En correspondencia a las cuestiones de carácter metodológico para efectuar un proceso de determinación de necesidades profesionales a partir de los docentes en ejercicio, es importante tener en cuenta los diversos modelos teóricos que se pueden utilizar.
Desde una perspectiva general, los modelos empleados en la evaluación de necesidades conforme a Stufflbeam (citado por Mario de Miguel), se pueden agrupar en cuatro bloques según la perspectiva teórica desde la que se aborda su exploración:
1. Necesidad como discrepancia entre los datos obtenidos y los deseados.
2. Necesidad como los cambios sentidos o deseados por la mayoría de la población de referencia.
3. Necesidad como ausencia o déficit detectada a través de procesos de diagnóstico.
4. Necesidad como dirección básica hacia donde se debe orientar la formación partiendo de la situación actual.
Según Gimeno (1993) , las competencias básicas a considerar en la formación del profesorado son:
En el Congreso Internacional: "Docencia Universitaria e Innovación" desarrollado en Barcelona, junio 2000, se planteó por parte de un equipo de investigadores que “.nos ocupamos de las funciones y competencias básicas del profesorado universitario para adaptarse a las cambiantes circunstancias tanto de la sociedad como de los futuros estudiantes. Las funciones y tareas las agrupamos en torno a los ámbitos de docencia, investigación, gestión y extensión universitaria.
Por su parte De Miguel considera que la evaluación de necesidades debe tomar como referencias los factores condicionantes siguientes:
De Miguel además de referirse a las cualidades inherentes a la profesión, considera las condiciones de salud física y mental, además de señalar en el perfil de personalidad cualidades como la creatividad, perseverancia, responsabilidad y comunicación.
El autor juzga que no se puede obviar lo relacionado con la edad, como un estadio o etapa del desarrollo vital en la que se encuentra el docente y su relación con las motivaciones, intereses, aspiraciones y preocupaciones que lógicamente, no son las mismas durante toda la vida laboral, así como la experiencia en la profesión como condición importante, pues las necesidades varían de acuerdo con los años que lleva el docente en ejercicio de la ocupación pedagógica.
La autora se acoge a la existencia de dos tipos de errores, Blasco (1994) que suelen cometerse, al emprender un proceso de análisis de necesidades:
1. Descontextualizar estos análisis, convirtiéndolos en un fin que se justifica por sí mismo, en lugar de encuadrar el análisis en un enfoque sistemático dentro del cual las necesidades de superación son una fase de un proceso dirigido a mejorar, a cambiar, en definitiva a intervenir.
2. Simplificar su ejecución, hasta el extremo de creer que cualquier cosa es un análisis de necesidades y que cualquier persona puede llevarlo a cabo, simplemente con hacer algunas preguntas o recoger información.
El investigador cree que se debe añadir la falta de seriedad en la tarea, insuficiencias teórico metodológicas que provocan análisis superficiales y demoras en la aplicación de programas y estrategias.
Blasco (1994) también considera que antes de iniciar el diagnóstico de necesidades es necesario reflexionar sobre las siguientes consideraciones:
¿Qué se persigue con el análisis de necesidades? Esta consideración hace referencia a los objetivos, uso de información recopilada, medios y recursos a utilizar y la información a facilitar a los sujetos implicados.
¿Cuál es la filosofía subyacente en el análisis de necesidades? Una forma bastante difundida de considerar y expresar las necesidades como discrepancias, Kaufman (1984) , contribuyendo a indicarnos dónde nos encontramos en la actualidad y hasta dónde debemos ir, incluyendo en este proceso la metodología de análisis, las técnicas operativas, los procedimientos de ejecución, el tratamiento de la información y la consideración de los datos obtenidos.
¿Cuál es el horizonte al que sirve el análisis de necesidades? Las necesidades pueden referirse a la situación actual o bien tratar de anticiparse a situaciones futuras. Esta visión perspectiva, puede obtenerse en algunos casos por métodos cuantitativos, aunque en general en entornos referidos a comportamientos sociales, varios autores plantean la utilización de técnica cualitativas y la opinión de expertos.
Entenderlo como un proceso de participación. Si lo que se persigue es el compromiso de los docentes al reconocer sus necesidades de superación y el cambio de actitudes y habilidades que se espera de ellos, se recomienda involucrarlos mediante técnicas participativas y trabajo con grupos en el proceso de análisis y determinación de necesidades. La participación es ya un valor añadido que atenderá a una de las mayores carencias: aprender a aprender.
Un enfoque sistémico de los análisis de necesidades. Esto significa que el análisis de necesidades es la primera y última etapa de un proceso que comienza por saber dónde estamos (qué necesidades tenemos) y acaba comprobando en qué medida lo relacionado ha incidido sobre la situación inicial (cómo estamos ahora), dando origen a un nuevo ciclo.
Expone Blasco (1994) que los procedimientos de análisis de superación más utilizados incluyen: las encuestas sobre necesidades de superación, el estudio de competencia, el análisis de tareas y el análisis de desempeño.
Estos autores conceptualizan el análisis de las tareas como un proceso efectivo y ampliamente usado para determinar las necesidades de superación, que requiere tiempo y esfuerza, pero los resultados se basan en algo objetivo.
La autora razona que dentro del tiempo y esfuerzo que requiere este análisis ocupa un lugar importante la profundización en el contenido de los documentos normativos (planes y programas de estudio de la carrera, cartas directivas, modificaciones de los planes y programas, modelo pedagógico y perfil profesional) y la consulta a especialistas.
Identificar las demandas representativas que se consideran necesarias para hacer su trabajo bien.
Recoger datos sobre qué tareas está implicado en el proceso demandado.
Desarrollar un listado de tareas.
Pulir la lista.
Finalizar la lista de tareas y evaluar su relativa exactitud.
Determinar qué conocimientos y habilidades se requieren para desempeñar las tareas críticas.
Presentar las conclusiones en forma de una propuesta de plan de formación, recogiendo las prioridades.
Se han creado diferentes modelos de determinación de necesidades que poseen características específicas, que los hacen aplicables según el medio, institución y objetivos. Dentro de la clasificación de modelos se destacan los siguientes:
• Modelo Inductivo.
• Modelo Deductivo.
• Modelo Tradicional.
• Modelo centrado en el analista.
• Modelo Participativo.
• Modelo de Roger Kauffman.
• Modelo de David Leiva González.
• El modelo de Stufflebeam (CIPP).
• El modelo de Scriven.
La autora asume el modelo participativo por ser más análogo, más identificable con los propósitos de la propuesta del programa de superación, exigir de todos los implicados en este proceso, el compromiso, la motivación, la concientización para actualizar y perfeccionar sus conocimientos y que estos sean revertidos en su docencia, desempeñando un papel destacado la relación superación, autosuperación y autopreparación.
Desde esta perspectiva es necesaria la búsqueda de alternativas de superación que respondan a las exigencias individuales y generales de los docentes de la SUM de Abreus.
Al detectar las necesidades profesionales de los docentes siempre hay que tener en cuenta:
El director de la SUM
El Subdirector docente.
Contacto directo con las personas involucradas en el problema.
Comprometimiento de los involucrados en el proceso educativo a través de diferentes vías, a fin de resolver, conjuntamente, los problemas educativos.
Podemos acotar que la determinación de necesidades educativas tiene una gran importancia, pues:
Es el primer paso en la sistematización de la enseñanza.
Es la discrepancia o diferencia de lo que es situación actual y lo que debe ser (situación ideal) al examinar una situación determinada dentro del sector educativa.
Es indispensable enunciar necesidades basándonos en datos mensurables recolectados mediante el empleo de diversas técnicas y procedimientos.
La evaluación de necesidades es un proceso para obtener datos sobre las discrepancias y asignarles prioridades.
Cuando se evalúan necesidades hay que tomar en cuenta el punto de vista de los factores o elementos que intervienen en el proceso educativo: alumnos, maestros, sociedad y la naturaleza de los conocimientos que deben adquirirse.
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