Los medios masivos de comunicación son una herramienta, que permiten mantener a todo el mundo informado de lo que pasa a nivel nacional o internacional. Se trata de canales que nos entregan información, noticias e imágenes sobre cómo es el mundo en que vivimos. En las sociedades modernas, que necesitan estar en constante contacto y enteradas de todo lo que sucede, los medios de comunicación son fundamentales. Se cree que no se podría vivir de la misma manera que lo hacemos sin los medios de comunicación. (Díaz Patrón, 2009, p.3)
Estos medios, van a la búsqueda de brindar entretenimiento y enseñanzas, a partir de su influencia, estos fortalecen la capacidad analista y constructoras de ideas, formando puntos de vistas razonables. Teniendo en cuenta de que en muchos de estos medios, el mensaje transmitido solo le llega al receptor, pero no existe una retroalimentación. El mensaje captado se puede convertir, en un gestor de discusión para la creación de opiniones sensatas y para establecer diálogos.
Ha sido por ello que el contexto social actual se nos presenta en muchos espacios como marcadamente mediático, y hoy en día los medios masivos de comunicación ocupan un lugar relevante en la conformación de estilos de interacción, hábitos, necesidades, intereses, desarrollo intelectual y afectivo en general desde muy tempranas edades, lo cual se debe, plantea Orozco, al poder que tiene el medio para significar, para atribuir significados a la realidad social, apoyándose en el hecho que la realidad no es significante por sí misma, de manera que lo que acontece puede ser significado de modo diferente. (Orozco, 1994)
Vale destacar que los medios de comunicación son importantes para la educación y la formación de la infancia, junto a la escuela y la familia. Entre estos hoy día ocupa un lugar muy destacado la televisión.
La televisión, ha sido definida por algunos autores como “cultura de masas”, se está convirtiendo actualmente en la mayor fuente de información e influencia en la vida del niño y de los adultos. Asumiendo que debe tener como funciones principales respecto a la infancia las de información, formación, educación y ocio.
Para la mayoría de las personas, la televisión representa el principal medio de comunicación masiva, porque es un importante recurso de entretenimiento e información. De manera general, el acercamiento que se tiene con este medio se inicia desde temprana edad, de manera que con el tiempo sus contenidos pasan a formar parte de la cultura e ideología de muchos individuos. Esto es posible ya que la forma en que trabajan las instituciones mediáticas es a través del placer, a fin de que la audiencia se sienta cómoda con los mensajes que recibe. (Becerra y Morales, 2012, p.7).
Como medio de comunicación masiva que es, la televisión ha recibido especial atención debido principalmente a su predominante presencia en los hogares, lo cual ha dado lugar a que forme parte estable del entorno familiar. Por diferentes razones, muchas investigaciones han resaltado la influencia que ejerce la televisión en la niñez y la adolescencia al ser iniciadas en etapas especialmente sensibles, por lo que disímiles especialistas preocupados por los contenidos y dietas televisivas de los niños y jóvenes indagan sobre los posibles efectos que la programación audiovisual, y especialmente la televisada, puede ocasionar en ellos. (March, 1994: Meneal, 1998: Orozco, 1995: Pérez, 2003: Albero, 2003: Reig, 1995, Bettetini, Del Moral, 2001).
En este sentido podemos plantear, que al hablar de televisión no podemos dejar de mencionar el concepto de consumo que es uno de los objetivos principales de la investigación .Destacar que el consumo no sólo es parte de los procesos económicos, sino también culturales. Néstor García Canclini replanteó el concepto de consumo como “el conjunto de procesos socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos” (1995, p.43), es válido señalar que este concepto fue del que se apropió la autora para su investigación.
Con ello, el consumo cultural y el mediático quedan vinculados a procesos de significación y anclados a la historia social. Es decir, que “no existe un acto de consumo, por modesto o suntuario que sea, que no lleve implícito un universo de sentidos, que lógicamente cambia de una cultura a otra, e incluso de un grupo social a otro” (Winocur, 2002,p.30).
Dentro de esta visión cultural, Jesús Martín-Barbero (1987) planteó que entre los mensajes que difunden los medios y las audiencias, existen mediaciones; es decir, procesos cognitivos o sociales que van a influir en el significado que dichas audiencias dan a los contenidos recibidos. (Becerra y Morales, 2012).
El tema de nuestra investigación surge a consecuencia de la revisión de resultados de investigaciones realizadas por el ICAIC y el Centro de Investigaciones Sociales del ICRT.Según los resultados aportados por el ICAIC en Ciudad de la Habana, el 97.9% de los niños y niñas tienen acceso a la televisión, medio que se encuentra entre la primera y segunda preferencia en el 43.4% de la muestra encuestada. Además, los datos revelan que la televisión es usada diariamente por 80.5% de los niños, de manera que, junto al video, concurre en los % más elevados de uso y consumo. Se evidencia que los géneros preferidos por los menores están entre los filmes de acción (39.2%), el terror (38.6%) y los dibujos animados (35.8%). (Sánchez y Ramos, 2003).
Coincidentemente los resultados obtenidos en las investigaciones realizadas por el CIS (Centro de Investigaciones Sociales del ICRT) demostraron el alto consumo que hacen niños y adolescentes de la pequeña pantalla, preferentemente en los horarios de la tarde y la noche entre semana; y en estos momentos la actualización de los niveles de índices de audiencia y gusto que tienen los programas infantiles cobra una gran importancia sobre todo ante el reto que tiene la televisión nacional ante los medios audiovisuales alternativos, es por esto que conocer el uso y en que nivel se encuentra el producto nacional ante el extranjero son objetivos primordiales para una mejor orientación del producto artístico nacional.
A consecuencia de lo anteriormente expuesto, la autora al realizar el análisis de los trabajos realizados por el Centro de Investigaciones Sociales del ICAIC y del ICRT consideró importante caracterizar los hábitos de consumo y la mediación familiar de escolares del quinto grado de la escuela primaria Presidente Salvador Allende con el dibujo animado “Elpidio Valdés” .Para ello se plantea el siguiente problema de investigación y de objetivo general.