También dice que los economistas usan el mercado de competencia perfecta para establecer sus “leyes”, por ello es que nos habla del heladero y de Catalina, en vez de hablarnos de la Exxon o de la Apple, corporaciones transnacionales que facturan por encima de los cien mil millones de dólares anuales. Mankiw nos hace saber que a pesar de la diferencia de mercados que hay en el mundo, asumir el mercado de competencia perfecta es muy útil porque son los más fáciles de analizar. Un comentarista dijo las declaraciones de ese tipo, tan comunes entre los que teorizan sobre la Economía de los espíritus, le recordaban al conductor que guiando en plena oscuridad, pierde su teléfono móvil pero que sólo se detiene cuando encuentra un farol a orilla de la autopista, para buscarlo, “dado que allí hay luz”.