Germán López Noreñá
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4.1 ¿CRISIS O FIN DE LA ECONOMÍA CLÁSICA?
Iniciemos este apartado del libro, explorando brevemente unas cuantas acepciones y algunos usos del concepto crisis como concreción en las dos o tres últimas décadas. Reconocido el hecho, de haberse dado la mayor proliferación de su uso en las ciencias sociales, a inicio de los noventas del siglo pasado hasta nuestros días.
Con suma frecuencia se escucha en la academia y en los diversos medios de comunicación, crisis del sistema educativo en x o y país, crisis del sistema financiero, crisis moral, crisis de liderazgo , crisis en los valores humanos, en la economía, etc. Por lo tanto, en este sentido es necesario indagarnos si el concepto en cuestión necesita de un tipo de renovación semántica, de tal manera que pueda dar cuenta de la multiplicidad de problemáticas de los momentos actuales y las por venir del mundo contemporáneo:
Esta cuestión es de especial significado metodológico para la orientación de la actividad científica y práctica. Constituye un elemento que puede servir para la reflexión, de cada uno de los hechos que se desenvuelven en el mundo actual. Y más si se tiene presente que la importancia de toda crisis consiste en que pone al descubierto lo oculto, deja a un lado lo convencional, lo superficial y mezquino.
González (2007)
¿Pero qué es la concreción conceptual? Para dilucidar este cuestionamiento, en primera instancia remitámonos a la apreciación de Hegel, al respecto de una manera sintética, en la perspectiva de un idealismo objetivo:
El concepto como concreto y toda determinación en general, es esencialmente en sí misma una unidad de determinaciones distintas. Si pues, la verdad no fuese otra cosa que la ausencia de contradicción, sería preciso examinar ante todo si cada concepto no contiene en sí mismo una tal contradicción interna.
Hegel (1968)
G. W. F. Hegel según Jakob Schlesinger, 1831
http://es.wikipedia.org/wiki/
Hegel al presentarnos un resumen del concepto crisis como concreción, en el anterior fragmento de una de sus obras, nos apertrecha de una valiosa herramienta teórica como es la de contradicción , dándonos pie a valorar y trasegar en algunos aciertos teóricos de Ohmae, en su apreciación relacionada con lo que a la teoría económica tradicional concierne.
Pero igualmente, también factibiliza explorar intersticios teoréticos en su obra, permitiendo cuestionar varios argumentos desproporcionados epistemicamente hablando y articulados a su supuesto colapso y posterior fin, para él – análogo, “Al fin de la historia de Fukuyama”-, de la Economía Clásica .
Ya analizado algunos aspectos de la complejidad del concepto crisis y tomando partido por la acepción de ser una de las formas de las contradicciones, veamos entonces algunas afirmaciones de Ohmae en el PEG. En el primer párrafo de la introducción afirma:
Las ideas no surgen formadas. Más bien son una complicada amalgama de experiencia, lucidez, esperanza e inspiración. Entran a escena parpadeando bajo el brillo deslumbrante de las luces, vacilantes inseguras acerca de la posible reacción del público. Evolucionan y se desarrollan, atendiendo a las reacciones y circunstancias cambiantes.
Ohmae (2005)
Sin duda alguna, en este fragmento, el autor hace un explicito reconocimiento a su experiencia, su lucidez, su perseverancia y su inspiración. Aspectos necesarios, más no suficientes para la construcción de un paradigma. Da la sensación de ser despectivo con el proceso formativo, en lo que a instancias académicas concierne en el párrafo mencionado, y paradójicamente en toda su obra hace énfasis en la necesidad del lograr altos niveles de cualificación en lo educacional por parte de los pobladores de los Estados-Región.
Luego, nos preguntamos ¿Basta los ingredientes mencionados por Ohmae, para trascender de esos momentos lucidos, de inspiración, fruto de la experiencia y la perseverancia a paradigmas funcionales? ¡En verdad que no! He aquí una primera contradicción.
Digamos una vez más, que la economía global es una realidad -no es una teoría. Pero muchos de aquellos que deberían saberlo mejor, en especial aquellos que la gente espera que lo sepan mejor, parecen estar dormidos aún. La mayoría de los economistas de todo el mundo de todo el mundo permanecen envueltos en un capullo durmiendo un sueño placentero.
La economía Keynesiana se apoyaba principalmente en un enfoque lineal, basado en insumos y productos identificables y mensurables. Como ya dije, era un modelo económico cerrado en el cual los empleos, la demanda, la oferta, las tasas de interés y la oferta de dinero estaban relacionados entre si. Constituía un articulo de fe Keynesiana que el gobierno pudiera controlar la actividad económica ajustando uno o dos de estos factores.
Esto es similar al modelo de la física newtoniana que se conoce como la “conservación de la masa” (o de la energía) en un sistema cerrado. Gran parte de la economía tradicional (incluida la obra escrita de Keynes) aceptaba que los sistemas económicos se movían hacia el equilibrio. Ello reflejaba la influencia de la física. La teoría de la complejidad sostiene que el equilibrio “clásico” es un elemento de atracción hacia el cual confluyen algunos eventos aunque de ninguna manera todos […]
Ohmae (2005).
John Maynard Keynes
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/
En verdad, estos tres párrafos de Ohmae dejan entrever su posición de considerar en una situación de crisis a la Economía clásica , ante los retos planteados por la globalización. Es certera su apreciación sobre el deber ser la economía global estudiada desde la perspectiva de la teoría de la complejidad. Apreciación legitimada al contemplar el sesgado tratamiento desde la óptica del paradigma reduccionista –al expresar el enfoque lineal de la economía Keynesiana .
No obstante, la severa crítica dirigida a los profesionales de la economía, presenta algunos elementos de certidumbre, ciertamente ello, no debe conducir a una afirmación tan fuerte como el fin de la economía clásica.
Pues siempre será necesario en los procesos a investigar, una argumentación teórica en la que uno de sus aspectos primordiales lo es el volver a los antecedentes teóricos de la temática a indagar, es decir, volver a los clásicos para desde allí generar una amalgama de contradicciones que movilicen y dinamicen el surgimiento de nuevos paradigmas.
Thomas Kuhn
http://es.wikipedia.org/wiki/
En respaldo de lo argumentado en el párrafo anterior, analicemos entre muchas, la tesis doctoral Análisis del tiempo como variable en economía financiera (2003), realizada por David Ceballos Hornero, en la línea de investigación Métodos Matemáticos en Economía Financiera de La Universidad de Barcelona. Para este propósito citemos algunos párrafos:
En el Preámbulo, en el que el autor nos ilustra sobre la intencionalidad del trabajo:
La presente tesis doctoral recoge un análisis extenso e interdisciplinar de la Variable TIEMPO con el propósito de analizar su importancia y utilización, así como de fundamentar las críticas y las posibles mejoras del tratamiento de la dimensión temporal, siempre en el ámbito de la Economía Financiera.
Ceballos David (2003)
Podemos observar, en el anterior fragmento palabras claves en el discurso y de la razón de ser de la investigación: Interdisciplinar, lo que explicita la necesidad de recurrir a otras disciplinas diferente a la Economía Financiera; Criticas, que nos lleva a pensar momentos de crisis, las cuales dinamizarán muy probablemente contradicciones, evolucionado en mejoras teóricas en el tema tratado o en el mejor de los casos nuevos paradigmas.
En la introducción, el gestor de la tesis, escribe sobre la motivación personal para abordar la investigación:
La motivación del autor en la presente investigación nace como un intento de ofrecer una respuesta a la relevancia y angustia que atañe el transcurrir temporal en el Análisis Económico, teniendo en cuenta la idea Keynesiana de que la Economía y por ende la Economía Financiera, no requiere de un instrumento matemático omnipresente para ser rigurosa –el subrayado es propio de este libro- […] La problemática temporal en Economía Financiera, por tanto, no tiene una respuesta meramente físico-matemática, sino que también tienen su poder explicativo en las Ciencias Humanas y Sociales.
(Ceballos David, 2003; p. 4).
Al reflexionar sobre esta fracción de la tesis doctoral, surge una interesante inquietud ¿Cómo es posible que uno de los más connotados representantes de la Economía Clásica, en plena época de la Economía Global y en un escenario en que se le ha dictaminado por parte de radicales híper globalizadores la defunción a la Economía Clásica, esté movilizando indagaciones tan profundas, para ser tratadas en el marco de las tesis doctorales?
La respuesta es sobria, simple y a la vez compleja ¡Es un clásico de La Economía! Y pese a los aprietos teóricos, en diferentes épocas sorteados por la Economía Clásica y que seguirá afrontando en los tiempos futuros, siempre será un referente teórico obligado, porque él y ellos generarán discrepancias y contradicciones, que en la perspectiva Hegeliana de las crisis y las contradicciones, propiciarán el germinar, muy factiblemente nuevos paradigmas.
Veamos como, ese cuestionamiento abordado desde una idea de uno de los teóricos clásicos de la economía –con acta de defunción teórica a bordo-abre un abanico de indagaciones, en una de las temáticas fundamentales de la Economía Global, La Economía Financiera:
Las líneas futuras de investigación se centran en tres direcciones: la axiomatización y formulación matemática de la noción de TIEMPO histórico-financiero, su influencia e interpretación en el fenómeno financiero a través del concepto de liquidez, y, finalmente su aplicación práctica en el análisis dinámico de una inversión. En este último caso de dos vertientes: desde su relevancia en la definición financiera y en el comportamiento de los agentes financieros, y desde la valoración financiera mediante el valor adicional de la consideración temporal d la inversión en Tiempo.
(Ceballos David, 2003; p.299)
Reflexionemos en torno a la apreciación emitida por Edwin Tarapuez Chamorro y Juan José Botero Villa (2007), del papel de incentivación investigativa de los economistas clásicos y neoclásicos a la teoría del emprendedor:
Los economistas clásicos, en general, abordan el estudio del empresario o emprendedor en forma tímida, y aunque centran su análisis en la figura del capitalista, sientan las bases para desarrollos posteriores. Varios economistas neoclásicos contribuyen a esta teoría […].
Finalmente, veamos algunos apartes del artículo de Joseph E Stiglitz , de fecha relativamente reciente – lunes 12 de enero de 2009-, titulado El Retorno Triunfante de John Maynard Keynes, en el que el connotado investigador del mundo financiero, resalta la teoría Keynesiana en el análisis de la crisis económica de los EE UU:
Ahora todos somos Keynesianos. Incluso la derecha en Estados Unidos se sumó al bando Keynesiano con un entusiasmo desenfrenado y en una escala que, en algún momento, habría sido inimaginable.
Para quienes nos adjudicábamos alguna conexión con la tradición Keynesiana, éste es un momento de triunfo, después de que nos dejaran en el desierto, prácticamente ignorados, durante más de tres décadas. En un nivel, lo que está sucediendo ahora es un triunfo de la razón y la evidencia sobre la ideología y los intereses.
Keynes sostenía no sólo que los mercados no se autocorregían, sino que, en una crisis pronunciada, la política monetaria probablemente resultaría ineficiente. Se necesitaba una política fiscal.
Pero no todas las políticas fiscales son equivalentes. En Estados Unidos hoy, con una montaña de deuda inmobiliaria y un alto nivel de incertidumbre, los recortes impositivos que probablemente resulten ineficientes (como lo fueron en Japón en los años 1990). Gran parte, sino la mayor parte, del recorte tributario norteamericano del pasado mes de febrero fue destinado´al ahorro.
Joseph Stiglitz
http://batiburrillo.redliberal.com/Stiglitz.jpg
Continua Stiglitz, mencionado la enorme deuda dejada por la administración de Bush, y plantea la necesidad, entre otras del los siguientes correctivos: la reestructuración tanto de los programas tributarios como de gasto; reducción de los impuestos a las clase menos favorecidas, aumentar el beneficio de desempleo, el incremento de la parte tributaria a las clase más favorecidas, todo esto encaminado a reducir el déficit y disminuir la desigualdad: reducir el gasto en la guerra de Irak a la par del incremento en educación.