1. LA RELACIÓN SER HUMANO / NATURALEZA
El organismo del ser humano tiene una necesidad permanente de elementos orgánicos e inorgánicos en los procesos de constitución y de reconstitución de su naturaleza. Estos elementos son vitales para el ser humano que corre el riesgo de morir si ellos no son asimilados en proporciones adecuadas. Es el caso del oxígeno.
Una gran parte de estos elementos se encuentra en su forma natural, tal como el aire; los que son asimilados en estos procesos sin mediación de ninguna actividad adicional del ser humano. En cambio, otra cantidad de elementos se encuentra en los bienes alimenticios que deben ser buscados, apropiados o producidos, para ser consumidos.
En lo que nos concierne, estamos sobre todo interesados en el segundo grupo de elementos, los cuales están relacionados con la actividad cotidiana del ser humano. Esto, debido a que los primeros seres humanos que aparecen sobre la Tierra, en su preocupación de supervivencia, deben desplegar una cierta actividad cotidiana en la búsqueda y en la recolección y apropiación de bienes alimenticios.
Al inicio, el ser humano efectúa a mano desnuda la actividad cotidiana de apropiación de bienes alimenticios, debido a que no dispone ni de herramientas ni de medios de producción. Cuenta solamente con su cuerpo para aprovisionarse de los bienes alimenticios. Es decir, el ser humano cuenta solamente con sus manos y sus brazos para constituir su Canasta de alimentación. En consecuencia, en este análisis y de una manera figurada, se parte del punto cero de la Humanidad.
Entonces, en sus orígenes, mediando un cierto trabajo a mano desnuda, el ser humano asegura su supervivencia a través de una renovación de las energías utilizadas en el transcurso de ese trabajo, y de las energías que el organismo humano gasta en la vida cotidiana, incluso en reposo.
El conjunto de los bienes alimenticios, que los primeros seres humanos recolectan y se apropian, se encuentra en la Naturaleza; y, particularmente, en los lugares que llamaremos en adelante Centros de alimentación. Entonces, el ser humano, en su deseo de supervivencia, se pone en relación con la Naturaleza y, específica-mente, con los Centros de alimentación.
En esta relación hay una clara dependencia del ser humano con respecto a la
Naturaleza. El ser humano, fruto de la Naturaleza, está en estrecha ligazón con
los bienes de esta Naturaleza y con la Naturaleza misma. Se trata, además, de
una dependencia absoluta porque, el ser humano no interviene, ni directa ni
indirectamente, en la existencia de los bienes alimenticios. Es una relación de
dependencia absoluta de los primeros seres humanos con respecto al Centro de
alimentación.
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