En sus orígenes, el trabajo de un grupo social se manifiesta en los bienes alimenticios cogidos del Centro de alimentación. En este estadio, la creación de valores de uso de corta duración es la única forma de manifestación del trabajo. Ha sido necesaria la producción de las herramientas para que el trabajo tenga una nueva forma de manifestación. La cristalización del trabajo en las herramientas incrementa sensiblemente la productividad del trabajo, pero estos son limitados en su expansión en razón de que no superan su condición de extensores del brazo del trabajador.
La tercera forma de manifestación del trabajo supera largamente la condición de extensor del brazo del trabajador; se trata de la tierra cultivable, aquella que contiene una forma mucho más potente de cristalización del trabajo. Es un trabajo cristalizado ya no en una herramienta de trabajo, sino en un medio de producción; lo que aumenta considerablemente la productividad del trabajo. Sin embargo, “La productividad del trabajo agrícola está ligada a ciertas condiciones naturales y según su productividad, la misma cantidad de trabajo se traducirá en más o menos productos,” anota Karl Marx.
Aquí es necesario señalar un punto que, a pesar de su evidencia, se pasa por alto su verdadera significación; inadvertencia que puede conducir a falsas interpretaciones. Se trata de la diferencia entre una porción de la Naturaleza, digamos una porción de tierra, y la tierra cultivable.
En el primer caso, es la tierra al estado natural, sin participación de la fuerza de trabajo del grupo social. En estas condiciones, esta porción de tierra no puede ser utilizada en el proceso de trabajo; ella puede tener un valor de uso cualquiera, pero no puede tomar el lugar de un medio de producción. Es pura y simplemente una parte de la Naturaleza.
En el segundo caso, la tierra cultivable, es la misma porción de la Naturaleza, pero con una cierta cantidad de trabajo desplegada sobre ella, lo que hace que esta porción de tierra se convierta en tierra cultivable. Ahí tenemos una primera diferencia.
Ahora, la tierra cultivable, ya sea por su empleo o simplemente por su no empleo, al cabo de un cierto tiempo regresa a su estado natural. Esto obliga al grupo social a desplegar, cotidianamente o por ciclo de producción, una cierta cantidad de trabajo con el propósito de renovar su condición de tierra cultivable. Ello, con el propósito de ponerla constantemente en estado de producir; es decir, de participar en el proceso de trabajo. Ahí tenemos una segunda diferencia.
La tierra cultivable contiene permanentemente una cantidad de trabajo
cristalizado; sin la cual, una simple porción de la Naturaleza no tiene el valor
de un medio de producción. Es la cantidad de trabajo cristalizado que da a esta
porción de la Naturaleza, su rol de medio de producción. Y es esta cantidad de
trabajo cristalizado, en su condición de medio de producción, que mueve las
pasiones al interior del grupo social y entre los grupos sociales. Desde ese
momento hasta el presente, es la apropiación de este trabajo cristalizado y
completamente desligado de quien lo ha creado, que se encuentra en el centro de
las luchas de clases, como tendremos la ocasión de ver más adelante.
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