I.-Indicadores humanos, económicos y territoriales
Por la importancia que revela tener la economía en la determinación de la atractividad de un espacio para invertir en él, y dentro de ella la simbiosis que existe entre la PEA y los activos fijos de la empresa para satisfacer las necesidades, empezaré describiendo los indicadores que permiten tipificar los agentes económicos y de ellos derivar la calificación que tenga la competitividad de una región.
Al respecto, dichos indicadores de la PEA están contenidos en los censos de población y vivienda, en los censos económicos en lo que atañe al número de trabajadores y a sus retribuciones dentro del sector manufacturero, al igual que en la Encuesta Nacional de Micronegocios, porque en ella se tipifican los empresarios de estas escalas de producción, en particular se describen los principales problemas que tienen para trabajar y satisfacer los mercados internos y externos.
En este contexto se sugiere utilizar indicadores federales, estatales y municipales como los siguientes:
1.- Superficie, clima, disponibilidad de recursos naturales;
2.- Población, PEA, personal ocupado y remunerado, los propietarios, familiares y otros trabajadores no remunerados, etc.
3.- Nivel educativo e ingresos de los recursos humanos.
4.- Número de empresas por sector económico y tamaño de las unidades de producción.
5.- La capacidad de planta instalada y utilizada.
6.- Total de gastos que hacen las empresas por consumo de bienes y servicios.
7.- Total de ingresos que obtienen las empresas por suministro de bienes y servicios.
8.- Producción bruta total.
9.- Consumo intermedio.
10.- Valor agregado censal bruto.
11.- Formación bruta de capital fijo.
12.- Variación total de existencias.
13.- Total de activos fijos.
14.- Depreciación total de activos fijos.
15.- Principales problemas de producción, distribución y comercialización de las empresas.
16.- Exportaciones por tipo de bienes y de escalas de fabricación.
17.- Características financieras de las empresas.
17.1- Estructura financiera consolidada.
17.2.- Estructura financiera por empresa y grupo/clase industrial
17.3.- Incluir otros indicadores financieros disponibles.
II.- Indicadores técnicos
1.-Infraestructura física, social y productiva disponibles.
2.- Disponibilidad y localización de materias primas, bienes intermedios, insumos estratégicos, maquinaria y equipos auxiliares.
3.- Disponibilidad y descripción de procesos de fabricación para estimar contaminación, productividad con mano de obra, materias primas e insumos locales.
4.- Disponibilidad y descripción de maquinaria y equipo con los mismos propósitos del numeral anterior.
5.- Diagnosticar el grado de contaminación que genera la producción de bienes de capital, de consumo duradero y no duradero, la industria terminal.
6.- Conocer los programas de apoyo institucional para la industria manufacturera.
Con estas referencias a continuación se plantean las hipótesis cuya verificación dará elementos para formular la teoría de la competitividad económica territorialmente de las empresas manufactureras.
II.1.3.- hipótesis para la elaboración de esta teoría.
La identificación por parte del Estado mexicano de ventajas comparativas y competitivas, así como de protección del medio ambiente en que se generan las actividades económicas como las manufactureras, en regiones en las entidades federativas y en empresas de diferente tamaño, constituyen la bujía del desarrollo regional equitativo y sustentable.
Verificación de la hipótesis:
Las experiencias anteriores revelan que los logros obtenidos con los programas aplicados se deben al enfoque integral de los problemas por parte de las empresas y del Estado mexicano. Ello encuadra en mucho con las características de la teoría de la competitividad sistémica, dado que enfatiza que la competitividad surge de la interacción entre sistemas que inciden en la economía como un todo y en las empresas de manera casuística pero significativa.
Al respecto, conviene mencionar que producto de la evolución que se ha observado en la aplicación de las teorías, algunos estudiosos del tema indican que en la actualidad ya no compite una empresa contra otra empresa, sino que la competencia se da en grupo o en forma agregada, en otras palabras, entre polos de desarrollo regional-clúster contra otro polo de desarrollo- clúster, en donde la constante es el cambio en la tecnología, fundamento de la competitividad, de la modernización y de la dinamización micro y macro económicas.
De lo anterior se infiere que cada entidad federativa debe de promover la competitividad en cada una de las regiones en que tiene dividido económicamente su territorio, así como en los sectores y factores de la producción que existan en su demarcación. Ello conduce a pensar que los gobiernos estatales los deben desarrollar en una perspectiva de competitividad sustentable con políticas públicas fundamentadas principalmente en la teoría de la competitividad sistémica sustentable, cuyas directrices fundamenten sus programas y acciones presupuestarias anualmente.
Así, la integración inteligente de sistemas, niveles (micro, meso, macro), regiones y empresas con una base de sustentabilidad, constituye el nuevo marco de la teoría que tiene un claro propósito de desarrollo regional sustentable y por eso el territorio es el terreno en que se deben promover las actividades económicas en beneficio de la población asentada en el mismo, sin dañar el medio ambiente.
II.1.4.Importancia de la empresa en este enfoque.
Como se intuye, con todo lo anterior lo que finalmente se pretende es hacer competitivas a las empresas, dado que ellas tienen la función socio-económica de generar bienes y servicios, empleo, innovaciones tecnológicas, pagar impuestos y el cuidado y preservación especifica, concreta del medio ambiente en que operan.
¿Pero cuáles son las fortalezas que consolidarán la presencia de las empresas en el mercado, es decir, qué características deben tener para ser competitivas?
Idealmente, si consideramos la escala de producción, por su efecto en el circuito económico, se piensa que las empresas deben ser manufactureras preferentemente y por consiguiente, medianas y grandes unidades de producción. Lo anterior es muy discutible porque deja afuera al 98% de las empresas, las cuales destacan por la creación de empleos, del PIB y del poder de compra que proporcionan a sus trabajadores.
Con esta observación y a reserva de hacer luego una propuesta para los cuatro tamaños de empresa y para todos los sectores económicos en las demarcaciones territoriales de cada entidad federativa, a continuación expondré las características que debe tener una empresa manufacturera para ser competitiva. Antes diré que algunos investigadores (Peralta, 2008:82) consideran que sus características de manera resumida están comprendidas en lo que denominan “Empresas Competitivas Sustentables Tipo IFA”, las cuales deben caracterizarse por:
1.- Tener una organización inteligente (I) que les permite administrar y operar con eficiencia y oportunidad. Ello propicia que forme e incremente recursos humanos calificados, condición fundamental para su operación sustentable y rentable para la acumulación del capital con la que puede investigar e introducir continuamente innovaciones tecnológicas, mejor organización de sus cuadros, nuevas estrategias mercadológicas y nuevos esquemas de financiamiento que oxigenan su flujo de efectivo para operar exitosamente en el largo plazo.
2.- Ser flexibles (F) en su operación, i.e., que pueden cambiar oportunamente de materias primas e insumos, de procesos de fabricación, maquinaria y equipo para adecuar sus escalas de producción a los muchas veces impredecibles cambios en la demanda de los consumidores o en la oferta de sus competidores en un mundo globalizado que se expresa localmente.
3.- Son agiles (A) en la comercialización. Lo anterior significa que estas empresas disponen de “brazos pensantes” o departamentos de estudios que monitorean permanentemente las señales del mercado para adecuar su producción ( flexibilidad, F), así como para hacer estudios sobre las preferencia del consumidor o sobre las amenazas de su competencia, todo ello con el fin de mejorar su posicionamiento en el mercado.
Ello significa que en el ámbito de la comercialización, (A), la empresa emprende investigaciones para identificar nuevos nichos de mercado o para consolidarse en los que ya trabaja, con presentaciones nuevas o diferentes de sus productos, con tamaño y materiales distinto de los envases, para alargar la vigencia o vida de anaquel de sus productos, para determinar el embalaje apropiado, la transportación oportuna y el desplazamiento suficiente en los canales de distribución que utiliza para hacer llegar sus mercancías a los consumidores, etc..
II.1.5.Importancia del estudio del desarrollo regional
Este perfil IFA de las empresas debe lograrse en cada entidad federativa y sus regiones, mismo que adquieren en condiciones diferentes porque distintos son los espacios y sectores económicos de cada lugar. Esta situación indica que es difícil aplicar políticas y programas homogéneos de competitividad sustentable en cualquier parte del país ya que no son iguales las acciones que se deben implementar para crear o mejorar el entorno favorable en términos de infraestructura, creación y organización del grupo empresarial, la capacitación de los recursos humanos, etc. que constituyen la base del desarrollo regional de la competitividad.
En efecto, la realidad revela que hay heterogeneidad en la superficie de las entidades y de las regiones que las integran, como también en la dotación de sus recursos naturales, en la localización de las empresas con respecto a los centros de consumo o a la disponibilidad de materias primas e insumos que requiere en sus procesos de fabricación, etc. En consecuencia, se constata que para promover la competitividad regionalmente en forma sustentable, se requiere de políticas públicas distintas, cuyo origen o sustento emana del estudio acucioso que se hace del territorio que se pretende hacer competitivo.
II.1.6.Acciones emprendidas para igualar la competitividad
Si bien es cierto que existe la heterogeneidad antes descrita, también lo es que existen indicadores comunes cuyos valores ayudan a diagnosticar y comparar situaciones, a dimensionar las diferencias y las similitudes, así como para identificar las directrices o políticas públicas que fundamentan los programas que se instrumentan en cada uno de los tres órdenes de gobierno con nombres afines, es decir con los mismos objetivos pero con alcance distinto.
Esta metodología ha permitido conformar programas que pretenden resolver problemas comunes secto-regionalmente y por tamaño de empresa en el corto, mediano y largo plazo.
En esencia, gracias a la experiencia acumulada, desde hace tiempo las políticas regionales que se implementan vía programas y acciones específicas dentro de los tres órdenes de gobierno, se caracterizan por:
1.- Promover el desarrollo regional endógeno mediante la igualación de oportunidades de inversión, de formación de recursos, de proveeduría oportuna, de asistencia técnica apropiada, de adquisición de créditos para capital de trabajo o para adquirir activos fijos con innovaciones tecnológicas que faciliten el uso de maquinaria y equipos ad-hoc para nuevos procesos de fabricación que además de aprovechar materias primas y mano de obra locales, reduzcan costos de producción, comercialización y distribución, etc. pero sobre todo que no contaminen al medio ambiente;
2.- Por consiguiente, asegurar que dicho desarrollo sea sustentable; y
3.- Mejorar los procedimientos de organización y administración para la asignación suficiente y oportuna de recursos fiscales federal, estatal y municipalmente;
4.- Destinar recursos a regiones, sectores y empresas con ventajas comparativas y competitivas reveladas, al igual que a aquellas en que deben crearse ipso facto (en particular para combatir la contaminación del suelo, aire, agua, etc y para incrementar el empleo).
5.- Estimular aquellos liderazgos derivados del potencial de crecimiento que muestren para inducir la remolcación o arrastre hacia la competitividad de empresas estratégicas y/o prioritarias con modestas expectativas de crecimiento.
6.- Capacidad para incrementar sus ventajas competitivas y comparativas a partir de economías de aglomeración reveladas con visos de sustentabilidad.
7.- Que mediante el uso del gasto público y de las organizaciones empresariales se mejore el entorno favorable mediante la creación o incremento de las infraestructuras básica, social y productiva, siempre de acuerdo con el papel que debe desempeñar cada una de ellas, es decir, no siempre en forma generalizada.
8.- Que sean bujías que favorezcan el desarrollo económico con sustentabilidad regionalmente mediante, el desarrollo de economías de escala y de aglomeración.
II.1.7.Evaluación de los resultados obtenidos con la aplicación de dichas políticas públicas de desarrollo regional en México.
En este contexto yo considero que los resultados en parte están registrados en los Censos Económicos y en encuestas como la ENIGH y en la ENMN, los cuales califico como apropiados para hacer esta evaluación, ya que presentan por entidad federativa los valores recientes de los indicadores de la operación de las empresas, según su tamaño por sector económico, sus aportaciones en bienes y servicios a la satisfacción de la demanda de la población, así como los indicadores de los principales problemas que enfrentan para operar competitivamente y con sustentabilidad en un mundo globalizado.
En efecto, los Censos Económicos contienen por sector económico y tamaño de empresa los datos de 1998 y 2008 de la oferta empresarial expresada por el número de unidades registradas, del número de los trabajadores que ocupan al igual que de su capacidad de planta productiva sustentada en sus activos fijos y en consecuencia, también contienen el valor agregado censal bruto en esos años.
Por el lado de la demanda muestran las remuneraciones que reciben los trabajadores, el consumo que hacen las empresas localmente de materias primas, insumos, maquinaria y equipo que usan en los procesos de fabricación con los que arriban a los bienes que ofrecen a la sociedad.
El horizonte de análisis se complementa por el lado de la demanda por entidad federativa con los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, ENIGH, de 2010, los cuales indican en qué gastaron las familias mexicanas en ese año, de manera que esta información además de evaluar la competitividad de las empresas con sustentabilidad, también nos indican su movilidad física, es decir, dónde se localizan ahora para las empresas las oportunidades que pueden tener en los nuevos mercados y negocios.
Igualmente, en la Encuesta Nacional de Micro negocios, ENMN, se describen los principales problemas que tienen estas unidades de producción y servicios para operar competitivamente.
Así, el análisis y evaluación de esta información me permitirá identificar las directrices necesarias para que las empresas creen sus ventajas competitivas, para que superen las debilidades que tienen, para que enfrenten las amenazas que presentan los competidores en los mercados regionales y el reto de consolidar su operación exitosa en el largo plazo. Con este enfoque metodológico será posible identificar y sugerir las empresas remolcadoras o de arrastre de las rezagadas, de manera que actuarán como detonadoras del crecimiento y del desarrollo económico industrial, equitativo y sustentable entre las entidades federativas.
Lo anterior visto por el lado de la oferta significa que en cada actividad industrial que se analice, se detectará qué tamaño de empresa es el más dinámico, el de mayor participación, el que dispone de más capacidad productiva, el que genera más empleo, etc. Así, ese tamaño será el que remolque, el que jale a las empresas rezagadas.
Por el lado de la demanda igualmente, es decir, se identificará qué tamaño de empresa manufacturera es el que muestra los indicadores antes descritos con una relevancia contundente para ser el protagonista del camino a la mayor competitividad, el cual será constatado con los datos del consumo significativo que indiquen hacer los trabajadores, las familias y las empresas manufactureras.
Regionalmente, las ventajas competitivas, que se promueven institucionalmente, por las organizaciones empresariales y por las propias unidades manufactureras, serán aquellas que sugiera el análisis anterior, dado que las empresas son la bujía del desarrollo espacial y sectorial, en particular las remolcadoras o de arrastre. Ello dará elementos para conocer sus diferencias, similitudes y, por consiguiente, el sustento como imán para atraer más inversiones públicas y privadas en la entidades federativas.
En virtud de que la teoría del desarrollo regional que emerja del análisis e interpretación de la información antes descrita, por motivos prácticos y de manera inicial estará sustentada en actividades industriales que la empresas produzcan sin afectar al medio ambiente, es decir, gestar el crecimiento y desarrollo sostenido y sustentable de la economía local, entonces las ventajas competitivas ( lo hecho por el ser humano), principalmente) serán complementadas con las ventajas comparativas ( recursos naturales, población, mano de obra disponible, infraestructura y servicios para la protección ecológica, etc.) que posean las entidades federativas. Ello permitirá contar con una visión claramente cuantificada del potencial de desarrollo fundamentado en la capacidad real que tenga cada una de las regiones del país.