La expresión turismo tiene su aparición durante la Edad Moderna europea, en Inglaterra. Procede del verbo inglés “to tour”, que proviene a su vez del francés “tour” (viaje o excursión circular). Tanto la palabra tourism como tourist proceden de la misma raíz. En realidad, tourism tiene su origen en tourist, porque el turismo comienza a estudiarse como una derivación del modo de denominar a un tipo particular de viajero. De acuerdo a la turismóloga Margarita Barreto, hay que remontarse hasta el siglo XVII para encontrar el surgimiento del concepto de turismo (Beltrami, 2010:8-7).
Son varias las teorías que establecen el origen etimológico de la palabra, el Diccionario Turístico Internacional publicado por la Academia Internacional de Turismo de Montecarlo en 1955 estableció que los orígenes del término turismo proviene de dos vocablos, el francés “tour” y el inglés “turn”, ambos provenientes del latín: “Tornus” es un sustantivo que puede traducirse como torno, buril, punzón, cincel, y “Tornare”, un verbo que puede traducirse al español como tornear, redondear, labrar a torno, en latín vulgar se puede utilizar como girar.
El suizo Arthur Haulot1 afirmó que el origen de la palabra se encontraba en el vocablo hebreo “Tur”, palabra que figura dentro de la Biblia con el significado de “viaje de reconocimiento”.
Según Beltrami (2010) existen varios autores como Manuel Rodríguez Blanco, que afirman que el término tour aparece documentado desde el año 1760, otros como Natalia Porto acaba por mencionar que la palabra tour aparece documentada por primera vez entre los años 1760 y 1768, con motivo de la publicación de “The Grand Tour”, obra escrita en referencia a aquellos viajes que realizaran jóvenes aristócratas ingleses por la Europa continental, durante el transcurso de la Edad Moderna. Otro autor como Korstanje, se remonta hasta el año 1746, época en que los ingleses comenzaron a utilizar el término a partir de la influencia francesa, el único acuerdo que se dio entre todos estos es que el vocablo tour apareció en el transcurso del siglo XVIII.
Natalia Porto2 estudió el momento en que la palabra turista comenzó a utilizarse, y ella cita a Robert Lanquar y S.L.J. Smith (1991) quienes toman el documento de Pegge (1800) momento en el que está documentada la palabra en el enunciado:
“A traveller is nowdays called tour-ist”
Y Boyer (2002) define al turista de esa época así:
La palabra <<turista>> aparece en la época romántica. En primer lugar es un adjetivo. Califica al viajero inglés rico y curioso que con su guía visita a lo que debe ser visto (<<videnda>> o <<sight-seeing>>). No se trata de descubrir, sino de reconocer los lugares señalados. […] Sus desplazamientos son menos una búsqueda del otro y más una huida de sí mismo, menos una curiosidad de la otra parte y más una respuesta al <<spleen>> (descargar bilis).
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT, 1994), “el turismo comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros”.
Definición que encuentra mucha controversias y críticas por parte de investigadores, ya que el turismo sólo debería centrarse en el viaje de placer fundamentalmente y no simplemente en el desplazamiento de un lugar de origen a otro. Estas controversias hacen del turismo una actividad digna de estudio, y que sin embargo también hay discusiones de que ciencia es la que debe enfocar su estudio, o si este debe ser desde un enfoque multidisciplinario. Ante esto, Muñoz (2002) presentó los enfoques3 teóricos y metodológicos, que podrían ser realmente útiles en el estudio del turismo.
El turismo tiene una definición amplia y flexible, a continuación se concretizan sus características más importantes:
El turismo convencional es el turismo más común, y se practica generalmente a través de la compra de paquetes baratos –que incluyen transporte y hospedaje- y proveen entretenimiento y diversión en las playas, sin que las características del destino cuenten tanto como el precio (Sectur, 2007).
En esta modalidad las expectativas del viaje son pocas, y quienes la practican son generalmente personas con ingresos medios y bajos. Este tipo de turismo corresponde al desarrollo tipo “enclave”, en el que el visitante interactúa poco con la comunidad receptora y su movilidad se reduce al “transporte-hotel-playa” (Bringas y Ojeda, 2000: 373).
Las siguientes son las modalidades del turismo tradicional o convencional que considera la Sectur (2002):
La contraparte del turismo convencional es lo que se conoce como “Turismo Alternativo” o turismo especializado, y de este turismo se desprenden diversas actividades consideradas de Turismo Alternativo según la Tourism British Columbia (2005):
Este tipo de turismo surge como una contraposición al turismo convencional de masas, especialmente al modelo Sol y playa, pues busca que los viajes se lleven a cabo en localidades con un gran capital ambiental, en espacios y lugares desconocidos, que estimulen el desarrollo y la superación personal. Por otra parte, los practicantes de este tipo de turismo están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero para conocer atractivos únicos de carácter natural o cultural (Sectur, 2007:20-21).
Esta definición trajo consigo una gran cantidad de confusiones y ambigüedades, y no son claras las actividades que en esta modalidad se pueden realizar, además que no se sabe hasta donde es una actividad del turismo alternativo y donde comienza como turismo convencional. Ante eso se buscó dirigir y concentrar más específicamente cada una de las actividades, es decir se especializó el turismo. Las siguientes son las diferencias entre el modelo turístico tradicional y el alternativo según la Sectur (1993):
Turismo convencional |
Turismo especializado |
Producto tipificado |
Producto único |
Fuerte inversión inicial en infraestructura turística |
Fuerte inversión inicial en conocimiento, organización e información |
Altos costos iniciales para creación de infraestructuras y equipamientos |
Costos necesarios para crear actividades y facilitar experiencias, infraestructuras y equipamientos adecuados |
Alto impacto inicial |
Crecimiento gradual |
Promoción en medios masivos |
Promoción especializada |
Criterio de selección de mercados: niveles de ingreso |
Criterio de selección de mercados: Grupo de interés |
Objeto de la promoción: Instalación turística |
Objeto de la promoción: Actividades y experiencias |
Estilo de vida estándar |
Estilo de vida personal |
Comportamiento del turista: Observar sin interactuar |
Comportamiento del turista: Experimentar en la región |
Programa de viaje: Prestablecido |
Programa de viaje: Abierto |
Riesgo: Pérdida de control |
Riesgo: Complejidad de la organización |
Fuente: Bringas Rabajo, Nora L. Y Ojeda Revah, Lina. (2000) “El ecoturismo: ¿una nueva modalidad del turismo de masas? México: El Colegio de la Frontera Norte |
Tabla I. Diferencias entre el turismo tradicional y el turismo alternativo según la Sectur
El turismo en contacto con la naturaleza o turismo basado en la naturaleza son conceptos que aparecieron en la década de los ochenta, y se derivaron específicamente de aquellas actividades del turismo alternativo que no eran deportivas, pero que usaban atractivos naturaleza para el desarrollo de las experiencias recreativas o de esparcimiento.
La OMT consideraba que dentro de este mercado se encuentran dos submercados: el turismo de aventura y el ecoturismo, el cual antes de esta catalogación fue clasificado como modalidad turística equivalente al turismo en contacto con la naturaleza. Mientras que la principal motivación del turismo del turismo de aventura es la práctica de actividades deportivas en entornos naturales y con una dosis considerable de emoción y adrenalina (Sectur, 2007:21).
El concepto de turismo de naturaleza surge en octubre del 2005, como producto de una discusión en el ámbito internacional respecto a la pertinencia de mantener el término turismo alternativo como sinónimo de experiencias turísticas-recreativas basadas en el disfrute del capital ambiental e histórico-cultural. En esta reunión, los asistentes concordaron usar el término turismo de naturaleza para definir aquellos viajes que tienen como fin realizar actividades recreativas en contacto directo con la naturaleza y con las expresiones culturales de un lugar con una actitud y compromiso de conocer, respetar, disfrutar y participar en la conservación de los recursos naturales y culturales. Así mismo, los proyectos de turismo de naturaleza deben ser ecológicamente viables, económicamente rentables, tecnológicamente viables, y social y culturalmente aceptables. El turismo de naturaleza tiene diversas manifestaciones, tal como lo mencionan en 2005 los servicios de investigación en turismo de la Columbia Británica en Canadá (Tourism British Columbia), dentro de las cuales se encuentran el ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo rural (Sectur, 2007: 31). Las siguientes son las actividades (derivadas del turismo alternativo con nuevas agregadas) consideradas como turismo de naturaleza según la Tourism British Columbia (2005):
Desde la perspectiva social, el turismo de naturaleza pretende motivar el esparcimiento a través de un rencuentro con la naturaleza, difundir la preservación de tradiciones y costumbres a fin de reforzar la identidad nacional y promover el arraigo territorial. Respecto al medio ambiente, el turismo de naturaleza pretende promover el uso alternativo y la preservación de los recursos naturales, contribuir al desarrollo de una cultura de cuidado y protección a las áreas naturales entre turistas, comunidades y empresarios y promover el cambio de racionalidad de los residentes y visitantes respecto al valor de la naturaleza y los servicios ambientales derivados de ella (Sectur, 2007:32).
2 Citado por Beltrami, Mauro. (2010) Ocio y viajes en la historia: antigüedad y medioevo, Edición electrónica gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2010a/646/
3 Para una visión neo-durkheimniana, MacCanell (1976); Turner y Ash para una perspectiva de conflicto (1976); para una perspectiva funcionalista Mayo y Jarvis (1981); para una perspectiva weberiana, Dann (1977); Cohen tiene una perspectiva fenomenológica (1979); McHugh et al. Sostienen un enfoque etnometodológico; para una interpretación del interaccionismo simbólico, Dann (1989); y finalmente, Apostolopoulos, 1999, p.10 (Muñoz, 2002:111).