1.2 La cultura como elemento explicativo de las Representaciones Sociales.
La cultura cuenta con una gran variedad de definiciones, esto por supuesto ha dado lugar al uso indiscriminado y desmedido del término. Anthony Giddens, anota que la cultura se refiere a los valores que comparten los miembros de un grupo dado, a las normas que acatan y los bienes materiales que producen, definición que descriptivamente desde la sociología, nos abre la puerta a la discusión de este hermoso e intrincado concepto. Es importante ahora internarse en la discusión de la cultura como el estudio de las formas simbólicas, que es la propuesta a la que quiero llegar a través del estudio de Clifford Geertz y John B. Thompson.
En este apartado muestro las particularidades de la trayectoria que ha recorrido el término cultura, puntualizando una forma de acercamiento particular a partir de Thompson lo que me permite hablar del objeto de representación en el siguiente apartado.
1.2.1 El concepto de cultura: Acepciones, usos y costumbres.
Es una tarea fundamental de los debates actuales relacionados con la cultura el hacer una revisión puntual de su utilización y sus contribuciones en campos específicos, como -en este caso- el de las RS. La obra de Thompson es una muestra de ello, ya que en ella pretende atender a las formas y a los procesos sociales en los cuales, y por medio de los cuales, las formas simbólicas circulan en el mundo social (1998, VII).
El recuento de la trayectoria del concepto de cultura, estará ordenado por las ideas de Thompson y reforzado con los argumentos de Kate Crehan y Jorge Warley. Uno de los problemas de definición que el término presenta es que sólo dentro de la antropología hay más de 100 significados de ella. Mi objetivo, al igual que los que hacen este tipo de recuento no es un examen exhaustivo de los muchos usos de cultura, es más bien, realzar los elementos de su empleo que son relevantes para esta investigación.
Para realizar el recuento propongo el siguiente esquema general a partir de John B. Thompson y Warley. Este esquema me permite mostrar de manera organizada la trayectoria que interesa del recorrido del concepto de cultura (Ver esquema no. 1).
Inicia el recorrido de esta trayectoria con el bloque 1, en el que refiero las definiciones generales y clásicas, atendiendo a algunos autores que considero clave, paso al segundo bloque donde reconozco los conceptos de cultura principalmente provenientes de la naciente ciencia antropológica, que con estas se convierte en la ciencia por excelencia de la cultura y de aquí en adelante marcará su desarrollo. El último bloque (3), referirá al concepto de cultura desde la semiótica y a la propuesta estructural de la cultura. Sigo el esquema de Thompson, porque incluso para estos recuentos hay tantas versiones como científicos le han dedicado sus reflexiones.
El bloque tres será expuesto como parte de la trayectoria que ha recorrido el concepto de cultura, pero además como plataforma central de la concepción de cultura que se manejara en esta investigación.
Elegí en cada uno de los bloques a los que considerare autores clave, lo cual no quiere decir que no haya algunos otros que sean relevantes, sólo que no se incluyen para no cansar al lector y no desviar la atención.
1.2.2 Bloque 1: La cultura y sus concepciones generales y clásicas.
Derivado del vocablo latino culturam el concepto adquirió relevancia en Europa en los inicios de la modernidad.
Las primeras aproximaciones al concepto de cultura provienen de los siglos XVIII y XIX, que produjeron filósofos e historiadores, para los cuales la palabra cultura empezó a utilizarse como el cuidado o la atención de algo, básicamente cultivos o animales. También se utilizó para describir el proceso de desarrollo humano y se convirtió en su principal significado hasta principios del siglo XIX, cuando a cambió por la de “modo de vida de un pueblo”, oponiéndose al concepto de civilización1 del que hasta ese momento era un sinónimo (se utilizaba “cultivarse” y “civilizarse” como sinónimos). En estos momentos fue incorporándose lentamente al francés, inglés y posteriormente al alemán.
En el alemán la acepción “Kultur” se usaba para referirse a la cortesía y los buenos modales, así como para los productos intelectuales, artísticos y espirituales donde se expresaba la individualidad y creatividad de la gente.
Dentro de estas primeras perspectivas generales, Thomas Stearns Eliot poeta y ensayista británico, su celebre obra Notas para la definición de la cultura, los tres aspectos que la constituyen: la cultura del individuo, contenida un recipiente mayor la cultura del grupo o de la clase, que a su vez depende de un conjunto más vasto la cultura de la sociedad. Aunque, es evidente en su obra que el autor realiza una suerte de descripción analítica que, partiendo casi del sentido común, busca desbrozar un territorio complejo para lanzarse a la difícil tarea de definir los valores, es allí donde su argumento pierde fuerza (Warley, 2003, 11).
Simmel (ensayista alemán), por su parte oponía la cultura objetiva (instituciones, conocimientos, actitudes, etc.) y la cultura subjetiva (el aprovechamiento de la anterior posibilita el cultivo interior del individuo. En su obra El futuro de nuestra cultura (1909), proponía que:
“El pesimismo con el que la mayoría de los espíritus más profundos parecen considerar el estadio presente de la cultura tiene su razón de ser, hasta donde alcanzo a verlo, en el abismo que se abre cada vez mas entre la cultura de las cosas y la cultura del hombre…Pero la capacidad del individuo para utilizar este material para el cultivo personal hace frente a este crecimiento sólo muy lentamente y siempre quedando a la zaga de él” (Warley, 2003, 15)2
Dentro de la propuesta de Thompson aparecen concepciones que el propone como clásicas de cultura provenientes de autores como el sociólogo y filósofo alemán Karl Manheim, el cual proponía que una investigación sociológica de la cultura en la sociedad liberal debe comenzar con aquellos que crean cultura, es decir los intelectuales, aclarando la posición que ocupan en la sociedad. Contemporáneo de este, el filósofo argentino Francisco Romero en su artículo El hombre y la cultura, retomo a Aristóteles, para construir un acercamiento al tema de la cultura desde una perspectiva universal y englobante del conjunto de la especie humana. El hombre en su propuesta, es aquel que genera la cultura, la crea, la vive y la aprovecha de muchas maneras, propone que “el hombre es padre de sus obras y también hijo de ellas” (Warley, 2003, 13).
Hegel, sobre la existencia de este mundo el autor propone que el hombre es el natural creador de la cultura, pero en tanto su propia creación se le vuelve “extraña”, ajena, una suerte de segunda naturaleza, es tarea primordial su recuperación, la que será llevada a cabo en la forma de una revelación, un reapropiamiento, que no se realiza de una vez, sino a través de un extenso despliegue histórico. Nietzsche, esta cercano a la noción de cultura que implícitamente proponía usos y costumbres valorados positivamente.
Como síntesis de este periodo la cultura es el proceso de desarrollar y ennoblecer las facultades humanas, proceso que se facilita por la asimilación de obras eruditas y artísticas relacionadas con el carácter progresista de la era moderna. Todo este recuento nos permite observar algunos antecedentes del concepto de cultura, y la continuidad de algunos elementos, observamos la primacía de sociólogos y filósofos, ahora veremos que propusieron los antropólogos.
1.2.3 Bloque 2: Concepciones descriptivas. La antropología y la cultura
En este bloque inicio las concepciones antropológicas de la cultura, en donde la naciente ciencia antropológica de finales del siglo XIX desarrollo una de sus principales ramas a partir del estudio comparativo de la cultura.
La concepción descriptiva de la cultura desde la antropología, puede rastrearse desde los historiadores culturales del siglo XIX, quienes estaban interesados en la descripción de las sociedades no europeas, por ejemplo la obra de Gustav Kleim, en sus 10 volúmenes proporcionó una descripción sistemática y amplia del desarrollo gradual de la humanidad, a examinar costumbres, habilidades, artes, herramientas, armas, prácticas religiosas de pueblos y tribus de todo el mundo. Este era conocido por E. B. Tylor 3 el que a su vez define a la cultura o civilización, tomada en su sentido etnográfico más amplio, como ese todo complejo que incluye conocimientos, creencias, arte, moral, ley, costumbre y toda capacidad y habito adquirido por el hombre como miembro de una sociedad. Esta puede investigarse a partir de principios generales, que proponen el estudio de las leyes del pensamiento y la acción humanas.
La concepción de Tylor –propone Thompson- contiene dos elementos importantes: a) considerar a la cultura como un conjunto interrelacionado de creencias, costumbres, leyes, formas de conocimientos y arte, que adquieren los individuos como miembros de la sociedad particular y que se pueden estudiar de manera científica, por lo que el estudio de la cultura se refiere a “disecar” los componentes que tiene, clasificarlos y compararlos de manera sistemática y, b) su propuesta de cientifización del concepto de cultura, ya que su propuesta se compone de una serie de suposiciones metodológicas acerca de cómo debiera estudiarse. Aunque por supuesto, en sus inicios el análisis de la cultura no evito su concepción de progreso, esto puede verse en los mismos trabajos Tylor.
La propuesta de cientificidad de Tylor, concordaba con el clima intelectual de la época donde tenían un enorme impacto las ideas de Darwin, a partir de lo cual aparecieron antropólogos que atendieron otras preocupaciones por ejemplo, Bronislaw Malinowski.
Malinowski, entre las décadas de 1930 y 40 propuso una teoría científica de la cultura y respaldo una perspectiva evolutiva calificada. Dentro de su propuesta su principal interés era el de generar un enfoque funcionalista de la cultura, donde ésta pudiera analizarse en términos de la satisfacción de las necesidades humanas, para lo cual el examen de las funciones de los fenómenos culturales, de las formas en que se satisfacen las necesidades humanas, deben preceder a todo intento de formular las etapas de desarrollo social y los esquemas evolutivos. En este sentido, el estudio de la cultura comprende artefactos, bienes, procesos técnicos, ideas, hábitos y valores heredados, es una realidad sui generis y debe ser estudiada como tal.
En síntesis la concepción descriptiva es que la cultura de un grupo o sociedad es el conjunto de creencias, costumbres, ideas y valores, así como los artefactos, objetos e instrumentos materiales que adquieren los individuos como miembros de ese grupo o esa sociedad (Thompson, 1998, 194).
1.2.4 Bloque 3.1: La antropología simbólica.
A través del tiempo se ha sostenido que el uso de símbolos es un rasgo distintivo de la vida humana. Así, empezaron a circular algunas ideas básicas sobre la cultura a partir de su uso en trabajos antecedentes son las siguientes: Las culturas son entidades acotadas, argumentos que refuerza la idea de que las culturas son entidades diferenciadas, para Turner, la cultura como un conjunto de símbolos y Beattie, la propone como toda la gama de actividades humanas adquiridas, no instintivas, transmitidas de generación en generación a través de diversos procesos de aprendizaje. A menudo, los productos físicos de la actividad humana se incluyen en el término “cultura material”. Lo que se debe estudiar por lo tanto son las totalidades sistémicas o culturas acotadas4 .
Ya en la década de 1940 White mostró en The Science of Culture que el uso de símbolos es el rasgo distintivo de los seres humanos, la cultura es el nombre de un tipo preciso o clase de fenómenos, es decir, las cosas y los sucesos dependen del ejercicio de una habilidad mental, exclusiva de la especie humana, que denomino ‘symbolling’ 5. Dividió a los fenómenos culturales en tres sistemas: tecnológico, sociológico e ideológico. Sus escritos sin duda constituyeron el caldo de cultivo donde se colocaron los debates de Geertz.
La interpretación de las culturas6 es quizá la obra más citada sobre los debates en torno a la cultura a nivel mundial. Desde 1960 la clase de disciplina que propone Geertz ha sido llamada “antropología simbólica”, ésta no formo una escuela, sino una forma de concebir el trabajo antropológico y un sesgo en la definición de su objeto.
Para Geertz, lo simbólico (sea un rito de paso, una novela romántica, una ideología revolucionaria o un cuadro paisajístico) tiene una existencia tan concreta y una entidad tan manifiesta como lo material. Por lo que las estructuras de lo simbólico son hechos tangibles, esto lo trabaja Geertz en Myth, symbol and culture de 1971. La explicación interpretativa es, de todos modos una explicación, lo importante es revitalizar nuestros mecanismos de comprensión y nuestra sensibilidad incorporando nuevas analogías.
En su famoso capítulo, Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura, Geertz aclara su concepto de cultura, el cual es esencialmente semiótico. Se posiciona en Weber para afirmar que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo construye, así Geertz considera a la cultura como ese tejido, por lo que su análisis constituye una ciencia interpretativa en busca de significaciones, para tal efecto el autor propone una teoría interpretativa de la cultura.
La interpretación es aquella tarea que busca comprender expresiones sociales que aparecen como enigmáticas en la superficie. Para consolidar la ciencia interpretativa de la cultura, hay que ver lo que hacen los que la practican (antropólogos), y lo que hacen es la etnografía (descripción densa) esta se refiere a observar como se comunica algo de manera precisa, tomando en cuenta que se hace deliberadamente, a alguien en particular, para transmitir un mensaje con un código socialmente establecido y sin conocimiento del resto de las circunstancias. Después, esta teoría explicará como ese “algo” observado pertenece a una jerarquía estratificada de estructuras significativas que atienden a como se produce, percibe e interpreta ese algo.
Analizar en esta propuesta consiste en desentrañar las estructuras de significación determinando su campo social y su alcance, para realizar esto, primero hay que captarlas para después explicarlas, en esto radica la búsqueda del sentido, este exige que nos preguntemos por el valor de la cultura y por lo que significa.
La cultura consiste en estructuras de significación socialmente establecidas en virtud de las cuales la gente hace cosas y se adhiere a ellas o las percibe y las contesta. La semiótica entiende a la cultura como sistemas de interacción de signos interpretables, la cultura no es una entidad, algo a lo que pueden atribuirse de manera causal acontecimientos sociales, modos de conducta, instituciones o procesos sociales; la cultura es un contexto dentro del cual pueden describirse todos esos fenómenos de manera inteligible, es decir densa.
Las descripciones de la cultura deben hacerse atendiendo a las interpretaciones que hacen de sus experiencias las personas pertenecientes a un grupo particular. En el análisis de la cultura empezamos con nuestras propias interpretaciones de lo que nuestros informantes son o piensan que son y luego las sistematizamos.
Sobre la conducta observada señala: Hay que entender a la conducta y hacerlo con rigor (científico), por que es en el fluir de la conducta –en la acción social- donde las formas culturales se encuentran en articulación.
El análisis cultural se basa en la interpretación, interpretar es desentrañar lo que significa un hecho. Así llega a la Teoría, marcando que el vicio dominante en los enfoques interpretativos de cualquier cosa, consiste en que tales enfoques tienden a resistir (o resistirse a) la articulación conceptual y a escapar así a los modos sistemáticos de evaluación. Aprisionada en lo inmediato de los propios detalles, la interpretación es presentada como válida en sí misma, o lo que es peor, como válida por la supuestamente desarrollada sensibilidad de la persona que la presenta. Si se quiere que este campo sea una ciencia no cabe esta actitud.
La teoría de la cultura posee una tensión entre la necesidad de aprehender (la realidad) y la necesidad de analizar, de esta tensión surge la primera condición de la teoría cultural, ésta no es dueña de sí misma, se crea y progresa de la relación existente entre los elementos en tensión. Lo que implica que el lugar de comenzar con una serie de observaciones e intentar incluirlas bajo el dominio de una ley, esa inferencia comienza con una serie de significaciones (presuntivas) e intenta situarlas dentro de un marco inteligeblie. De aquí se desprende la segunda condición de la teoría cultura, por lo menos en el sentido estricto del término, esta teoría no es predictiva, trabaja con hechos ya registrados, pero también debe y puede contemplar realidades futuras.
Relaciono el argumento de Geertz 7, con el de Edward Thompson 8 (historiador inglés), el que propone una “simple ecuación” en relación con la cultura: “Cualquier teoría de la cultura debe comprender el concepto de la interacción dialéctica entre la cultura y algo que no es la cultura”, insiste en que, por más universal y abarcativa que sea la definición de cultura con la que se trabaje, se necesita de ese “afuera” como prueba de validación (Warley, 2003,12).
Ahora, desarrollo a profundidad la propuesta de Thompson, como plataforma central para entender la cultura en esta investigación.
1.2.5 Bloque 3.2: La concepción estructural9 de la cultura. Plataforma central de esta investigación.
A partir de los postulados de Geertz es que Thompson desarrolla su concepción estructural de cultura, este enfatiza tanto el carácter simbólico de los fenómenos culturales como el hecho de que estos fenómenos se inserten siempre en contextos sociales estructurados.
El análisis estructural de la cultura es: “el estudio de la formas simbólicas –es decir, de las acciones, los objetos y las expresiones significativas de diversos tipos– en relación con los contextos y procesos históricamente específicos y estructurados socialmente, en los cuales y por medio de los cuales, se producen, transmiten, y reciben tales formas simbólicas. Como formas simbólicas, los fenómenos culturales son significativos tanto para los actores como para los analistas10 . Son fenómenos que los actores interpretan de manera rutinaria en el curso de sus vidas diarias y que reclaman una interpretación por parte de los analistas que buscan captar las características significativas de la vida social11 ” (Thompson, 1998, 203).
El asunto central de esta propuesta es el de interpretar las formas simbólicas por medio del análisis de contextos y procesos estructurados socialmente. Sin embargo lo más importante es que estos elementos se vuelvan una preocupación para la actividad de interpretación.
El elemento central del análisis estructural de la cultura se refiere a las cinco características o aspectos que intervienen típicamente en la constitución de las formas simbólicas 12: ‘intencional’,’convencional’, ‘estructural’, ‘referencial’ y ‘contextual’. Pero antes aclaremos lo que son las formas simbólicas, estas se refieren a un campo de fenómenos significativos, desde las acciones, gestos y rituales, hasta los enunciados, los textos, los programas de televisión y las obras de arte (Thompson, 1998, 205). Las características de las formas simbólicas se refieren a:
Palabra clave: INTENCIóN
Dos elementos importantes a considerar para reconocer esta característica son: a) la constitución de los objetos como formas simbólicas presupone que son producidos, construidos o empleados por un sujeto capaz de actuar de manera intencional, o por lo menos que se perciban como si hubieran sido producidos por dichos sujeto y, b) el significado de una forma simbólica, o de los elementos que la constituyen, no es necesariamente idéntico a lo que el sujeto productor se propuso o “quiso decir” al producir la forma simbólica. Esta diferencia potencial esta presente en la interacción social cotidiana.
Palabras clave: Convención, regla, código.
Estas forman parte del conocimiento tácito que los sujetos emplean en su vida diaria.
Palabras clave: ESTRUCTURA, SISTEMA
Analizar la estructura de una forma simbólica implica analizar los elementos específicos y las interrelaciones de estos, analizar el sistema representado en un forma simbólica es abstraer de la forma estructural y reconstruir una constelación general de elementos y sus interrelaciones.
Esta característica tiene implicaciones metodológicas, a saber: a) El significado que uno pueda abstraer por medio de estos elementos nunca es agotado, por sus rasgos y elementos, las formas simbólicas no son solo concatenaciones de elementos y de las interrelaciones de éstos, típicamente son representaciones de algo, representan o retratan algo, dicen algo acerca de algo. Esta idea nos remite directamente a la siguiente característica, la referencial que más adelante se tratará, el elemento b) una debilidad es que se concentran los elementos internos de las formas simbólicas, abstrayéndose del contexto.
Palabras clave: REFERENTE, REPRESENTACIóN.
Las expresiones adquieren su especificidad referencial de diferentes maneras. Dicha especificidad referencial es el hecho de que en una figura o expresión se refiera a un objeto (s), individuo (s), situación (es) específica (s). Al subrayar el aspecto referencial de las formas simbólicas, debe llamarse la atención sobre las maneras en que las figuras o expresiones se refieren o representan algún objeto, individuo o situación, sino también la manera en que, habiéndose referido a algún objeto o habiéndolo representado, las formas simbólicas dicen típicamente 14 algo acerca de él, es decir, lo afirman o expresan, proyectan o retratan.
Algunas de estas solo adquieren especificidad en virtud de ciertas circunstancias, lo cual me remite a la ultima característica.
Palabra clave: Contexto
A partir de la propuesta de Thompson y de las cinco características merecen ser mencionados dos procesos vitales para entender las formas simbólicas: la contextualización social y la valoración, insistiendo en que la contextualización, si bien es un elemento importante en la propuesta del autor, sólo se trabajara en esta investigación en la medida en que sea estrictamente necesario.
De alguna manera ya me he referido a la contextualización social, así que haré mayor énfasis en el proceso de valoración, ya que es una propuesta de esta investigación que a partir de las RS se acuda sólo en lo estrictamente necesario a los aspectos contextuales15 .
Aunque por cuestiones practicas para este trabajo no hago demasiado énfasis en el contexto, para Thompson la valoración, evaluación y el conflicto surgen de la contrastación de las formas simbólicas con el contexto. A continuación presento el proceso mediante el cual los individuos que producen y reciben las formas simbólicas les asignan cierto ‘valor simbólico’, es decir el proceso de valoración simbólica.
El valor simbólico es aquel que poseen los objetos en virtud de las formas y la medida en que son estimados por los individuos que los producen y reciben, es decir, elogiados o denunciados, apreciados o despreciados por los individuos. Estos binomios a menudo contradictorios, son los generadores del conflicto de evaluación simbólica16 . Los proceso de valoración rara vez es consensuada o esta libre de conflictos. Los caminos que sigue este proceso son complejos, la adquisición de un valor simbólico -sea que haya sido asignado por otros o que haya derivado del prestigio acumulado por el productor- puede aumentar el valor económico de un bien simbólico, por lo cual los sujetos que participan en la reproducción y recepción de las formas simbólicas están en general conscientes del hecho de que éstas pueden estar sujetas a procesos de valoración, y pueden realizar acciones y estrategias para aumentar o reducir el valor simbólico o económico.
El análisis de la cultura no es una situación nada sencilla –si quiere hacerse bien por supuesto-, una preocupación de este trabajo de investigación es por supuesto, aclarar la diferencia entre significado y sentido, propongo esta lectura de sus diferencias a partir de la antropología simbólica –o semiótica-, para esta investigación la diferencia radica en que el significado esta primordialmente construido por el sujeto mismo que produce las expresiones significativas y el sentido requiere de un trabajo de primero comprender que la expresión significativa es una re interpretación que hace el sujeto de algo, después de que encontrar el sentido es nuevamente el trabajo de reinterpretación que el analista hace del significado producido por el sujeto 17
La búsqueda del sentido reside entonces en la explicación interpretativa de los significados incorporados a las formas simbólicas. Propongo que las dos propuestas teóricas que alimentan esta investigación (RS y análisis estructural de la cultura) son altamente compatibles, al considerar que las RS son formas simbólicas.
Finalmente, procederé a desarrollar la discapacidad y el discapacitado en relación con las RS y la cultura. Interesa hablar de este fenómeno solo a partir de sus debates dentro de las teorías mencionadas, por lo tanto hacer reflexiones en torno a la historia de la discapacidad, la política pública o los entornos discapacitantes, por mencionar algunos; no es pertinente en este trabajo.1 Derivado de la palabra latina civilis, que significa los ciudadanos o perteneciente a ellos, el término civilización se uso inicialmente en francés e inglés a finales del siglo XVIII para describir un proceso progresivo de desarrollo humano. De tras de ella se encontraba el espíritu de la Ilustración europea y su creencia confiada en el carácter progresista de la era moderna (Thompson, 1998, 186)
2 Este argumento sigue vigente en nuestros días.
3 La definición de Tylor por muchos años fue la concepción mas citada sobre la cultura, este fue profesor de antropología de la Universidad de Oxford
4 Un elemento que complementa este interés es el hecho de que entre la cultura y la tradición hay relaciones significativas, explica la relación que aún hoy mantienen estos elementos, para lo que cita la definición de tradición del Oxford English Dictionary: Es un costumbre o manera de proceder establecida desde antiguo y generalmente aceptada, con fuerza casi de ley; [posee] un uso inmemorial. La tradición se refleja en la definición de Bailey, cuando afirma que la cultura de un grupo consiste en unos conocimientos y en pautas de conducta comunes, socialmente aprendido. Por lo tanto resalta que es compartida, socialmente aprendida y que alude a conocimientos adquiridos.
5 Simbolización.
6 Al decir de Carlos Reynoso [Destacado antropólogo argentino], Geertz propone en este libro una actitud para encarar a la antropología (la disciplina por excelencia de la cultura) como un acto interpretativo.
7 Algunos otros científicos que han seguido de cerca los argumentos de Geertz, proponen a La cultura como construcción de híbridos e hibridaciones; esta idea se centra en el concepto de James Clifford y Georges Marcus, que en sus “Itinerarios Culturales” (1986), que revisan los conceptos de cultura debido a que la entienden como “sistemas humanos de significados y diferencias”. El problema para la cultura y su ciencia: la antropología; es que esta se enfrenta a nuevas y complejas relaciones de poder, por lo que surge el término de culturas híbridas, las que asumen la presencia de diferentes culturas originarias de diferentes espacios geográficos y que establecen lazos de convivencia.
8 Thompson mismo realiza interesantes críticas sobre las debilidades de la propuesta de Geertz, sin embargo no entrare en esta discusión, solo quiero marcar que este debate existe y puede encontrarse una postura al respecto en la obra de Thompson.
9 El autor aclara que el uso de estructural no debe confundirse con estructuralista. Lo estructural de la cultura se refiere a tomar en cuenta los contextos y procesos estructurados socialmente. El estructuralismo alude a una gran variedad de métodos, ideas y doctrinas provenientes de pensadores franceses como Lévi-Strauss, Barthes, Greimas, Althuser y algunos trabajos de Foucault.
10 Tomo como punto de partida esta afirmación para explicar como entiendo y propongo la diferencia entre significado y sentido, que más adelante mostrare.
11 A partir del trabajo de la propuesta de Thompson, se hace visible la fuerza de la recomendación que nos hacia el profesor Eduardo Aguirre al trabajar las RS, de que lo mas importante del trabajo de las RS es la búsqueda del sentido, no tanto las RS, por si mismas o por si solas. Claro que este es un nivel al que muy probablemente no llegare con esta investigación, sin embargo ahora reconozco una serie de argumentos para fortalecer la propuesta de trabajo.
12 Las maneras específicas en que estos elementos intervienen en la constitución de las formas simbólicas es dispar y la importancia relativa de un aspecto en comparación con otro, puede variar considerablemente de un tipo o ejemplo de una forma simbólica a otra. Este argumento adquiere relevancia a partir de la propuesta de no trabajar exhaustivamente el contexto de las RS.
13 Thompson aclara que utiliza el término referencial de manera amplia, con el fin de abarcar el sentido general cuando una forma puede representar u ocupar el lugar de un objeto en determinado contexto.
14 Lo típico será un elemento importante al permitirnos no solo reconocer las RS que sobre discapacitado construyendo estructuras, sino contrastándolas con lo que los alumnos dijeron son expresiones típicas de la “gente” para referirse a los discapacitados.
15 Además, conociendo a profundidad la propuesta de Thompson, para hacer justicia al análisis contextual necesitaría hablar de la ley 100, del COMPES social, requeriría de hacer un análisis sociodemográfico de la población de la UN, la lectura critica y análisis de los planes y programas académicos, de las políticas educativas de la UN, de las relacionadas con la población en situación de discapacidad, realizar etnográficas de las clases, de las practicas profesionales y realizar entrevistas a profundidad a los actores relacionados, así como sus trayectorias personales, por lo menos.
16 Relaciono este argumento con la propuesta de Dense Jodelet, sobre que la valoración dentro de las RS es positiva o negativa, con Thompson es elogiado o rechazado, así se da el proceso de valoración simbólica.
17 En este trabajo, se construye una propuesta para diferenciar entre significado y sentido, elementos que en varios de los trabajos revisados, se utilizan como sinónimos o sin hacer ninguna especificación explícita de su contenido diferenciado.