y en 2011 con No habrá paz para los malvados, cuando consiga dos obras redondas, al conjugar la realidad española con la trama. Si en 2011 ecos del contrabando de drogas y las raíces del miedo de los atentados sucedidos en Madrid en el 11 de marzo de 2004 resonaban, en La caja 507 la especulación inmobiliaria era la protagonista.
A partir de recortes periodísticos, Urbizu y su guionista habitual, Michel Gaztambide consiguieron realizar un retrato de la especulación colateral al de la posterior serie de televisión Crematorio (2011). Si en la serie de televisión son los señores los que manejan el timón, aquí son los capataces los que llevan la historia.
Un simple peón es Modesto (Antonio Resines), quien creía que trabajaba en un banco limpio; un capataz es Rafael (José Coronado) quien solo trabaja por dinero, y quien aprovecha los resquicios del sistema oportunistamente, a cambio de no realizar preguntas incómodas. A través de sus ojos vemos entre líneas cómo se organizan las tramas de adquisición de suelo que antes era rural y se urbaniza a través de incendios provocados, de políticas favorables a que todo se pueda urbanizar y a la flexibilidad bancaria para prestar a aquellos que pronto van a construir, creando esa burbuja que se extendió con el primer gobierno Aznar (1996-2000): Toda España se convierte en urbanizable y, por tanto, pongámonos a ello entre todos. Solo así crearemos puestos de trabajo… Esos años han llevado a la burbuja inmobiliaria, a la crisis que vivimos. Y mientras tipos como Modesto y Rafael sobrevivirían hoy, los que no vemos, políticos, banqueros y empresarios siguen sumando, aunque hayan tenido que cambiar ciertos hábitos.
En clave de película de investigación sobre un suceso pequeño para muchos, la misma estructura que en No habrá paz para los malvados, la muerte de la hija del director de una sucursal en un incendio solo suscitará investigación años después, cuando ese Juan Nadie comience a hilar ciertas casualidades, arbitrariedades, que no son tales y ese suceso pequeño (para la mayoría, evidentemente mayúsculo para el protagonista) acaba revelando todo un entramado de poder y dinero a toda costa, otro factor que ha llevado a este 2014 donde todo en España se pretende que tenga un valor de cambio y por tanto se pueda comercializar con ello.
Como curiosidad la película, filmada en 2002 se desarrolla en 2003, en un inmediato futuro. Algo más que una ucronía, la ya evidente realidad de lo que estaba por venir.
I.6. La estrategia del caracol (1993) de Sergio Cabrera
Sinopsis: Los vecinos de uno de los barrios más pobres de Bogotá luchan para evitar el derribo de la casa donde viven, que es propiedad de un millonario sin escrúpulos. Aunque su lucha contra la especulación y la corrupción parece perdida de antemano, ponen en práctica una original estrategia ideada por don Jacinto, un viejo anarquista español.
Reparto: Frank Ramírez, Fausto Cabrera, Florina Lemaitre, Humberto Dorado, Delfina Guido, Víctor Mallarino, Salvatore Basile, Carlos Vives, Gustavo Angarita, Jairo Camargo, Ulises Colmenares, Marcela Gallego, Jorge Herrera, Luis Fernando Montoya, Edgardo Román.
Comentario: El colombiano Sergio Cabrera (nacido en 1950), antes de debutar como cineasta en 1989 con Técnicas de duelo: Una cuestión de honor, ya tenía una historia que bien valdría una película. Hijo de actores españoles que se exiliaron a Colombia, huyendo de la represión franquista. Cuando tenía 10 años emigraron a la China, con 16 años fue guardia rojo en dicho país. Ya en Colombia se uniría a la guerrilla del Ejército Popular de Liberación, grupo guerrillero de ideología marxista-leninista-maoísta, a sus 19 años de donde se retiraría a los 23. Volvió a la China en la década de los años 1970, pero esta vez decidido más bien a estudiar filosofía y hacer cine en sus tiempos libres.
El segundo largometraje dirigido por Sergio Cabrera fue un enorme éxito de público en España. Fue la película más taquillera en Colombia durante el año 1993 y ha conseguido galardones en los festivales de La Habana, Huelva, Valladolid y Biarritz.
Galardonado con la Espiga de Oro de la Seminci de Valladolid, La estrategia del caracol conjuga con habilidad la empatía del espectador hacia uno o varios de los protagonistas de la película, de aquellos habitantes de un edificio que quieren demoler unos especuladores. La variedad de personajes es innegable, desde el anciano artesano guerrillero anarquista (interpretado por el padre del director), el transexual, interpretado por la esposa del director, la devota creyente, el letrado, el enfermo terminal y su cuidadora. Todos son dignos de admiración. Esa lucha del grupo tiene una vertiente indudablemente ideológica, afín al pasado del director. La lucha por los derechos de la comunidad, por aquellos nexos de unión comunitarios, por la unidad y la lucha frente al arribismo de unos personajes, estos sí, que aparecen individualizados y ciertamente caricaturizados, que solo piensan en su lucro y no en el grupo de familias vulnerables que van a acabar sin techo.
Todo ello, verdaderamente dramático tiene un aire de “realismo mágico”, donde la comedia está muy presente, infundada por el enorme optimismo del anarquista, verdadero capitán capaz de convencer y de ganar mucho más que una batalla.
Alejada de los estándares más convencionales, que buscan el centro de la acción en uno o dos personajes, La estrategia del caracol apuesta por la colectividad. Y aunque podamos creer que lo que vemos son estereotipos no son así. No hay que verlos como partes sino como el conjunto de la sociedad en lucha contra el oprobio del que solo vive de la compra venta.
Veinte años después La estrategia del caracol se muestra como una parábola de alcance universal, como esa posibilidad que nunca debemos olvidar y es que siempre hay que luchar porque si no se lucha no se vence. Evidentemente ver La estrategia del caracol hoy es obtener una buena dosis de optimismo. Supone pensar que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca puede triunfar y que, evidentemente, cada desahucio ganado es una victoria.
a), escena de la película, una vez producido el desalojo por parte de los inquilinos e inquilinas del bloque de viviendas. Abajo, b) escena donde los alojados ocupan un nuevo espacio (con evidentes riesgos) para hacerlo habitable coomo comunidad vecinal. c) con dos de los protagonistas, a la derecha Don Jacinto –el anarquista- (Fausto Cabrera) mostrando su invento al Perro Romero, abogado de la precaria comunidad (Frank Ramírez). d) Cartel original de la película.
I.7. Cinco metros cuadrados (2011) de Max Lemcke
Sinopsis: Álex y Virginia compran un piso, sobre plano, en las afueras de una gran ciudad porque no pueden permitirse grandes lujos; de hecho es espacio natural protegido, una ilegalidad ahora habitual. Con sus ahorros pagan la entrada y aceptan una hipoteca a 40 años. Cuando sólo faltan unos meses para la entrega de la vivienda, el edificio aún está sin terminar. Un día, inesperadamente, precintan la zona y paran las obras. Los compradores forman una plataforma de protesta y denuncian a la constructora. Así es como Álex conoce a Toño, otro afectado, que trabaja en la construcción, y que está convencido de que se trata de una maniobra para deshacerse de ellos.
Reparto: Fernando Tejero, Malena Alterio, Emilio Gutiérrez Caba, Manuel Morón, Jorge Bosch, Secun de la Rosa.
Comentario: En los anteriores trabajos de Max Lemcke, ya ofrecía pistas de su interés por diseccionar la situación de la clase media española, de la clase con cierta capacidad de ahorro.
Pero sería éste en el que se reafirmaría ese interés analítico al diseccionar el drama de numerosísimas familias españolas endeudadas y desahuciadas. Lemcke no oculta que el mensaje no debe estar envuelto tras muchos ropajes. Por eso la película resulta demoledora porque muchas de las historias actuales son así, porque busca a ese Juan Nadie en el que todos nos reflejamos y todos (salvo unos pocos, los que están al otro lado del cristal y se creen inmunes y/o son los que han provocado dicho infierno) pensamos que podríamos ser él. La historia sería el relato de otro desahuciado más, engañado por un sistema en el que creía.
Es muy interesante que aquí los protagonistas sean los sufrientes, sin evitar la presencia de algunos de los que pusieron su granito de arena para quitarles el dinero, la casa y las esperanzas a los muchos Juan Nadie. A pesar de obtener la biznaga de oro del festival de cine español de Málaga, la película apenas tuvo repercusión en las pantallas españolas. Supongo que la razón que muchos darían sería la de que el espectador quiere evadirse y no que le cuenten una película sobre los dramas conocidos. Pero creo que hay algo más de fondo y es el nulo interés de las distribuidoras para exhibir dichas películas.
Por esa razón, Cinco metros cuadrados ha quedado como una rareza en el panorama cinematográfico español y por eso mismo será para las próximas generaciones un documento valioso sobre un expolio, sobre el mayor robo cometido a la sociedad española, porque como ninguna otra película se alza como un retrato paso a paso de lo que muchos españoles creyeron poder tener y que nunca vieron. Quisieron una casa y se quedaron solo con los papeles firmados. Sin dinero, sin casa y sin futuro.
I.8. Crematorio (2011) de Jorge Sánchez-Cabezudo
Sinopsis: Crematorio es la historia de los Bertomeu, una familia que ha conseguido amasar una gran fortuna a lo largo de varias generaciones. Rubén Bertomeu dejó atrás los negocios agrícolas para crear un entramado empresarial que le ha convertido en el hombre más rico y poderoso de Misent. Únicamente en el entorno familiar Rubén Bertomeu encuentra oposición a su manera de entender el progreso.
Rubén Bertomeu es un ambicioso constructor que ha conseguido amasar una gran fortuna con negocios agrícolas. La muerte de su hermano le llevará a crear todo un entramado empresarial y urbanístico, y pasará a convertirse en el hombre más poderoso del pueblo de Misent, una ciudad imaginaria del Levante español.
Reparto: José Sancho, Alicia Borrachero, Juana Acosta, Pau Durà, Manuel Morón, Vicente Romero, Pep Tosar, Aura Garrido, Vlad Ivanov, Chisco Amado, Montserrat Carulla, Pepa López, Sonia Almarcha, Víctor Duplá, Paula Soldevila, Alfonso Bassave, Imma Colomer, Chusa Barbero, Jorge Suquet, Vicente Gil, Oleg Kricunoff, Pere Ventura, Francisco Olmo, Joaquín Perles, Helena Carrión, Alberto Ferreiro, Isabel García Lorca, Eugenio Barona, Isabel Rocatti
Comentario: A través de sus novelas Rafael Chirbes había ido diseccionando la sociedad española y sus contradicciones. Con la trilogía compuesta por La larga marcha (1996), La caída de Madrid (2000) y Los viejos amigos (2003), la posguerra, la transición, el frustrado golpe de estado. Desde ese espacio imaginario de la costa levantina, bautizado como Minsent, Chirbes diseccionó en Crematorio esa sociedad del acaparamiento, de concejales de urbanismo comprados, de acaudalados propietarios que solo buscan lucrarse y acumular. Aunque su lectura nos hace pensar en ese expolio urbanístico creado por políticos corruptos a manos de empresarios sin escrúpulos, la novela abarca ese espacio entre 1981 y 2008 e interpreta que la democracia acaba por ser un punto y seguido del régimen anterior, en donde las reglas siguieron siendo parecidas al igual que los rostros o los apellidos del poder. Ese amplio abanico significaba una afirmación enorme que, ahora sí se comprende. Chirbes viene a decir: Todo estaba podrido. Y en 2008 afirmar que: “Hace tiempo que se acabó la comilona (...) Habrá que hacer las cosas de otra manera”.
En 2011 Jorge Sánchez Cabezudo dirigió la serie de televisión, aunando el éxito de crítica y de público. El mismo director ha indicado que una de sus referencias visuales era Las manos sobre la ciudad, la película de Francesco Rosi que hoy todavía es más joven que ayer. Al igual que Las manos sobre la ciudad, la serie Crematorio abunda en los negocios turbios entre inmobiliarios y concejales y mafias provenientes de Rusia. Pero el método que utiliza Sánchez Cabezudo es indirecto. Las cosas se cuentan parcialmente y el espectador las reconstruye, al contrario que, por ejemplo Cinco metros cuadrados, donde el estilo director marcaba todos los episodios.
Igualmente en Crematorio un gran actor como José Sancho ha podido lucirse y obtener esa sensación de que siempre se puede ser un poco más malvado, en ese tipo de papeles de quien no se ensucia las manos de lodo ni sangre pero es así todo lo que le rodea.
Indudablemente el hecho de que se desarrolle en el país valenciano, donde reside el autor de la novela, hace que huela todavía más que a naranja podrida, que huela a tipos como Camps, el Bigotes y la trama Gurtel.
II. FUENTES ÚTILES Y SITIOS WEB DE INTERÉS
-imdb.com: La base de datos cinematográfica más completa, con múltiples referencias cruzadas.
-filmaffinity.com: Una excelente base de datos en español. Incluye sinopsis y numerosas críticas originales de lectores
-labutaca.net: Portal de actualidad cinematográfica en España. Incluye una buena selección de documentación sobre las películas que se van estrenando en España.
-sensacine.com: Portal de cine de actualidad cinematográfica y de series de televisión. Contiene un buen archivo de fichas de cine con una ficha de aspectos técnicos bastante completa.
-cineparaleer.com: Selección de críticas de actualidad, complemento de los anuarios en papel, que se editan desde 1973.
-miradasdecine.es: Portal de cine y televisión, con críticas y estudios transversales de medios audiovisuales.
-decine21.com: Portal de actualidad, preferentemente de estrenos en dvd. Contiene la particularidad de tener listas temáticas de películas, que suelen ser una buena ayuda para elaborar programas temáticos.