Germán López Noreña
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Sin desconocer, que el manual de Quintiliano moviliza diversas posibilidades investigativas alrededor de diferentes variables implícitas en la Retórica –como se puede percibir en los párrafos anteriores de la cita-, finalmente, en este apartado nos centraremos en el análisis de Marco Fabio como pedagogo y los aportes de su obra a este campo de la educación; en razón de ser esta temática uno de los epicentros de este escrito en una categoría relacional con la Retórica.
Sin embargo ya haber reseñado algunos aspectos de los niveles de la educación en Roma, nos detendremos a analizar algunos aspectos de ella, en la perspectiva de nuestro personaje en cuestión. Haciendo un poco de historia:
“El advenimiento de los retóricos griegos inicia una época de florecimiento para la educación romana. Entonces Vespasiano establece la cátedra de Retórica, y para ocuparla nombra a Quintiliano, asignándole una pensión de cien mil sestercios, suma enorme para aquella época. Con ello el español viene a ser el primer maestro de Retórica pagado por el erario, y el último codificador de los principios de ese arte. Domiciano confirma el cargo, le nombra preceptor de sus sobrinos y le hace entrega del titulo de cónsul con la púrpura y las insignias. Quintiliano quiere corresponder mejor a la estima, confianza y condecoraciones otorgadas por el emperador, y abandona sus tareas de abogado para dedicarse exclusivamente a la enseñanza durante veinte años” (Alberto Vicente Fernández). El sistema educativo Romano cuestionado y epicentro del libro II de la obra Instituciones de Quintiliano, esquemáticamente, se resume en el siguiente cuadro: Tomado De http://www.EducaciónRoma.htm
Dada la pluralidad de la pedagogía al estar implícita en todos los conocimientos disciplinares, el lograr encontrar la reflexión pedagógica de forma aislada, correspondiendo a un axioma de poca existencia, es decir prácticamente nulo. Ella, se encuentra, casi siempre, ciertamente en los manuales de educación, en los tratados de filosofía, en la oratoria y la Retórica, en las obras literarias, en las manifestaciones culturales de un imperio, en fin en muchas más de ellas; es el caso que atañe al imperio romano en la época de Quintiliano.
Las ideas educativas de Quintiliano expuestas en los libros I y II de las Instituciones Oratorias, tienen vigencia en el campo de la pedagogía posmoderna. No solamente fueron importantes y famosas para su tiempo, en las que va más allá del tecnicismo de la Oratoria y encumbra la relación indisoluble entre Retórica y Pedagogía. Y además en “[…] la concepción educativa del riojano hay algo substancial que interesa destacar: antes que al político, antes que al abogado, antes que al filosofo, y lo que es más, antes que al orador, Quintiliano educa al hombre. Y este educar sobre todo al hombre completo es el mayor mérito de las Instituciones” (Aniceto Gómez Esteban).
Y esa vigencia se fundamenta, entre otros, en y por los siguientes elementos:
En las Instituciones Oratorias, nos dice: “El maestro diestro ya encargado ya del niño lo primero de todo, tantee sus talentos e índole” , el término tantee, moviliza por parte del gran retórico y pedagogo múltiples connotaciones en lo que a la exploración del talento del niño corresponde. En esta frase invita al conocimiento profundo del discente por parte del maestro. ¿Pero preguntémonos, qué es para Quintiliano el talento? Pues bien, sigamos a Aniceto Gómez Esteban, quien escribe alrededor de ello desde varios enfoques de la Pedagogía y de la Psicología, lo siguiente:
Para él, la principal señal de talento en los niños, es la memoria, dato fehaciente de inteligencia, facilidad de adquisición y retención, si bien no intenta decirnos que ella por si sola denuncia privilegio intelectual, sino que es síntoma el más interesante y con mayor garantía.
La segunda habilidad que puede dar el criterio de un maestro sobre el niño, es la capacidad de imitación […].
Este detenerse en tantear, en conocer la personalidad infantil apenas llegado a las manos del maestro, nos está hablando de una atención especial prestada al hallazgo y consideración de sus diferencias individuales en beneficio de la enseñanza. La Pedagogía Diferencial vinculada a la psicología del mismo nombre (Stern) o Psicología Individual (Binet y los franceses) o Psicología y Pedagogía especial (Meuman) no trata sino e las diferencias entre los hombres, esto es, lo que determina la personalidad […].
A la diversidad infinita de personalidades y por tanto de ingenio y carácter, alude muy expresivamente diciendo: “En lo que hay tanta variedad, que no son los semblantes más diversos que los son los ingeniosos”, tan variados como el estilo de los oradores, que aunque lo intenten nunca llegan a imitarse, con lo que la naturaleza sin caer en monotonía muestra así su admirable pecado creador.
Y nos habla de la diversidad de alumnos; casi hace una introducción a la tipología discente, pero sin el rigorismo de las clasificaciones: los que no soportan la imposición exterior y se enojan ante los mandatos; los pobres e ingenio, pero machacones y tenaces en el estudio si quieren sacar provecho; los que sorprenden con sus frutos inesperados; los indiferentes, en los que no causa efecto la disciplina. El rétor tiene a éstos especial temor y prefiere al niño sensible y con aspiraciones: “A mi denme un niño a quien mueva la alabanza, la gloria le estimule y que llore cuando es vencido”.
Proceso del conocimiento del educando, que en cierta manera conlleva a una selección –desde el enfoque de Quintiliano- del alumnado, en aras de lo que en los tiempos modernos se ha llamado la Flexibilidad Curricular –en algunos elementos de ella-, en el sentido de adecuar los planes de estudios, al talento de los discentes. He aquí en las ideas educativas del retórico y pedagogo de Calahorra, lo que contemporáneamente se ha denominado la orientación profesional. Aspectos mencionados por Quintiliano respectivamente en su Instituciones Oratorias, en el Libro II, capítulo IX, páginas 93-94:
Por tanto pareció útil a los más a enseñar a cada uno conforme lo que pide su ingenio, ayudándole a aquello mismo a donde principalmente le llama naturaleza.
Porque ello es que debemos indagar la naturaleza de los talentos, y nadie negará que aún se debe hacer elección de los estudios en que se deben emplearse.
Aboga, Quintiliano en una primera instancia por la intachable ética y moral de la que deben estar dotados los maestros: “Asuma, pues, respeto a sus alumnos el sentir propio de un padre y valore que releva en lugar de aquellos que le confiaron sus hijos. Ni puede tener vicios ni tolerarlos” . Se es conocido como pese al gran prestigio como retórico de Q. Remmius Palemón, no le era reconocido el mismo, como maestro; se dice que el emperador Claudio comentó en nunca utilizar sus servicios para la educación de sus hijos.
Finalmente, diremos que la obra cumbre de Quintiliano, aborda temáticas educativas muy de la actualidad, incluso con una similar sintomatología indicadora a la problemática educacional a los tiempos actuales llamados de globalización.
Siendo ellos el problema de la apatía de los estudiantes para con los estudios; las maneras de incentivar y motivar a los discentes en los procesos de aprendizajes disciplinares; en lo que respecta a su tiempo con los castigos, que en estos tiempos podríamos significarlos con los procesos de evaluación –sin querer decir que esta sea la esencia de la evaluación educativa en todos los niveles de los sistemas educativos.
Los anteriores elementos no agotan el amplio espectro de variables a investigar en la obra y las ideas pedagógicas de Quintiliano. Siendo ello prueba fehaciente de la vigencia de su pensamiento –aunque muy poco estudiado e investigado en el campo actual de la educación de la llamada posmodernidad.
Ya vistos los anteriores elementos de la antigua Retórica Grecorromana, sin dudad alguna nos plantea la tarea investigativa de abordar el papel de ella en la emergencia de la llamada Nueva Retórica, gracias a los trabajos de Chaim Perelman a mediados de los cincuenta del siglo pasado. Esto en la perspectiva de la Teoría de la Argumentación; y en mi caso, su papel en la educación en los últimas décadas del siglo XX, y el ya casi a terminar primer decenio del siglo XXI. Tarea a realizar en un segundo volumen dedicado a tan apasionante temática.