Almaguer Covarrubias Ramón, Barrios Puga Arturo, Garza Mejía Enrique.
Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales,
Universidad Autónoma de Tamaulipas
RESUMEN:
Los hábitos y modalidades mediante los que jóvenes universitarios consumen la televisión es un tema de relevancia para comprender muchas de sus actitudes, deseos y opiniones sobre su vida y el entorno en el que socializan. El acercamiento a los medios, es parte fundamental de los consumos culturales de todo grupo social. La presente ponencia analiza cuáles son los principales aspectos de esos hábitos, a la luz de las nuevas tendencias existentes en el mercado de la televisión, en competencia franca con las nuevas tecnologías, destacadamente, Internet. Los resultados parecen apuntar a una transformación en el paradigma mediante el cual los jóvenes han consumido los mensajes televisivos desde hace décadas, lo que a su vez vendría a ocasionar toda una serie de cambios en la percepción que se tiene sobre la construcción del imaginario social de estos jóvenes, pues se señalaba invariablemente a la televisión como la principal influencia en esos procesos. Específicamente, un 55 por ciento de los estudiantes participantes en la encuesta señalaron a Internet como el medio que más consumían, en comparación con solo un 31 por ciento que optaron por la televisión como medio favorito. Sobresalió también que un 76 por ciento de los encuestados consideraron que la televisión les muestra “poco” de lo que ocurre en el mundo, y solo un 16 por ciento consideraron un “mucho” como respuesta. No obstante ello, un 56 por ciento afirmó que ven la televisión todos los días de la semana, a pesar de que solo un 17 por ciento opinó que la televisión es divertida siempre, contra un 74 por ciento que la calificó como divertida solo ocasionalmente. Destacan expresiones en las que se califica a la programación televisiva como de baja calidad, pues el 42 por ciento la califica como regular y el 33 por ciento como pésima, lo que da un 75 por ciento de apreciaciones poco favorables. En este documento se presentan datos preliminares obtenidos como parte de los trabajos de un proyecto más amplio, que tiene como objetivo primordial el de generar información sobre los hábitos y prácticas culturales de la comunidad universitaria, produciendo con ello datos de relevancia acerca de las actividades pertenecientes a ese ámbito que desarrollan la población docente, personal administrativo y estudiantes universitarios pertenecientes al Campus Tampico-Madero de la UAT.
PALABRAS CLAVE:
Consumos culturales, televisión, jóvenes universitarios.
TELEVISION CONSUMPTION PATTERNS AMONG COLLEGE STUDENTS
Habits and modalities through which university students consume television is an issue of importance for understanding many of his attitudes, desires and views on life and the environment in which they socialize. The approach to the media is a fundamental part of the cultural consumption of every social group. This paper analyzes what are the main aspects of these habits, in the light of new trends in the TV market, competing with new technologies, remarkably, Internet. The results seem to point to a shift in the paradigm by which young people have used television messages for decades, which in turn would lead to a series of changes in the perception people have about the construction of the social imaginary these young people, as they invariably pointed to television as the main influence on these processes. Specifically, 55 percent of students participating in the survey pointed to the Internet as the most consumed medium, compared to only 31 percent who chose television as favorite medium. Also excelled that 76 percent of respondents felt that television shows a poor panorama of what happens in the world, and only 16 percent perceive them as a huge window which they can observed the reality. Nevertheless, 56 percent said they watch television every day of the week, although only 17 percent said that television is always fun, versus 74 percent who called it only occasionally funny. Highlights expressions in which television programming qualifies as low quality, with 42 percent qualifies as fair, and 33 percent as very poor, giving 75 percent of unfavorable findings. This paper presents preliminary data obtained as part of the work of a larger project that aims primarily to generate information about the habits and cultural practices of the university community, thereby producing relevant data about activities within to develop this area that the teaching population, staff and university students from the Campus Tampico-Madero of Universidad Autónoma de Tamaulipas.
KEYWORDS:
Cultural consumption, television, university students.
Los hábitos de consumo de televisión entre los jóvenes ha sido siempre un campo de estudio de las ciencias de la comunicación, pues su relevancia y, sobre todo, los efectos que ello tiene en su desarrollo y por ende en su futuro, han llevado a que se les analice constantemente. La presente ponencia pretende mostrar cuáles son los patrones a través de los cuales jóvenes universitarios consumen la programación televisiva, con el fin de aportar conocimiento que permita diseñar estrategias que puedan orientarlos en un camino de educación para los medios provechoso para ellos y sus estudios profesionales.
En este trabajo se muestran los resultados de una encuesta aplicada a alumnos del sexto semestre de la carrera de Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en el Campus Tampico-Madero. Esa encuesta tuvo el carácter de piloto, pues se enmarca dentro de un proyecto más amplio que contempla como su objetivo primordial el de generar información sobre los hábitos y prácticas culturales de la comunidad universitaria, produciendo con ello datos de relevancia acerca de las actividades pertenecientes a ese ámbito que desarrollan la población docente, personal administrativo y estudiantes universitarios pertenecientes al Campus Tampico-Madero de la UAT.
Conocer las dimensiones y características de los consumos culturales de alumnos y profesores, ayudaría a la mejor definición de estrategias para atender necesidades de información irresueltas aun. Las prácticas culturales de los miembros de la comunidad universitaria son entendidas como los hábitos que tanto alumnos como docentes y empleados administrativos desarrollan para enterarse sobre lo que ocurre a su alrededor tanto en aspectos informativos como de diversión, para emprender tareas de aprendizaje así como las formas de interacción con personas o colectivos diversos.
Partiendo de la definición que García Canclini (2006:89) hace del concepto de consumo cultural, como “el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio” entendemos que el estudio de ese fenómeno es fundamental para intentar comprender el cómo una comunidad o un grupo de personas interpreta y da sentido al cúmulo de estímulos comunicativos que diariamente recibe y a los que se expone intencionalmente o no.
La televisión ha sido considerada tradicionalmente como el medio de comunicación con mayor influencia social, sobre todo entre la juventud, los resultados del presente trabajo indican que es probable que ese escenario esté empezando a transformarse como resultado de los avances tecnológicos de la actualidad.
LOS CONSUMOS DE MEDIOS DE COMUNICACION COMO CULTURA
A lo largo de los estudios sobre las funciones y efectos de los medios de comunicación en repetidas ocasiones se ha intentado mostrarlos como verdaderos moldeadores de las conductas sociales, como fabricantes de actitudes y preferencias en sus audiencias. Las investigaciones han demostrado que esa no es la realidad; sino que los medios, como cualquier otra institución social están sujetos a influencias diversas que al final repercuten en su efectividad. Curran (1998:243) señala que “Los medios de difusión pueden estar expuestos a las presiones tanto de las élites como populares, y pueden reforzarse, de forma selectiva, dentro de un campo de discursos encontrados”. Este autor insiste en que no es posible asignar un poderío absoluto a los medios, pues sus mensajes siempre estarán al final matizados en su recepción por las características de la sociedad que los recibe y en mayor medida aún, por la personalidad, conocimientos y experiencias individuales de cada persona. En el mismo texto, Curran (1998:191) afirma “…los medios de difusión se describen como reflejo no de una cultura común y de una sociedad unificada, sino de una pluralidad de grupos sociales y de la existencia de híbridos dentro de personalidades individuales”.
Partiendo de esta idea, los medios definitivamente pueden llegar a tener cierta incidencia, aunque no absoluta, en la construcción de la visión que cualquier persona puede tener del mundo y de lo que en el acontece, y por ende llegar a tener alguna influencia en la toma de decisiones que cotidianamente hacen quienes se exponen a sus mensajes. La televisión ha sido a lo largo de las últimas décadas el medio de comunicación al que se le han atribuido mayores efectos sociales, entre ellos la conformación de una cultura propia de individuos o grupos, resultado de las imágenes que cada uno de nosotros construye a partir de las representaciones de la realidad que los medios nos ofrecen. Para efectos del presente trabajo tomaremos como base la concepción de cultura que propone García Canclini (1999:61), quien considera que “la cultura designa a los procesos de producción, circulación y consumo de la significación de la vida social”. García Canclini (p.62) hace énfasis en las imágenes que personalmente recibimos para construir nuestra cultura: “Las imágenes representan e instituyen lo social, como tantas veces se ha demostrado, al examinar el papel de los imaginarios urbanos y mediáticos”. La televisión es la vía por excelencia a través de la cual recibimos imágenes de nuestro entorno en un sentido amplio, pues esas imágenes pueden referirse a procesos culturales, políticos, económicos, etc.
JOVENES Y TELEVISION
La televisión tiene un papel relevante en los procesos mediante los cuales los jóvenes conforman sus percepciones del ámbito en el que viven, así como en las tareas de socialización a las que se enfrentan al incorporarse a la comunidad como miembros funcionales, una vez superada la etapa infantil. El sector juvenil de toda sociedad ha sido desde hace décadas uno de los que mayor influencia tiene en la generalización de modas, tendencias y pautas que intervienen en alguna medida en el comportamiento general.
Casetti y Chio, citados por Montero Rivero (2002:19), atribuyen a la televisión cuatro funciones sociales: la de contar historias, la función barda, la de construir ritos y finalmente, la de construir modelos. La primera de ellas tiene que ver con el placer que el ser humano al oír historias que tengan alguna relación con su experiencia. La función barda se refiere a que la televisión es una mediadora de lenguajes, que hace entrar en contacto al espectador con valores y símbolos que comparte con los demás miembros de la sociedad. La tercera, relacionada con la construcción de ritos, tiene que ver con la forma en que la televisión determina temas de interés o se estructuran tareas rutinarias en función de la programación de la televisión. Por último, la de construir modelos, evidentemente se refiere a que la televisión muestra formas de conducta, creencias, valores que en un momento determinado cabría imitar.
Es en este marco en el que se propone describir los consumos que los jóvenes pueden hacer de la televisión, como una vía para comprender hasta que punto puede estar teniendo alguna influencia en su comportamiento y actitudes.
EL CONTEXTO DE LA TELEVISION DEL SUR DE TAMAULIPAS
La oferta de televisión abierta local está conformada por el canal 24, filial de Televisa, pero con programación y administración autónoma; el canal 9, propiedad de la familia Flores, con una antigua trayectoria en la administración de estaciones de radio, el cual mantiene una programación propia solo hasta las primeras horas de la tarde, momento en el que se enlaza con el canal Galavisión de Televisa. Asimismo, existe el canal 6, de Multimedios Estrellas de Oro, que tiene una muy pequeña producción propia, transmitiendo mayormente contenidos del canal de ese grupo mediático en Monterrey, N.L.
Todos los canales locales mantienen un estilo de programación similar, en el que predominan las emisiones destinadas al simple entretenimiento, en muchas ocasiones con estilos que estuvieron vigentes en la televisión nacional hace décadas. Un ejemplo de ello son los programas infantiles conducidos por payasos, los que continúan teniendo vigencia localmente. Asimismo existen programas de revista en los que se tratan temas diversos, la mayoría de ellos con un enfoque bastante superficial y anecdótico.
El canal 24 cuenta con tres noticieros de lunes a viernes a lo largo del día. Al contar con la mejor infraestructura y recursos, es el noticiero que marca la pauta en la zona. El Canal Nueve igualmente cuenta con tres espacios informativos, uno por la mañana, otro al mediodía y el tercero al caer la noche.
Por su parte el canal 6 cuenta con dos emisiones noticiosas, una a las 13:00 horas y otra más a las 19:00. Se apoya en buena medida en lo que al respecto se publica en los impresos del mismo Grupo Multimedios, Milenio Diario de Tampico y el Express.
Respecto a los canales nacionales, por parte de Televisa se reciben el Canal de las Estrellas y el Canal 5 con programación completa desde la Ciudad de México, mientras que el Canal 9 ya mencionado comparte su tiempo aire con el Canal 9 Foro Tv de la misma empresa Televisa. Televisión Azteca emite localmente sus canales 7 y 13, sintonizados en el canal 2 y 12 respectivamente, sin producción local.
Asimismo, la empresa de televisión por cable Telecable cuenta con un canal local denominado Cablecanal, que cuenta con una pequeña programación propia, también enfocada mayormente al entretenimiento.
Por otro lado hay un amplio abanico de empresas que ofrecen servicio de televisión restringida, los cuales cuentan con una amplísima variedad de canales, con programación de todo tipo. Estas empresas han tenido una cada vez más creciente penetración en el mercado local en los últimos años.
METODOLOGIA
Como ya se mencionó, la presente ponencia refleja avances de un proyecto de investigación relacionado con los consumos culturales que realiza la comunidad universitaria del Centro Universitario Tampico-Madero; uno de los primeros pasos fue la aplicación de encuestas piloto a alumnos de la carrera de Licenciado en Ciencias de la Comunicación, específicamente a todos los estudiantes del Sexto Semestre de dicha carrera, pertenecientes a los grupos A, B y C, un total de 64. Es por ello que a continuación se presentan los resultados, los que han sido de gran valor para ajustar los cuestionarios que posteriormente se aplicarán a una muestra representativa de todos los alumnos del CUTM, a fin de obtener resultados con validez estadística y metodológica. Los hallazgos han permitido obtener una primera visión sobre las características de los consumos culturales de este importante segmento de la comunidad universitaria de la UAT en el sur de Tamaulipas.
ANALISIS DE RESULTADOS
La primera pregunta planteada tenía que ver con el nivel de exposición a los diversos medios a los que el alumno promedio tiene acceso. Como se muestra en la figura 1, Internet está tomando un papel cada vez más importante en el consumo de medios de comunicación, dejando en segundo lugar a la televisión. Ello permitió dar un mayor énfasis a las cuestiones relacionadas con la red en la encuesta general que se aplicará a la muestra final.
El segundo cuestionamiento se refirió a los horarios en que los estudiantes acostumbran ver televisión, denotándose en las respuestas de la figura 2 que no hay horarios predominantes estrictamente hablando, lo que permite deducir que el ver la televisión es un hábito continuo y no está relacionado en forma directa con alguna etapa del día.
Uno de los planteamientos principales de los teóricos señala que la televisión es una de las formas en que el hombre se relaciona con el mundo y lo que en el acontece, sin embargo al parecer los jóvenes actualmente tienen una opinión distinta, considerando que este medio les ofrece muy poca información acerca de lo que realmente está ocurriendo a su alrededor, pues en un 76 por ciento, de acuerdo a lo mostrado en la figura 3, afirmaron que la televisión les enseña poco sobre lo que ocurre en el mundo.
Con la pregunta 4, se intentó determinar si el observar televisión tiene un objetivo concreto o solo se trata de una costumbre adquirida, un hábito como cualquier otro; en la figura 4 se revela que el conjunto de respuestas que abarcaron el siempre y a veces constituye un 80 por ciento de las respuestas, lo que indica que la televisión sí es un hábito y que los jóvenes universitarios la ven como una actividad cotidiana, más allá del interés concreto por algún tipo de programación.
En cuanto al género de los programas de televisión de ficción favoritos de los jóvenes universitarios, las respuestas fueron bastante variadas, destacando solamente el género comedia con un valor del 38 por ciento, repartiéndose el resto entre drama, acción, aventura, ciencia ficción y terror.
Por lo que toca a la frecuencia semanal de consumo televisivo, más de la mitad de los jóvenes encuestados señalaron que ven televisión todos los días de la semana, solo un 8 por ciento de las respuestas indicaron que no ven la televisión en ningún momento. Esta respuesta reitera que la televisión es una actividad importante en términos de tiempo de los jóvenes universitarios.
Con la intención de determinar la apreciación que los encuestados le dan a la televisión más allá del tiempo que le dedican, se les hizo la pregunta de si la consideraban un acompañante, respondiendo la mitad que en ocasiones así la ubican, y un 22 por ciento siempre lo hacen; es decir el 72 por ciento de los estudiantes le da ese valor a su consumo televisivo.
La influencia de los programas televisivos originados en los Estados Unidos en niños y jóvenes se ha discutido en innumerables ocasiones; al menos la preferencia por ellos es bastante alta, pues el 91 por ciento de los encuestados afirmaron que los ven siempre o en ocasiones. La mitad, el 49 por ciento según se aprecia en la figura 8, señalaron que los ven siempre que estén frente al televisor.
Los servicios de televisión restringida han tenido un fuerte crecimiento en los últimos años en nuestro país; a la pregunta sobre que tipo de servicio consumen, el 69 por ciento indicaron tener acceso a alguno de ellos, el 52 por ciento al cable y el 17 por ciento al satelital, lo que refuerza la apreciación de que la televisión abierta va en descenso en las preferencias de los jóvenes universitarios.
Una pregunta fundamental para comprender las tendencias a la baja en el consumo de televisión por parte de los jóvenes universitarios es saber si esta les divierte. Las respuestas indicaron que el 83 por ciento consideran que eso ocurre en ocasiones o nunca, y solo el 17 por ciento señalaron que siempre se divierten viendo televisión. Estas cifras pueden explicar el amplio crecimiento del consumo de internet en detrimento de la televisión.
Tradicionalmente se ha considerado que a los jóvenes no les agrada ver información noticiosa; las respuestas a la pregunta sobre si acostumbran ver noticieros televisivos indican que se confirma esa apreciación, pues el volumen de los que lo hacen esporádicamente o nunca es del 59 por ciento. Solo el 10 por ciento afirman verlos siempre, lo que revela una apatía juvenil por informarse, al menos vía la televisión, sobre los acontecimientos del día.
Por último se cuestionó a los estudiantes sobre su apreciación del nivel de calidad con que cuenta la televisión mexicana. Evidentemente, las opiniones son bastante negativas, pues el 42 por ciento la califica como regular y el 33 por ciento como pésima, lo que da un 75 por ciento de calificaciones poco favorables.
DISCUSION Y CONCLUSIONES
Los resultados nos indican que los jóvenes universitarios que respondieron a esta encuesta piloto tienen a la televisión como un acompañante continuo en sus actividades cotidianas, que la utilizan más bien como una rutina y no como un servicio expresamente seleccionado. Internet está sobrepasando rápidamente a la televisión como el medio de comunicación más usado por los jóvenes y ello se puede deducir en buena medida por las respuestas en las que se evidencia que la televisión ya no les explica el mundo ni les divierte siempre.
Otra de las posibles razones de ese deterioro en el nivel de atención sobre la televisión tendría que ver con la calidad que le asignan los encuestados a la televisión mexicana, a la que consideran como de muy baja calidad. Ello justificaría igualmente el crecimiento que han tenido los servicios de televisión restringida en los últimos años. Las respuestas en torno a la atención a programas noticiosos revelan de la misma manera una apatía de los jóvenes por involucrarse en el acontecer cotidiano de sus comunidades y del país.
En términos generales, podría adelantarse que tal vez nos encontremos ya en el inicio del fin del reinado de la televisión como el medio de comunicación más importante. Si las generaciones jóvenes mantienen sus preferencias, Internet ocupará seguramente ese lugar de manera general en muy pocos años.
BIBLIOGRAFIA
Curran, James. (1998) Repensar la comunicación de masas, en Curran James, Morley David y Walkerdine, Valerie (Comps) Estudios Culturales y comunicación, Paidós Barcelona.
García Canclini, Néstor. (1999) La Globalización imaginada, Paidós, México D.F.
García Canclini, Néstor (2009) El consumo cultural, una propuesta teórica, en Sunkel, Guillermo, (Coord.) El consumo cultural en América Latina, 2ª. Edición, Bogotá, Convenio Andrés Bello
Montero Rivero, Yolanda. (2006) Televisión, valores y adolescencia. Gedisa, Barcelona.