La cantidad máxima que pagaría un comprador por un bien
Por lo general, esta expresión se usa cuando se trata establecer el interés de un agregado social, digamos, un municipio, tiene con relación a la construcción de una obra pública; por ejemplo, una represa para facilitar el riego. En este caso, dice la teoría, se pregunta a cada vecino cuánto estaría dispuesto a pagar para que la represa sea construida. Para beneficio del análisis, suponiendo que sólo hay dos vecinos en un municipio, el primero de los cuales declara que pagaría $50; el segundo, $40. La suma de ambos es $90. Las autoridades toman en cuenta este total y realizan un análisis de costo-beneficio, para lo cual usan variables modificadas y que las empresas privadas no tomarán en cuenta, esto es: los precios sombra, el incremento de la producción, la reducción de las importaciones, la creación de mano de obra, los efectos en el medio ambiente… y otros similares. Sin embargo, los marginalistas deforman el concepto, con el fin de llegar a definir lo que denominan el excedente del consumidor.