Cantidad de Y que el consumidor está dispuesto a cambiar por una unidad adicional de X en cada caso y se representa como ∆Y/∆X
En realidad, sería el costo de oportunidad de X en términos de Y. Con el objeto de hacer más claro el problema, imaginemos que Y representa botellas de Coca-Cola mientras que X representa un conjunto de hamburguesas. Cambiemos la curva anterior y le pongamos valores concretos a las cantidades de Coca-Cola y hamburguesas, respectivamente, lo que logramos con la gráfica 6.2.
De acuerdo con la definición de Curva de Indiferencia, el consumidor tiene una variedad infinita de combinaciones para elegir entre unidades de Coca-Cola y hamburguesas. Escojamos la combinación a, que representa 10 Coca-Colas y 1 haburguesa. Esa combinación le da una utilidad que podríamos establecer en U0. Supongamos que el sujeto desea una hamburguesa más; para ello, tendría que renunciar, digamos, a 5 Coca-Colas, de manera que la nueva combinación b será de 5 Coca-Colas y 2 hamburguesas. En este caso, diremos que la relación marginal de sustitución de Coca-Colas por hamburguesas será 5/1. No debemos perder de vista que la utilidad que le proporcionaría la combinación b es U0, la misma utilidad que brindaría la combinación a. Si deseara una hamburguesa adicional, ya no renunciaría a 5 unidades de Coca-Cola, sino solamente a 3 y la nueva combinación, c, estaría conformada por 2 Coca-Colas y 3 Hamburguesas. Observemos que para lograr la segunda hamburguesa habría tenido que renunciar a 5 Coca-Colas; para obtener una tercera hamburguesa, sólo renunciaría a tres Coca-Colas. La relación marginal de sustitución de Y por X será 3/1 y así sucesivamente.
El proceso seguiría, de tal manera que por cada hamburguesa renunciaría a menos y menos unidades de Coca-Colas. Según la teoría, cada vez que se logra una hamburguesa más, la utilidad total del conjunto de hamburguesas aumenta, pero su utilidad marginal disminuye. Cada vez que renuncia a unidades de Coca-Colas le quedará una menor cantidad de ellas, por lo que la utilidad marginal de las Coca-Colas aumentará.
En síntesis: las hamburguesas se hacen más abundantes y las Coca-Colas, más escasas, por eso es que la utilidad marginal de las primeras sería cada vez mayor y la de las segundas, cada vez menor. Esto no es nada más ni nada menos que la Ley de la Utilidad Marginal Decreciente con otro disfraz, que le queda muy mal, por cierto. Ahora bien, la tesis dice que la utilidad total de cualquier combinación de Coca-Colas y hamburguesas (U0) es la misma, no importa qué combinación de ambas escoja el sujeto. Para que el equilibrio esté vigente, la reducción de la utilidad total de las hamburguesas sería compensada con el aumento de la utilidad total de lasa Coca-Colas. Implica también que el incremento de la utilidad marginal de las Coca-Colas se compensaría con la reducción de la utilidad marginal de las hamburguesas, bien cuya utilidad total ha aumentado, pero su utilidad marginal habrá disminuido. Esta simetría permite llegar a establecer afirmaciones como la que ahora deducimos:
El Homo consumidorus otorgaría a la combinación de 10 Coca-Colas y una hamburguesa la misma utilidad (U0) que se concedería a una Coca-Cola y 10 hamburguesas
Con este ejemplo, nos encontramos otra vez con la proclividad de extender la generalización a lo que no es generalizable.